Se llamaba Jessica Devlin. Y viajaba al norte para reclamar su herencia. Mas eso fue todo lo que se le dijo en el hospital después del choque del tren. Ella no recordaba nada. Los detalles debían ser correctos, porque nadie tenía razones para mentirle. Entonces, ¿por qué se sentía tan incómoda con su identidad e incluso con la ropa que según le habían dicho le pertenecía? Todo el mundo fue muy amable; especialmente el primo de su padre, James Bentley. pero, ¿tenía él un motivo oculto? El tiempo lo diría.
Era imposible no fijarse en Grace. Oliver Ferreira la deseaba más de lo que había deseado a ninguna mujer en toda su vida. Sin embargo, jamás podría hacerla suya... Era imposible evitar a Grace. Trabajaba para Tom, el hermano de Oliver; de hecho se rumoreaba que eran amantes. El sentido común le decía a Oliver que se alejara de ella... Estaba empezando a resultar imposible resistirse a Grace. Oliver tenía la sensación de que ella también se sentía atraída por él. Era sólo cuestión de tiempo que la convirtiera en su amante prohibida...
El intrépido reportero Matthew Quinn había vivido dos largos años secuestrado por las fuerzas rebeldes y su escapada había aparecido en todos los titulares. Pero Matt había quedado marcado físicamente y creía que había cosas de las que jamás se recuperaría... Matt no estaba preparado para Felicity Taylor. Pero la química sexual había sido instantánea y muy poderosa. Sin embargo, él sabía que jamás podría revelarle sus secretos, por eso tenía que mantenerse alejado de ella.
-¿Qué tratas de hacerme Harriet? Vienes a vivir a mi casa y me haces sentir como un extraño. ¿De qué crees que estoy hecho, de madera? Harriet había comprado una casa de verano en Dordogne con la esperanza de encontrar allí la paz que necesitaba. Se llevó a su sobrina huérfana con ella, y allí volvió a encontrarse con André Laroche, a quien amó siendo adolescente.
Deja de portarte como una virgen frustrada, y actúa como una mujer adulta. Carolina descubrió desesperada que la casa donde trabajaría como institutriz pertenecía al hombre al que había intentado olvidar durante seis años. James se debía a su esposa inválida, y cuando quiso huir se sintió atrapada por la hija de James.
Dominic sufre amnesia después de un aparatoso accidente y aparece Justine diciendo que es su esposa. A pesar de todo las explicaciones de Justine no le parecen convincentes a Dominic y ella comienza a preocuparse.
Dominic Montero era terriblemente guapo y resultaba peligroso conocerlo. Cleo lo sabía, pero no podía ignorarlo por completo, ya que él tenía una información que cambiaría su vida definitivamente... Cleo dudaba sobre qué camino tomar, pero finalmente, accedió a seguir a Dominic a su hogar en San Clemente, una paradisíaca isla del Caribe. Pronto, ambos quedaron atrapados en la tupida red de relaciones de la nueva familia de ella…
Unos años atrás, Laura Había sido algo especial para Jason. Quizás por eso él había triunfado donde otros hombres fracasaron. Por otro lado, si Laura no hubiera sido tan ingenua respecto a las atenciones de Jason hacía tres años le habría conocido tal como era y no la habría engañado tan fácilmente. Más adelante, cuando Laura tuvo que dejar de lado sus sentimientos y pedirle ayuda, él se la prestó pero no sin imponer sus condiciones.
Isobel conoció al brasileño Alejandro Cabral en una fiesta en Londres. Tras una noche con él, se quedó embarazada y tuvo una hija, Emma. Tres años más tarde, tras recuperarse de un grave accidente de coche y quedarse viudo, Alejandro se enteró de que Isobel tenía una hija y decidió buscarla de nuevo. Para ello urdió un plan para atraerla hasta Brasil…
Lani St. John se vio obligada a tomar una difícil decisión cuando sus sueños de adolescente se convirtieron en una cruel realidad. Jake Pendragon, un famoso concertista de piano del que había estado enamorada durante años, volvió a entrar en su vida, y ambos se vieron arrastrados por una devastadora atracción. Pero entre ellos se erigía una barrera: la madre de Lani, de la que se decía era amante de Jake...
Habiendo quedado sola en el mundo después de la muerte de su padre, Sara aceptó gustosa el ofrecimiento de su tía Harriet para hacerle compañía. Sin embargo, la joven pronto descubrió que había problemas, siendo el más importante el enigmático Jude. ¿Quién era este hombre, y qué clase de relación existía entre él y su tía?
Tenía que darle lo que él realmente deseaba… ¡un hijo! Jack Riordan era increíblemente guapo, por lo que no era de extrañar que lo desearan otras mujeres. Pero, ¿era él lo bastante fuerte para resistirse a ellas? Rachel tenía miedo de que su marido le fallara, especia lmente desde que se habían distanciado tanto tras saber que ella no podía darle un hijo. Si no quería perderlo, tendría que seducirlo y dejar que la amara como sólo él sabía hacerlo. Quizá así pudiera quedarse embarazada y darle el hijo que él tanto deseaba…
Era un hombre cruel y Toni lo sabía. Sin embargo, ella lo amaba desesperadamente... El arrogante conde Joao Vimaranes no estaba dispuesto a perdonarle a Toni que hubiera tratado de engañarles, a él y a su familia. La obligó a quedarse con él después de pagar a su amigo Paul para que desapareciera de allí....
Charlotte nunca había dormido con un hombre, pero meses después de hacerlo, iba a tener un hijo del hombre que sospechaba era el causante de la muerte de su padre. Sabía que al nacer su hijo, tendría que abandonarlo, pero ella le amaba...
La vida de Alex Kellerman se había derrumbado después de la muerte de su mujer y de que ésta fuera la causa de la pérdida de la custodia de su hija. En esos momentos, en los que intentaba recuperarla, no quería que nada pudiera empañar su ya dudosa reputación. Así que, ¿llevaría razón al sospechar de la mujer que acababa de comenzar a trabajar para él? Kate Hughes había aceptado el trabajo ocultando sus verdaderas intenciones: saber la verdad sobre el pasado de Alex. Pero, ¿hasta dónde sería capaz de llegar para ganarse la confianza de su moreno y melancólico jefe? ¿Y qué sucedería si él descubría alguna vez su engaño?
Cómo podrían volver a amarse después de haber sufrido tanto? Joel Armstrong, su guapísimo ex marido, era la última persona que Olivia esperaba ver al volver a su pueblo después de tantos años. Joel era el motivo por el que se había marchado de allí y no había vuelto durante tanto tiempo. La ruptura de su matrimonio había sido repentina, y las heridas aún no se habían cerrado. El deseo que una vez los había unido seguía devorándolos cada vez que estaban juntos. Pero ambos sabían lo peligroso que era aquel deseo. ¿Cómo podrían dejarse llevar después de que en otro tiempo la pasión hubiera acabado en un embarazo que ninguno esperaba y que había terminado de un modo aún más inesperado…?
No te pido que te acuestes con él. Sólo que seamos cuatro en esa cena. Pero Catherine tenía miedo. Después del fracaso de su matrimonio, se recuperó y siguió adelante, a pesar de sus sentimientos de culpa. Ahora estaba contenta con su vida de soltera y no le interesaba buscar a otro hombre. Sin embargo, había algo en Morgan Lynch que tocó un punto sensible en ella. Atractivo, desenvuelto, pero acosado por un pasado infeliz, Morgan era un hombre que la desconcertaba y representaba un reto para ella. Pero, ¿era prudente que se enamorara de nuevo?
Aquellas vacaciones en la maravillosa isla de Santos debían ser una experiencia relajante, pero nada más bajarse del ferry, Helen Shaw se encontró con el guapísimo magnate griego Milos Stephanides. Años atrás, habían tenido una apasionada aventura que había dejado destrozada a Helen al descubrir que él le había sido infiel. Ahora Helen tenía algo que esconderle, por lo que decidió mantenerse a distancia. Pero la atracción que había entre ellos era tan abrasadora como el sol de Grecia…
A raíz de la muerte de su marido, un conocido magnate, Olivia se convirtió en una viuda muy rica a pesar de que el suyo había sido un matrimonio de conveniencia. Pero Alex, el hijo ausente de su esposo, había sido desheredado y le preocupaba. Alex no era el hombre que ella se esperaba. Alex Gantry era un enigma. Agudo e inteligente, era un hombre demasiado agresivo y masculino para su paz mental. Él era su hijastro y ella nunca se había sentido tan físicamente atraída por otro hombre... ¿Por qué precisamente él?
Tenía que alejarse de él antes que cediera a su pasión... Rhys dio un paso hacia ella mirándola con sus penetrantes ojos. «¿Cuál es el problema, Julie? le exigió. ¿Mis aventuras han agitado esa imaginación romántica tuya? Sé que no eres indiferente. Así que qué más hay entre nosotros?» Julie no podía decírselo. Las palabras rondaban en sus labios, pero ella no podía pronunciarlas. ¿Qué pasaría si fuera verdad? Ella tenía que seguir alejada de él antes de que la emoción hundiera el sentido común... antes de que ella se encontrara rindiéndose a un hombre que nunca podría entregarse totalmente a alguien.