No hay comida tan buena que a veces no haga daño. Por una vez que te falta, no rompes con tu amigo para siempre. Incluso el agua ahoga.
Si alguno de mis consejos alguna vez, no te cayó muy bien, o tuvo efectos perniciosos, te ruego que le des una segunda oportunidad. Si vuelve a fracasar, no lo dudes, arranca y rasga la página culpable de este libro.