Desde mi ataúd
Julián Rodríguez ha muerto, pero en lugar de ser llevada al descanso eterno, su alma ha quedado vagando en esta tierra. Con el propósito de que el vuelva a creer en Dios y seguir protegiendo a sus seres queridos recibe la ayuda de un ángel guardián quien lo guaira por esta nueva forma de vivir. A la misma vez, se verá ahora destinado a ayudar a personas que un día fueron creyentes de un Dios todo poderoso y amoroso, y que de repente han dejado de creer debido a las terribles cosas que les han sucedido a lo largo de su vida. Ahora están en una incansable lucha por simplemente vivir sin creer. ¿Cómo un hombre que ha dudado de las obras de Dios, puede ahora ayudar a otros a volver a creer en su amor y gracia?