¡Sí se puede!
No podemos saber si ganaremos o no esta batalla. Pero si algo tenemos claro es que hemos llegado muy lejos, demasiado lejos, como para bajar los brazos. Así que a empujar con fuerza, más que nunca, llenemos las calles de primavera verde, porque Goliat está contra las cuerdas. Nosotros, la gente, los ciudadanos de a pie, las personas corrientes, no tenemos sus medios para comprar titulares. Pero tenemos una cosa que ellos no tienen. Quizá el arma más poderosa de todas. Contra el juego sucio y las cloacas del sistema, la fuerza de la razón y del corazón. Dedicado a esta gran familia que forman las PAH y a todas las personas que aportan su tiempo desinteresadamente y lo mejor de ellas mismas en defensa del derecho a la vivienda y la justicia social. Dedicado a todas las personas que sueñan con una democracia real. ¡Porque sí se puede!