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La vida de un pícaro, relatada en primera persona y con una visión subjetiva, con algunos destellos moralizantes, muestra las aventuras y su lucha contra la naturaleza y la sociedad. Marcos de Obregón es un escudero común en una sociedad tradicional, que por su esfuerzo y acciones logra sortear los obstáculos. Donde se destaca es en la observación de las circunstancias y las enseñanzas y aprendizajes que obtiene de ello para sí. Vicente Espinel (España, 1550 ? 1624). Escritor, latinista y músico, estudió en Salamanca y dio clases de música y posteriormente conciertos en los salones. Estuvo al servicio del Conde de Lemos y posteriormente, en Sevilla, llevó una vida de guitarrista en fondas y lugares similares. De allí viajo a Italia, pero fue capturado por corsarios que lo esclavizaron en Argel, desde donde fue rescatado y llegó a Génova en 1573. Viajó a Flandes y luego regresó a Milán. Volvió a España reiniciando su vida de clérigo. Fue muy respetado como escritor y músico, entre otros por Ercilla, Cervantes y Lope de Vega, que lo consideraba su maestro. En 1591 publicó una compilación de sus obras poéticas. En 1618, Juan de la Cuesta, publicó la primera y la más clásica de las ediciones de Relaciones de la vida del escudero Marcos de Obregón.<
Gargoris y Habidis. Una historia mágica de España es una obra de difícil definición, de casi imposible situación dentro de los géneros literarios al uso. No es solo una ceremonia de iniciación, un umbral, una invitación, un viaje por laberintos y exégesis a través de tipos humanos y de hitos históricos que marcan también la indefinición de pueblos y costumbres. España como centro del mundo, como etiología superlativa. Iberia como principio y como fin, mitología, idolatría y ámbito infinito de una tierra y unos pueblos inabarcables con la palabra y con el gesto. Tribus de todos los géneros, vicios de todas las virtudes, contradicciones del lenguaje, ejercicio provocador, todas las gentes atadas en las páginas de un libro que nunca llegará a ser leído y que, por las mismas razones, jamás dejará de ser leído. Odiado o deseado, el texto de Gárgoris y Habidis desprecia la tibieza y la indiferencia que proclaman las mediocridades.Queda, pues, la posibilidad de mil lecturas, la imposibilidad de una única interpretación, la multidimensionalidad del lenguaje, la indisoluble voluntad de estilo personal de un escritor que genera dudas y despierta siempre el interés no solo por su destemplada personalidad sino también por el producto complejo y difícil de su creación literaria. Y, sin embargo, esa dificultad desencadena mecanismos inexplicables que acaban por subyugar a esa clase de lectores avisados que buscan con afán la frescura de las cosmovisiones más subversivas.<
El inspector John Tallow acaba de sobrevivir a un tiroteo en el que ha perdido a su compañero de patrulla. En la escena del crimen hay un piso cerrado cuyo tabique ha sido perforado por una bala. Al entrar en el mismo descubre un sorprendente arsenal de armas variopintas que cubren suelos y paredes alineadas en formas extrañas. Como si escondieran un código secreto, como si se tratara de un misterioso templo de culto a las armas. Las pruebas de balística revelan que fueron usadas cada una en un asesinato no resuelto con anterioridad. Tallow siente que se encuentra ante un caso diabólico, ante un asesino en serie que lleva más de veinte años matando como un cazador solitario y conserva las armas con un objetivo inexplicable. ¿Por qué las armas están extrañamente vinculadas a sus víctimas? ¿Qué rito mágico esconde el asesino con la particular ordenación de las mismas que recuerda a un “wampum” de los primitivos moradores de Manhattan? ¿Qué pretende decir y qué quiere que se recuerde?Tallow no se enfrenta a un simple asesino psicótico que parece como si actuara en dos épocas diferentes. Sus investigaciones le van a arrastrar a una peligrosa trama en la que, para su sorpresa, alcanza a alguna de las grandes fortunas de Wall Street. Tallow quiere dar caza al asesino, pero éste también a él; ha destrozado su lugar de culto. Una implacable y accidentada persecución se va a desatar por la parte más oscura de Nueva York.<
El 17 de julio del 36, a eso de las cinco en sombra de la tarde, entró don Indalecio Prieto en la cafetería de las Cortes y comunicó a los periodistas allí reunidos que la guarnición de Melilla se había sublevado. El padre del autor, que dirigía la agencia Febus, filial de El Sol y de La Voz, cogió un coche, dejó a su esposa, embarazada, en el piso donde el autor nacería dos meses más tarde y se fue hacia el sur en busca de información. No regresó nunca. El 14 de septiembre del mismo año, después de una asombrosa peripecia, fue «paseado» en Valladolid. Su mujer, en octubre del 37, cargó con su hijo, aún bebé, y con su hermana, de trece años, y emprendió la búsqueda de su marido campo, guerra y muerte a través de un país en llamas. Este libro reconstruye milimétricamente, con escrúpulo de historiador y tenacidad de detective, adentrándose y braceando quien la escribe en la espesura de un árbol genealógico cuyas raíces se remontan al siglo XIX, la triple y conmovedora odisea vivida por su padre, al que no conoció, por su madre y, en tercera persona, por el hijo al que ambos engendraron. Sólo en las últimas páginas de esta novela, en la que el autor ha vertido muchos años de brega y de lucha consigo mismo, con su linaje y con los demonios del país en que nació, se recurre a la ficción. Fernando Sánchez Dragó, esta vez, juega fuerte. Muertes paralelas es, por cantidad, calidad, intensidad y originalidad, una obra mayor. Novela, sí, pero no de ficción: en ella no se cuenta nada que no sea históricamente cierto ni esté rigurosamente documentado. Nunca, nadie, había escrito nada así a cuento de una guerra -la del 36- sobre la que han corrido ríos de tinta. Estamos ante un libro titánico, concebido al modo de una tragedia clásica, por el que cruzan las sombras de Orestes, Edipo, Ulises, Hamlet, Segismundo y, también, las de José Antonio, García Lorca y otras muchas víctimas, en los dos bandos (o en ninguno), de lo que el autor llama «muertes paralelas»: las de quienes no murieron en el frente, sino que fueron asesinados en la retaguardia.<
Junto con el Fausto de Goethe y el Cantar de los Nibelungos, el Parzival (ca. 1220) de Wolfram von Eschenbach es uno de los principales mitos de la cultura alemana. Del interés que suscitó en su tiempo nos hablan los más de 80 manuscritos conservados, algo inaudito para una obra de esa época. Un interés que no ha dejado de aumentar con los años, suscitando una ingente bibliografía que, sin olvidar la famosa ópera de Wagner, ha tratado de esclarecer de diferentes maneras los numerosos misterios que esta obra guarda tan celosamente.Von Eschenbach no sólo completa y desarrolla con mayor profundidad la historia inacabada que dejó Chrétien de Troyes a finales del siglo XII, sino que introduce una enigmática transformación simbólica que afecta a todo el sentido de la leyenda: el Grial ya no es una copa de efectos maravillosos, ni el cáliz de la Última Cena, sino una piedra mágica caída de la corona de Lucifer en el momento de su derrota, que proporciona todos los alimentos deseados. La ampliación del argumento y de la geografía, la nueva complejidad de sus personajes y del tema hacen de Parzival uno de los grandes poemas épicos de la Edad Media y quizá de todos los tiempos.<
El elixir de la eterna juventud.
Todos queremos vivir muchos años y, además, disfrutarlos en el mejor de los estados posibles. Fernando Sánchez Dragó, paradigma de esa vejez llena de vitalidad que todos desearíamos, y en una envidiable forma física y psíquica, comparte con nosotros el secreto de su eterna juventud. Este libro habla de reducir, ralentizar o incluso evitar todas o algunas de las fases del proceso de envejecimiento. Para su autor, esto no es una utopía tan inalcanzable. No se trata de dar esquinazo a la muerte, eso es inevitable, sino de retrasarla y acabar muriendo joven por muchos años que se tengan. Porque, para Fernando Sánchez Dragó, juventud es salud y salud es juventud. La una no existe sin la otra y lo que pretende en su vida es conservar ambas.<
While other books merely show how to run existing exploits, Hacking: The Art of Exploitation broke ground as the first book to explain how hacking and software exploits work and how readers could develop and implement their own. In the extensively updated and expanded second edition, author Jon Erickson again uses practical examples to illustrate the most common computer security issues in three related fields: programming, networking and cryptography. Includes a live CD, which provides a Linux programming environment and all of its benefits without the hassle of installing a new operating system.
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Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto.
Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión.
Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.<
Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto.
Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión.
Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.<
Un'anomala estate torrida soffoca Göteborg. L'oppressione grava sulla città, sul corpo e sulla mente delle persone. Una ragazza viene aggredita e violentata: la dinamica è molto simile a quella di un caso di cinque anni prima, cui il commissario Erik Winter non ha mai smesso di pensare, ancora turbato dal fatto di non essere riuscito a risolverlo. La ricerca di un legame che colleghi i due episodi si trasforma in un'angoscia persistente che gli fa trascurare la moglie Angela e la loro bambina nata da poco. Una caccia ai fantasmi del passato che rischia di mandare in pezzi il suo presente.<
Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto.
Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión.
Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.<
Un uomo che ha attribuito nuove leggi fisiche all'universo, si interroga qui, non solo sulle premesse scientifiche d'un nuovo modo di concepire lo spazio e il tempo, ma anche sulle estreme conseguenze, sull'alternativa finale tra progresso e autodistruzione che oggi si pone ai popoli della terra. Non vi è legge dell'universo che non possa essere modificata dall'esercizio della ragione, non vi è legge dei potenti che non possa essere sovvertita dal giusto desiderio dei popoli di vivere in pace e libertà.<
Bud Raines había nacido con el 'Colt' en la mano, según afirmación unánime de todos los habitantes de la región. No nos atrevemos a asegurar que materialmente esto hubiese sucedido así, pero metafóricamente, nadie se hubiese permitido asegurar que no fuese cierto. La mañana que vino al mundo en un alegre pueblo pegado a uno de los grandes recodos que forma el río Colorado, denominado Gran Canyon, entre las reservas indias de Havasupai y el pequeño Colorado, su abuelo, el viejo Kelly, afirmó muy serio al observar que Bud venía al planeta mordiéndose ferozmente ambos puños: —Miradle, pobrecito; viene rabioso porque no ha podido salir disparando un buen 'Colt' del 45, como toda su familia.<
Fidel Prado Duque. Nació en Madrid el 14 de marzo de 1891 y falleció el 17 de agosto de 1970. Fue muy conocido también por su seudónimo F. P. Duke con el que firmó su colaboración en la colección Servicio Secreto.
Autor de letras de cuplés, una de las cuales alcanzó enorme relevancia: El novio de la muerte, cantada por la célebre Lola Montes, impresionó tanta a los mandos militares que, una vez transformada su música y ritmo fue usada como himno de la legión.
Fue periodista y tenía una columna en El Heraldo de Madrid titulada “Calendario de Talia”; biógrafo, guionista de historietas y escritor de novela popular, recaló como novelista a destajo en la 'novela de a duro'.<
EL prólogo de aquella dramática historia empezó veinticinco años antes, y luego sufrió una interrupción de todo este tiempo, para llegar a su inesperado epílogo de una manera trágica.
Era hacia el año 1850, cuando el descubrimiento de las minas de oro de California estaba en su punto culminante, y arrastraba hacia el valle de Sacramento a todos los aventureros del Oeste y a muchos que se encontraban a cientos de millas, con agua de por medio.
Lee Granger era un pobre agricultor que luchaba a brazo partido con su pobreza, sin conseguir salir adelante a pesar de sus esfuerzos. Estaba casado, tenía un hijo de tres años que prometía ser un muchacho alto y espigado, y todo el anhelo de Lee era encontrar un trabajo productivo que le permitiese salir de la miseria y tener a su mujer y a su hijo en las condiciones de bienestar que él deseaba.<
En 1944, cuando hacía mas o menos una década de la total desaparición de la novela por entregas, Editorial Bruguera lo resucita, si bien brevemente, tan solo en dos obras: Primero en esta, que ahora os presento, y después en otra titulada 'La secta de la muerte'. Estas novelas por entregas fueron de aventuras exóticas, la primera transcurre en la China milenaria, la segunda en la India misteriosa. Cargadas de tópicos no aconsejo su lectura a progres acerrimos, sino a personas más cultas capaces de situarse en la época y circunstancias en que fueron escritas, ya que esta promera puede circunscribirse plenamente dentro del género del 'Peligro amarillo', cuya primera referencia puede encontrarse en el excentrico autor Matthew Phipps Shiel, que en 'La emperatriz de la Tierra', publicada de forma seriada en la revista 'Short Stories', presentaba al Dr.Yen How, claro precursor de Fu Manchu, Wu Fang y otros malvados orientales. Una vez finalizada su serialización, se prentó en forma de libro con el título de 'El Peligro Amarillo' A diferencia de los autores norteaméricanos, a Fidel Prado le traian al pairo las connotaciones políticas de estas obras, él sólo pretendía crear una novela divertida, pletórica de emociones y peligros, encarnados en hordas de malvados chinos que persiguen y acosan a nuestros héroes para arrebatarles 'el manuscrito del Lama', que conduce a un fabuloso tesoro. La novela se resolvió en tan solo 16 entregas, cantidad exigua para lo que se acostumbraba.<
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