Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.
Francisco Caudet Yarza (Frank Caudett) nace en Barcelona en 1939, ya en la infancia manifiesta su inclinación hacia la literatura y se apasiona con la lectura de clásicos franceses y rusos (Dumas, Tolstoi, Verne), autores que simultánea con los españoles de la novela de kiosco como Mallorquí, Donald Curtis, Mark Halloran y otros. Debuta en 1965 en el mundo de los 'bolsilibros' con la madrileña Editorial Rollán que le publica su primer original en la legendaria serie FBI, con el títulode 'Enigma'. Dos años después la barcelonesa Bruguera le ofrece un contratode colaboración en exclusiva para novelas de bolsillo, empresa que comercializa durante años sus originales que rozan los cuatrocientos títulos y que firma con el más conocido de sus seudónimos: Frank Caudett.
Los ojos de la mujer eran ligeramente oblicuos. A Baxter le pareció vagamente conocida, aunque, en aquel momento, no lograba establecer el dato que le permitiese recordar la identidad de la hermosa. Ella era portadora de un gran bolso, cubierto exteriormente de numerosas escamas metálicas, mayores que lentejuelas comunes y mayores, también, que las escamas de su espectacular vestido. Había otro espectador de excepción: Brookson Mulliner, el millonario caprichoso, como se le denominaba, debido a su afición por coleccionar objetos de valor, siempre que fuesen de la mayor rareza posible. Baxter sabía que Mulliner no descendía a tener en su casa objetos tan «vulgares» como un Goya o un Picasso. Pero sí daría algo muy importante por poseer el diamante cúbico de Cynthia van Korn. De repente, se oyó una fuerte voz en la entrada de la sala: —¡Han robado el collar azul!
Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans. Su carrera se inició a mediados de los años cincuenta, en plena época de esplendor de la literatura popular. Como funcionario de prisiones, durante algún tiempo compaginó su trabajo con la creación literaria, hasta que en 1962, y en vista del gran éxito cosechado entre los lectores, solicitó y obtuvo la excedencia para dedicarse por completo a la escritura. Aunque publicó en varias editoriales, fue durante largos años el autor estrella de la barcelonesa Editorial Toray, para la que escribió novelas de guerra y, sobre todo, de ciencia ficción.
Francisco Caudet Yarza (Frank Caudett) nace en Barcelona en 1939, ya en la infancia manifiesta su inclinación hacia la literatura y se apasiona con la lectura de clásicos franceses y rusos (Dumas, Tolstoi, Verne), autores que simultánea con los españoles de la novela de kiosco como Mallorquí, Donald Curtis, Mark Halloran y otros. Debuta en 1965 en el mundo de los 'bolsilibros' con la madrileña Editorial Rollán que le publica su primer original en la legendaria serie FBI, con el títulode 'Enigma'. Dos años después la barcelonesa Bruguera le ofrece un contratode colaboración en exclusiva para novelas de bolsillo, empresa que comercializa durante años sus originales que rozan los cuatrocientos títulos y que firma con el más conocido de sus seudónimos: Frank Caudett.
Luis García Lecha (Haro, La Rioja, 11 de junio de 1919 - Barcelona, 14 de mayo de 2005), fue un novelista y guionista de cómic español. Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española (bolsilibros). Compuso dos mil tres novelas largas de gran variedad de géneros, casi seiscientas de ellas de ciencia ficción, para editoriales especializadas en este tipo de literatura, fundamentalmente de Barcelona, donde estuvo viviendo, como Toray, Bruguera, Ediciones B, Editorial Andina y Ediciones Ceres. Cultivó también el western, el género bélico, el policíaco y el de terror y usó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G. Milk, Glenn Parrish, Casey Mendoza, Konrat von Kasella y Elmer Evans.
JAMES Easton era un agente de banca y bolsa de cierto renombre en la ciudad de Nueva York. James Easton, era en realidad, un marrullero. Siempre jugaba a la baza fácil y bien remunerada. Para Easton los negocios eran los negocios. No sentía el menor escrúpulo de conciencia al meter la mano en algo que no fuese demasiado limpio. ¡Había que vivir! Vivir costaba 'pasta'. Y había que agenciarse el dinero de la forma que fuese. Cuanto más cómoda y con menos esfuerzo, por supuesto, que mejor.
Francisco Caudet Yarza (Frank Caudett) nace en Barcelona en 1939, ya en la infancia manifiesta su inclinación hacia la literatura y se apasiona con la lectura de clásicos franceses y rusos (Dumas, Tolstoi, Verne), autores que simultánea con los españoles de la novela de kiosco como Mallorquí, Donald Curtis, Mark Halloran y otros. Debuta en 1965 en el mundo de los 'bolsilibros' con la madrileña Editorial Rollán que le publica su primer original en la legendaria serie FBI, con el títulode 'Enigma'. Dos años después la barcelonesa Bruguera le ofrece un contratode colaboración en exclusiva para novelas de bolsillo, empresa que comercializa durante años sus originales que rozan los cuatrocientos títulos y que firma con el más conocido de sus seudónimos: Frank Caudett.
Francisco Caudet Yarza (Frank Caudett) nace en Barcelona en 1939, ya en la infancia manifiesta su inclinación hacia la literatura y se apasiona con la lectura de clásicos franceses y rusos (Dumas, Tolstoi, Verne), autores que simultánea con los españoles de la novela de kiosco como Mallorquí, Donald Curtis, Mark Halloran y otros. Debuta en 1965 en el mundo de los 'bolsilibros' con la madrileña Editorial Rollán que le publica su primer original en la legendaria serie FBI, con el títulode 'Enigma'. Dos años después la barcelonesa Bruguera le ofrece un contratode colaboración en exclusiva para novelas de bolsillo, empresa que comercializa durante años sus originales que rozan los cuatrocientos títulos y que firma con el más conocido de sus seudónimos: Frank Caudett.
¿Gotas? Claro. ¡ES SANGRE!Sangre, sí. ¿Por qué? ¿De dónde surge esa sangre?De súbito veo más. Veo como esos dedos sufren una extraña, incomprensible metamorfosis y se convierten, se transforman, ¡en las alas abiertas de un enorme murciélago, con pico!La melodía sigue sonando.Y el murciélago revolotea cruel, macabro, chorreando sangre por el pico y las alas.
A Bruce Barsom le fastidiaba sobremanera la tarea que estaba desempeñando, pero no tenía otro remedio que hacerla. Al fin y al cabo, en las «páginas amarillas» se anunciaba para toda clase de servicios». Por tanto, alguien le había contratado para pasear un horrible chucho, que parecía el compendio y summum de toda fealdad, y que, además, tenía un genio espantoso.Barsom, sin embargo, había sabido domesticarlo. El primer día tuvo que aguantar como pudo las trastadas del infecto bicho, que se empeñaba en destrozarle los bajos de los pantalones y los calcetines, sin parar cuenta en que tales prendas cubrían sus tobillos. Al segundo día, salió de casa provisto de un bastón, con el que dio un par de ligeros toques al animal. El perro, en medio de todo, era inteligente y aprendió muy pronto la lección.
El terror no conoce país específico, tierra natal, ni solar materno en donde haya visto la luz por primera vez; el terror es apátrida. No sabe, además, discriminar entre los hombres sea cual sea su religión, credo político, status social, raza o color de su piel. El terror es algo etéreo, algo que nunca hemos llegado a palpar con la yema de los dedos. Algo que al sentirlo tan cerca y tan dentro de nosotros nos ha hecho estremecer, nos ha movido al impulso de sacudidas epilépticas, ha obligado a nuestras gargantas a proferir gritos, alaridos o aullidos infranaturales.
De pronto, notó un leve roce en uno de los tobillos. Alzó la cabeza. Una cosa oscura, cilíndrica, reptaba hacia él, enroscándose como una serpiente en su pierna derecha.Otra cuerda subió y pasó por encima de su cintura. La arrojó lejos de un manotazo. Luego saltó al suelo, pero, de pronto, la liana que tenía enroscada en la pierna tiró de él y le hizo caer de bruces.Forcejeó con la segunda de las lianas, que buscaba su cintura. Haciendo, un terrible esfuerzo, consiguió ponerse en pie.Una tercera serpiente avanzó hacia él, oscilando espantosamente en el aire. Quería llegar a la cocina, a alguna parte donde encontrase un arma cortante, pero las enredaderas gigantizadas se lo impidieron.De pronto, sintió un terrible tirón y cayó de espaldas. Una liana buscó su cuello. Agarrándola con ambas manos, se esforzó por partirla en dos, sin conseguirlo.Otra serpiente vegetal se enroscó en torno a su muslo izquierdo. Se sentía desesperado, dándose cuenta de que su derrota era cuestión de minutos.
MONIQUE Dubois es una mujer realmente impresionante; una auténtica fuera de serie. Su belleza arrasa los cauces de la normalidad y deja atrás las fronteras de lo inverosímil para alcanzar un grado de exquisita perfección que debe causar estupor a la propia natura creadora. Todo se inicia en los matices rubio-cenicientos de su largo cabello, sedoso, que cual moldura de terciopelo acaricia el óvalo de su rostro en el que tienen vida, movimiento y color, unas pupilas de dispar tonalidad… son verdes, deben serio, no obstante, cuando la claridad reverbera en ellas surgen de los globos oculares unos destellos en principio ambarinos, después azulados, más tarde violáceos, que acaban por convencer de que en el interior de sus órbitas oblicuas, chinescas, tiene albergue un doble, magistral y fabuloso arco iris.
Aquella cosa parecía andar, pero se arrastraba por las oscuras y desiertas calles de la aldea. O quizá andaba, pero parecía arrastrarse.Todo era cuestión de matices y de las sensaciones visuales de los posibles testigos, pero, en aquellos momentos, la gente dormía en sus casas. Algún perro ladró, aunque nadie le hizo caso; solía acontecer a menudo y los ladridos de los canes ya no turbaban el sueño de los pacíficos habitantes de Nottyburn.La cosa parecía seguir un rumbo determinado. Su estatura era la de un hombre bien conformado, pero, en cambio, el volumen alcanzaba casi el doble. Su figura recordaba vagamente la de un ser humano: cabeza, brazos, piernas, ojos… y poco más. Sin embargo, la dificultad de sus movimientos era patente.O quizá caminaba despacio debido a que no deseaba turbar la tranquilidad nocturna de la población.La cosa llegó al fin ante una casa, en cuyo rótulo podía leerse se vendía de todo. Una de sus manos —¿garra, zarpa, aleta?— tanteó la puerta. Estaba cerrada. Se acercó a una de las ventanas, escaparate más bien, y miró hacia el interior.
Francisco Caudet Yarza (Frank Caudett) nace en Barcelona en 1939, ya en la infancia manifiesta su inclinación hacia la literatura y se apasiona con la lectura de clásicos franceses y rusos (Dumas, Tolstoi, Verne), autores que simultánea con los españoles de la novela de kiosco como Mallorquí, Donald Curtis, Mark Halloran y otros. Debuta en 1965 en el mundo de los 'bolsilibros' con la madrileña Editorial Rollán que le publica su primer original en la legendaria serie FBI, con el títulode 'Enigma'. Dos años después la barcelonesa Bruguera le ofrece un contratode colaboración en exclusiva para novelas de bolsillo, empresa que comercializa durante años sus originales que rozan los cuatrocientos títulos y que firma con el más conocido de sus seudónimos: Frank Caudett.
Muchas personas recibieron octavillas similares. No es aventurado suponer que la inmensa mayoría las destruyeron apenas recibidas. Simplemente, consideraban aquel mensaje —si de tal podía calificarse— como una propaganda de nueva especie. Otras personas, en cambio, escribieron al apartado mencionado. Todas, naturalmente, sostenían ser oriundos de Marte. Dennis Horton fue uno de los que recibieron la octavilla. Leyó las frases escritas y luego, tras convertir el papel en una bola, lo arrojó a un rincón. Semanas más tarde, en uno de los periódicos de mayor circulación, apareció un anuncio, sobrio de contenido, pero detonante en su expresión: ¡MARCIANOS, NUESTRO DESTIERRO TOCA A SU FIN!
Francisco Caudet Yarza (Frank Caudett) nace en Barcelona en 1939, ya en la infancia manifiesta su inclinación hacia la literatura y se apasiona con la lectura de clásicos franceses y rusos (Dumas, Tolstoi, Verne), autores que simultánea con los españoles de la novela de kiosco como Mallorquí, Donald Curtis, Mark Halloran y otros. Debuta en 1965 en el mundo de los 'bolsilibros' con la madrileña Editorial Rollán que le publica su primer original en la legendaria serie FBI, con el títulode 'Enigma'. Dos años después la barcelonesa Bruguera le ofrece un contratode colaboración en exclusiva para novelas de bolsillo, empresa que comercializa durante años sus originales que rozan los cuatrocientos títulos y que firma con el más conocido de sus seudónimos: Frank Caudett.
En el espacio de unoscuarenta años, muy pocos desde luego, el satanismo se ha convertido en unaespecie de pájaro infernal cuyas alas se extienden a todo lo largo y ancho deGran Bretaña. De núcleo dedicado en exclusivaa un pequeño número de individuos excéntricos y pervertidos sexuales, ha pasadoa constituir una amplia red nacional —con miembros procedentes de cualquier yde todos los estatus sociales—, una peligrosa organización que se desarrolla conalarmante celeridad.