Reinaldo Arenas

Antes que anochezca

El 7 de diciembre de 1990 el escritor cubano Reinaldo Arenas, en fase terminal del SIDA, se suicidaba en Nueva York dejando este estremecedor testimonio personal y político, que terminó apenas unos días antes de poner fin a su vida. Arenas, en efecto, reunía las tres condiciones más idóneas para convertirse en uno de los muchos parias engendrados por el infierno inquisitorial y carcelario de la Cuba castrista : ser escritor, homosexual y disidente. Silencien o no la presencia de este libro los interesados en perpetuar el engaño, deseamos que sean cada vez menos los que aún digan que ignoran qué encubría, y encubre, el célebre «paraíso caribeño» del patriarca Fidel Castro. De los bajos fondos de la Habana, donde reptan los excluidos del sistema, a la dificultad de vivir, una vez en el exterior, negándose a la discreta neutralidad que la izquierda bien pensante espera de un exiliado cubano, la vida de Arenas fue, muy a pesar suyo, una continua peripecia vital e intelectual.

Reinaldo Arenas

Celestino antes del alba

La novela, la primera obra de Reinaldo Arenas, es la única que fue publicada en la Habana, tras haber obtenido el primer premio en un concurso nacional en el que Alejo Carpentier formaba parte del jurado. Esta primera edición cubana se agotó en una semana, pero pese a su éxito, o quizá por eso, jamás se volvió a autorizar la publicación de una obra de Arenas en Cuba. Esta prohibición se debe más al papel que Arenas jugó en la revolución cubana, a favor en un primer momento y decididamente en contra más tarde, que a la propia novela en sí, que carece de referencias al régimen de Fidel Castro, no así en obras posteriores, como en «Otra vez el mar». La obra de Arenas, en cualquier caso, puede ser escandalosa por motivos bien distintos a los políticos.Reinaldo Arenas la describió como «una defensa de la libertad y de la imaginación en un mundo contaminado por la barbarie, la persecución y la ignorancia». Sólo queda añadir que son más de doscientas páginas de lo mismo: un encadenamiento de situaciones demenciales, grotescamente oníricas, más propias un infierno del Bosco que de un realismo mágico intensificado por mil. El mismo protagonista lo dice al comienzo: «Esta casa siempre ha sido un infierno».La muerte no afecta a los personajes y sin embargo es una presencia inmensa y constante que los amenaza a cada instante. Nada más empezar la novela la madre del protagonista se arroja al pozo una y otra vez, condenada a repetir la misma muerte, y al mismo tiempo nunca llega a hacerlo. Todos los personajes de la casa de Celestino mueren en un momento u otro, y todos vuelven a la acción como si nada hubiera pasado. La muerte prácticamente queda equiparada al sueño, y despertar es entonces volver a la vida. Se encuentran en un plano difuso entre la vida y la muerte, un mundo que se conecta con otros mundos y al que acceden seres sobrenaturales como fantasmas, brujas, duendes y otros espíritus. En uno de los momentos finales de la obra alguien dice al protagonista que está condenado a la eternidad, aunque eso es en realidad cierto desde la primera página. De cualquier otra manera no es posible concebir que estén más de cien años sin probar bocado, acostumbrados a vivir del aire.En este infierno el elemento constante es la violencia, cuyo episodio más intenso es cuando la familia se come el cuerpo del abuelo recién muerto, como si fueran perros salvajes. Los personajes son destructivos unos con otros. En el centro de este torbellino está el abuelo, con su hacha, eternamente enfrentado a Celestino, culpable de la muerte de todos sus primos. No en vano se dice en un momento «mamá y abuelo […] se pasan el día tratándonos de matar de veinte maneras distintas». La madre, sin embargo, tiene una doble cara, como si debajo de esa capa de violencia se escondiera una segunda madre cariñosa y comprensiva, que lleva al protagonista a pensar «yo sé que ella es buena y me quiere». El único personaje que se mantiene siempre al margen de esta violencia es Celestino. Él y su primo, que hace de narrador y de protagonista de la historia, se hacen hermano de sangre. Este narrador no se salva de la violencia, ya que está permanentemente planeando la muerte de sus abuelos. Incluso los elementos más apacibles del paisaje participan de esa violencia, y es por eso que es posible que dos pedazos de nubes choquen entre ellas y salten en pedazos que caigan sobre la casa, destruyéndola y aplastando a todos sus habitantes.Celestino, ese personaje puro hacia el que todos proyectan su odio, podría considerarse en realidad como un álter ego de Reinaldo Arenas. Su vocación, lo único que se le da bien, es ser poeta. Escribe sin cesar en todas las superficies que encuentra, y finalmente en los troncos de los árboles. Nada puede hacerlo despertar del trance poético en que cae cuando escribe, ni los truenos que revienten sobre su cabeza, ni el abuelo con el hacha. Aunque ninguno de los personajes sabe leer todos sospechan que hay algo perverso en la dedicación de poeta. El abuelo se dedica incansablemente a talar los árboles en los que Celestino ha escrito, y esa condición de poeta hace que sean la vergüenza de todo el vecindario. Sólo el primo de Celestino parece comprender su vocación poética, aunque tampoco sabe leer, pero tiene la capacidad de intuir lo maravilloso de su escritura. Una escritura que no acaba nunca porque nunca ha llegado a empezar de verdad.Ante tanto surrealismo encadenado la dimensión onírica adquiere una función importantísima. Los primos dicen, en uno de sus bailes sobre el techo de la casa: «piensa menos, sueña más, y duerme». Más adelante esos mismos primos, convertidos ya en coro de niños muertos afirmarán: «Ya no sé distinguir entre lo que veo y lo que imagino ver». Las visiones son una forma de interpretar la realidad que da cierta coherencia a todo lo que ocurre en la historia. El narrador se plantea el carácter de estas visiones, que en alguna ocasión atribuye al hambre y en otras a la soledad: «A mí no me gusta vivir tan lejos de la gente, pues se pasa uno la vida entera viendo visiones. Y lo peor es que nunca se puede decir si son visiones o no lo son, porque no hay más nadie por todo este lugar. Y solamente estamos nosotros para verlas».Pero todo lo que pueda decirse de «Celestino antes del alba» son tan sólo detalles entresacados de una lectura tremendamente personal. Se trata de una novela de la que es difícil decir algo y afinar en el sentido en que todo lo que ocurre es muy interpretable. Su lectura es quizá demasiado difícil, porque el sentido hay que interpretarlo de forma general. Carece de una encadenación de consecuencias y de efectos y de una secuencia verosímil, seguramente porque su referencia no es el mundo real, sino que crea su propio mundo ficticio, con sus propias normas, tan ajenas a nuestro mundo real que necesariamente tienen que chocar. Un libro que no dejará indiferente a nadie, un libro que se odia, tanto como se odia a Celestino ―también por lo incomprensible de su escritura―, o se ama. Al fin y al cabo, una buena dosis de surrealismo en vena, muy necesaria para el mundo pragmático y lógico que nos ha tocado vivir. Un reto para cualquier lector en cada una de sus páginas.

Reinaldo Arenas

El color del verano

Es pleno verano y en la isla de Cuba comienza el gran carnaval que festeja los cincuenta años en el poder de Fifo, dictador ya viejo y enloquecido. Con agilidad y sarcasmo, en un relato lleno de divertidos guiños al lector, el escritor cubano Reinaldo Arenas, autor de las célebres memorias tituladas Antes que anochezca, describe los actos desaforados que se han programado en homenaje al tirano, y también ´la vida subterránea de una juventud desgarrada, erotizada´, pero que se niega a aceptar la prisión en que se ha convertido la isla. Los atropellos y luchas para arrimarse al poder, las triquiñuelas que permiten sobrevivir en la miseria, la más dura represión, todo estalla durante la gran fiesta, para desencadenar los deseos más desinhibidos, los rencores, las intrigas y el miedo. Porque, entre burlas y veras, la novela testimonial El color del verano narra el horror y la imposibilidad de acceder a un futuro mejor.

Reinaldo Arenas

La loma del angel

La loma del ángel es una versión desenfadada, herética y remota de la obra de Cirilo Villaverde, Cecilia Valdés. Tomando libremente personajes y anécdotas de la obra de Villaverde, Arenas ha creado una obra irreverente, sarcástica, dura y al mismo tiempo dulce y amorosa. Con el poderío imaginativo que caracteriza su obra, Reinaldo Arenas despliega ante nosotros la visión terrible de un mundo dominado por la maldad, el caos y el absurdo. La loma del ángel es un cuadro violento, lleno de un humor doloroso, del siglo XIX cubano. Y es también un intento de rehacer el universo mediante la magia y el misterio de la imaginación creadora.

Rennie Airth

Marea de sangre

Corre el año 1932 y John Madden, antiguo inspector de Scotland Yard, vive retirado en la campiña de Surrey con su mujer, Helen, y sus dos hijos. Sin embargo, la tranquilidad de la que disfruta se termina cuando descubre en el bosque el cuerpo de una joven desaparecida, atrozmente desfigurado. Conmocionado por lo que ha visto, se convence de que no es la primera vez que actúa el asesino… Los presentimientos de Madden se confirman al aparecer un segundo cadáver: hay un asesino múltiple suelto. A pesar de las reticencias de su esposa, se alía con sus antiguos compañeros y se sumerge en una nueva investigación criminal. El asesino, un psicópata autodidacta en un mundo de agentes secretos, es un genio del mal, y su capacidad de transformación ha hecho posible que tape sus huellas durante muchos años. Si Madden quiere ser más listo que él, tendrá que ir un paso por delante en la brutal danza que el asesino está realizando. No tardan en surgir nuevas conexiones en Alemania, donde los nazis están a punto de obtener el poder…

Rennie Airth

Río de tinieblas

En 1921, en una mansión solariega de Surrey se produce un terrible descubrimiento: aparecen los cuerpos ensangrentados del coronel Fletche, su esposa y dos empleadas de la casa. Todos han sido salvajemente apuñalados, y el hecho de que no haya desorden en la residencia parece indicar que el ataque se produjo a una velocidad escalofriante.La policía de Surrey está dispuesta a dar por cerrado un caso que cataloga de asalto con violencia, pero el inspector John Madden de Scotland Yard, llegado de Londres para hacerse cargo del caso, tiene otra visión de los hechos. El inspector es un hombre duro que estuvo en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, y vive marcado por los recuerdos de aquellos años y por una terrible tragedia familiar. Madden descubre que estas muertes responden a un ritual preciso y metódicamente ejecutado, lo que le lleva a pensar que estos crímenes son obra de un psicópata que volverá a atacar…, algo que efectivamente sucede a los pocos días. El único testigo de la tragedia es una niña, que se encuentra en estado de choque y ha sido puesta bajo la custodia de la doctora Helen Blackwell, amiga de la familia asesinada. El testimonio de la niña se reduce a un enigmático dibujo…Rennie Airth ha conseguido unir el ambiente y la atmósfera de las novelas policíacas clasicas y de misterio con la tensión y el realismo del thriller moderno. Hábil mezcla que ha llevado a la crítica a señalar que esta novela es como «el silencio de los corderos en el mundo de Agatha Christie».

Rennie Airth

Secuestro

Hany Brighton vivía de un lucrativo negocio de venta ilegal de pasaportes, hasta que un frustrado archicriminal llamado Jonathan Morland decidió que tenía talla suficiente para mayores empresas. Durante años Morland había soñado con el crimen perfecto, y ahora lo tenía todo planeado. Irían a Roma, secuestrarían al hijo del siniestro millonario Yusuf Rifai, y con el dinero del rescate vivirían sin preocupaciones por el resto de sus vidas. Morland había encontrado los secuaces ideales para aquel trabajo: la guapa pelirroja Paula cuidaría del niño; Harry haría el papel de «padre»; y Hermann, el guardaespaldas alemán de Rifai, sería su hombre introducido en el bando contrario. Sólo un hecho les había pasado inadvertido: que un crío también es un ser humano. Y que dos crios son capaces de trastornar seriamente el más perfecto de los planes... Esta aventura desenfadada presenta a la banda de malhechores más simpática e inimaginable desde los tiempos de Damon Runyon.

Ricardo Alcántara

El muro de piedra

Cuando nace Anna, el rey, para protegerla, decide que su hija nunca saldrá del castillo. La princesa crece sin saber qué hay más allá del muro. Pero un día, muchos, muchos años después, descubre el secreto. Y ese día…

Richard Adams

Cuentos de la colina de Watership

Cuentos de la colina de Watership, es todo un acontecimiento: al filo de los veinticinco años de la publicación de La colina de Watership, un clásico de la narrativa moderna, su autor se enfrenta al difícil reto, evitado hasta la fecha, de hacer revivir los personajes de aquella novela, y narrarnos ignorados percances, a algunos de los cuales se aludía en La colina de Watership, y nuevas aventuras o mitos de este mundo peculiar, en los que, además, respecto a la entrega anterior, se define de modo nítido la individualidad femenina de la fauna conejil. Este libro es, en todos los aspectos, un digno sucesor de La colina de Watership. Convincente, conmovedor y ameno, llevará de nuevo a los lectores entusiastas a la colina de greda, hogar del hábil Avellano y sus amigos.«Un alegre complemento de la novela original» (The New York Times Book Review).

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