martillo

Es una época oscura, una época sangrienta, una época de demonios y de brujería. Es una época de batallas y muerte, y del fin del mundo. En medio de todo el fuego, las llamas y la furia, también es una época de poderosos héroes, de osadas hazañas y grandiosa valentía.

Los altos elfos, una raza antigua y orgullosa, parten de Ulthuan, una isla mística de ondulantes llanuras, escarpadas montañas y ciudades resplandecientes. Gobernada por el noble Rey Fénix, Finubar y la Reina Eterna, Alarielle, Ulthuan es una tierra rebosante de magia, famosa por sus magos y poseedora de una historia terrible. Grandes marinos, artesanos y guerreros, los altos elfos protegen su patria ancestral de enemigos cercanos y lejanos. Especialmente de sus malvados parientes, los elfos oscuros, con quienes están enzarzados en una terrible guerra desde hace siglos.

Son tiempos aciagos. A todo lo largo y ancho del Viejo Mundo, desde las tierras del Imperio humano y los caballerescos palacios de Bretonia hasta Kislev, rodeada de hielo y situada en el extremo septentrional, resuena el estruendo de la guerra. En las gigantescas Montañas del Fin del Mundo, las tribus de orcos se reúnen para llevar a cabo un nuevo ataque. Bandidos y renegados asolan las salvajes tierras meridionales de los Reinos Fronterizos. Corren rumores de que los hombres rata, los skavens, emergen de cloacas y pantanos por todo el territorio. Y, procedente de los salvajes territorios del norte, persiste la siempre presente amenaza del Caos, de demonios y hombres bestia corrompidos por los inmundos poderes de los Dioses Oscuros. A medida que el momento de la batalla se aproxima, Ulthuan y todas las tierras civilizadas necesitan héroes como nunca antes.