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LAS VÍSPERAS
(NOVIEMBRE-DICIEMBRE DE 2007)

Fernando Trapero descansa las dos últimas semanas de noviembre de 2007. Acaba de regresar de otra operación en Francia y se ha instalado en casa de su hermana y su cuñado en Getafe, donde le gusta desconectar del trabajo, jugar con su sobrina pequeña e ir al cine con su chica. Pero un mando de UCE-1 le reclama para regresar a Francia, porque el equipo está falto de efectivos y necesita refuerzos. Trapero se encuentra revuelto, con mal cuerpo, y le da mucha pereza reincorporarse al trabajo, después de solo una semana de descanso. Pero el miércoles 28 por la noche Trapero ya está de regreso al trabajo, hospedado en un hostal de Capbreton.

Raúl Centeno descansa en su casa de Atocha, en Madrid, convaleciente por una lesión que se hizo en las costillas surfeando en Galicia, cuando recibe la orden de reincorporarse. Sus superiores le han informado de que este fin de semana puede caer “Txeroki”. Llega a Francia el viernes 30 de noviembre.

Asier Bengoa, alias “Pagadi”, “Rizos” y “Asiertxo”, pasa los últimos días de noviembre durmiendo sobre un colchón hinchable en el pequeño piso de Toulouse. Se ha pasado tres años en la cárcel por captar terroristas y obtener información sobre objetivos, y apenas lleva tres meses en la clandestinidad. La vida rutinaria del piso franco es asfixiante y además se acaba de enterar de la detención en Vitoria de una ex novia de hace diez años: Agurtzane Izarza Hernández. Está acusada de facilitar datos de objetivos a los comandos etarras. Es cuidadora de ancianos a domicilio y entre sus clientes se encontraba la madre de una agente de la Guardia Civil.

Asier y Saioa recibirán pronto las últimas instrucciones para pasar a España y dinamizar un nuevo comando. Saioa ya tiene experiencia, pero para Asier será su bautismo de fuego. Antes de pasar la frontera, “Txeroki” quiere que sus dos compañeros del piso de Toulouse hagan unas prácticas de tiro con “Ata”, que lleva unos meses moviéndose discretamente por Francia, en compañía de su nueva chica, Iratxe Sorzabal, alias “Flores”, “Begoña” y “Ezpela”.

El 30 de noviembre, “Ata”, Saioa y Asier conducen de Toulouse a Las Landas. Por el camino se detienen en la oficina de Turismo de Anglet, donde Saioa pide información sobre los atractivos turísticos de la cercana Capbreton. Esa noche, después de sus clases de tiro, los tres etarras duermen en el monte en sacos de dormir. A la mañana siguiente, 1 de diciembre, deciden ir a desayunar a Capbreton.

Ese mismo día Rául y Fernando empiezan a trabajar a las seis «haciendo rotondas», es decir, grabando matrículas desde un coche camuflado. Las rotondas son el lugar ideal porque los vehículos aminoran su velocidad y es más fácil conseguir fotos de buena calidad^[9]. El mal tiempo y la niebla obligan a suspender el dispositivo, y el jefe les autoriza a tomarse un pequeño descanso hasta las 9 de la mañana. De haber seguido en su puesto tal vez hubieran fotografiado la matrícula falsa 9100 QT 33 de un Peugeot 307 gris en el que viajan “Ata”, Asier y Saioa.

Fernando y Raúl aprovechan el descanso para ir a tomar un café. Les iba a acompañar un tercer GAO, una chica, pero en el último momento la agente decide irse con un oficial. Podrían haber ido a un bar cercano, a menos de 200 metros, donde se han reunido otros compañeros de dispositivo (formado por 15 guardias civiles y 9 agentes franceses), pero prefieren ir solos a la cafetería Les Ecureuils, donde Raúl había estado el día anterior. Dos agentes que van en otro coche ven cómo el vehículo de Raúl y Fernando se mete en el parking de la cafetería…