C. 1505 Diagnosis. ¿Qué problema tiene Lisa?

La enigmática expresión de la cara de la Mona Lisa (el célebre retrato que Leonardo da Vinci hizo de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo) ha intrigado durante mucho tiempo a los que han contemplado esta famosa cara. Pero en 2010, Vito Franco, un científico clínico de la Universidad de Palermo, ofreció una interpretación diferente de su aspecto. Lo que este médico advirtió fue un xantelasma: una acumulación subcutánea de colesterol, amarillenta y bien definida, en el cuenco de su ojo izquierdo. Aunque no es peligroso ni doloroso por sí mismo, un xantelasma puede indicar niveles elevados de colesterol en la sangre. Franco advirtió asimismo un lipoma (un tumor benigno compuesto de tejido graso) en una de las manos de Lisa. Franco ha señalado que los modelos del Retrato de un joven, de Botticelli, y de La Virgen del cuello largo, del Parmigianino, podían haber padecido el síndrome de Marfan, un trastorno genético que afecta a los tejidos conjuntivos. Los pacientes son típicamente altos, poseen extremidades insólitamente largas y dedos delgados y largos. En cuanto a la representación de Miguel Ángel como el filósofo Heráclito en el centro del primer plano de La escuela de Atenas, de Rafael, Franco cree que sus rodillas hinchadas pueden indicar un exceso de ácido úrico, que puede causar dolorosas piedras renales; a su vez, ello podría explicar su expresión sombría y su semblante abatido, al descansar la cabeza sobre su mano. Esta condición pudo haber sido consecuencia de los largos meses en que trabajó en la Capilla Sixtina, no tomando otra cosa que pan y vino.

1514 Matemáticas. Una obsesión con la melancolía

El artista alemán Alberto Durero publicó su famoso grabado Melencolia I, que incluye el cuadrado mágico adjunto. Cada fila y cada columna suma 34, así como las dos diagonales, cada uno de los cuatro cuadrantes, los cuatro cuadrados centrales de la cuadrícula de 4 × 4, así como los cuadrados de las esquinas de cada una de las cuadrículas de 3 × 3. Los números adyacentes a cada esquina en el sentido de las manecillas del reloj (3 + 8 + 14 + 9) suman también 34, al igual que los números adyacentes a cada esquina en el sentido horario contrario (5 + 15 + 12 + 2). También pueden encontrarse más patrones, que suman 34. Los dos números del centro de la fila inferior dan el año de publicación, 1514, mientras que los números a cada lado, si corresponden a las letras del alfabeto, dan A y D, las iniciales del artista.

1524 Hidrología/Astronomía. Una nueva arca

(20 de febrero). En 1400, el matemático y astrónomo alemán Johannes Stóffler, profesor de la Universidad de Tubinga, predijo que en esta fecha el mundo se vería sumergido por un gran diluvio. Basaba su predicción en el hecho de que en 1524 tendrían lugar veinte conjunciones planetarias, dieciséis de ellas en un «signo acuático», es decir, Piscis. A medida que la fecha se acercaba, los constructores de barcas de toda Europa se vieron favorecidos por libros de encargos muy llenos, y un noble alemán, el conde Von Iggelheim, botó en el Rin un arca de tres cubiertas. Cuando el 20 de febrero empezaron a caer unas pocas gotitas de lluvia, hubo una gran afluencia de gente hacia el arca de Von Iggelheim, y en el tumulto que siguió el conde fue muerto a pedradas. La reputación de Stóffler quedó muy malparada cuando 1524 resultó ser un año de sequía, y nadie se tomó demasiado seriamente su nueva fecha de 1528, que había recalculado. Murió de la peste de 1531, y no, como había predicho, por ser alcanzado por un objeto caído del cielo.

1542 Parasitología. Sobre los peligros de los higos

En su Dietary of Health, Andrew Boorde prevenía contra el consumo de higos, pues «provocan que un hombre sude, por lo que engendran piojos».

1543 Anatomía. El horripilante camino hacia la verdad

El anatomista flamenco Andreas Vesalius (Vesalio) publicó De humani corporis fabrica[*], en la que echó abajo muchas de las enseñanzas erróneas del médico griego Galeno en relación a la anatomía humana (véase 157 d. C.). Galeno se había basado en gran medida en la disección de animales, y sus enseñanzas se habían considerado sacrosantas durante toda la Edad Media. Pero Vesalio estaba decidido a disecar cadáveres de humanos y no de animales, y a principios de su carrera, con el fin de obtener un esqueleto humano completo, había robado el cadáver putrefacto de un criminal que colgaba de una picota fuera de la ciudad de Lo vaina. En otra ocasión, mientras a un malhechor se le arrancaban las entrañas cuando todavía estaba vivo, se las apañó para apoderarse «del corazón que todavía latía, con el pulmón y el resto de las vísceras». En 1539, después de haberse trasladado a Padua, un juez que se había interesado por su trabajo hizo que pudiera disponer de los cadáveres de criminales recién ejecutados, e incluso dispuso las cosas para que las ejecuciones tuvieran lugar inmediatamente antes de las lecciones de anatomía de Vesalio. La obra de Vesalio despertó considerable hostilidad. Los piadosos se sorprendieron de saber que hombres y mujeres tenían el mismo número de costillas, pues ¿acaso no nos decía la Biblia que Eva fue creada a partir de la costilla de Adán? Por su parte, los tradicionalistas quedaron tan trastornados cuando Vesalio enumeró unos dos errores anatómicos en las enseñanzas de Galeno, que insistieron en que el cuerpo humano tenía que haber cambiado desde la época del antiguo griego.

1555 Astronomía. Copérnico el loco

Publicación de De revolutionibus orbium coelestium[*], en la que Copérnico propuso que la Tierra se mueve alrededor del Sol, y no al revés, con lo que contradecía a Ptolomeo y al dogma cristiano. «Este loco quiere invertir toda la ciencia de la astronomía», se mofaba Martín Lutero, «pero las Sagradas Escrituras nos dicen que Josué ordenó al Sol que se detuviera, no a la Tierra». Por su parte, la Iglesia Católica no eliminó De revolutionibus de su Índice de libros prohibidos hasta 1835.

1555 Zoología. El misterio de la golondrina, resuelto

Olaus Magnus, arzobispo de Uppsala, Suecia, informó de que en los mares del Norte, en ocasiones los pescadores al izar las redes encontraban peces y golondrinas «colgando juntos en una masa conglomerada». Thomas Pennant, en su British Zoology (1766), dice que el arzobispo

… nos informa muy gravemente de que estas aves se suelen encontrar en masas agrupadas en el fondo de los lagos septentrionales, boca a boca, ala a ala, pata a pata; y que en otoño se arrastran desde los carrizos hasta sus retiros subacuáticos… Que el buen arzobispo no carecía de credulidad, en otros casos, se advierte porque, después de haber llenado el fondo de los lagos con aves, almacena ratones en las nubes, que a veces caen en chubascos abundantes en Noruega y países vecinos.

Otros decían que las golondrinas hibernaban, o cambiaban de especie, o volaban a la Luna y que el vuelo de retorno duraba sesenta días.

1584 Astronomía. Innumerables soles, innumerables tierras

Giordano Bruno, monje y filósofo neoplatónico italiano, publicó De Vinfinito universo e mondi («Sobre el universo infinito y los mundos»), en el que fue más allá que Copérnico y afirmaba que no había un único Sol en el centro del universo, sino que el universo estaba lleno de ellos: «Existen innumerables soles; innumerables tierras giran alrededor de dichos soles de manera similar a como los siete planetas giran alrededor de nuestro sol. Seres vivos habitan en esos mundos». Por esta herejía y otras, Bruno fue quemado en la hoguera en 1600.

1586 Medicina. Un tratamiento para los ojos doloridos

Rodrigo López, portugués de nacimiento, fue nombrado médico de la reina Isabel I de Inglaterra. Entre sus recomendaciones figuraba que podía calmarse el dolor de los ojos doloridos bañándolos en orina. En 1593 fue acusado (casi con toda seguridad falsamente) de planear envenenar a la reina, y el 7 de Junio de 1594 fue colgado, destripado y descuartizado.

1588 Fisiología. ¿Manzanas amorosas?

En su Haven of Health, Thomas Cogan afirmaba que «se cree que las manzanas suprimen la llama de Venus». Sin embargo, cuando durante el período de la Commonwealth del siglo siguiente los puritanos prohibieron que la gente bailara alrededor del poste fálico de las fiestas de mayo, ésta recurrió a bailar en cambio alrededor de manzanos.

1589 Viajes espaciales. Transportado a la Luna por ánsares

Grancis Goodwin, obispo de Llandaff, en Gales, empezó a escribir The Man in the Moon: or, A Discourse of a Voyage Thither, by Domingo Gonsales, que no se publicó hasta 1639, después de la muerte de Goodwin. Es evidente que el obispo estaba al corriente del universo heliocéntrico de Copérnico, y en conjunto su narrativa se desarrolla de acuerdo con las leyes de la física, tal como entonces se entendían, con una considerable mezcla de fantasía. Gonsales es transportado a la Luna en una máquina voladora arrastrada por cuarenta ánsares silvestres, que cada invierno migran a la Luna; se da cuenta de que a medida que se aleja de la Tierra se torna más ligero, y se vuelve de nuevo más pesado a medida que se acerca a la Luna. El satélite está habitado por una variedad de criaturas inteligentes, de aspecto humano, que viven en una especie de utopía. Se aseguran que este estado de cosas idílico continúe porque identifican desde el momento del nacimiento cualquier defecto moral o físico, y todos los niños que padecen de unos u otros son rápidamente exilados de la Luna y enviados a Norteamérica.

1593 Odontología. El chico del diente de oro

El profesor Jakob Horst, de la Academia Julia de Helmstedt, Baja Sajonia, examinó la boca de un niño de siete años, Christoph Müller, acerca del cual habían circulado noticias extraordinarias, en el sentido de que tenía un diente de oro. Cuando Horst contempló la boca del niño vio en efecto, el diente, y al frotarlo con una piedra de toque o basanita confirmó que, realmente, era de oro. Horst atribuyó el diente de oro a las circunstancias astrológicas del nacimiento del niño, el 22 de diciembre de 1585, cuando las alineaciones planetarias, según concluyó, habrían acentuado el calor del Sol, provocando que parte del maxilar del niño se transformara en oro. Lamentablemente para la tesis de Horst, el paso del tiempo (en forma de masticación continuada y de comprobaciones frecuentes con la basanita) desgastaron el oro, mostrando que se trataba sencillamente de una delgada lámina de metal estrechamente ajustada al diente normal que había debajo. Este es el primer ejemplo de una corona dental moldeada. Cuando se descubrió el engaño, el hábil artesano que había diseñado la corona desapareció; en cuanto al desgraciado niño, fue arrojado a la prisión.