UNA NOTICIA... ¿BUENA?

 

 

C elia salió del baño muy pálida y preocupada.

—¿Estas bien? —preguntó Marta al verla.

—Creo que estoy embarazada —dijo provocando que Marta empezara a dar saltos de alegría.

—¡Qué bien! ¡Felicidades! —gritó. Pero Celia la tapó la boca de inmediato.

—Shhh, no quiero que se entere nadie —dijo preocupada.

—¿Por qué? —preguntó su amiga en un susurro.

—Hoy Lucas sale del hospital, y no quiero preocuparle, está feliz. —Se sentó en una silla y suspiró.

—Tonterías. —Se sentó a su lado—. ¿Crees que no le va a gustar la idea de ser padre?

—Él siempre ha tenido relaciones cortas y sin compromisos. Y…

—Y nada, Celia. Él te ama y seguro que esta noticia lo hará muy feliz —aseguró intentando convencerla.

—Puede que sí, pero de momento no quiero decirle nada. Tampoco estoy muy segura de sí estoy embarazada. —Levantó la vista justo cuando entraba Carlos por la puerta.

—Hola, chicas —dijo suavemente—. Celia, ¿podemos hablar? 

—Claro, Carlos —le respondió. Marta se levantó de la silla. 

—Os dejo solos. —Y tras despedirse con la mano, salió de la habitación.

—Dime, Carlos —dijo observando cómo se sentaba a su lado.

—Te quería pedir perdón por todo. Si no fuera por Lucas, ahora estaría muerto —confesó—. Cuando nos perdimos, seguí con mis bromas pesadas y él se molestó. No nos hemos vuelto a pegar, pero faltó muy poco. Me contó vuestra historia y aunque parece mentira, lloré por lo bonita que es. Os amáis tanto que me da envidia. —Tragó saliva—. Mi temperatura corporal bajó mucho y estaba perdiendo el conocimiento. Lucas me dio su abrigo y se alejó para ir a buscar ayuda. Gracias a él, sobreviví. —Se le escapó una lágrima y Celia se la secó enseguida—. Perdóname.

—No tengo nada que perdonarte, no lo sabías —dijo sonriendo—. Estáis bien los dos y eso es lo más importante. Ahora alegra esa cara, tenemos que entrar a ver a Lucas.

—Gracias, Celia. Eres una persona increíble. —La ayudó a levantarse y se dirigieron a la sala de espera para encontrarse con los demás.

 

* * *

 

—Es una pena que nos tengamos que despedir —le dijo Marta con amargura—. Espero volver a veros.

—Eso seguro, no lo dudes Marta —aseguró Lucas sonriendo—. Nos mantendremos en contacto, tenemos que recuperar los datos de la investigación y seguir con ella el año que viene. —Bajó su mirada para observar cómo Hugo jugaba con la mano de Marta.

Esos días que habían pasado en el hospital debieron hablaron mucho y Hugo perdonó a Marta. Ya eran pareja, y además, una muy feliz.

—Yo no os voy a echar de menos —bromeó Carlos y todos rieron ante su comentario.

—Yo creo que esta noche vas a mojar la almohada, Carlos —comentó Lucas riendo. Carlos gruñó a modo de respuesta.

—Chicos, el camión está preparado —avisó Javier acercándose a ellos.

—Ven y dame un abrazo, Javier —pidió Celia. Él enseguida lo hizo—. Gracias por cuidarnos —pronunció sus palabras al borde de las lágrimas.

—Hey, no llores Celia. Nos veremos el año que viene —aseguró. Lucas subió las maletas en el camión.

—Adiós, Celia —dijo Hugo a la vez que la abrazaba—. Me alegro mucho por vosotros dos.

—Y yo por vosotros —dijo ella—. Marta es una gran chica y a veces cometemos errores sin querer.

—Y tu intenta no cometer uno ahora —advirtió. Celia levantó una ceja—. Tienes que decirle a Lucas que estás embarazada —susurró—. Antes de que sea demasiado tarde, no querrás que piense que le estás ocultando cosas o que no quieres compartir con él esa alegría.

—Tengo miedo, Hugo —confesó.

—Te ama, eso es todo lo que tienes que saber. —Le dio un beso en la mejilla y luego se despidió de Lucas.

—Adiós pareja —gritó Marta cuando el camión arrancó—. Nos vemos el año que viene.

Se quedaron pensativos los dos mientras el camión se alejaba del hospital. Lucas estrechó la mano de Celia con fuerza y sonrió con miedo.

Estaban preocupados por cómo se tomaría Ángel la noticia. Ellos pensaban que no estaría de acuerdo con la relación que estaban empezando.