Capitulo 18
Las diez partidas de ajedrez más famosas
En este capítulo
El
enfrentamiento de carne y hueso: persona contra persona
Competir
contra un cerebro electrónico
Cómo
superar al mundo entero
Algunas partidas son parte del patrimonio ajedrecístico, entre ellas las diez que se describen en este capítulo. Todo jugador de torneos está, en mayor o menor medida, familiarizado con estas partidas. De hecho, algunas de ellas son tan conocidas que incluso tienen nombre propio. Conocerlas te dará la reputación de entendido en la materia, ¡si no la consigues por ser buen jugador!
La mayoría de estas partidas son bastante antiguas y aparecen en esta lista por varias razones. La primera es que se las menciona más veces que las más recientes, y han sido más numerosos los jugadores que las han estudiado. La segunda es que son fáciles de entender, no como las del ajedrez actual, que son mucho más complejas. Una razón añadida es que los jugadores de antaño no comprendían la defensa tan bien como los jugadores de hoy en día, y esa falta de habilidad defensiva los llevó a producir partidas espectaculares, menos frecuentes en el ajedrez actual.
Por supuesto, muchas personas tienen otras listas de partidas famosas, pero las de este capítulo son las más importantes para mí.
Un requisito para comprender las partidas

Para poder disfrutar las partidas descritas en este capítulo es preciso comprender la notación de ajedrez. Lee en el capítulo 17 una explicación de la notación (y prepara tu tablero para seguir mejor las partidas).
Cuando los ajedrecistas analizan una partida de ajedrez, tienden a seguir algunas convenciones sencillas:
El jugador
que conduce las blancas se menciona primero.
Si se
conocen, se incluyen el lugar y año de la partida.
Se incluye
el nombre de la apertura.
Los
análisis y comentarios se refieren a las jugadas que los
preceden.

Paradójicamente, aunque los ajedrecistas afirman ser personas lógicas, no siempre hay acuerdo sobre los nombres de las aperturas de ajedrez; como si un grupo de científicos discutiera a quién le corresponde el mérito de un mismo descubrimiento. Con frecuencia, la decisión de qué nombre recibe una apertura es un asunto de preferencias personales. En este libro se usan los nombres comúnmente aceptados por los ajedrecistas.
Con todas esas convenciones sobre la manera de nombrar las cosas, es más fácil saber qué partida en particular estás siguiendo. Por ejemplo, Gari Kaspárov y Anatoli Kárpov jugaron más de 160 partidas. Tiene que haber una manera de diferenciarlas.

Analizar las partidas famosas siempre es peligroso. No solo es posible equivocarse, sino que también es posible romper el encanto que tienen cuando se producen por primera vez. No obstante, vale la pena correr el riesgo en la mayoría de los casos porque para muchas personas una pequeña explicación es mejor que nada.