Temblar como un azogado.
Estar sumamente tembloroso a consecuencia del excesivo frío, miedo, etc., aludiendo a los que trabajan por algunos años en el beneficio del mercurio o con sus amalgamas, que suelen enfermar de un temblor, especialmente en las manos y brazos, casi incurable.
AZOGUE:
En el azogue, quien mal dice mal oye.
El que saca a plaza los defectos ajenos, tiene que sufrir el que públicamente le den en cara con los suyos.
Llevar, o tener, azogue en los pies.
Ser muy vivo o diligente.
Ser, o parecer, un azogue.
Aplícase a los individuos, con especialidad a los niños, sumamente activos e inquietos.
Soldar el azogue.
Intentar un imposible o pretender un absurdo.
Temblar como el azogue. — V. Temblar como un azocado.
AZOR:
El azor, en el palo, y el halcón, en la mano.
Además de su sentido recto, denota que para el buen gobierno y manejo de las cosas se ha de atender a la respectiva inclinación y aptitud que demuestra cada individuo.
AZOTAR:
Uno es azotarse y otro ser azotado. — V. No es lo mismo moros vienen que verlos venir, o No es lo mismo ir a Alcalá que hablar con el ordinario.
AZOTE:
Azote y mordedura, mientras duele dura.
Da a entender que cuando se pasan los efectos se suelen olvidar las causas que los produjeron.
Besar el azote.
Recibir el castigo con humildad y resignación.
Hacer azote para sus espaldas.
Procurarse uno mismo el daño. — También se dice: Ser cuchillo para su garganta.
Azotes y galeras.
Expresión con que se da a entender la comida ordinaria, que es la misma todos los días.
No salir de azotes y galeras.
No medrar o prosperar uno en su carrera, oficio o profesión.
Si buenos azotes me daban, bien caballero me iba.
Manifiesta que si hemos experimentado grandes gastos o sinsabores en el acometimiento de alguna empresa, en cambio hemos logrado la satisfacción de ver coronados nuestros deseos.
AZÚCAR:
Con azúcar está peor.
Dícese cuando, por querer disculpar alguna falta, se incurre en contradicciones que la agravan más.
Con azúcar y miel, todo sabe, o sale, bien.
Con buenos elementos no es extraño que se obtengan resultados satisfactorios.
Ser de la propiedad del azúcar, quejamos gastó menestra.
No necesitar arreglos ni composturas para estar bien, a semejanza del azúcar, que sin ayuda de otro condimento es siempre agradable al paladar.
AZUCENA:
Más blanco que una azucena.
De extremada blancura.
AZUL:
¿Azul celeste?
Vivamos con éste. Cuando se vive alegremente no se repara con quién se pasa la vida.
BABA:
Caérsele a uno la baba, o Estar con la baba caída.
Frase con que se da a entender, o que uno es bobo, porque de cualquier cosa se queda como pasmado y con la boca abierta, o el gran gusto que le ocasiona el primor con que dice o hace alguna cosa la persona que es de su especial afecto y cariño.
BABAZA:
Estar hecho una babaza.
Dícese de todo objeto blando, húmedo y pegajoso, con alusión al reptil llamado babaza o babosa.
BABEL:
Ser una Babel, o Ser la torre de Babel.
Empléase aludiendo al lugar en que hay gran desorden y confusión, o en que hablan muchas personas a un tiempo, sin poder entenderse. — También se emplea la palabra Babilonia en vez de Babel.
BABIA:
Estar, o vivir, en Babia.
Hallarse muy distraído y embobado y con el pensamiento muy distante de lo que se está tratando e importa.
No creemos que tenga que ver nada esta frase con el territorio de las montañas de León que lleva el nombre de Babia, juzgando sólo que se trata de una alusión onomatopéyica con la voz baba, pues Estar con la baba caída viene a significar, en principio, lo mismo que la frase que nos ocupa.
BABIECA:
Ser un babieca.
Frase con que se moteja a uno de tonto, flojo o desvaído.
BABILONIA:
Es una Babilonia. — V. Ser una Babbl.
BACALAO:
¡Aprieta, bacalao, que está caro el pescao!
Indica que el que por falta de recursos o por la carencia de pescado en la plaza no puede comerlo en día de vigilia, necesita recurrir a la comida del bacalao.
Cortar uno el bacalao. — V. Ser uno el gallito del lugar.
Te conozco, bacalao, aunque vienes disfrazao.
Dícese a las personas cuya intención se comprende, aunque éstas traten de encubrirla, queriendo demostrar otra cosa de la que sienten o quieren. — V. Te veo, besugo, que tienes el ojo claro.
BACÍN:
Reniego de bacín de oro que escupe sangre.
Da a entender lo nada apetecibles que son las riquezas cuando van acompañadas de inquietud y desasosiego. — Dícese también, por vía de imprecación, de la persona que, constituida en dignidad sin merecerlo, abusa de su posición, tratando despóticamente a sus subalternos.
Ser un bacín.
Frase que se aplica a las personas que se meten en todo, haciéndose despreciables por su carácter adulador y poco digno.
BÁCULO:
Ser el báculo de la vejez de alguno.
Constituir su apoyo moral o material en la edad provecta.
BACHILLER:
Bachiller en artes, burro en todas partes.
Refrán empleado antiguamente para burlarse de los que sólo habían recibido ese ínfimo grado académico.
El que ha de ser bachiller, menester fui deprender.
Indica que para lograr un fin, es necesario poner los medios proporcionados.
Eso es lo mismo que andar buscando al bachiller por Salamanca.
Expresa la imposibilidad de encontrar una cosa, como lo sería el que, en tiempos antiguos, fuese una persona a Salamanca en busca de un bachiller determinado a quien no conociese, siendo así que tantos centenares de ellos cursaban por aquel entonces en las aulas de la Universidad salmantina.
BADAJO:
Badajo de campana, si florece, no grana. — V. Andando gana la aceña, que no estándose queda.
BADAL:
Echarle a uno un badal a la boca.
Dejarlo sin tener qué responder. — Badal es una palabra arcaica que significaba bozal para las bestias.
BADANA:
Zurrarle a uno la badana.
Darle de golpes. —Maltratarlo de palabra.
BADILA:
Darse uno con la badila en los nudillos.
Corregirse a sí mismo de algo de que tiene que arrepentirse, mayormente cuando lo sufre interiormerte o sin darlo a entender.
BADOLATOSA:
Badolatosa, por un cuarto se ve la cosa.
Indica que lo que es de escasa importancia cuesta poco alcanzarlo.
BAEZA:
Baeza quiere paces, y no quiere Linares.
Alude a lo frecuentes que son las desavenencias e intentos de acomodo entre los que viven en localidades próximas.
Baeza, vanidad y pobreza, todo en una pieza; ejido más que ciudad; letreros más que paredes, y putas más que mujeres.
Alude a lo presuntuosos que son los de esta población y al mal concepto, aunque equivocado, que tienen de las baezanas en las localidades inmediatas.
En Baeza, tanto valen los pies como la cabeza.
Se refiere a un hidalgo que de una gorra de terciopelo se hizo unos zapatos, y como se le preguntara por qué hizo aquello, contestó con la frase citada. — Tropológlcamente quiere decir que allí pretenden mandar los chicos tanto como los grandes.
Ni en Baeza naranjos, ni en Úbeda hidalgos.
Es decir, que no había una cosa ni otra en esas poblaciones en el siglo xvi, que es de cuando data este refrán.
BAGAJE:
Tener alguna persona cosas de bagaje mayor.
Entiéndese por bagaje mayor las caballerías pertenecientes al género ca— bailar y mular, en oposición al bagaje menor, que pertenece sólo al asnal. Emplear esta frase es equivalente a motejar de mulo o caballo al individuo a quien se le dirige. — La palabra bagaje suele substituirse por caballería mayor.
BAGRE:
Parecer, o ser, un bagre.
Frase usada en el Río de la Plata, con que se denota la fealdad de una persona, especialmente del sexo femenino.
El bagre es un pez fluvial de bastante estima en dicha región, abundante en casi toda América, y que se distingue por carecer de escamas, ostentar color pardo atigrado y una cabeza monstruosa.
En Buenos Aires, y más aún en Montevideo, desprecian su carne, tanto por la abundancia que de otros pescados hay, cuanto porque su voracidad le lleva a comer toda clase de inmundicias.
BAHÍA:
¿Qué hay? — La bahía, junto a Cais.
Contestación que se suele dar en Andalucía a una pregunta indiscreta o tonta que no se quiere contestar. — En otras ocasiones se contesta así cuando no hay novedad alguna que referir, por ser todas tan conocidas como la de que Cádiz sigue junto a su bahía.
BAILAR:
Baila que se las pela.
Manifestar alegría por alguna buena noticia, ser bien recibido, etc.
Bailar al son que tocan.
Equivale a saber adaptarse a las circunstancias.
Bailar con la más fea.
Da a entender que a las personas que son desgraciadas, siempre les toca lo peor en todas partes.
Esa es otra que bien baila.
Indica que la cuestión o materia que se acaba de suscitar entraña igual o mayor gravedad que aquella de que se iba tratando anteriormente. —Otros dicen: que mejor baila.
¡Que baile!
Expresión usada públicamente en son de rechifla contra alguna persona, y con especialidad por parte del pueblo en desacato de las disposiciones que intenta hacer cumplir algún individuo constituido en autoridad. Es locución de uso relativamente moderno en nuestra lengua.
¡Que le quiten lo bailado!
Frase con que se expresa que lo que se ha disfrutado, gozado, ganado, etc., antes, se lo encuentra uno en su provecho.
¿Qué tal? ¿Bailo bien o bailo mal?
Equivale a preguntar si estamos errados o no en lo que se ha dicho, hecho o pensado.
Sacar a bailar a alguno.
Serle ocasión de alguna desazón o disgusto más o menos grave.
BAILARÍN:
La del bailarín, que se reventó bailando y no gustó.
Dícese de aquellas personas que se esfuerzan por dar gusto, sin que les sea agradecido.
Bailarines, en cojos paran.
Advierte que el que usa con exceso de alguna cosa, viene a ser víctima de aquello de que abusó.
BAILE:
En baile, todos son buenos mozos; y en quintas, defectuosos.
Da a entender qué para lo bueno todos estamos propicios y prontos; pero para lo malo, rehuímos el bulto con pretextos y achaques indebidos.
No estimar en el baile del rey Perico.
Tener una cosa en poco aprecio por su escaso valor.
BAJA:
Aprende baja y alta, y lo que el tiempo tañere, eso danza.
El que posee distintas habilidades, se halla en aptitud de poder utilizarlas al tenor de como se presenten las circunstancias. —Alude a las antiguas danzas alemanas introducidas en nuestro suelo y conocidas con las denominaciones de alta y baja.
Dar baja una persona o cosa. — V. Dar, o pegar, un bajón.
Dar de baja.
Excluir o eliminar a una persona del trato que con ella se tenía, o del escalafón o nómina de un cuerpo o sociedad.
Estar en baja una persona o cosa.
Estar en decadencia. —Perder mucho de su estimación.
Ser baja.
Dejar de pertenecer un individuo a un cuerpo, ramo, etc., por cualquier causa.
BAJÁ:
Ser un bajá de tres colas.
Dícese de la persona que es sumamente orgullosa y de carácter dominante. Úsase mucho con el verbo parecer.
BAJEL:
Cuando fluctúa el bajel, no debe dormir el piloto.
Nos amonesta a andar muy prevenidos y sobre aviso en los trances apurados o comprometidos, para poder conjurarlos y no quedar envueltos en su ruina.
BAJÍO:
Dar un bajío. — V. Dar, o pegar, un BAJÓN.
Dar en un bajío.
Tropezar por inadvertencia, o forzosamente, en un grave inconveniente, que suele destruir, o por lo menos entorpecer, el fin a que se aspiraba.
BAJO:
El que vive en bajo tiene dos trabajos, o doble trabajo.
Denota, en general, que el inferior tiene que experimentar, sobre las molestias o vejaciones que le causa el superior, ya el disgusto de tener que desahogarse, si puede, dándole en cara con su mal proceder, ya, si no le es posible, el de tener que devorar interiormente su incomodidad.
Pon, o ponga usted, por bajo que no he dicho nada.
Manera de desdecirse uno, por echar de ver que se había equivocado en su juicio, o por comprender que serán desechados los motivos que alega a favor del principio que defiende.
BAJÓN:
Dar, o pegar, un bajón alguna persona o cosa.
Sufrir notable menoscabo o disminución en el caudal, la salud, las facultades intelectuales, etc.
BALA:
Como una bala.
Pondera la presteza y velocidad con que camina o va de una a otra parte alguna persona o cosa.
El que es bueno para las balas, es bueno para los confites. — V. El que estd a las duras, que esté a las maduras.
Estar como balas.
Término de comparación de algunos manjares, especialmente de los garbanzos, para denotar que son o están extremadamente duros.
Ser una bala.
perdida.
Dícese, en sentido figurado, del que es muy atolondrado.
BÁLAGO:
Menear, o sacudir, o zurrar, a uno el bálago.
Darle de palos o golpes, o proporcionarle graves disgustos y desazones.
BALANCÍN:
Observar una conducía de balancín.
Sin fijeza ni estabilidad; de una manera veleidosa e inconsecuente.
BALANDRÁN:
¡Desdichado balandrán, nunca sales de empeñado!
Aplícase a aquellos que nunca pueden salir de deudas o atrasos.
Empeñado, como el balandrán desdichado. — V. ¡Desdichado balandrán, nunca sales de empeñado!
Sacudirle a alguno el balandrán.
Darle una paliza; sacudirle el polvo.
BALANZA:
Caer la balanza.
Inclinarse a una parte más que a otra.
Estar en balanza, o en balanzas, alguna persona o cosa.
Estar en peligro; en duda, sin seguridad ni firmeza.
Esiar una cosa como la balanza en el fiel.
Guardar las proporciones justas, debidas y adecuadas al objeto para que se la destina.
No hay balanza tan recta que algún tiempo no se tuerza.
Coptra los jueces que, en ocasiones, declinan la justicia para servir sus intereses o los de sus allegados.
Poner en balanza, o en balanzas. — Véase Estar en balanza, o en balanzas.
Ser una cosa más Justa que la balanza de San Miguel.
Se aplica esta frase a lo que es muy proporcionado, o a lo que está en su punto o es muy exacto.
BALAZO:
A balazos de plata y bombas de oro, rindió la plaza el moro.
Expresa lo poderosas que son las riquezas para conquistar los corazones, especialmente los femeninos.
El que no quiera balazos, no vaya a la guerra.
Aconseja no mezclarse en asuntos peligrosos, a fin de no verse envuelto en las funestas consecuencias que pueden traer.
BALCÓN:
Porque otro se tire de un balcón, no voy a tirarme yo.
La mala conducta observada por una persona no debe servir nunca de ejemplo, o de excusa o pretexto, a otra para que la imite.
BALDE:
Lo de balde es caro.
Da a entender que las cosas que se reciben de regalo suelen salir más caras que si se comprasen por el dinero, pues el favorecido queda obligado regularmente a mostrar, en justa reciprocidad, su agradecimiento mediante el agasajo de otro objeto que supere en valor al que recibió.
Nada hace en balde la Naturaleza.
Denota que todo lo creado tiene su razón de ser, no habiendo sido hecho en vano o por capricho.
Ni de balde.
Dícese de todo aquello que por ser muy malo o despreciable nadie lo quiere tomar ni aun regalado.
BALDÓN:
De baldón de señor, o de marido, nunca zaherido.
Denota que las palabras de reprensión que dirigen los superiores a los inferiores, no deben ser motivo para que se consideren éstos agraviados.
BALÍN:
Estar una cosa como balines. — V. Estar como balas.
BALSA:
Estar hecho una balsa de aceite.
Aplícase al lugar o concurrencia de gente en que reina gran tranquilidad y sosiego.
BÁLSAMO:
Ser un bálsamo.
Ser una substancia muy generosa, de mucha fragancia y perfección en su clase. Dícese, por lo común, del buen vino.
BALLENA:
Ser como la ballena, que todo le cabe y nada le llena.
Dícese de las personas por extremo tragonas o ambiciosas, que nunca están satisfechas.
BALLESTA:
Ballesta de amigo, recia de armar y floja de tiro.
Indica haberle costado a uno mucho trabajo el que le asegure una persona de su amistad y confianza que se decide a prestarle su protección o ayuda, y llegar a serle ésta inútil o poco menos en último resultado.
Quien tiene ballesta, tiene mujer y manceba.
Alude al hombre por extremo viripotente, a quien suele no bastarle el uso de sólo su mujer.
BALLESTERO:
Ballestero loco, do pierde un virote, allí echa otro.
Vitupera el desacierto de los que, habiéndoles salido torcido un negocio, vuelven a emprenderlo de nuevo.
Ballestero malo, a los suyos tira.
Pondera la ineptitud de los que, por tenerla en tanto grado, llegan a perjudicar hasta a sus parientes y afectos.
Ballestero que mal tira, presta tiene la mentira. — V. Encontrarle, o tener, salida a, o para, todo.
Ballestero tuerto, quebralde el ojo, cataldo muerto. — V. El ratón que no sabe más que un horado, presto es cazado.
El mal ballestero a los suyos tira. — Véase Ballestero malo, a los suyos tira.
BALLESTEROS:
Pasarle a uno lo que le pasó a Ballesteros en Bornos.
Hacerle alguna mala obra con grave detrimento en sus intereses, o salud, vida, etc. —Alude a la derrota que sufrió, por parte de las tropas francesas, en aquella villa de la provincia de Cádiz, el general D. Francisco Ballesteros, en 1° de junio de 1812, de cuya encarnizada lucha resultaron muertos 1.500 soldados españoles.
Ballesteros murió desprestigiado en París el año 1833,8 causa de sus inconsecuencias políticas.
BAMBOCHE:
Parecer, o ser, un bamboche.
Frase que se aplica a la persona muy gruesa y de baja estatura, que tiene los carrillos abultados y encendidos, por parecerse a las figuras de los cuadros que los pintores llaman bamboches o bambochadas, los cuales representan orgías o banquetes ridículos.
BAMBOLLA:
Echarla de bambolla.
Presumir de riquezas; ostentar excesivo lujo; vivir con gran boato, particularmente cuando no se tiene medios para ello. —También se suele decir: Echarla de fachenda.
BANCO:
Estar en el banco de la paciencia.
Estar aguantando o sufriendo alguna grave molestia.
O herrar o quitar el banco.
Excita a tomar una resolución entre dos partidos opuestos que hacen vacilar.
Poder pasar por los bancos de Flandes.
Da a entender que uno ha ejecutado alguna cosa ardua, aludiendo a lo peligrosos que son para las embarcaciones los muchos bajíos que hay en aquellas costas.
BANDA:
Cerrarse a la banda.
Obstinarse en su determinación; no darse a partido.
Estar de la otra banda.
Darse cuenta, comprender o enterarse pronto de lo que se ha dicho. — Hacerse cargo de la situación.
Irse a la otra banda.
Inclinarse al partido opuesto.
No ir a ninguna banda.
Úsase generalmente al tratarse de repartos proporcionales, para dar a entender que no pudiendo ser materialmente divisible la diferencia que resulta, o siendo por su naturaleza de poca importancia, es indiferente el que recaiga a favor de una u otra de las partes contratantes el exceso o el defecto.
BANDEAR:
Vamos bandeándonos.
Ingeniarse, buscárselas, componérselas, darse maña y trazas para salir de algún apuro o para subvenir a la satisfacción de las necesidades de la vida.
BANDEJA:
Como si hubiese dormido en bandeja, o Parece que ha donnido en bandeja.
Aplícase familiarmente a la persona que desde muy temprano se presenta vestida de etiqueta, o por lo menos de sociedad.
Estar en bandeja.
Gozar de privanza; ser halagado por todos; estar de moda.
BANDERA:
Bandera de paz.
Convenio y ajuste después de haber tenido alguna discusión.
Dar la bandera.
Ceder a uno la primacía; reconocerle ventaja en alguna materia.
Levantar bandera, o banderas.
Hacerse cabeza de bando o parcialidad. — Convocar gente de guerra.
Militar bajo (mejor que debajo de) la bandera de alguno, o Seguir la bandera de alguno.
Ser de su opinión, bando o partido, o hallarse sometido a sus órdenes y dirección en alguna empresa.
A, o con, banderas desplegadas.
Abierta o descubiertamente; con toda libertad.
Hacer banderas.
Jugar con el peligro. — Cometer imprudencias, particularmente las personas delicadas o enfermas; v. gr.: comiendo demasiado, desabrigándose, andando con exceso, etc.
Salir con banderas desplegadas de alguna empresa, cargo, compromiso, etc.
Salir con todo aplauso y lucimiento.
BANDERILLA:
Plantarle, o ponerle, una banderilla, o un par de banderillas, a alguno.
Decirle algo picante o satírico; jugarle alguna mala pasada; hacerle un flaco servicio, etc.
BANDERILLERO:
Para un buen banderillero hay toro en todas partes.
Todos los sitios de la plaza son buenos para poner banderillas a la res, cuando el lidiador es hábil. —La persona laboriosa no encuentra dificultades para trabajar en ninguna parte.
BANDOLERO:
Huelen de lejos los bandoleros el dinero de los pasajeros.
Manifiesta que los que tienen algún vicio o costumbre, parece como que adivinan el sitio u oportunidad de satisfacerlo.
BAÑO:
Jurado ha el baño, de negro no hacer blanco. — V. Sobre negro no hay tintura, en sus dos acepciones, la recta y la figurada.
La que del baño viene, bien sabe loque quiere.
Refiérese a cierta clase de mujeres que, exagerando el aseo personal, incitan a la comisión del pecado.
¿Para qué va al baño la negra, si negra se queda, o si blanca no puede ser?
Expresa que en vano se aplican los medios cuando el fin no es asequible.
Una vez que fuiste al baño, tienes que contar todo el año.
Dirígese a las personas que cacarean una cosa ocurrida casualmente como si hubiese acaecido muchas veces.
BAQUETA:
Mandar a baqueta, o a la baqueta, a uno.
Mandarle despóticamente.
Tratar a uno a la baqueta, o a baqueta.
Tratarlo con desprecio o con severidad.
BARAJA:
Echarse, o entrarse, o meterse, en baraja, o en la baraja, o Irse a la baraja.
.Denota que alguno desiste de su pretensión o intento por temor de no poder salir airoso.
Toda la baraja es ases.
Aplícase a todo negocio cuyos elementos constitutivos son favorables para el que lo maneja.
Jugar con, o tener, dos barajas. Algunos añaden: una para ganar, y otra para no perder.
Aplícase a los que en sus tratos o empresas se valen de dos o más medios distintos, a fin de que si uno sale fallido, dé buen resultado el otro o los otros que se tenían de reserva.
Tener barajas.
Reñir, pelear, contender con alguien. Es frase anticuada.
BARANDA:
Echar de baranda.
Exagerar o ponderar excesivamente alguna cosa.
BARATA:
El que no piensa pagar, al concertar de la barata no repara en inconvenientes.
Quien no tiene intención de cumplir lo pactado, admite impunemente todas las condiciones que se le impongan, por onerosas que sean. —Enseña a desconfiar del que lo hace así.
No hay cosa más barata que la que se compra. — V. Lo de balde es caro.
BARATILLO:
Puntada larga y apretón, que para el Baratillo son.
Aplícase a la ropa de munición o cosida farfulladamente, por lo mal que se paga.
Úsase comúnmente en Sevilla, aludiendo al barrio llamado el Baratillo, en que se vende ropa hecha para las clases pobres.
BARATO:
¡Ahorcado sea tal barato!
Frase ponderativa del bajo o ínfimo precio a que se da indebidamente alguna cosa, especialmente entre los del mismo comercio u oficio.
Cobra el barato y échate a dormir.
En ciertas ocasiones es conveniente imponerse desde el primer momento.
Cobrar uno el barato.
Ejercer predominio, por el miedo que impone a los demás.
Dar de barato.
Conceder graciosamente o sin precisión alguna cosa, por no ser del caso. — Dar por supuesto; suponer que, etc.
Echar, o meler, a barato.
Confundir y obscurecer lo que alguno trata de expresar, interrumpiéndole con voces, griterío, bulla o cualquier otro medio que turbe el silencio y el orden. —Agregando el país, la tierra, etc., significa talarla, arrasarla, destruirla, llevarla a sangre y fuego.
El barato de Juan del Carpió.
Frase proverbial equivalente a Ir por LANAjy volver trasquilado.
Cuéntase que un tal Juan del Carpió estuvo dando naipes y despabilando toda una noche, y cuando quiso, a la conclusión, cobrar el barato se armó tal riña entre los jugadores, que vinieron a tirarse los candeleros a la cabeza, descalabrando con uno de ellos al postulante.
Es más barato cuidar que construir.
Recomienda el esmero en conservar las cosas, pues es mucho más costoso el tener que adquirirlas nuevas.
Hacer mal barato.
Obrar o proceder mal.
Lo barato dado, caro llorado.
Censura el desprendimiento extremado, pues en muchas ocasiones nos hace falta lo que a otro dimos sin retribución alguna. —Aconseja el no ser demasiado condescendiente, con especialidad al sexo femenino, por las graves consecuencias que de semejante falta de cautela o reserva pueden originarse.
Lo barato es caro. — V. Lo de balde es caro.
Ni juega ni da barato.
Dícese del que anda fluctuando entre dos partidos, pareceres, etc., sin acabar de decidirse a favor de uno u otro.
No hay nada más barato que lo que se compra.
Significa que no pocas veces los regalos y agasajos salen más costosos que lo que se adquiere con el dinero efectivo.
BARBA:
A barba regada.
Con mucha abundancia o prodigalidad; con exceso.
A, o en, barba de necio aprenden todos a rapar.
Denota que el débil sirve siempre al poderoso para que haga sus experimentos.
A barba muerta poca vergüenza.
Quiere decir que generalmente se guarda poco respeto a la memoria del que ha fallecido.
Andar con la barba por el suelo.
Pondérase la vejez o decrepitud de una persona.
Andar con la barba sobre el hombro.
Estar alerta; vivir con vigilancia y cuidado; andar receloso.
Antes barba blanca para tu hija, que muchacho de crencha partida.
Recomienda para el matrimonio de la mujer, la seriedad de un hombre entrado en años, mejor que la inexperiencia de un mozalbete presumido.
A poca barba, poca vergüenza.
Advierte cómo los pocos años suelen hacer atrevidos e insolentes a algunos hombres.
Barba a barba, honra se cata.
Da a entender cómo, en presencia de una persona, se tiene naturalmente cierto empacho en exponerle con ingenuidad y llaneza un resentimiento, pretensión, derecho, etc., lo cual se evita por medio de un escrito o valiéndose de tercera persona. —En lugar de honra se suele decir también vergüenza.
Barba a barba, vergüenza se cata.
Da a entender la mayor atención y respeto que se tienen unos a otros en presencia, que no en ausencia.
Barba bien bañada, medio cortada.
Cuando los medios conducentes a la consecución de un fin están bien preparados o dispuestos, se obtiene más pronta y acertadamente el objeto apetecido.
Barba pone mesa, que no brazo ni pierna, o que no pierna tiesa.
Recomienda el trabajo y la aplica ción, pues en medio de la ociosidad no es dable adquirir los medios necesarios para subvenir a las necesidades personales ni domésticas.
Barba remojada, medio rapada. — V. Barba bien bañada, medio cortada.
Barba rubia mucho viento anuncia.
El sol de color de fuego. —Es refrán catalán, que dice: Barba roxa molt vent porta.
Cuando la barba de tu vecino veas pelar, echa la tuya a remojar.
Enseña cómo debemos servirnos y aprovecharnos de lo que a otros sucede, escarmentando en cabeza ajena. — Dicese también, en vez de pelar, peinar.
De tal barba, tal escama.
Advierte que no se debe esperar de los hombres, por punto general, otra cosa que la que corresponde a su nacimiento y crianza.
Echar a la buena barba.
Señalar a alguno para que pague lo que él y sus compañeros han comido, gastado, etc.
En la barba del clérigo rapada, le nace el pelo.
Aunque dé el clérigo con caridad y liberalidad cuanto posee, como se sustenta de la bolsa de Dios, luego se vuelve a llenar la suya.
Hacerle la barba a alguno.
Frase figurada y familiar. Jugarle alguna treta; suplantarle; llevarle ventaja en alguna cosa, etc.
Hazme la barba, y hacerte he el copete.
Aconseja el auxilio mutuo entre dos o más que se proponen la consecución de alguna empresa.
Afentirpor la mitad de la barba.
Mentir con todo descaro; a sabiendas.
Meter barba en cáliz.
Esta expresión, usada más comúnmente en la germanía, equivale a ordenarse de sacerdote. —En sentido más lato da a entender que se ha conseguido ya llegar a una alta dignidad, empleo o cosa equivalente.
Poca barba dice poca vergüenza.
Indica que el amor propio y la dignidad son hijos de los años.
Quien no guarda, nunca alza barba.
La persona que es despilfarradora, nunca llegará a medrar ni a disfrutar de conveniencias y reposo.
Sacar a alguno la barba del lodo.
Sacarle de apuros o del mal trance en que se halla.
Ser de barba de pavo.
Ser alguna persona o cosa notable en su línea. —En lugar de barba se dice también de moco de pavo.
Temblarle a uno la barba.
Estar con gran miedo, temor o recelo. — Estar dominado por la ira; enfurecerse.
Tener barba de alcaide.
Llamábase así antiguamente a la que era larga y de aspecto venerable, que es como solían usarla aquellos funcionarios para infundir mayor respeto y autoridad al pueblo.
Traer la barba sobre el hombro. — V. Andar con la barba sobre el hombro.
A las barbas con dineros, honra hacen los caballeros.
Advierte que a los viejos acaudalados les muestran todos respeto por el interés que esperan lograr cuando mueran.
Barbas mayores quitan menores. — Véase Baza mayor quita menor.
Barbas parejas no guardan ovejas.
Quien se ocupa demasiado en el aliño y compostura de su persona, tiene que descuidar forzosamente sus intereses.
Callen barbas y hablen cartas.
Significa que es ocioso el andar gastando palabras cuando sobran instrumentos que comprueben lo que se quiere probar.
Con más barbas que un zamarro.
Expresión que, además de significar el ser un hombre barbudo, se usa para reprender o vituperar a aquel que, siendo ya algo entrado en años, ejecuta alguna acción propia de niños o de jóvenes.
Cuales barbas, tales tobajas.
Indica que a cada cual se le debe tributar el honor y obsequio que a su clase, circunstancias y merecimientos le corresponden. — Alude a la práctica que observaban los barberos, que, según la calidad de las personas que iban a afeitarse a su tienda, así les ponían toallas (tobajas) o paños limpios o usados.
Echar a las barbas.
Reconvenir a uno; darle en rostro; afearle en su cara el mal proceder que ha observado.
¡Para mis barbas!, o ¡Por mis barbas!
Fórmula de juramento con que se asevera alguna cosa.
Pelarse uno las barbas.
Manifestar grande ira y enojo por medio de ademanes violentos y descompuestos.
Quien presta, sus barbas mesa.
Aconseja el ser muy parco en prestar, por temor de no poder recuperar, cuando se necesite, lo prestado.
Si sale con barbas, será San Antón, y si no, la Purísima Concepción.
Da a entender que uno encomienda al acaso el resultado de la obra o proyecto que trae entre manos, sin preocuparse mucho ni poco del desenlace que pueda tener.
Subírsele a alguno a las barbas.
Atreverse o perder el respeto al superior, o querer igualarse alguno con quien le aventaja y excede.
Tener buenas barbas.
Ser de carácter firme y enérgico. — Ser alguna persona o cosa notable en su género, cualquiera que éste sea.
Tener pocas barbas.
Frase figurada y familiar con que se da a entender que alguno tiene pocos años; o ya, que carece de experiencia o de los elementos suficientes para salir airoso en su empresa. En este último supuesto es sinónimo riguroso de Ser poco hombre.
BARBARIDAD:
No hay barbaridad que no esté apadrinada por algún sabio.
Denota la miseria de la naturaleza humana, supuesto que la mayor parte de los errores que existen en el terreno de la Ciencia han sido concebidos en el cerebro de algún hombre de talento, y luego apoyados y difundidos por sus adeptos.
No me gustan más barbaridades que las mías.
Frase pretenciosa en que se suele prorrumpir al oír algún disparate, dando a entender que no gusta ninguno, por suponerse uno incapaz de decirlos o hacerlos.
BARBECHO:
El barbecho de enero hace a su amo caballero; y el de antes, caballero y con guantes.
Algunos dicen: si es antes, con guantes; y si después, con alpargates.
Indica que la operación de barbechar las tierras debe hacerse lo antes posible para que dé mayor rendimiento, pues mientras más se retrase producirá peores frutos.
Firmar como en un barbecho.
Hacerlo sin examinar lo que se firma, y por extensión, asentir a alguna cosa cuya índole y antecedentes se ignoran por parte del sujeto que presta a ello su conformidad.
BARBERO:
Barbero, o loco o parlero.
Denota el poco fundamento y la mucha locuacidad que suele ser inherente a los que ejercen tal profesión. —Dícese igualmente a este propósito: Ni barbero mudo, ni cantor sesudo. (Véase)
De barbero a barbero no pasa dinero. — V. Entre sastres no se pagan hechuras.
La gracia, o la habilidad, del barbero consiste en dejar, o sacar, patilla donde no hay pelo.
Elogia a los que se dan maña para sacar partido de las situaciones desfavorables o contrarias al buen éxito deseado u obtenido, y que, por lo tanto, no era de esperar.
Más desocupado que un barbero en lunes.
Se emplea para indicar que uno no tiene nada que hacer, aludiendo a que los barberos no suelen tener trabajo a principios de semana.
Más frío que mano de barbero.
Se aplica para significar que una cosa no tiene calor alguno.
Ni barbero mudo, ni cantor sesudo.
Casi todos los barberos tienen el prurito de hablar demasiado cuando afeitan.
Casi todos los músicos adolecen de poco asiento o juicio, de ligereza de cascos. De aquí el refrán.
Todos, o los más de, los barberos son guitarristas y copleros.
Este refrán es un fiel reflejo de la realidad; pues, en efecto, parece hallarse vinculada en tal profesión la afición al canto, a la locuacidad y a la música de guitarra, en la cual suelen ser algunos bastante más que medianías.
BARBIPONIENTE:
Dámelo barbiponiente, si quieres que me aproveche.
Indica que para ciertos menesteres son preferibles los mancebos en quienes empieza a despuntar la barba.
BARBO:
¿Y el barbo?
Pescando con caña en el Ebro un vecino de Utebo (Aragón), creyó que algún barbo colosal había picado en el anzuelo, cuando, a pesar de ser hombre de bríos, no podía sacarlo. Llamó en su ayuda a los mozos del lugar, los que no tardaron en acudir, provistos de cuerdas y ganchos; y al cabo de mucho tiempo de tirar y más tirar, vieron coronados sus heroicos esfuerzos, dignos de mejor causa, con arrancar del fondo del río un madero más que mediano.
Desde entonces, el que quiera que le calienten las costillas, no tiene más que preguntar a cualquier hijo de Utebo: ¿Y el barbo?, pues lo reputan por mote sumamente denigrante para ellos.
BARCA:
Bien liaremos, bien diremos, mal va la barca sin remos.
Refrán tomado del italiano, que interpreta el Comendador Griego en los siguientes términos: «Llama, según pienso, a los aparejos necesarios para la cosa o el consejo, los remos».
Dar con la barca en tierra.
Tropezar con algún escollo; experimentar algún fracaso.
La ventura de la barca, la mocedad trabajada y la vejez quemada.
Aplícase a los que toda su vida son desgraciados, con alusión al destino de la barca, que después de haber sido el azote de las aguas mientras era servible, al inutilizarse son sus fragmentos arrojados al fuego.
Quien ha de pasar la barca, no cuente jornada.
Explica la contingencia de retardarse la jornada cuando hay obstáculos que vencer.
BÁRCELO:
Ser más valiente que Barceló por la mar.
Frase usada frecuentemente en Andalucía para expresar el valor heroico de alguna persona. —Su origen es debido a un marino español llamado don Antonio Barceló, natural de Mallorca, el cual se hizo famoso a mediados del siglo xviii por las persecuciones tan denodadas como victoriosas que hizo a los moros que infestaban a la sazón las costas de la Península.
BARCELONA:
Barcelona es bona si la bolsa sona.
Refrán usado por los que defienden que teniendo dinero se está bien en todas partes. — Los catalanes, más atentos a la belleza de su ciudad, añaden: si sona o no sona, Barcelona siempre es bona.
BARCO:
A barco viejo, bordingas nuevas.
Según el Comendador, «el asturiano llama bordingas, palos nuevos que ponen al través de largo a largo a los barcos viejos, para reforzarlos». — V. Remienda tu sayo y pasarás tu ano.
Barco a la capa, marinero a la hamaca.
Refrán con que los marineros dan a entender que, una vez puesto el buque a la capa, nada más queda que hacer.
Barco grande, y ande o no ande. Otros dicen: Caballo grande, ande o no ande.
Dícese de los que aprecian las cosas por el tamaño y no por el mérito. — También se significa con este refrán la mayor seguridad que hay en el mar, cuando reinan temporales, si se viaja en barcos grandes y pesados.
Barco lleno y barco vacio.
Da a entender la inestabilidad y poca permanencia de algunas cosas, que tan pronto se tienen como se dejan de tener, a la manera de los buques de carga, que tan pronto están llenos como vacíos.
Barco parado, mareo preparado.
Por el cuneo que forma cuando está amarrado o anclado, a causa del mayor o menor oleaje que lo agita.
Por viejo que sea el barco, pasa una vez el vado, o el charco.
Da a entender que por inútil y quebrantado que esté cualquiera, puede servir para algo en un momento dado.
BARGAS:
Eres como los de Bargas, que entran con la viga atravesada.
Equivale a llamarles brutos y testarudos. — Lo mismo se dice de los de Nava del Rey y de los de otras localidades.
BARLOVENTO:
Ganar el barlovento.
Estar de buena fortuna respecto de otro; superarle o aventajarle en suerte.
BARNIZ:
Darse barniz, o mucho barniz.
Darse importancia y lustre; ser jactancioso. — V. Darse tono.
BARQUETA:
Si no es en esta barqueta, será en la que se fleta.
Lo que no se hace o consigue hoy, se hace o consigue mañana.
BARQUILLO:
Barquillos y aloja, aloja y barquillos.
Dícese cuando alguna cosa, hecho o dicho se repite mucho, variando a lo sumo la forma, pero con igual fondo.
BARQUINAZO:
Dar un barquinazo.
Estar para caerse; a punto de desaparecer o decaer alguna cosa, tal como la salud, una fortuna, etc.
BARRA:
De barra a barra.
De parte a parte o de uno a otro extremo.
Estirar uno la barra.
Hacer todos los esfuerzos posibles para conseguir alguna cosa.
Tirar la barra.
Pasar, exceder de lo que otro haga, o sobrepujar alguna cosa. — Vender las cosas al mayor precio posible.
Tirar uno la barra. — V. Estirar uno la barra.
Tirar uno la barra muy alto, o muy allá, o Tirar más la barra.
Aventajarse sobre los demás en aquello de que se trata.
Tirar la barra muy allá.
Ser muy notable o primoroso, distinguiéndose en aquello de que se trata, y presumir de ello al propio tiempo.
A barras áerechas.
Ejecutar una cosa sin engaño.
Esopiáo,y barras áerechas.
Solicitar que se conceda una cosa sin engaño, fraude o dolo.
Estar en barras.
Tener alguno su pretensión o negocio en buen estado.
Sin áaño áe barras.
Ejecutar una cosa sin perjuicio o daño de ninguna de las partes contendientes o contratantes.
Sin mirar, o pararse, o reparar, o tropezar, en barras.
Hacer algo sin reparar en los inconvenientes o dificultades que pueden salir al paso, atrepellando por cualesquiera obstáculos.
BARRABÁS:
Ser más malo que Barrabás.
Aplícase a las personas malvadas o a los muchachos sumamente traviesos, con alusión a aquel célebre sedicioso a quien hizo entrar Pilatos en turno con Jesús para ser sentenciado a muerte o absuelto, según lo pidiera el pueblo judaico.
BARRANCO:
No hay barranco sin atranco. — V. No hay atajo sin trabajo.
Salir del barranco.
Salir del atolladero o del mal paso en que moral o materialmente se halla uno metido.
BARRERA:
Desáe la barrera se sortea perfectamente.
Satiriza la costumbre de dar consejos, hallándolo todo muy fácil, cuando no se está en el trance por que pasa el aconsejado.
Sacar a barrera.
Sacar o exponer al público una cosa, tal como los méritos o defectos de alguna persona o cosa.
Salir a barrera.
Exponerse a la pública censura.
Ver los toros áesáe la barrera.
Hacer algo sin exponerse a ningún riesgo. — Presenciar una cosa de gran peligro desde lugar seguro.
Sacar a alguno a barreras.
Dícese más comúnmente Sacar a barrera. (Véase)
BARRIDO:
Ser, o servir, uno lo mismo para un barrido que para un fregaáo.
Ser materia dispuesta para todo, o para cosas contrarias, como lo sagrado y lo profano, lo serio y lo jocoso, lo noble y lo plebeyo, etc.
BARRIGA:
Barriga caliente, pie durmiente.
Después de haber comido bien se debe descansar un rato.
Barriga gruesa no engendra entendimiento.
Las personas que son de mucho comer no suelen distinguirse por exceso de inteligencia.
Barriga llena, o el vientre lleno, alaba a Dios.
Da a entender que no hay cosa como el estar bien mantenido para hallarse contento y dispuesto a emprender cualquiera ocupación o faena.
Barriga vacia, todo es sequía. — V. En barriga vacía, huelgan ideas.
De cuarenta para arriba, no te mojes la barriga. Otros dicen: De cuarenta para arriba, ni te cases, ni te embarques, ni te mojes la barriga.
Aconseja el no bañarse después de cumplidos cuarenta años, mayormente al que nunca lo hizo o no tiene costumbre de hacerlo muy a menudo.
Echar barriga.
Engreírse, ensoberbecerse, andar desvanecido.
El que no diga ¡viva! que se le seque la barriga.
Expresión jocosa usada para inducir a los demás a que asientan a nuestro parecer o deseo.
El que tiene la barriga llena, no se acuerda del que la tiene vacia.
Satiriza a los ricos, que como tienen sus necesidades cubiertas, no suelen preocuparse por los desheredados de la fortuna.
En barriga vacia, huelgan ideas.
La persona que se encuentra falta de alimento no se halla en disposición de dedicarse a trabajos intelectuales.
Escocerle, o picarle, a uno la barriga.
Tener mucha hambre o ganas de comer.
Estar con, o hallarse con, o tener, la barriga a la boca.
Próxima a parir una hembra cualquiera. Dícese más comúnmente del ser racional.
Estar rascándose la barriga.
Estar de todo punto ocioso, sin hacer nada.
Sacar la barriga, o la tripa, o el vientre, de mal año.
Saciar el hambre. — Comer más de lo que se acostumbra, particularmente cuando se hace en casa ajena.
Tener la barriga como cañón de escopeta, o de órgano.
Tenerla vacía; no haber comido en mucho tiempo.
Tener la barriga como un pandero.
Tenerla dura, por hallarse satisfecha, harta, repleta.
BARRIGÓN:
El que ha nacido barrigón, es al mido que lo fajen.
Úsase en la América del Sur para manifestar lo difícil, si no imposible, que es contrarrestar la genialidad, suerte, etc., de las personas.
BARRIL:
No ha de romper el barril brote que viene en abril.
índica que cuando brota la vid en abril, el fruto no será abundante.
BARRILLO:
El barrillo de la aldea, un burro lo trae y ciento lo llevan.
Por eufemismo se suele decir simplemente uno lo trae y ciento lo llevan, y se aplica a las personas que, al arrimarse a las paredes recién blanqueadas, se llevan pegado a la ropa el blanqueo.
BARRIO:
Andar de barrio, o vestido de barrio.
Andar en traje de confianza, como se acostumbra al hacer visitas por la vecindad. Es un provincialismo de Andalucía.
Luis Rufo emplea también esta locución en su Apotegma 273, el cual dice así: «Venían dos caballeros, el uno muy rico y el otro muy pobre, en dos caballos buenos; y como fuesen iguales en ser muy jinetes y buenos talles, y se conformasen en el vestido, no por eso se dejaba de echar de ver que el uno iba en caballo suyo y el otro lo llevaba prestado. El uno tenía sobrado lo que había menester, y el otro andaba de barrio todo el año para salir un día. Así visto, pues, que la apariencia era toda una y la substancia tan desigual, dijo que el uno era árbol sustentado en su raíz, y el otro hincado en calle por donde pasa procesión».
En el barrio de Santa Justa, Dios los cría y ellos se juntan. — V. Dios los cria y ellos se juntan.
Irse, o marcharse, al otro barrio.
Equivale a morirse.
BARRO:
Aunque todo sea barro, no es lo mismo la tinaja que el jarro. — V. En cuanto a metales, iguales, pero diferentes los metales.
Barro y cal encubren mucho mal.
El afeite y barniz dado a muchísimas cosas, oculta lo malo, esencial o intrínseco, que radica en ellas.
Dar barro a mano.
Entregar a uno dinero sin tasa.
Estar comiendo, o mascando, barro. — V. Estar comiendo, o mascando, tierra.
No ser barro una cosa.
Tener algún valor o importancia. — No ser despreciable o de poco más o menos.
Ser barro.
Se usa esta frase en el propio sentido que la de No ser barro una cosa, pero con el carácter de ironía. No es, sin embargo, su empleo tan frecuente como el de aquélla.
Tener barro a mano.
Tener alguna persona dinero sin tasa; dilapidarlo sin cuidado ni preocupación de nada.
BARTOLA:
Tenderse a la bartola.
Sin ningún cuidado; sin preocuparse de hacer nada. —También se dice Tumbarse, o echarse. — La bartola es la barriga, estómago, buche o pancho.
BARTOLO:
Acertólo Bartolo.
Locución proverbial con que irónicamente se da a entender a uno, que ha errado en aquello en que juzgaba haber andado acertado.
Casóse Bartolo con Mari-Pascual, tal para cual.
Satiriza la unión de dos personas de igual mala condición.
¡Corre, Bartolo, que te coge, o pilla, el toro!
Frase con que se excita a una persona a que huya o corra.
BÁRTULOS:
Liar los bártulos.
Arreglarlo todo para hacer una mudanza o viaje. — Marcharse de un sitio. Úsase también con los verbos coger o tomar.
Preparar los bártulos.
Disponer los medios para ejecutar alguna cosa.
BASA:
Sentada la basa, o esta basa.
Sentado el principio; sentadas las premisas; esto supuesto. — Algunos substituyen la palabra basa por baza; pero semejante substitución es menos adecuada, puesto que baza es término del juego y tiene significación distinta de la conveniente a la frase antedicha.
BASILISCO:
Estar hecho un basilisco, o Ponerse como un basilisco.
Estar o ponerse sumamente encolerizado, hasta el punto de desear matar con sólo la vista, si posible fuera, al objeto que causa tal ira y furor. —Alude a la creencia errónea en que estaban los antiguos tocante a poder causar la muerte con la vista semejante reptil.
BASQUINA:
Ser más cumplido que una basquina.
Dícese de la persona que es por extremo cortés, en cuya ocasión se juega del vocablo cumplido, por ceremonioso y por largo.
BASTANTE:
Bastante es mejor que demasiado.
Indica que el exceso en muchas cosas es perjudicial.
¡Bastante hemos hablado!
Expresión con la cual se da a entender que no hay que decir nada sobre el asunto de que se trata, pues sin necesidad de explicaciones se sabe o se ha comprendido todo. Suele emplearse irónicamente.
BASTANTOLLO:
«¡Bastantollo!», dijo la vieja al pollo.
La palabra bastantollo, voz jocosa empleada en la provincia de Cádiz, sólo la hemos visto usada en este refrán, el cual equivale a decir: ¡Bastante hemos hablado! El pueblo, poeta por naturaleza, busca los consonantes para sus frases, y cuando no los halla, los inventa de la manera más caprichosa. A este género pertenece, sin duda, la voz que nos ocupa.
BASTAR:
Lo poco basta y lo mucho se gasta.
Significa que cuando se posee más de lo necesario se consume antes, dilapidándolo, por creer que no se ha de acabar nunca. En cambio, cuando no se tiene más que lo suficiente, se ahorra y guarda, temerosos de que no nos alcance.
No decir nunca: Basta.
Ser insaciable; parecer todo poco.
BASTIDORES:
Entre bastidores. — V. Estar al paño.
BASTILLO:
Vuelta de bastillo, cátala codillo. — V. Si basto tienes, nunca des vuelta.
BASTO:
Si basto tienes, nunca desvuelta.
Aconseja a los jugadores de tresillo que no hagan la jugada de voltereta o vuelta cuando entran con el basto sólo, o sea con la tercera figura del estuche mayor.
Bastos son triunfos. — V. No hay tal razón como la del bastón.
¡Por vida del ocho de bastos!
Interjección que, como la mayor parte de ellas, no tiene otro origen que el capricho del que, en un momento de mal humor, la pronuncia.
BASTÓN:
Empuñar el bastón.
Asumir o conseguir el mando.
Meter el bastón.
Poner paz, interviniendo en algo.
Terciar el bastón.
Sacudir golpes de lleno con él a alguien.
BASURERO:
¡Temprano se abren los basureros!
Frase que se emplea entre personas de mucha confianza, cuando a alguna se le abre la boca para bostezar.
BATACAZO:
Pegar un batacazo.
Sufrir un fracaso en algún asunto. — Incurrir en algún desacierto o inconveniencia.
BATALLA:
Batalla ganada, general perdido.
Da a entender el poco caso que se hace de las personas cuando ya se ha conseguido de ellas todo lo que se deseaba.
La batalla de Alcolea, colea.
Frase circunstancial que se empleaba después de la revolución de septiembre de 1868, para indicar que no se conocían aún bien las consecuencias del hecho de armas que dio al traste con el trono de Isabel II.
BATATA:
Meterle la batata a uno.
Engañar a una persona. — V. Hacer un flaco servicio.
BATIDEROS:
Guardar los batideros.
Prevenir y evitar todos los inconvenientes.
BATIRSE:
Bátete con uno, combate con dos, defiéndete de tres, huye de cuatro, y no quedarás deshonrado.
Regla de prudencia que debe seguir el que no quiera exponerse a un fracaso.
BATUECAS:
Parece que acaba de venir de las Batuecas.
Moteja de zafio e ignorante a alguno.
Quien en las Batuecas haya de habitar, en cabras y colmenas ha de tratar.
Indica que en este desdichado valle salmantino sólo se ocupan de la apicultura y el pastoreo. Este refrán es antiquísimo, pues consta que a fines del siglo xvi, en que las Batuecas era una dehesa, llevaban los vecinos del inmediato pueblo de la Alberca sus ganados a pastar, en invierno, a dicha región.
Venir de las Batuecas.
Estar muy atrasado e inculto, fundándose en ser ése el estado de los míseros habitantes del valle situado en la parte meridional de la provincia de Salamanca conocido con dicho nombre. Está al Norte de Las Hurdes (Cáceres), cuyos naturales gozan de igual fama.
BATURRILLO:
Hacer un baturrillo.
Mezclar especies inconexas y que no hacen al caso, tanto en la conversación como en los escritos. —También se dice batiborrillo.
BATUTA:
Llevar uno la batuta.
Dirigir el plan de conducta que ha de observar una corporación o la junta de varias personas, o figurar en primera línea en alguna materia.
BAÚL:
Henchir, o llenar, el baúl.
Comer mucho o darse un hartazgo.
Familiarmente se da el nombre de baúl, así como también los de barriga, buche, pancho, pandero, bartola y andorga, al vientre.
BAUTISMO:
Romperle a uno el bautismo.
O sea la cabeza, llamada familiarmente así por ser la parte en que se reciben las aguas bautismales.
BAYETAS:
Arrastrar bayetas.
Andar en pretensiones o solicitud de alcanzar alguna cosa. — Cursar en una Universidad.
BAYO:
Uno piensa al bayo, y otro es el que lo ensilla.
Unos hacen el gasto y otros son los que se divierten. — V. Uno levanta la caza, y otro la mata.
Uno piensa el bayo, y otro el que le ensilla.
Advierte el diferente modo con que piensan muchas veces los superiores respecto de los inferiores.
BAYONA:
¡Arda Bayona!
Expresión con que se da a entender el poco cuidado que se le da, al que no le cuesta nada, de que se gaste mucho en alguna función.
Poner a la ley de Bayona.
Desnudar a una persona.
BAYONETA:
La bayoneta todo lo aprieta.
Refrán valenciano con que se significa que para conseguir la paz no hay más remedio que emplear la fuerza.
BAZA:
Asentar uno bien su baza, o Tener su baza bien sentada.
Establecer sólidamente su crédito, opinión o intereses.
Baza mayor quita menor.
Expresa que los inferiores en categoría o edad deben someter siempre su opinión o deseos a los de aquellos que les aventajan en cualquiera de dichas circunstancias. Dar bazar triunfo.
Poner a uno las cosas a medida de su deseo.
Hacer la baza.
Conseguir uno lo que se había propuesto. —Sobresalir.
No dejar meter baza.
No permitir que otro u otros tomen parte en la conversación o asunto de que se trata. — Se emplea también en forma afirmativa, pero menos comúnmente.
Sentada la baza, o esta baza. — V. Sentada la basa, etc.
BAZO:
Lo que es bueno para el bazo, es malo para el espinazo. — V. Lo que es bueno para el hígado, es malo para el bazo.
No dar tormento al bazo.
Estar alegre o divertido.
BE:
Be por be. — V. Ce por be, o Ce por ce.
No haber pasado del be, a, ba.
Conocer tan sólo superficialmente los rudimentos de alguna ciencia, profesión, arte, etc.
BEATA:
Beata con devoción, las faldas largas, o las tocas bajas, y el rabo ladrón. — V. Beatas, el diablo las desata.
Cuentas de beata y uñas de gata. — V. Beatas, el diablo las desata.
Beatas, el diablo las desata, o las arrebata.
Contra las mujeres hipócritas. — A igual propósito se suele decir: Beata con devoción, las faldas largas, o las tocas bajas, y el rabo ladrón; y también: Cuentas de beata y uñas de gata.
BEATO:
Beato quien posee. Algunos añaden: maharón quien demanda.
Da a entender lo digno de lástima que es el que tiene que pedir al rico.
Beato y tuno, todo es uno.
Aforismo empleado contra los hipócritas. — V. Cara de beato y uñas de gato.
BEBEDOR:
Al buen bebedor le sirve la uva de cañamón.
Los cañamones tostados son excitantes para la sed, y así, muchos los comen para beber vino; pero al que está acostumbrado a beber con exceso no es necesario, pues el mismo vino le incita a beber más.
BEBER:
Beber fresco.
Estar sin cuidado ni recelo una persona por lo que pudiera sobrevenirle.
Beberle a uno los pensamientos.
Adivinárselos, para ponerlos en ejecución casi antes de que los haya terminado de formular.
Beber los vientos por alguna persona o cosa.
No omitir diligencia para conseguir lo que de aquélla o de ésta se propone uno. — Estar muy enamorado.
Beber por lo ancho y dar a beber por lo angosto.
Equivalente a La ley del embudo, que se suele emplear contra los egoístas.
Beber sobre tarja.
Beber o vivir al fiado o de prestado.
Bebiendo, comiendo y durmiendo se quitan la sed, la hambre y el sueño.
Perogrullada que se aplica a la persona que se queja de cualquiera de estas tres molestias.
Después de beber, cada uno dice su parecer.
Denota que la intemperancia en la bebida hace que se olviden las formas corteses, no defiriendo a las opiniones de los demás, sino tratando de imponer las suyas.
Do entra beber, sale saber.
Denota lo perjudicial que es el abuso de las bebidas alcohólicas para la inteligencia.
La que se enseña a beber de tierna, enviará el hilado a la taberna.
Las que se acostumbran a la bebida, consumen en ella todo lo que ganan.
Mientras bebo no me doy.
Da a entender que en tanto que se está haciendo una cosa agradable, se descansa del trabajo o fatiga que proporciona otra penosa. — El origen de esta locución proverbial se halla en un cuento incluido en una comedia del ingenio madrileño D. Agustín Moreto, que dice así: «Un hombre se iba azotando; por la calle iba corriendo, y en cuanta taberna hallaba hacía estación, y se estaba un cuarto de hora bebiendo». Díjole uno: «Mirad que hoy beber tanto es desvarío». Y él respondió: «Señor mío, mientras bebo no me doy».
Por beber medio cuartillo y comer media tajada, nunca se perdió nada. — V. Por oír misa y dar cebada, no se pierde la jornada.
Sin beber y sin comer no hay placer. — V. No hay holganza sin traganza, en sus dos acepciones.
Si por beber no he de ver, ¡adiós, luz!
Empléase contra los que anteponen la satisfacción de sus ciegos apetitos a su salud o a sus verdaderos intereses.
BEBIDA:
La bebida moderada es salud para alma y cuerpo.
Da a entender que el uso del vino es tan beneficioso como perjudicial el abuso. — Quien desee ver ampliamente defendida esta teoría puede consultar la obra del Dr.D. Juan Sorapán de Rieros titulada Medicina española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua (1616), publicada en mi Refranero General Español, tomo III, páginas 172-185.
La bebida no quebranta el ayuno.
Pretexto de los aficionados al zumo de la vid, para no dejar su vicio en ninguna ocasión.
Quien se entrega a la bebida, enemigo es de su vida, o en poco tietie, o estima, su vida.
Advierte las fatales consecuencias de todo género que acarrea el abuso de las bebidas alcohólicas.
BECERRA:
Becerra mansa, todas las vacas mama. — V. Becerrita mansa, que de todas vacas mama.
BECERRILLA:
Becerrilla mansa, a su madre y a la ajena mama. — V. Becerrita mansa, que de todas vacas mama.
BECERRILLO:
En el becerrillo verá hombre el buey que hará. — V. De bueyecillo verás qué buey harás.
BECERRITA:
Becerrita mansa, que de todas vacas mama.
Denota que el hombre comedido, dócil y de buen genio halla amparo y buena acogida de todos. — También se dice: Becerrilla mansa, a su madre y a la ajena mama, o Becerro manso, mama a su madre y a otras cuatro.
BECERRO:
Adorar el becerro, o el becerro de oro.
Rendir culto servil a las riquezas, va por desearlas uno para sí, en fuerza de codicia, ya por admirarlas en otro, impulsado por rastrera lisonja. — Alude al pasaje bíblico narrado en el Éxodo (XXXII, 4), referente al ídolo que adoraron los israelitas al pie del monte Sinaí, y el cual consistía en un becerro de oro que, a imitación del buey Apis egipcio, les forjó Aarón.
Becerro manso, mama a su madre y a otras cuatro. — V. Becerrita mansa, que de todas vacas mama.
Cantar como un becerro, o Tener voz de becerro.
Tener la voz sumamente bronca y desagradable alguna persona.
De becerros y vacas van pieles a la plaza. — V. Tan presto va el cordero como el carnero.
BEDUÍNO:
Ser un beduino.
Frase empleada para calificar de huraña y brutal a una persona.
BEHETRÍA:
Las behetrías pueden mudar de señor siete veces al día.
La behetría era una población cuyos vecinos, como dueños absolutos de ella, podían recibir por señor a quien quisiesen y más bien les hiciese; y así, la elección de estos señores, como la dificultad de poner en claro los derechos de cada vecino, solían ocasionar perturbaciones y trastornos, lo que dio lugar al sentido metafórico o traslaticio de esta palabra.
BELCHITE:
¿De Belchite..., y lloras?
Frase que se dirige a un chico que está llorando, para que calle, como estimulando su negra honrilla al recordarle que la gente de Belchite, y aun la de todo Aragón, devora sus sufrimientos antes que derramar una lágrima.
BELÉN:
Estar, o estar bailando, en Belén. Algunos añaden: con las castañuelas de masa.
Estar embobado, atontado. — V. Estar en Babia.
Ser un Belén.
Ser una confusión, un embrollo. —Hallarse una cosa o asunto revuelto.
BELTRÁN:
Quien bienquiere a Beltrán, bien quiere a su can.
Da a entender que el que quiere bien a alguno, quiere bien a todo cuanto con éste se relaciona.
BELLA:
El que no ama a las bellas es porque ama las botellas.
Regularmente, quien no tiene un defecto, adolece de otro.
BELLEZA:
Do hay primera belleza, la segunda no hace baza. — V. Donde hay patrón, no manda marinero.
Decir bellezas.
Decir una cosa con gracia y primor.
En habiendo por medio belleza, es raro el que no tropieza.
Demuestra que la verdadera hermosura de la mujer es tan avasalladora, que suele dar al traste con la seriedad y rectitud de los varones más sensatos, haciéndoles juguetes de ella. Recuérdese el caso de la beocia Friné, presentándose desnuda ante sus jueces, quienes no tuvieron valor para condenarla.
BELLOTA:
La bellota que no se ve en mayo, no se ve en todo el año.
Refrán agrícola que determina el tiempo de la aparición de la bellota, para que pueda el labrador lisonjearse de obtener una buena cosecha de este fruto.
Si lo apalean, echa bellotas.
Aplícase a la persona extremadamente necia y torpe.
BELLOTERO:
Estar en el, o ir al, bellotero.
Frase anticuada equivalente a las acepciones figuradas del verbo vegetar, que es como hoy se dice más cultamente.
BEMOLES:
Tener bemoles, o tres bemoles, o tres pares de bemoles.
Aplícase a la persona de mucho carácter, firmeza y tesón. —Refiriéndose a cosas, indica ser muy difícil su consecución o ejecución. — También se dice Tener cinco bemoles cuando se quieren encarecer dichas circunstancias.
Esta frase, que prohija el pueblo español aun en medio de la sociedad más culta, sin darse cuenta más de cuatro personas de lo que en ella dicen, y sí sólo de lo que con ella quieren decir, es substitución de otra menos decorosa, sólo empleada por el pueblo bajo, no por más indecente menos significativa.
BENAOCAZ:
En Benaocaz, la hembra, lo más.
Hállase en el término Norte de Benaocaz, villa de la provincia de Cádiz, de cuya capital dista 75 leguas, un puerto llamado de Don Fernando, en el que, según asegura la tradición, hicieron parada los Reyes Católicos cuando fueron a campaña contra los moros granadinos, saliéndoles al encuentro las damas de esta villa con objeto de ofrecerles sus más preciadas joyas para ayuda de los gastos de la guerra. Desde entonces se viene elogiando en este país dicho desprendimiento femenil por medio del refrán que promueve esta explicación.
BENAVENTE:
Benavente, buena villa, pero mala gente.
A lo cual suelen contestar los interpelados: El que lo dice, miente; que si buena es la villa, mejor es la gente.
Es frase que sólo tiene justificación en el afán de buscar consonantes, y q ue, como muchos otros que se hallarán en este Diccionario, denota la malevolencia de unos pueblos contra otros, efecto de la rivalidad de que mutuamente se hallan animados.
BENDICIÓN:
Bendición de parra y olivo, de oveja harta y espiga de trigo.
Da a entender que alguno prospera en cuantas empresas acomete o en todo aquello en que pone mano.
Como una bendición.
Comparación con que se denota el primor o excelencia de alguna cosa.
Echar la bendición a una cosa.
Despedirse de ella; no volver a verla o a utilizarla. —Levantar mano en algún negocio por no querer seguir ocupándose de él.
Echar la bendición a una persona.
Renunciar a todo trato o relación con ella.
Echar la bendición con la mano izquierda.
Despedirse o levantar mano de una cosa. —Es frase no muy decorosa, pues equivale a Hacerle un corte de manga.
Hacerse con bendición alguna cosa.
Llevarla a cabo con acierto y felicidad.
Ser bendición de Dios, o Ser una bendición.
Pondérase la abundancia de alguna cosa, lo mismo en bueno que en mal sentido.
BENDITO:
¡Bendito sea Dios, que mejora sus horas!
La divina Providencia viene siempre en ayuda del necesitado o afligido. — V. De hora a hora, Dios mejora.
De lo bendito, poquito.
Expresa la parquedad con que se han de usar las cosas buenas.
Ser uno un bendito.
Ser bueno y sencillo. —Aplícase también a la persona de cortos alcances.
¡Vayase bendito, o bendita, de Dios!
Denota el contento que recibimos con la ausencia o desaparición de alguna persona que nos es desagradable, o de una cosa que teníamos en poca estimación, no importándonos, por tanto, nada su pérdida.
BENEDICTINO:
Ser un benedictino.
Aplícase a la persona instruida y que trabaja constantemente, en particular en labores literarias, aludiendo a ser éstas las cualidades que, con raras excepciones, adornaban a los frailes de la Orden de San Benito.
BENEFICIO:
Al que te hizo beneficio está siempre propicio.
Enseña el agradecimiento que se debe tener siempre a aquella persona a quien debemos algo, mirándola como una deidad, según la sentenciosa frase de Séneca. — Es equivalente a Haz lo que tu amo te manda, y siéntate con él a la mesa.
El que hace algún beneficio por remuneración, ni lo hace, ni la merece.
Las buenas obras han de ser espontáneas, perdiendo todo su mérito cuando se hacen en espera de recompensa.
Ir como quien va a ganar beneficio.
Andar con toda diligencia y presura, por temor de que otro se anticipe a alcanzar lo que uno pretende.
Quien quiera sacar beneficio, acomódese con su ojicio.
Advierte que nadie debe salirse de su esfera, sino atenerse a la en que vive, pues en ella podrá alcanzar más que en otra que desconoce por completo.
Quien recibe un beneficio, no pague con un maleficio.
Zahiere a los ingratos, que suelen devolver mal por bien.
Tomar una cosa a beneficio de inventario.
Descuidarla; no hacerla con interés; hacerle poco o ningún caso.
Beneficios a corporaciones, sufragios por condenados. — V. Quien sirve al común, sirve a ningún.
De beneficios salen ingratos;y de caídos, avisados.
Significa que la naturaleza humana propende a pagar siempre el bien con el mal; por eso, los que han perdido su fortuna y su valimiento, ven alejarse a los que antes los adulaban y servían, de lo cual sacan los caídos no poca enseñanza para lo sucesivo, si volvieran a verse en auge otra vez.
BENJAMÍN:
Ser el Benjamín, o el Benjamín de la casa.
Dícese de las personas que son más mimadas y favorecidas en todo. Aplícase generalmente al más pequeño de los hijos, por ser el que suele verse en las condiciones antedichas. —Es alusión al último hijo del patriarca Jacob.
BEODA:
¡Bien haya la beoda, que siempre tiene que beba!
Indica que el que tiene un vicio no deja de hallar medio de satisfacerlo.
BERENJENA:
En tiempo de la berenjena, a la mujer se le cae la melena.
Da a entender que en el otoño suele caerse el cabello.
La berenjena para nada es buena.
Denota lo insubstancial y desabrido de dicho fruto, y, por extensión, que no puede prestar gran utilidad, por lo poco que vale.
Nunca de mala berenjena se hizo buena calabaza.
Da a entender que de ruines principios jamás se llegó a obtener resultado satisfactorio.
BERENJENAL:
Meterse en algún berenjenal, o en buen berenjenal.
Frase familiar con que se da a entender que alguno se ha metido en algún negocio enredoso y de difícil salida, con alusión a lo ásperas y espinosas que son las matas de la planta llamada berenjena.
BERLANDINAS:
Decir, o vender, berlandinas, o bernandinas, o bernardinas.
Engañar a alguno valiéndose de exageraciones inauditas.
BERLINA:
Dejar, o estar, oponer,oquedar, etc., en berlina.
Esto es, en situación que lo constituya a uno en objeto de burla o menosprecio para con los demás. — Alúdese con esta frase a los que usaron las primitivas berlinas, las cuales eran entonces unas carrozas descubiertas, así llamadas por haber sido inventadas en Berlín, por Felipe Chiese, primer arquitecto de Federico Guillermo.
Otros, sin embargo, atribuyen la invención de tales carruajes a los italianos, diciendo que éstos le adjudicaron el nombre de berlina, que en su lengua significó primitivamente la picota o rollo en que exponían a los reos a la vergüenza pública, por su semejanza con los ocupantes de tales carruajes, expuestos a las miradas de todos.
BERMEJO:
Bermejo, o cordobés, o diente ahelgado, dalo al diablo.
Sospecho que la palabra cordobés no significa aquí «natural de Córdoba», sino «moreno o atezado, como color propio del cordobán», la cual acepción no trae ningún diccionario. — Sabido es que al cabello rojo o bermejo se le llama jocosamente pelo de Judas, y que los que tienen la dentadura rala y desigual no gozan fama de verídicos o formales.
BERRENCHÍN:
Morir de un berrenchín, como los gorriones.
Morir por causa de haberse dejado llevar impetuosamente de la ira. —Resulta este símil de que siendo de suyo aficionada esta avecilla a la libertad e independencia, se enfurece cuando la enjaulan, hasta el punto de darse de calabazadas contra los hierros que la aprisionan.
BERRO:
Es tan húmedo, que nacerán en él berros.
Pondérase con esta locución proverbial la humedad de algunos aposentos o cuartos bajos, que por esta cualidad se hacen inhabitables.
Las que vais a coger berros, guardaos de los anapelos.
Aconseja la cautela con que se debe caminar, para no dejarse sorprender o seducir de lo malo que tiene apariencia de bueno.
BERZA:
Berza, ¿por qué no cociste? — Porque no me meciste.
Denota el cuidado, esmero y vigilancia que se debe aprontar a ciertas tareas, a fin de que produzcan los resultados beneficiosos que se propone uno obtener.
Estar picando la berza.
Aplícase al que está empezando a aprender alguna facultad y, por tanto, se encuentra poco adelantado en ella.
¿Por qué no te cociste, berza? — ¿Por qué no me cuidaste, puerca? — V. Berza, ¿por qué no cociste?
Berzas y nabos, para en uno son entrambos. — V. Dios los cria y ellos se juntan.
Cuando no es por berzas, es por hilo negro.
Da a entender la insistencia, pertinacia o asiduidad por parte de alguna persona o cosa, bajo cualquier concepto que se la considere.
Mezclar berzas con capachos.
Traer a cuento cosas inconexas; hacer un baturrillo.
Si preguntáis por berzas, mi padre tiene un garbanzal.
Zahiere al que responde fuera de propósito, o trueca los frenos en la dirección o manejo de algún asunto.
BESAR:
Besar el suelo.
Caer de bruces, aludiendo a que se da con la boca en el suelo, como quien besa.
Dámela besada, y te la daré catada.
Acredita cómo la mujer que se deja besar indebidamente de un hombre, no tardará en entregarse a él por completo.
No me hagas besar, no me harás pecar.
Enseña la conveniencia de evitar las ocasiones para no caer en delincuencia.
BESO:
Dame un beso. — Un bocado en el pescuezo.
Da a entender que una persona se resiste o niega a hacer lo que otra le pide, mayormente si en ello se interesa su amor propio.
Darle un beso a la novia,y no salir virgen.
Aprovechar la ocasión cuando se presenta.
El beso, o el ósculo, de Judas.
El que se da con doblez y falsa intención, aludiendo al que estampó el pérfido discípulo en el rostro de su divino Maestro cuando lo entregó a las turbas en el huerto de Getsemaní. — Por extensión se aplica esta frase a toda clase de halagos que pone en juego el traidor para llevar a cabo más disimulada y certeramente sus inicuos planes.
No por el beso, sino por el vezo.
Muchas cosas llegan a hacerse enojosas, y hasta pueden rayar en punibles, no ya por lo que son en sí, sino por la frecuencia con que se repiten.
Besos a menudo, mensajeros son del culo. — V. Tras del pedo viene la mierda.
Besos y abrazos no hacen chiquillos, pero tocan a vísperas. — V. Abrazos y besos, etc.
Comerse a besos a uno.
Besarle con repetición y vehemencia.
BESTIA:
A bestia loca, recuero modorro. — V. A asno flojo, o lerdo, arriero loco.
A la bestia cargada, el sobornal la mata.
Expresa que si al que tiene mucha carga se le aumenta otra, por muy ligera que sea, tiene que rendirse a la fuerza.
Bestia alegre, ecliadapace.
Denota que no hay bien que se pueda comparar con el que proporciona la tranquilidad del espíritu.
Bestia de muchas cabezas.
Enseña la desigualdad de pareceres y disturbios a que da lugar toda junta compuesta de muchos individuos.
Bestia de un puto, o del puto, ¿vas vacía, y caes?
Aplícase a las personas de mal pergeño y peor ralea, que, más que inútiles, son perjudiciales.
Bestia que anda llano, para mí me la quiero, no para mi hermano.
Aconseja el no deshacerse uno de la caballería que tiene buen paso, por temor de dar con otra que resulte falsa. — Extiéndese también su significación a que se conserve y se mire por aquello que presta en lo general buenos servicios, mayormente si no es asunto fácil el poder reemplazar su pérdida.
Querer como a bestia de alquiler.
Estimarle a uno solamente por la utilidad que pueda reportar.
Quien quiera bestia sin tacha, ándese a pie. — V. Quien quisiere mula sin tacha, ándese a pie.
Quien tiene bestia y anda a pie, más bestia es él. — V. Al que tiene cama y duerme en el suelo, no hay que tenerle duelo.
Reniego de bestia que en invierno tiene siesta.
Denota que los flojos, los perezosos e indolentes deben ser rechazados en todas partes por su inutilidad e incuria.
BESUGO:
Besugo mata mulo.
La razón la da el Comendador Griego en los siguientes términos: «Por ser el besugo pez que en poco tiempo se daña, y por eso los arrieros caminan de noche y de día sin parar».
Algunos dicen: Besugo gana mulo y mata mulo.
Caro y Cejudo lo comenta de la siguiente manera: «Es refrán de los que traen besugos, que se requiere traerlos con mucha presteza antes que se dañen, sin dormir ni descansar, en la cual mercadería se gana o pierde según las blanduras del tiempo o heladas».
Estar helado como un besugo.
Tener mucho frío. —Alude a que por ser muy delicada la carne de besugo, se transporta a las poblaciones de tierra adentro envuelto en hielo.
Quien come besugo y agua bebe, no pregunte de qué muere.
Enseña lo nocivo que es para la salud beber agua tras aquel pescado.
¡Te veo, besugo!, o ¡Ya te veo, besugo, que tieties el ojo claro!
Frase con que se da a entender que se penetra o comprende fácilmente la intención de alguno. La primera forma suele ser la más usual.
Una espina de besugo pudiera ser tu verdugo.
Encomienda la precaución con que debe comerse este pescado, para evitar que, atravesándose alguna espina en la garganta, pueda producir la muerte.
BETÚN:
Darse uno betún.
Darse tono. — Alabarse, generalmente de una manera intempestiva e inmerecida.
Estar a la altura del betún.
Ignorar lo más rudimentario. — No saber nada del asunto de que se trata.
BICHARRACO:
Ser un bicharraco.
Dícese de la persona fea, ridicula o repugnante.
BICHERO: