Descubrí que podía desenrollar mi sombra como una pantalla de cine. La coloco unos metros delante de mí para visionar mis sueños. No tiene sonido, es como las antiguas películas de superocho o las proyecciones de diapositivas. Salgo a la caza del tesoro por los rincones más recónditos de mi memoria, para encontrar mis preciosos recuerdos de ti.
En el programa de hoy, Mamá directora de orquesta-cocina. ¡Mi habitación se ha convertido en una sala de cine! Me instalo confortablemente bajo el edredón, ¡empieza!, reconozco la cocina, imagino los sonidos, los recuerdos.