Agradecimientos
Quiero expresar mi cordial gratitud a Ulrich Graf, peluquero, y a Monika Wolff, especialista en tintes, por haberme ayudado una vez más a manejarme por escrito con las tijeras de cortar y los pinceles de teñir, y por todas las historias grandes y pequeñas que, con su ingenio y su mundología, me contaron. Agradezco mucho a mi lectora Ursula Baumhauer sus observaciones y su apoyo. Y a mi amiga Christa Geissler, que dio vida al Peluquero y lo acompañó línea tras línea. Para nosotros siempre estará presente.