Capitulo 7
Los patrones del jaque mate
En este capítulo
Cómo sacar partido de un rey atrapado en la última fila
Dar jaque mate con la dama y un peón
Cabalgar hacia la victoria: la dama y un caballo
Cubrir todo el territorio: un alfil y una torre
Cualquier persona interesada en el ajedrez debería dedicarse a estudiar con seriedad los patrones del jaque mate. Por si tienes alguna duda, el mate del ajedrez no tiene nada que ver con la infusión: en ajedrez, mate significa combinar las facultades de las piezas para matar al rey enemigo, la posición que indica la victoria (suele decirse mate, la forma abreviada de jaque mate). Una de las mejores maneras de familiarizarse con la fuerza de cada pieza de ajedrez es tratar de dar jaque mate a un rey solitario con cada una de ellas, por separado. En seguida descubrirás que, incluso con el auxilio del rey, ni el caballo ni el alfil pueden dar jaque mate sin la ayuda de otra pieza, pero la torre y la dama sí (por supuesto, siempre y cuando el rey las ayude).
Algunos de los mates que se repiten con cierta frecuencia y que han sido estudiados en la bibliografía ajedrecística se conocen, por lo general, como patrones de mate. La mayoría de los buenos jugadores se saben de memoria muchísimos de ellos. Memorizar esos patrones facilita el cálculo de jugadas, por lo que se recomienda que todo ajedrecista asimile al menos algunos de los patrones descritos en este capítulo. En las partidas de ajedrez, se repiten una y otra vez, y no hay nada comparable a la sensación de ver que uno de ellos surge en una partida que estamos jugando. Por otro lado, si conoces un patrón, podrás anticipar las jugadas necesarias para llegar hasta él. Te emocionarás cuando veas el modo de dar jaque mate a tu rival, o te hundirás cuando te des cuenta de que eres tú el que ha caído.
Cuidado con dejar la última fila sin protección: los mates del pasillo
El primer patrón de mate, y con mucho el más común, es el mate del pasillo, que implica una última fila sin protección y un rey atrapado en ella. Una vez que el rey se ha enrocado (ver el capítulo en el que se describe el enroque), suele encontrarse bajo la protección de tres infantes (peones del enroque); pero, a veces, esos guardianes se vuelven contra él: los peones protegen al rey pero también lo encierran (diagrama 7-1).
Cuidado con el mate del pastor
Suele ocurrir que los principiantes quedan seducidos por el poder de la dama y la mueven demasiado a menudo y demasiado pronto. Esta tendencia se refuerza cuando aprenden a dar el mate del pastor (mate es una forma breve de decir jaque mate). El mate del pastor es uno de los mates más rápidos que existen, pero es posible defenderse de él con facilidad. Primero, ambos jugadores adelantan los peones que están delante de sus reyes (1 e4e5). Luego, ambos desarrollan los alfiles en una casilla central (2 Ac4Ac5). Mira los dos diagramas siguientes.
En la tercera jugada, las blancas sacan la dama para atacar varios peones negros (3 Dh5) y el caballo negro defiende el peón central (3...Cc6), que no es el peón que hay que defender. Observa en los siguientes dos diagramas esta escena llena de suspense.
El mate del pastor no es peligroso. He aquí una idea que impide que las blancas lo lleven a cabo: sacar el caballo antes que el alfil. Con ello, las negras no solo impiden la jugada de la dama sino que también amenazan el peón blanco avanzado, mira el diagrama siguiente. El plan de las blancas queda frustrado en la segunda jugada.
Esta es, pues, una forma de protegernos a la vez que desplegamos nuestras piezas.
La diferencia entre las posiciones de las blancas y de las negras, en el diagrama 7-1, es que la torre blanca protege su primera fila, pero la torre negra no está haciendo lo propio.
Diagrama 7.1 El rey negro está atrapado en la última fila sin nadie que lo proteja.
Las blancas aprovechan la falta de protección de la última fila y mueven la torre a 'd8' para dar mate al rey negro (1 Td8++), como se ve en el diagrama 7-2.
Si el turno de juego hubiera sido de las negras, estas podrían haber evitado el jaque mate moviendo cualquier peón hacia adelante y, con ello, el rey negro habría tenido una puerta para huir de la amenaza enemiga.
Diagrama 7.2 La torre blanca da mate a las negras con facilidad.
Combinar lo pesado y lo liviano: mates de dama y peón
La dama no puede dar jaque mate sin ayuda, pero puede hacerlo incluso con la simple asistencia de un peón. Muchas partidas de ajedrez se han decidido por una variante de este mate de dama y peón. Primero veremos la forma más sencilla, que se encuentra en el ejemplo del diagrama 7-3, y luego una versión más complicada, aunque frecuente.
Por supuesto, las blancas llevan una dama de ventaja en esta situación y deberían ganar en cualquier caso, pero la clave aquí es concentrar las fuerzas en las inmediaciones del rey negro. La posición del diagrama 7-3 ilustra un patrón de mate típico de dama y peón. El rey negro no puede escapar y es incapaz de evitar la amenaza de mate de las blancas. Como las blancas son mano, la dama avanza a 'g7' y pone en jaque a las negras (1 Dg7++); mira el diagrama 7-4. Las negras no tienen casillas abiertas a las cuales moverse y, debido a que el peón blanco de 'f6' sostiene a la dama, el rey negro no puede capturarla: ¡jaque mate!
Diagrama 7.3 El rey negro no tiene ningún lugar a donde escapar
Diagrama 7.4 La dama blanca da el «beso de la muerte».
El patrón de los diagramas 7-3 y 7-4 también se presenta cuando el peón blanco avanzado está en 'h6' y la dama está en 'f6'. La dama también puede dar jaque mate en 'g7'.
Ahora pasemos a la versión más compleja: En 1512, un boticario portugués llamado Damiano publicó un estudio del patrón de mate de dama y peón. El estudio concluye con un mate clásico de dama y peón que se conoce como el mate de Damiano.
Diagrama 7.5 El mate de Damiano comienza con un rey encerrado detrás de algunos peones.
El patrón de mate es esencialmente el mismo que en el primer ejemplo: el rey queda atrapado detrás de una amalgama de peones blancos y negros (diagrama 7-5).
Una vez que se ha reconocido el patrón de mate, es fácil decidirse por el escalofriante sacrificio de torre (la torre entrega su vida por el bien común. En el diagrama 7-6a, las blancas sacrifican la torre que está en 'h1' llevándola a 'h8' (1 Th8+) y dan jaque al rey enemigo. Puesto que el rey negro no tiene otra jugada posible, ha de capturar la torre (1. . . Rxh8) para poder escapar del jaque (diagrama 7-6b).
La razón de sacrificar la torre de esta manera es que aunque la torre no puede dar jaque mate en 'h7', la dama sí puede hacerlo. El peón de 'g6' protegería a su soberana si esta llegara a 'h7'. El truco es imaginarse cómo dirigirla hasta esa casilla. Esta idea lleva a las blancas a buscar una secuencia forzada (en la que las negras no tengan tiempo de contraatacar) para conducir la dama a esa casilla. El concepto de apartar las torres del camino para permitir que la dama dé jaque mate es ahora un clásico del ajedrez. Los ajedrecistas hablan de sacrificios de despeje (lee el capítulo 5 para saber más sobre la combinación que implica el sacrificio de despeje).
Diagrama 7.6 Las blancas sacrifican una torre.
En el diagrama 7-7a las blancas dan jaque al rey con el movimiento de torre de 'f1' a 'h1' (2 Th1+). El rey de las negras solo tiene una jugada para escapar del jaque y regresa a 'g8' (2. . . Rg8), donde estaba antes de la captura de la torre (diagrama 7-7b).
Diagrama 7.7 Las blancas vuelven a dar jaque al rey negro con la torre restante.
Ahora las blancas inmolan la otra torre moviéndola a 'h8' (3 Th8+), como muestra el diagrama 7-6, para despejar la ruta de la dama a lo largo de la primera fila (diagrama 7-8a). Las negras deben capturar la torre (3. . . Rxh8), igual que antes, como se ve en el diagrama 7-8b.
Diagrama 7.8 Las blancas hacen un segundo sacrificio.
Ahora la dama blanca puede avanzar a la columna h (4 Dh1+) y poner en jaque al rey negro, como muestra el diagrama 7-9a. En respuesta a esta agresión, las negras deben retroceder al lugar de donde salieron, 'g8' (4. . . Rg8); se ve en el diagrama 7-9b.
Diagrama 7.9 La dama blanca toma su turno para dar jaque.
Después de todas estas vueltas, ¿qué han logrado las blancas? Para empezar, perdieron dos torres. Sin embargo, en este caso el material no importa.
La siguiente jugada de las blancas es avanzar la dama a 'h7' (5 Dh7++), una casilla que está bajo la protección del peón de 'g6', y anunciar jaque mate; ahí han llegado en el diagrama 7-10.
Los mates de dama y peón ocurren con poca frecuencia en el ajedrez de alta competición porque todos los jugadores los conocen bien. En las competiciones de niveles inferiores, sin embargo, estos patrones de mate de dama y peón puede que no sean tan del dominio público; por lo tanto, el mate de Damiano puede ser un arma importante que se aconseja incorporar cuando alguien comienza sus aventuras en el mundo del ajedrez.
Diagrama 7.10 Las blancas dan jaque mate.
Su alteza se pasea a caballo: mates de dama y caballo
La combinación de dama y caballo es especialmente potente para dar mate. Esto es así porque el caballo tiene una capacidad de movimiento muy distinta de la de la dama: las dos piezas se complementan a la perfección, así que unen sus fuerzas de diversas maneras para producir patrones de mate.
El diagrama 7-11a muestra el principio de un patrón común de mate con dama y caballo. El caballo y la dama están atacando la casilla 'h7' y la amenaza directa es mate a la siguiente jugada (1 Dh7++). Observa que mover cualquiera de esos peones no ayudaría a las negras, porque el movimiento de la dama a 'h7' seguiría siendo jaque mate. La única oportunidad con la que cuentan las negras para escapar al jaque mate es alejar hasta 'c8' (1. . . Tc8) la torre que está cerrando el paso al rey, como refleja el diagrama 7-11b.
Diagrama 7.11 La dama y el caballo blancos están listos para dar mate a las negras.
La retirada de la torre solo prolonga la agonía; no obstante, las blancas, de todas formas, dan jaque moviendo la dama a 'h7' (2 Dh 7+), según se aprecia en el diagrama 7-12a. El rey negro se ve forzado a retirarse a 'f8' (2. . . Rf8) para escapar del jaque (diagrama 7-12b). Fíjate en que el papel del caballo es principalmente el de apoyar la incursión de la dama en la posición del rey negro.
Diagrama 7.12 La dama blanca pone en jaque al rey negro y todo lo que puede hacer el rey es tratar de huir.
El rey negro está atrapado en la octava fila, así que la dama blanca da jaque mate yendo a 'h8' (3 Dh8++), como queda patente en el diagrama 7-13.
Diagrama 7.13 La dama blanca da jaque mate.
Dama y caballo también pueden combinarse para dar jaque mate de otras maneras. Una de estas combinaciones se conoce como el mate de la coz; en él, el agresor se aprovecha de la precaria situación de las piezas adversarias, que encierran a su propio rey. El mate de la coz es un poco más raro que los otros mates de dama y caballo, pero también vale la pena conocerlo. Si alguna vez se te presenta la oportunidad de dar mate de esta manera, considérate casi un genio.
En el diagrama 7-14a, la dama blanca en 'c4' pone en jaque al rey negro, así que el rey tiene que moverse. Si el rey negro se mueve una casilla a la izquierda, junto a la torre, la dama blanca podría dar jaque mate de inmediato acercándose a 'f7'. Observa cómo en ese caso, el caballo en 'g5' estaría apoyando una vez más a la dama. Así que las negras tratan de escapar de la amenaza huyendo con el rey a la casilla de la esquina, 'h8' (1. . . Rh8); se muestra en el diagrama 7-14b.
El caballo blanco salta a 'f7' (2 Cf7+), como ilustra el diagrama 7-15a, poniendo al rey negro en jaque y obligándolo a volver al lugar de donde partió (2. . . Rg8); míralo en el diagrama 7-15b.
Diagrama 7.14 La dama blanca pone en jaque a las negras, así que el rey negro se oculta en la esquina,
Diagrama 7.15 El caballo blanco da jaque y el rey negro vuelve al punto de partida.
El caballo entonces se mueve a 'h6' (3 Ch6+), y da jaque doble. (El jaque doble ocurre si dos piezas a la vez, en este caso la dama y el caballo blancos, atacan al rey; diagrama 7-16a). Este tipo de jaque es muy poderoso, porque obliga al rey a moverse. Las negras no disponen de recursos para bloquear ambos jaques ni para capturar las dos piezas que dan jaque. El rey ha de volver a la esquina (3. . . Rh8), como revela el diagrama 7-16b.
Diagrama 7.16 El caballo blanco y la dama dan jaque doble.
La siguiente jugada de las blancas te parecerá sumamente extraña si no conoces el patrón del mate de la coz: la dama blanca se sacrifica en 'g8' (4 Dg8+), situación reflejada en el diagrama 7-17a. Al hacerlo, la dama permite que el caballo dé jaque mate después. El caballo blanco defiende a la dama de 'g8', de modo que el rey negro no puede eliminarla. Realmente, no importa qué pieza capture a la dama (el caballo o la torre), puesto que en cualquier caso las blancas darán mate. En este ejemplo, las negras toman la dama con la torre (4. . . Txg8); observa el diagrama 7-17b.
Diagrama 7.17 La dama blanca se sacrifica para que finalmente el caballo sea el protagonista.
El caballo blanco salta a 'f7' (5 Cf7++) y anuncia jaque mate, como se muestra en el diagrama 7-18.
Diagrama 7.18 En honor de la dama caída, el caballo blanco da un valiente jaque mate.
Crear una batería de alfil y torre
Además de dama y caballo, las otras dos piezas (torre y el alfil) hacen una pareja estupenda para dar mate. Las dos piezas se complementan porque la torre controla las columnas y las filas, mientras el alfil domina las diagonales.
El mate de Morphy, llamado así en honor de Paul Morphy, es un ejemplo de lo bien que el alfil y la torre trabajan juntos para dar mate. Morphy fue uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos. Jugó algunas de las partidas más bellas de la historia del ajedrez y legó más de un patrón de mate.
La posición inicial de este patrón de mate se representa en el diagrama 7-19. No te preocupes por cuántas piezas haya en el tablero; solo concéntrate en el patrón de mate de alfil y torre.
Diagrama 7.19 El mate de Morphy
A partir de la posición inicial, las blancas hacen una jugada sorpresa para producir de manera inevitable un jaque mate. La dama blanca captura el alfil negro de 'f6' (1 Dxf6), como se refleja en el diagrama 7-20a, y con ello obliga a que el peón de 'g7' abra la posición del rey (1. . . gxf6); obsérvalo en el diagrama 7-20b. De otro modo, la dama blanca podría capturar en la jugada siguiente el peón de g, el cual protege al rey negro (fíjate en que el alfil de 'b2' está apoyando a lo largo de esa diagonal larga).
Diagrama 7.20 La dama blanca se sacrifica para quitar de en medio un peón del enroque negro.
La captura de las negras crea una línea hasta el rey negro a lo largo de la columna g abierta. La torre de 'a1' se dirige a 'g1' (2 Tg1+) para dar jaque (diagrama 7-21a), de manera que obliga al rey a refugiarse en la esquina (2... Rh8); está representado en el diagrama 7-21b.
Diagrama 7.21 La dama blanca se sacrifica para quitar de en medio un peón del enroque negro.
Como la torre corta la columna g, las blancas dan jaque mate capturando el peón de 'f6' con el alfil (3 Axf6++), lo que deja al rey negro sin posibilidad de escape; mira el diagrama 7-22.
Diagrama 7.22 La torre y el alfil forman equipo para dar jaque mate.
Paul Morphy: The pride and sorrow of chess
Born in New Orleans, Paul Morphy (1837–84) had a truly meteoric chess career. At a young age, he burst upon the international scene and defeated all comers in scintillating fashion. His games were models of rapid development and attack.
Morphy was gifted in other fields as well. He earned his law degree before the age of 21 but was too young to practice — he believed that he was simply marking time playing chess until he became old enough to practice law. In regard to his talents, his memory was so great that he could recite much of the Civil Code of Louisiana verbatim.
Sadly, however, Morphy’s descent from the top was as abrupt as his rise. At the height of his powers and fame, he abandoned the game and grew increasingly withdrawn. He was said to have suffered from a persecution complex and died a lonely death. Myths have been built up surrounding the chess great to account for his behavior, including unrequited love and bitterness at being snubbed by an elder champion. Unfortunately, the truth is more likely a prosaic, if sad, case of mental illness.