La Camorra napolitana, el Sistema, es una organización empresarial con ramificaciones por todo el planeta, incluyendo muchas ciudades españolas. Se ocupa de negocios muy diversos: desde la industria textil hasta el reciclaje de residuos, pasando por la droga o la especulación urbanística.En este relato trepidante y revelador, que es literatura de la buena con una sólida base documental, Roberto Saviano reconstruye la lógica del poder y la expansión de los clanes originarios de Nápoles. El autor ha recibido amenazas de muerte y vive escondido bajo protección policial.«Mucho se ha escrito sobre el otro Nápoles, pero pocas veces con tanta información y sensación de verdad».ABC

No hay duda de que Roberto Saviano, a través de Gomorra, ha tirado de la manta para descubrir una realidad patente y todavía muy desconocida como es la delincuencia de la mafia. Su obra, más que calidad literaria, tiene valor, retrata la verdad, por muy peligroso que sea hacerlo. Ese es su mérito. Sin embargo, con Lo contrario de la muerte, al lector -o, sobre todo, al comprador del libro- le asaltan ciertas dudas. Y es que el libro está inflado en tamaño, tanto, que al final del mismo la editorial ocupa once páginas en publicar los últimos títulos de la colección. Debería haberse elegido un formato más sincero para esta publicación o bien reunir más de dos relatos para componer un conjunto más interesante que el que contiene este volumen.

En lo estrictamente literario, Saviano vuelve a estremecer con dos historias cruelmente realistas. En la primera, ‘Regreso de Kabul’, narra cómo los jóvenes italianos sin futuro se enrolan en el ejército dejando atrás familia, novias y amigos. Lo que aparentemente son misiones de paz, para los soldados acaban siendo auténticas acciones bélicas aunque sólo sea por las consecuencias. Una bala perdida, un atentado o un accidente se lleva las vidas de los militares con apenas veinte años. El autor se fija en Enzo, un joven italiano destinado a Afganistán, a través del testimonio de su novia Maria. El otro texto, ‘El anillo’, es más personal, autobiográfico. En este relato Saviano recuerda su juventud, en la que conoció a la camorra y se centra en el destino de Giusseppe y su madre, claro ejemplo de la carencia de medios de la Italia pobre y condenada a pasar por el ingrato aro de la mafia.

Este libro es un breve aperitivo, una pieza demasiado breve y que puede completar Gomorra para retratar la realidad de la sociedad italiana actual, la que no se conoce pero la que sufre (o hace sufrir). Lo contrario de la muerte es, tal vez, un libro que no se comprende lo suficiente en su contexto sin la lectura previa de Gomorra. Roberto Saviano sabe mucho y sabe contarlo, pero el problema de la literatura es que, cuando se cuenta la verdad, parece ficción, y cuando se novela, parece que se dice la verdad.

"Zero zero zero" flour is the finest, whitest available. "Zero zero zero" is also the nickname among narcotraffickers for the purest, highest quality cocaine on the market. And it is the title of Roberto Saviano’s unforgettable exploration of how the cocaine trade knits the world into its dark economy and imposes its own vicious rules and moral codes on its armies and, through them, on us all.

Saviano’s , his explosive account of the Neapolitan mob, the Camorra, was a worldwide publishing sensation. It struck such a nerve with the Camorra that Saviano has lived with twenty-four hour police protection in the shadow of death threats for more than seven years. During this time he has become intimate with law enforcement agencies around the world. Saviano has broadened his perspective to take in the entire global corporate” entity that is the drug trade in cooperation with law enforcement officials, who have fed him information and sources and used him to guide their own thinking and tactics. Saviano has used this extraordinary access to feed his own groundbreaking reportage.

The result is a truly amazing and harrowing synthesis of intimate literary narrative and geopolitical analysis of one of the most powerful dark forces in the global economy. In , Saviano tracks the shift in the cocaine trade’s axis of power, from Colombia to Mexico, and relates how the Latin American cartels and gangs have forged alliances, first with the Italian crime syndicates, then with the Russians, Africans, and others. On the one hand, he charts an astonishing increase in sophistication and diversification as these criminal entities diversify into many other products and markets. On the other, he reveals the threat of violence to protect and extend power and how the nature of the violence has grown steadily more appalling.

Saviano is a journalist of rare courage and a thinker of impressive intellectual depth and moral imagination, able to see the connections between far-flung phenomena and bind them into a single epic story. Most drug-war narratives feel safely removed from our own lives; Saviano offers no such comfort. As heart racing as it is heady, is a fusion of a variety of disparate genres into a brilliant new form that can only be called .

Mira la cocaína: verás polvo. Mira a través de la cocaína: verás el mundo. «Escribir sobre la cocaína —en palabras del autor— es como consumirla. Cada vez quieres más noticias, más información, y las que encuentras son suculentas, ya no puedes prescindir de ellas… Cuanto más desciendo en los círculos blanqueados de la coca, más me percato de que la gente no sabe. Hay un río que corre bajo las grandes ciudades, un río que nace en Sudamérica, pasa por África y se ramifica hacia todas partes. Hombres y mujeres pasean por la Via del Corso y por los bulevares parisinos, se reúnen en Times Square y caminan con la cabeza gacha por las avenidas londinenses. ¿No oyen nada? ¿Cómo lo hacen para soportar todo ese ruido?»

A partir del éxito que supuso la publicación de Gomorra, Roberto Saviano se vio obligado a vivir con protección. Así, desde octubre de 2006, ha tenido que vivir oculto y acompañado siempre por varios guardaespaldas, cambiando frecuentemente de lugar de residencia y sin poder disfrutar de la libertad. Sin embargo, su conciencia de escritor se mantiene, y buena prueba de ello son estos dos textos que publicó en 2008 en Italia. En ellos, habla de lo que mejor conoce, el sur de Italia y en concreto Nápoles y sus habitantes. El primero, “El anillo”, sobre el asesinato de dos inocentes en Nápoles, es una reflexión sobre cómo desde fuera se condena a la gente de Nápoles, de modo que hasta las víctimas son vistas como culpables. En el segundo, “Lo contrario de la muerte”, la historia de una joven viuda de guerra, muestra una sociedad en que el ejército es una de las pocas salidas posibles, y donde “la última guerra” no es la segunda guerra mundial sino el conflicto más reciente donde ha ido una misión de paz italiana.

Sigillano silenzi, sanciscono alleanze, impartiscono assoluzioni e infliggono condanne, i baci feroci. Baci impressi a stampo sulle labbra per legare anima con anima, il destino tuo è il mio, e per tutti il destino è la legge del mare, dove cacciare è soltanto il momento che precede l’essere preda. La paranza dei Bambini ha conquistato il potere, controlla le piazze di spaccio a Forcella, ma da sola non può comandare. Per scalzare le vecchie famiglie di Camorra e tenersi il centro storico, Nicolas ’o Maraja deve creare una confederazione con ’o White e la paranza dei Capelloni. Per non trasformarsi da predatori in prede, i bambini devono restare uniti. Ed è tutt’altro che facile. Ogni paranzino, infatti, insegue la sua missione: Nicolas vuole diventare il re della città, ma ha anche un fratello da vendicare; Drago’ porta un cognome potente, difficile da onorare; Dentino, pazzo di dolore, è uscito dal gruppo di fuoco e ora vuole eliminare ’o Maraja; Biscottino ha un segreto da custodire per salvarsi la vita; Stavodicendo non è scappato abbastanza lontano; Drone, Pesce Moscio, Tucano, Briato’ e Lollipop sono fedeli a Nicolas, però sognano una paranza tutta loro... Fra contrattazioni, tradimenti, vendette e ritorsioni, le vecchie famiglie li appoggiano per sopravvivere o tentano di ostacolarli, seminando discordia direttamente in seno alle paranze. Una nuova guerra sta per scoppiare? Prosegue il ciclo della Paranza dei bambini e Roberto Saviano torna a raccontare i ragazzi dei nostri giorni feroci, nati in una terra di assassini e assassinati, disillusi dalle promesse di un mondo che non concede niente, tantomeno a loro. Forti di fame. Forti di rabbia. Pronti a dare e ricevere baci che lasciano un sapore di sangue. Non voglio il bacio sulla guancia che si prende l’affetto. Non voglio il bacio sulle labbra che si prende l’amore. Voglio il bacio feroce che si prende tutto.

Dieci ragazzini in scooter sfrecciano contromano alla conquista di Napoli. Quindicenni dai soprannomi innocui – Maraja, Pesce Moscio, Dentino, Lollipop, Drone –, scarpe firmate, famiglie normali e il nome delle ragazze tatuato sulla pelle. Adolescenti che non hanno domani e nemmeno ci credono. Non temono il carcere né la morte, perché sanno che l’unica possibilità è giocarsi tutto, subito. Sanno che “i soldi li ha chi se li prende”. E allora, via, sui motorini, per andare a prenderseli, i soldi, ma soprattutto il potere. La paranza dei bambini narra la controversa ascesa di una paranza – un gruppo di fuoco legato alla Camorra – e del suo capo, il giovane Nicolas Fiorillo. Appollaiati sui tetti della città, imparano a sparare con pistole semiautomatiche e AK-47 mirando alle parabole e alle antenne, poi scendono per le strade a seminare il terrore in sella ai loro scooter. A poco a poco ottengono il controllo dei quartieri, sottraendoli alle paranze avversarie, stringendo alleanze con vecchi boss in declino. Paranza è nome che viene dal mare, nome di barche che vanno a caccia di pesci da ingannare con la luce. E come nella pesca a strascico la paranza va a pescare persone da ammazzare. Qui si racconta di ragazzini guizzanti di vita come pesci, di adolescenze “ingannate dalla luce”, e di morti che producono morti. Roberto Saviano entra implacabile nella realtà che ha sempre indagato e ci immerge nell’autenticità di storie immaginate con uno straordinario romanzo di innocenza e sopraffazione. Crudo, violento, senza scampo. E ti pare che io mi metto paura di un bambino come te? Io per diventare bambino c’ho messo dieci anni, per spararti in faccia ci metto un secondo.