Agradecimientos
Al volver la vista atrás, todo escritor reconoce a aquellas personas que desempeñaron un papel fundamental en su carrera. En mi caso, siempre le estaré agradecida a mi madre, Eleanora Clark La May Son, escritora que me inculcó el amor por las palabras y las historias, y que siempre creyó en mí. Muy de cerca le sigue mi marido, Sid, quien me apoyó con un entusiasmo infinito cuando luchaba porque alguien publicase mis libros y cuando después tuve que consolidar mi carrera. Durante este tiempo, mis hijos, Sidney y John, sufrieron generosamente mis plazos de entrega, sin reprocharme nunca que mi trabajo se convirtiera en el centro de mi vida. Hasta hoy, me han animado y celebrado conmigo los éxitos. También ha sido fundamental en mi carrera mi editora, Ellen Edwards, que me ha apoyado y siempre ha respetado mi estilo literario, editando a ciegas mi trabajo y permitiéndome producir buenos libros con argumentos originales y memorables. Quiero también dar las gracias a mi agente, Steven Axelrod, piedra angular en mi profesión durante todos estos años. Por último, aunque no por ello menos importante, siempre estaré agradecida a mis maravillosos lectores, sin quienes mi viaje literario nunca hubiese sido posible.