Capitulo 12
Pisa fuerte desde la apertura
En este capítulo
Colocar las piezas en los mejores lugares
Masajear al rival
Levantarse con el pie derecho
Plagiar jugadas famosas
En el ajedrez, lo más rápido no es necesariamente lo mejor. Si intentas dar jaque mate a tu rival lo antes posible, casi con seguridad harás peores jugadas en la apertura. Si empiezas a galopar demasiado pronto, irremediablemente te caerás del caballo. Pero si durante la apertura sitúas tus piezas en buenas casillas, podrás, finalmente, alcanzar la soñada meta: el mate.
En la alta competición es extremadamente importante conocer muchísimas variantes de apertura. Hay libros enteros dedicados a ellas, incluso a algunas de las aperturas de ajedrez menos conocidas. Pero tranquilízate, para la gran mayoría de los ajedrecistas no es indispensable para competir un conocimiento tan exhaustivo, ni siquiera para competir en buenas condiciones.
En lugar de limitarte a memorizar las jugadas de apertura o las sugerencias de los maestros (lo que se conoce como la teoría de aperturas), esfuérzate en comprender algunos principios generales del juego de apertura (dichos principios se describen en este capítulo). Cuando entiendas esos principios podrás jugar de manera razonable en la primera fase de la partida.
Si comienzas a jugar una apertura y luego te ves inmerso en otra, se dice que has hecho una transposición a la segunda apertura. Se puede transponer de un sistema de apertura a otro porque muchos sistemas están hermanados y permiten, precisamente, que el juego adquiera matices sutiles, sobre todo en la práctica entre maestros. Los buenos ajedrecistas pueden tratar de engañarte para que juegues una variante inferior de una apertura, gracias a una transposición desde otra apertura. Sin embargo, trasponer no es tan importante para quienes juegan para divertirse.
Por supuesto, todo el mundo comete errores o queda atrapado en posiciones inferiores. Cuando a uno lo confunde el adversario y pica en el anzuelo, le han tendido una celada o una trampa (que no tiene nada que ver con hacer trampas o con ser un tramposo). Pero no te preocupes: cometer errores es un modo de ganar experiencia en el juego. Nadie logra la categoría de maestro en el ajedrez sin unos cuantos rasguños. Progresarás más aprendiendo por qué te has quedado en una posición inferior en la apertura que estudiando de forma anticipada cómo evitar una eventualidad, pero sin entender la razón de las jugadas.
El desarrollo de piezas
La primera lección que debes aprender para progresar es que hay que preparar una lista de prioridades. En la apertura no solo no debes intentar dar mate a tu rival, sino que tampoco debes intentar ganar material (en el capítulo 3 se cuenta todo sobre el material). Deja ambos objetivos para más adelante. La finalidad principal de la apertura es el despliegue rápido de tus efectivos hasta posiciones óptimas. Sin embargo, tampoco deberás limitarte a poner una pieza en una buena casilla si esa pieza puede ser hostigada fácilmente por las fuerzas contrarias. En la apertura no solo es importante poner las piezas en escaques buenos, sino, también, asegurarse de que estos sean seguros. (Para conocer detalles sobre cómo controlar las casillas clave, lee el capítulo 11).
La movilización rápida de las piezas se llama desarrollo. No se considera completo el desarrollo si caballos, alfiles, damas y torres no se han movido de las casillas originales. Normalmente, también es importante sacar de la última fila los caballos, los alfiles y la dama. Las torres pueden ser eficaces combatiendo desde atrás, pero el poder de las demás piezas aumenta con solo moverlas hacia el centro.
Controlar el centro
Como se describió en el capítulo 3, el dominio central es un objetivo crucial en una partida de ajedrez. En general, las piezas ganan poder cuando se llevan al centro. Durante la apertura querrás que tus piezas desplieguen todo su poder en el menor tiempo posible. Mover una pieza tres veces para llevarla a la mejor casilla no ayuda mucho si, mientras tanto, las demás piezas languidecen en las casillas originales. Así que la clave es no concentrarse solo en una pieza, sino prestar atención a todas.
Observar al rival
Tan importante como lograr un desarrollo rápido es impedir el desarrollo del adversario. Solo así se pueden explicar algunas maniobras de aspecto extraño. Si empleas dos tiempos para obligar a tu rival a gastar tres, no habrán sido jugadas inútiles.
No te involucres en tus planes hasta el punto de llegar a olvidar que el contrario también juega. Tal como tú intentas interferir en el desarrollo de tu oponente, él hará lo propio en el tuyo cuando estés intentando movilizar tus fuerzas. . . a expensas de las del otro.
Seguir los principios básicos
A medida que te familiarices con el juego comenzarás a aprender algunos principios básicos de la apertura, no solo con tus experiencias sino, también, con las de otros jugadores.
Muchos de esos principios son solo pautas, no reglas obligatorias. Si, por ejemplo, tu contrincante se descuida y te brinda la oportunidad de darle mate, ajustícialo. Si para sentenciarlo debes mover la dama dos veces o una torre tres veces, ¡hazlo!
Pon las piezas donde consigan su máximo poder y hazlo de manera tan eficiente como te sea posible.
Si otras piezas no se han desarrollado, no muevas una pieza que ya esté desarrollada a menos que tengas una buena razón para hacerlo.
Evita poner piezas en casillas donde puedan ser hostigadas con facilidad y contribuyan al desarrollo del bando enemigo.
En la apertura, haz el menor número posible de jugadas de peones. Los infantes solo sirven para ayudar al desarrollo de tus piezas y para batallar por el centro.
Atacar las piezas rivales
Cuando descubras lo que significa el desarrollo de piezas, te preguntarás por qué es tan importante tener la iniciativa. ¿Cómo se puede traducir una ventaja en el desarrollo en una ventaja más permanente, como una ventaja material o una estructura superior de peones?
La respuesta sencilla es: ¡ataque! Si tienes ventaja de desarrollo y no atacas, la perderás.
Si disfrutas de una ventaja en el desarrollo, entonces abre el juego. Necesitas columnas y diagonales abiertas que te encaminen a los puntos vulnerables del contrario. Quieres esas líneas abiertas para mover tus piezas a posiciones cada vez más agresivas. Querrás combinar el desarrollo con amenazas fuertes, como un ataque a una pieza que no está defendida. Si puedes desarrollar una pieza tuya y, simultáneamente, amenazar una pieza enemiga (o, mejor, varias piezas), tu oponente puede perder más tiempo repeliendo el ataque. Tus piezas se vuelven más y más amenazadoras y las del defensor se hacen cada vez más pasivas. Luego, llegará el momento de ganar material o jugar para dar jaque mate.
El jugador que lleva la delantera en el desarrollo intenta abrir líneas de ataque. El que va a la zaga pretende mantener cerradas esas líneas. Si puedes combinar un desarrollo superior con líneas de ataque abiertas, observarás casi de inmediato que el elemento táctico «conspira» a tu favor. Por el contrario, si esas líneas permanecen cerradas, pronto te darás cuenta de que tu ventaja de desarrollo no es un valor en alza y tu trabajo previo está quedándose corto para hacerse con la partida.
Adelantar con jugadas de apertura
En esta sección examinaremos movimientos iniciales; intenta analizar por qué estas jugadas son buenas o no lo son, tanto desde el punto de vista del desarrollo como del control central.
Tomar nota de las buenas jugadas de apertura
Piensa en la primera jugada más común en el mundo del ajedrez, 1 e4 (a notación del ajedrez se explica en el capítulo 17). Las blancas ocupan una casilla central y atacan otra. La casilla atacada se indica con una X en el diagrama 12-1 (por supuesto, el peón ataca la casilla que está a su derecha, pero nos ceñiremos a las casillas centrales).
Diagrama 12.1 Adelantar el peón de rey
Desde la perspectiva de control del centro, esta jugada es obviamente útil. ¿Es también útil para ayudar al desarrollo de las piezas? Evidentemente. Observa que el avance del peón abre una línea para el desarrollo del alfil: la línea de desarrollo del alfil se indica con X en el diagrama 12-2a. El alfil, no obstante, no es la única pieza que disfruta de una línea abierta. ¿Qué sucede con la dama? La dama dispone también de una línea abierta para moverse (diagrama 12-2b). Así que la apertura de las blancas demuestra ser útil no solo para controlar el centro, sino también para desarrollar las piezas. No es de extrañar que esta primera jugada sea tan popular.
Diagrama 12.2 La jugada de peón de rey abre dos líneas de desarrollo.
El siguiente ejemplo examina la segunda apertura más popular del ajedrez: adelantar dos casillas el peón de dama (1 d4; observa el diagrama 12-3). Al mover este peón, las blancas logran algo muy parecido a la situación del ejemplo anterior. Observa que el peón ocupa una casilla central y ataca otra que está marcada con una X.
Diagrama 12.3 El peón de dama avanza.
En términos de desarrollo, ambas jugadas también son muy similares. Con la jugada del peón de dama se abre una ruta diagonal para un alfil, al igual que en el primer ejemplo (diagrama 12-4a). Pero esta vez la dama no tiene una diagonal abierta, solo un par de casillas en la columna d (diagrama 12-4b). El avance inicial del peón de dama, por lo tanto, no hace tanto por el desarrollo como el movimiento inicial del peón de rey.
Diagrama 12.4 Se abre una ruta para el alfil pero no para la dama.
Recurrir a las jugadas de apertura que no son tan buenas
Si continuamos examinando el resto de posibilidades en la primera jugada, observarás que ninguna otra apertura logra tanto como las dos opciones descritas en la sección anterior. La jugada del siguiente ejemplo (avanzar el peón de alfil de dama dos casillas 1 c4) es muy apreciada en todos los niveles. El peón ataca una casilla central (marcada con una X) sin ocupar el centro (diagrama 12-5a). Aunque esta jugada abre una diagonal para la dama (mira el diagrama 12-5b), no ayuda a los alfiles. A pesar de todo, 1 c4 es muy difícil de jugar porque exige conocer muchísima teoría: la propia de 1 c4 y la que concierne a las posibles transposiciones (a esquemas de 1 d4 principalmente). El ejemplo que sigue es aun más débil.
Diagrama 12.5 Adelantar el peón de alfil de dama.
En la disposición que aparece en el diagrama 12-6, el peón de alfil de rey también ataca una casilla central (marcada con una X), pero con este avance no se ayuda a ninguna pieza. De hecho, la seguridad del rey se ve afectada, porque, ahora, hay una diagonal abierta que las negras pueden usar como ruta de ataque.
Diagrama 12.6 El peón de alfil de rey se para bajo los reflectores.
Recuperarse de una maniobra de apertura débil
Las jugadas de peones que están más alejadas del centro del tablero suelen ser más débiles. Sin embargo, una excepción es el fiancheto (tratado en el capítulo 8), que consiste en el desarrollo de un alfil por su flanco. Al principio esta jugada puede parecer extraña: que el peón de caballo dé un paso no contribuye a controlar el centro (diagrama 12-7a). Pero a esta maniobra le sigue, casi invariablemente, el desarrollo del alfil a la casilla ocupada anteriormente por el peón (1 g3 y 2Ag2, por ejemplo). Las X en el diagrama 12-7b muestran que el alfil está atacando ahora las casillas centrales clave desde una distancia segura. Esta jugada puede abrir un ataque sumamente eficaz, pero en general no es tan difícil de contrarrestar como las dos jugadas que examinamos en la sección anterior.
Diagrama 12.7 El peón de caballo avanza y el alfil se desarrolla.
Explorar las jugadas comunes de apertura
Es imposible hacer una lista de todas las aperturas de ajedrez que se han empleado a lo largo de la historia, pero al menos es posible señalar algunas de las más comunes. Si albergas la esperanza de impresionar a la gente con un detallado conocimiento del juego, deberás identificar por su nombre las siguientes aperturas.
Y si acudes a un club, te darás cuenta de que ese vocabulario es muy útil al hablar de ajedrez. Por ejemplo, puedes decirle a un colega que viste que planteaba una siciliana en su última partida y que quieres que te cuente cómo le fue. Huelga decir que es muy importante hablar acerca del ajedrez con los demás.
Es muy probable que con solo seguir los principios básicos de apertura que se describen en este capítulo juegues una partida decente. Pero si no distingues la Defensa Francesa de la Apertura Española, la gente cuestionará tu sabiduría.
Es imposible enseñar a jugar bien una apertura con solo unas cuantas directrices. Así que el objetivo de este capítulo es iniciarte en los principios básicos de la apertura. No recomiendo memorizar montones de variantes porque eso produciría más daño que beneficio. Si recuerdas los principios básicos, te irá bien. En cambio, si intentas recordar demasiadas secuencias de jugadas y no entiendes por qué las haces, jugarás como un autómata y perderás muchas partidas; cuando tu adversario se aparte de la información contenida en este libro, perderás el rumbo.
Lo difícil de muchos de los nombres de las aperturas es que no todos son universales. Hace 50 años no existía Internet y en las convenciones de nombres imperaban las costumbres locales. Algunos nombres se internacionalizaron a partir de una o dos publicaciones de amplia circulación, otros todavía varían en diversos lugares del mundo. Por ejemplo, algunos ajedrecistas conocen la secuencia de apertura que vamos a estudiar a continuación con el nombre de Ruy López (por el clérigo extremeño de Zafra, Ruy López de Segura, que la popularizó) y otros la conocen con el nombre de Apertura Española, por el origen del ajedrecista.
Aperturas de doble peón de rey.
Todas las aperturas de doble peón de rey comienzan, naturalmente, con el avance 1 e4 e5, como muestra el diagrama 12-8. Varias aperturas muy conocidas empiezan así.
Diagrama 12.8 Jugadas de doble peón de rey.
La Apertura Española, o Ruy López
Esta apertura comienza con el avance de ambos peones de rey (diagrama 12-8). La siguiente jugada de las blancas es de caballo (2 Cf3) que ataca el peón de las negras. En respuesta, las negras mueven el caballo de dama (2. . . Cc6) y defienden el peón (diagrama 12-9a). Después, las blancas llevan el alfil a 'b5' (3 Ab5) y llegamos, por definición, a lo que se conoce por Apertura Española (diagrama 12-9b).
Diagrama 12.9 El alfil ataca la pieza que defiende el peón.
Siempre me ha gustado la lógica de esta apertura. Después de la jugada de los peones, el caballo blanco sale para atacar el peón negro. El caballo negro lo defiende y el alfil blanco ataca el caballo que, a su vez, defiende al peón. Más adelante la partida se caracteriza por el combate enconado por el control del peón de 'e5' (o, más exactamente, la casilla que ocupa el peón): las blancas quieren capturarlo sin correr riesgos. Las negras pretenden mantenerlo y las blancas lucharán como puedan contra 'e5'.
La escocesa
Si después de la misma secuencia de apertura del diagrama 12-8 las blancas avanzan el peón de dama dos casillas (3 d4) en lugar de mover el alfil, la apertura se llama escocesa (diagrama 12-10). El nombre data de una serie de partidas por correspondencia que comenzaron en 1824 entre los clubes de ajedrez de Londres y de Edimburgo. Curiosamente, el equipo de Londres usó primero esta apertura, pero a los escoceses les gustó tanto que comenzaron a usarla también. Los escoceses ganaron el duelo y se quedaron con el premio y con el nombre de la apertura.
Diagrama 12.10 En la Apertura Escocesa, el peón de dama avanza dos casillas y presiona el peón negro de rey.
La Defensa Pétrov
Si las negras desarrollan el caballo de rey en el segundo turno (2. . . Cf6), como se muestra en el diagrama 12-11, en lugar de desarrollar el caballo de dama, como se ve en el diagrama 12-9a, la apertura se convierte en la Defensa Pétrov o rusa, llamada así por un gran jugador ruso del siglo XIX.
La idea tras esta defensa es diferente de la que hay tras las dos aperturas anteriores: en lugar de defender el peón atacado, las negras contraatacan el peón central blanco.
Diagrama 12.11 Defensa Pétrov: el caballo de rey avanza en el segundo turno.
El problema de la Defensa Pétrov
La Defensa Pétrov tiene una trampa bien conocida, que surge de manera muy lógica, así que es muy fácil caer en ella. Para llegar a la posición inicial, mira el diagrama 12-11. La siguiente jugada lógica de las blancas es capturar el peón negro expuesto (3 Cxe5), como en el diagrama 12-12a. Lógicamente, uno espera que las negras lleven a cabo la misma idea, es decir, que capturen el peón blanco indefenso (3. . . Cxe4), como se aprecia en el diagrama 12-12b.
Diagrama 12.12 Tanto las blancas (tablero primero) como las negras (tablero segundo) eliminan los peones de rey adversarios.
El problema es que la columna del rey negro ha quedado abierta. Esta apertura permite que las blancas ejerzan una amenaza que las negras no pueden limitarse a copiar. En el diagrama 12-13a, las blancas atacan el caballo negro con la dama (4 De2). Las negras pueden optar por retirar el caballo (4. . . Cf6), como refleja el diagrama 12-13b.
Diagrama 12.13 La dama blanca va en pos del caballo negro, el cual huye.
Si las negras retiran el caballo, las blancas ganan la dama negra con un jaque descubierto (5 Cc6+), como se muestra en el diagrama 12-14: el movimiento del caballo blanco permite que la dama dé jaque al rey negro; la dama negra perece porque sus piezas no pueden escapar del jaque y protegerla, en una sola jugada (los detalles sobre el jaque se dan en el capítulo 4). Además, las negras no pueden copiar la jugada de la dama blanca que se ha efectuado en el diagrama 12-13a.
Diagrama 12.14 El jaque descubierto se encarga de las negras.
¿Por qué no pueden las negras calcar el movimiento blanco? Si dispones las piezas en el tablero como en el diagrama 12-13a, verás que si las negras copian la jugada de la dama blanca (4. . . De7), como se muestra en el diagrama 12-15a, entonces las blancas capturan el caballo negro (5 Dxe4) y, simultáneamente, protegen el suyo (diagrama 12-15b). A partir de ahora no importa cuánto se retuerzan las negras, las blancas tendrán ventaja material.
Diagrama 12.15 Si la dama negra se mueve, el caballo se perderá.
La solución de Pétrov
A partir de la posición del diagrama 12-12a, las negras pueden ejecutar la idea básica, pero de manera diferente: primero se ataca el caballo blanco con el peón de dama (3. . . d6). Mira el diagrama 12-16, y luego se captura el peón de rey enemigo.
Diagrama 12.16 El peón de dama negro repele el caballo blanco.
Las negras obligan al caballo blanco a retirarse (4 Cf3), como muestra el diagrama 12-l7a, y luego pueden capturar el peón blanco (4. . . Cxe4); observa el diagrama 12-17b.
Diagrama 12.17 El caballo negro captura el peón blanco
Si las blancas intentan la misma clavada que antes (5 De2; diagrama 12-18a), las negras responden (5. . . De7) y rompen la clavada, como se representa en el diagrama 12-18b (vuelve al capítulo 5 para conocer más detalles sobre la clavada). Entonces la partida se equilibra. Solo tienes que recordar que, antes de capturar el peón, hay que atacar el caballo blanco.
Una vez ejecutadas las jugadas 1 d4 d5 y 2 c4 e6, las posibilidades para ambos bandos se ramifican muchísimo. He aquí algunos ejemplos: la Defensa Ortodoxa (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 Cf6, 4 Ag5 Ae7, 5 e3 00, 6 Cf3); la Defensa Cambridge-Springs (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 Cf6, 4 Ag5 Cbd 7, 5 Cf3 c6); la Variante del Cambio (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 Cf6, 4 exd5); la Variante 5 Af4 (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 Cf6, 4 Cf3 Ae 7, 5 Af4); la Variante Ragozin (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3. Cc3 Cf6, 4 Cf3 Ab4); la Variante Manhattan (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 Cf6, 4 Ag5 Cbd7, 5 Cf3 Ab4); la Defensa Tarrasch y Semitarrasch (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 c5); la Defensa Keres (1 d4 d5, 2 c4 Af5), etc.
Diagrama 12.18 La dama negra ruge en respuesta a la clavada de las blancas.
La Defensa Philidor
Si las negras, en lugar de emplear el caballo de dama, defienden el peón de rey con el peón de dama (2. . . d6), como se muestra en el diagrama 12-19, entonces la variante de apertura se llama Defensa Philidor (para saber más sobre Francois-André Danican Philidor, puedes acudir al capítulo 18). Esta elección defensiva es sólida, pero pasiva. Una de las desventajas principales es que las negras han bloqueado el camino de su propio alfil de casillas oscuras. Hoy en día, la mayoría de los ajedrecistas prefieren una defensa activa a una pasiva, por lo que raras veces se emplea la Defensa Philidor en las partidas magistrales.
Diagrama 12.19 Romance de peones: el peón de dama defiende el peón de rey. Con la Defensa Philidor, las negras protegen el peón de rey con el peón de dama.
Aparte de la española, la escocesa, la Pétrov y la Philidor, existen otras aperturas abiertas importantes. Entre ellas mencionamos las siguientes: la Apertura Vienesa (1 e4 e5, 2 Cc3); la Apertura de los Cuatro Caballos (1 e4 e5, 2 Cf3 Cc6, 3 Cc3 Cf6); la Apertura Italiana, o giuoco piano, (1 e4 e5, 2 Cf3 Cc6, 3 Ac4 Ac5); el Gambito Evans (1 e4 e5, 2 Cf3 Cc6, 3 Ac4 Ac5, 4 b4); la Defensa de los Dos Caballos (1 e4 e5, 2 Cf3 Cc6, 3 Ac4 Cf6); la Defensa Húngara (1 e4 e5, 2 Cf3 Cc6, 3 Ac4 Ae7); la apertura Ponziani (1 e4 e5, 2 Cf3 Cc6, 3 c3); el Gambito Letón (1 e4 e5, 2 Cf3 f5); la Apertura de Alfil (1 e4 e5, 2 Ac4); el Gambito de Rey (1 e4 e5, 2 f4), y la Apertura Central (1 e4 e5, 2 d4).
Más alternativas: otras respuestas de las negras
Examinemos ahora otras respuestas de las negras cuando en la primera jugada las blancas avanzan dos casillas el peón de rey (1 e4). Estas réplicas en las que el peón de rey negro no avanza dos casillas (1. . . e5) se conocen como aperturas semiabiertas.
La Defensa Francesa
La Defensa Francesa (1 e4 e6) se describe con más detalle en el capítulo 8, pero la idea básica es luchar por las casillas centrales claras. La defensa es muy sólida pero tiene una desventaja semejante a la de la Defensa Philidor: en este caso, el alfil de casillas claras negro queda atrapado detrás de la cadena de peones (se ve en el diagrama 12-20).
Diagrama 12.20 El alfil negro de casillas claras no tiene a donde ir
La defensa Siciliana
La Defensa Siciliana (1. . . c5) es muy conocida en todos los niveles. En ella, un peón central blanco se cambia, finalmente, por un peón de flanco negro, como se muestra en el diagrama 12-21, lo que lleva a un desequilibrio (las negras tendrán dos peones centrales por uno de las blancas, pero las blancas, en compensación, gozarán de ventaja espacial y de desarrollo; el capítulo 3 se consagra a los detalles sobre tales elementos). El desequilibrio produce tensión porque es difícil evaluar dos elementos si estos no son de la misma clase. ¿Qué es más importante: un kilo de manzanas o tres pares de calcetines? Depende de la situación.
Diagrama 12.21 Un desequilibrio inmediato. De hecho con la defensa Siciliana, las blancas y las negras pierden estos peones.
La Defensa Caro-Kann
La Defensa Caro-Kann (1 e4 c6) también es muy popular, pero se considera menos emocionante que la siciliana porque en ella normalmente se cambia un peón de centro blanco por un peón de centro negro muy al principio de la partida (el diagrama 12-22 muestra el desarrollo de la Caro-Kann). Las negras quieren llevar el peón a 'd5' (2. . . d5) para desafiar al peón blanco de 'e4'. Este intercambio conduce a posiciones equilibradas: la defensa es sólida, pero carece de tensión.
Diagrama 12.22 Blancas y negras pelean por 'd5'. En la Defensa Caro-Kan las negras mueven el peón primero para apoyar el avance del peón de dama.
La Defensa Alekhine
La Defensa Alekhine (1. . . Cf6) lleva el nombre del campeón del mundo Alexander Alekhine (del que se habla más en el capítulo 19). Esta defensa es arriesgada y provocadora, así que no suelo recomendarla a los principiantes. Es arriesgada porque deja a las blancas la oportunidad de establecer un centro avanzado, y es provocadora porque las reta a empujar el peón de rey otra casilla (2 e5); se muestra en el diagrama 12-23. Desde 'e5', el peón atacará el caballo negro y lo obligará una vez más a moverse. Las negras saben que el peón blanco habrá traspasado la mitad del campo de batalla y que lo someterán a un ataque. Si la estrategia de las negras es exitosa, entonces se derrumbará la formación blanca. Si no tienen éxito, las negras acabarán con poco espacio y pasivas.
Diagrama 12.23 una provocación inmediata. En la defensa Alekhine, las negras provocan a las blancas para que avancen el peón de rey.
Con todo, las negras también pueden enfrentarse a 1e4 con la Defensa Escandinava (1 e4 d5); la Defensa Nimzovich (1 e4 Cc6); la Defensa Pire (1 e4 d6, 2 d4 Cf6 3 Cc3 g6), y la Defensa Moderna o Robatsch (1 e4 g6).
Por favor, las damas primero: la apertura de doble peón de dama
La segunda jugada en importancia y en popularidad cuando se inicia el juego es 1 d4. Si las negras responden de la misma manera (1. . . d5), como se muestra en el diagrama 12-24, entonces llegamos a una partida de doble peón de dama, lo que los ajedrecistas conocen como aperturas cerradas. Por ahora concéntrate solo en identificar las aperturas por sus nombres; no te preocupes de cómo se juegan.
Diagrama 12.24 Jugadas de doble peón de dama.
El Gambito de Dama
La apertura más usual, una vez que se han movido los peones de dama, es el Gambito de Dama (1 d4 d5, 2 c4), que se muestra en el diagrama 12-25. En el Gambito de Dama las blancas ofrecen el peón de c para que las negras lo capturen; estas pueden aceptarlo o rehusarlo. En el capítulo 11, en la sección «Apuntar al centro», se estudian ambas alternativas.
Diagrama 12.25 Gambito de dama.
En el Gambito de Dama (diagrama 12-25) las negras deben decidir si capturan el peón ofrecido o lo rehúsan. El diagrama 12-26a muestra la versión aceptada (2. . . dxc4) y el diagrama 12-26b ilustra la variante rehusada (2. . . e6), esto es, las negras se niegan a capturar el peón blanco y, en lugar de ello, defienden el peón de dama con el peón de rey.
Una vez ejecutadas las jugadas 1 d4 d5 y 2 c4 e6, las posibilidades para ambos bandos se ramifican muchísimo. He aquí algunos ejemplos: la Defensa Ortodoxa (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 Cf6, 4 Ag5 Ae7, 5 e3 00, 6 Cf3); la Defensa Cambridge-Springs (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 Cf6, 4 Ag5 Cbd7, 5 Cf3 c6); la Variante del Cambio (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 Cf6, 4 exd5); la Variante 5 Af4 (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 Cf6, 4 Cf3 Ae7, 5 Af4); la Variante Ragozin (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 Cf6, 4 Cf3 Ab4); la Variante Manhattan (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 Cf6, 4 Ag5 Cbd7, 5 Cf3 Ab4); la Defensa Tarrasch y Semitarrasch (1 d4 d5, 2 c4 e6, 3 Cc3 c5); la Defensa Keres (1 d4 d5, 2 c4 Af5), etc.
Diagrama 12.26 El gambito de dama, aceptado y rechazado.
La Eslava y la Semieslava
La Eslava (1 d4 d5, 2 c4 c6) fue popularizada por el gran maestro ruso Mijaíl lvánovich Chigorin a finales del siglo XIX. La apertura sigue siendo en la actualidad un arma de primera incluso en los niveles más elevados de competición. En esta apertura las negras defienden el peón de dama con el peón de c sin cerrar el paso del alfil de casillas claras (diagrama 12-27). La Semieslava y la Eslava se diferencian poco; lo único que hacen las negras en la Semieslava es introducir la jugada 4. . . e6 tras 3 Cf3 Cf6, y 4 Cc3, en lugar de 4. . . dxc4 de la Eslava.
Chigorin también popularizó la llamada Defensa Chigorin (1 d4 d5, 2 c4 Cf6).
Diagrama 12.27 La apertura eslava.
Defensas indias
La respuesta más habitual de las negras cuando las blancas juegan 1 d4 es 1. . . Cf6, como se muestra en el diagrama 12-28. Esta jugada lleva a las llamadas defensas indias, que siguen considerándose muy fiables. Esta convención nos llega del chaturanga, juego precursor del ajedrez moderno y original de la India (se piensa que se creó el siglo VII de nuestra era, o antes). Una partida de chaturanga abría, normalmente, con el desarrollo de un alfil en el flanco (este desarrollo en el flanco se llama fiancheto y se describe en el capítulo 9). En las defensas indias las negras mueven primero el caballo para impedir que las blancas establezcan una pareja de peones centrales (los detalles de los peones centrales se dan en el capítulo 3) con el avance e2-e4. La jugada de caballo suele continuarse con un fiancheto.
Es mejor que al principio salgas con aperturas más fáciles, como la de doble peón de dama, y esperes a tener más experiencia para aproximarte a las defensas indias.
Diagrama 12.28 El precursor de las defensas indias. Gracias al movimiento del caballo, las negras impiden que el peón de rey blanco pueda dar dos pasos.
La Defensa India de Rey
En la Defensa India de Rey se hace un fiancheto de alfil en el flanco de rey (diagrama 12-29). Las negras, por lo regular, se enrocan rápidamente (en el capítulo 9 se trata el enroque) y solo entonces comienzan a atacar los peones centrales de las blancas con sus propios peones. Esta es una manera muy apreciada de combatir la apertura de peón de dama, pero también es muy compleja.
Diagrama 12.29 La defensa india de rey. Con la Defensa India de rey, las negras desarrollan el alfil de rey y se preparan para enrocarse.
La Defensa India de Dama
En la Defensa India de Dama se hace un fiancheto de alfil en el flanco de dama (diagrama 12-30). La estrategia es muy similar a la Defensa India de Rey. Las negras tratan de atacar el centro blanco solo después del enroque. Los alfiles atacan el centro desde posiciones seguras, lo que ayuda a las negras a desarrollar su contrajuego.
Diagrama 12.30 La defensa india de dama. En la Defensa India de Dama, las negras desarrollan el alfil de dama para un eventual enroque, antes de atacar el centro.
Las negras disponen de más armas indias para enfrentarse a 1 d4: la Defensa Nimzoindia (1 d4 Cf6, 2 c4 e6, 3 Cc3 Ab4); la Defensa Bogoindia (1 d4 Cf6, 2 c4 e6, 3 Cf3 Ab4+); la Apertura Catalana (1 d4 Cf6, 2 c4 e6, 3 g3); la Defensa Benoni (1 d4 Cf6, 2 c4 c5); el Gambito Volga o Benko, (1 d4 Cf6, 2 c4 c5, 3 d5 b5); el Gambito Budapest (1 d4 Cf6, 2 c4 e5), y la Defensa Gruenfeld (1 d4 Cf6 2 c4 g6 3 Cc3 d5).
Además, contra 1 d4 las negras pueden plantear la Defensa Holandesa (1. . . f5).
Weird opening names
Although most of the names given to chess openings make a good deal of sense because they’re named after a person or place, some opening names have far less mundane origins. Be forewarned that these names are far from universally recognized, but most players know what you mean if you refer to any of these three openings:
The Dragon
The Orangutan
The Hedgehog
Less familiar but still generally understood are these openings:
The Vulture
The Rat
The Kangaroo
One chess opening is even called the Woozle, but don’t ask me why. In the United States, chess players call another opening the Fried Liver Attack, so you see, just about anything goes! To get credit for a new opening system, you must play that opening in a major tournament or publish your analysis to back up your claim. Don’t try too hard, however, because coming up with something no one has tried before is very, very hard these days.
A good source of weird opening names is the book Unorthodox Openings by Joel Benjamin and Eric Schiller (published by Collier Books).