Nota de los autores
El 1 de diciembre de 2007, dos jóvenes agentes de los servicios de información de la Guardia Civil fueron asesinados a tiros en la localidad francesa de Capbreton por tres militantes de ETA. Verdugos y víctimas desayunaron juntos en una cafetería minutos antes de que se perpetrara el doble crimen. Para reconstruir lo ocurrido aquella mañana nos hemos basado en el sumario judicial del caso, en testimonios de testigos de los asesinatos, declaraciones de familiares, amigos y compañeros de los agentes, así como de mandos de la Guardia Civil y de altos cargos del Ministerio del Interior, documentos confidenciales y opiniones de expertos. Con toda esta información hemos intentado esclarecer algunas lagunas de la historia, pero no todas las preguntas han obtenido respuesta. Hay detalles del crimen que aún permanecen oscuros, y que solo el testimonio de sus protagonistas podría desvelar. Los dos guardias civiles, Fernando Trapero y Raúl Centeno, desgraciadamente están muertos, y los terroristas, por su parte, no han colaborado ni con las Fuerzas de Seguridad ni con la justicia gala.
El juicio, que se celebrará en París (Francia) entre el 2 y el 26 de abril de 2013 ayudará, esperamos, a resolver muchas de estas dudas.
El libro no se centra únicamente en el crimen, sino que reconstruye también la vida de los agentes asesinados y de los tres etarras desde noviembre de 2006 hasta que sus destinos se juntaron en una cafetería francesa. Esta estructura nos permite familiarizarnos con los protagonistas de esta historia y reflejar cómo es la vida clandestina de los terroristas y el modus operandi de los agentes que los persiguen.
Con el objetivo de mantener una línea argumental clara, hemos dividido el libro en dos partes: en la primera nos centramos en la trama de los cinco protagonistas de Capbreton, y en la segunda abordamos las disputas internas de ETA y las negociaciones del gobierno de Zapatero. 2007 fue un año crucial y un punto de inflexión en la historia de la banda criminal. ETA rompió el alto el fuego permanente iniciado en 2006 y sufrió una profunda división interna que dañó notablemente sus estructuras y que supuso para muchos expertos el principio del fin de la banda terrorista.
En medio de este escenario, dos chavales de 23 y 24 años que tenían un trabajo sacrificado y poco común, seguramente de demasiada responsabilidad para su edad y su formación, y en el que los errores se pueden pagar con la muerte. Esta es su historia.