V
Por más que los sucesivos directores intentaran erradicar el aire de hotel de la Hércules, no lograban conseguirlo. Por más que los administradores cubrieran las viejas inscripciones, éstas emergían de todas partes. Bien resurgía la palabra «Gabinetes» en la sección comercial, bien se percibían de repente las filigranas «Camarera de guardia» sobre la puerta de cristal mate de la oficina de mecanógrafas, o bien aparecían, pintados en las paredes, dedos indicadores dorados con el texto, en francés, «Para las damas». El hotel pugnaba por salir a la superficie.
El becerro de oro, ILF & PETROV