Poemas a la noche, de Rainer Maria Rilke, es una obra poco conocida y, sin embargo, de capital importancia entre las del poeta, pues en ella se esbozan algunos temas que acabarán de configurarse en las Elegías de Duino. Durante años fue un libro casi secreto. Rilke no llegó a publicarlo, acaso precisamente por no desvelar ese fondo originario común con su obra cumbre.En los Poemas a la noche apuntan por tanto los temas fundamentales de Rilke, sin haber logrado su exacta delimitación o simbolismo que, por otra parte, generalmente es plural. Así sucede con la figura del ángel, que pasa de ser «terrible» a no estar tan por encima del hombre, pues, como observa Jean-Yves Masson, en el prólogo a las Elegías, «el hombre es creador, y he aquí porque puede asombrar al ángel, que se conforma con ser en su autonomía absoluta, pero no crea nada». En la obra que nos ocupa, el ángel, la amada y la noche figuran en el lugar más destacado y se presentan vagarosos y fluctuantes, muy de acuerdo con el mismo estilo poético que los sustenta. El libro como tal no vio su primera edición en alemán hasta que se incluyó en las obras completas de Rilke editadas en 1956, treinta años después de su muerte.
¿Qué haces cuando te encuentras al desgraciao de tu marido con otra? Pues mandarle a paseo, luego ponerte a llorar —pero lo justo, que el tipo no lo merece— , y después, hincharte a reír.Reír que no falte. Y eso es lo que cuenta este libro: la historia de Puri, una cajera que también es madre y que le echa un par para salir adelante, y las delirantes historias que va encontrando en su nueva vida: ligones italianos, jefes de bofetón, ecuatorianas rumberas, karaokes que acaban en borracheras indecentes…Una divertidísima historia contada con mucho humor, una pizca de ternura y mucha mala leche. Eso, que tampoco falte.
Primavera sagrada y otros cuentos de Bohemia, antología de textos juveniles de Rainer Maria Rilke, ilustrados bellamente por Aifos Álvarez, constituye una magnífica puerta de entrada al universo de quien probablemente sea el mayor lírico en lengua alemana de la centuria pasada.Tres de los relatos proceden de la recopilación Al hilo de la vida y los otros cuatro son inéditos de nuestra lengua: «Primavera sagrada», así como «La criada de la señora Blaha», «El fantasma» y «La risa de Pán Mráz». Estos cuentos nos permiten recrear todo un mundo de personajes desubicados, de seres en los márgenes de la existencia, auténtico anticipo de futuras creaciones de Rilke, un autor cuya extrema sensibilidad lo condujo a padecer severas crisis que se tradujeron en una obra marcada por un fuerte desarraigo existencial y un melancólico anhelo amoroso de signo fatalista.
Pocas personas acuden a una sala de cine con la pretensión de desentrañar los misterios científicos que se ocultan tras las espectaculares escenas de una película de ciencia ficción: las hazañas increíbles y sobrehumanas de los superhéroes, los vertiginosos viajes de naves espaciales equipadas con armas devastadoras y sistemas de defensa futuristas, máquinas del tiempo fantásticas, etc. Sin embargo, unas pocas de esas mismas personas, entre las que se encuentra el autor de este libro, deciden ir más allá y plantearse las posibilidades reales de las ideas propuestas por los guionistas de Hollywood.¿Podría Superman moldear un planeta hasta hacer que adopte forma cúbica en lugar de esférica?¿Hasta qué punto resulta creíble la capacidad para volar de Iron Man?¿Tendríamos posibilidad de sobrevivir si nuestra nave se precipita en un agujero negro?¿Qué tiene que decir la ciencia sobre la posibilidad de reanimar un ser como el monstruo de Frankenstein?¿Nos acecha alguna amenaza procedente del espacio?¿Se puede construir una máquina del tiempo?La presente obra afronta, siempre desde el punto de vista científico y con las leyes de la física en la mano, todos los interrogantes anteriores y muchos más. En un tono desenfadado pero a la vez riguroso, cargado de sentido del humor, el autor nos acompaña en un periplo fascinante de descubrimiento personal, un viaje a lo más profundo del fascinante mundo de la ciencia ficción y, al mismo tiempo, de la ciencia más audaz que subyace bajo ella.
En este libro, el profesor universitario Sergio L. Palacios recorre los Intrincados recovecos de la física de una manera amena, divertida, diferente y, sobre todo, original. Sin hacer uso en absoluto de las siempre temidas ecuaciones (solamente aparece, y en una única ocasión, la célebre E = mc2 en todo el texto) y mediante el empleo de un lenguaje moderno, claro y sencillo en el que abundan los dobles sentidos y el humor, el autor aborda y analiza con la ayuda de películas de ciencia ficción todo tipo de temas científicos, muchos de ellos de gran actualidad, como pueden ser el teletransporte, la invisibilidad, la antimateria, los impactos de asteroides contra la Tierra, el cambio climático y muchos más.¿Podríamos disponer de un arma que fuese capaz de disparar proyectiles a la velocidad de la luz? ¿Cómo esquivaríamos las balas? ¿Con qué dificultades técnicas se encontraría un alienígena que viajase hasta la Tierra a bordo de un platillo volante? ¿Desaparecerá la Tierra cuando se generen agujeros negros en los grandes aceleradores de partículas que estamos construyendo? ¿Podríamos subsistir a base de alimentarnos de cadáveres procesados? ¿Y hacernos multimillonarios fabricando diamantes a base de cenizas funerarias? ¿Pueden los superhéroes eludir las implacables leyes de la física?Estas preguntas y muchas otras que, a buen seguro, en más de una ocasión se te han ocurrido pero no sabías a quién formular, encuentran respuesta en este delicioso y sugerente libro al alcance de todos los públicos, con o sin preparación científica. Nunca más volverás a pensar que la física está al alcance únicamente de los empollones, los frikis o los genios despistados.
Ramón Mesonero Romanos retrata y homenajea los personajes y costumbres de su Madrid natal.“Escenas matritenses” no hace sino culminar el interés de Mesonero Romanos por las costumbres, tradiciones y gentes de su ciudad natal, Madrid. En esta obra, el autor reconstruye un conjunto de escenas típicas de la vida madrileña del momento, tales como “La romería de San Isidro”, o “El martes de Carnaval y el miércoles de Ceniza”. Pero también se preocupa de esbozar algunos de los caracteres típicos de la ciudad, como “El amante corto de vista”, “El Barbero de Madrid” o “La patrona de huéspedes”. Quizás, uno de los rasgos más interesantes de la obra sea la reconstrucción de algunos de los ambientes más en boga del momento, como hace en “El Romanticismo y los románticos”, donde se retrata críticamente el grupo al que pertenece el propio autor.
Partir hacia ninguna parte... con tal de que ninguna parte nos lleve a todos lados. Sergio Pitol, en este libro de ensayos, crónicas, relatos, diarios, memorias, se fuga de las ataduras del sedentarismo y el nomadismo, y emprende la travesía donde las ideas son formas de vida y reminiscencias, las admiraciones son nostalgias y premoniciones, y las amistades son, entre otras cosas, el pacto de festejo común de la excentricidad. Viaje a través de lecturas –de Antonio Tabucchi a La Familia Burrón a Faulkner a Thomas Mann–, de ciudades, de películas, de cuadros y grabados, de recuerdos dolorosos, de hipnosis y de sueños, El arte de la fuga alía densidad cultural y vigor autobiográfico.
Panorama matritense: obras jocosas y satíricas de El Curioso Parlante
Artículos jocosos y satíricos sobre Madrid y sus Tipos, donde se comprueba que no hemos cambiado casi nada, a pesar del tiempo transcurrido
El desfile del amor ´a la vez un fresco histórico, una trepidante investigación detectivesca, una divertidísima comedia de equívocos´ confirma a Sergio Pitol como uno de los más notables y personales escritores latinoamericanos. México, 1942: este país acaba de declarar la guerra a Alemania, y su capital se ha visto invadida recientemente por la más insólita y colorida fauna: comunistas alemanes, republicanos españoles, Trotski y sus discípulos, Mimí sombrerera de señoras, reyes balcánicos, agentes de los más variados servicios secretos, opulentos financieros judíos. Mucho tiempo después, tras el hallazgo casual de unos documentos, un historiador interesado en tan apasionante contexto intenta esclarecer un confuso asesinato perpetrado entonces, cuando él tenía diez años, y la narración ´que atraviesa los polos excéntricos de la sociedad mexicana, los medios de la alta política, la inteligencia instalada, así como sus más extravagantes derivaciones´ permite a Sergio Pitol no sólo pintar una rica y variada galería de personajes, sino también reflexionar sobre la imposibilidad de alcanzar la verdad. Como en una comedia de Tirso de Molina, nadie sabe a ciencia cierta quién es quién, las confusiones se suceden sin cesar y el resultado es este regocijante desfile, que por algo lleva el nombre de una de las más famosas comedias de Lubitsch. El desfile del amor obtuvo en su segunda convocatoria, en 1984, el Premio Herralde de Novela, otorgado por unanimidad por el siguiente jurado: Salvador Clotas, Juan Cueto, Luis Goytisolo, Esther Tusquets y el editor Jorge Herralde.
La evolución histórica de los seres humanos demuestra cómo, poco a poco, una minoría se ha apropiado de los resortes económicos para utilizarlos en su propio beneficio. Dentro de tales resortes está el mundo de los medios de comunicación, cuya finalidad más esencial es intentar preservar un orden establecido. Para ello se recurre a mensajes en los que se establece la maldad o bondad de instituciones, países, acontecimientos, situaciones, ideas o personajes. En definitiva, se crean, subjetiva e interesadamente, 'dioses' y 'diablos'. Dioses y diablos mediáticos nos enfrenta a esta realidad –la de las verdades a medias, manipuladas o cercenadas en pro de intereses ocultos a los ciudadanos– y tiene la virtud de hacerlo de forma amena al tiempo que rigurosa. Las raíces emocionales y la vedetización del público, el endiosamiento de la televisión y la intencionalidad de construir mentalidades son algunas de las categorías explotadas por Reig para dibujar lo indibujable: un panorama mundial comunicativo al servicio de demasiados intereses aperiodísticos.
Obra que cierra la trilogía autobiográfica del escritor mexicano Sergio Pitol, quien reconoció que en El arte de la fuga, El viaje y esta última entrega se encuentra la totalidad de su 'inteligencia y habilidad literaria'. El autor veracruzano continua así sus reflexiones en torno a su infancia y juventud, sus viajes y su memoria literaria, en la que sólo caben los grandes escritores y los llamados 'autores de culto'.
Existe un México que desafía la penetracióncultural, el aislamiento, y sobrevive, leal a su diaria imagen y a unaidentidad que resiste pese a la fragilidad de su apariencia. Tal es el Méxicoque dibuja y en que se mueve Ramón Rubín, ese viajero incansable. Bastaríaasomarse a cualquier lugar de nuestra geografía para encontrar los personajesque habitan los Cuentos del mundo mestizo:la vida de las rancherías, la de los pequeños poblados y la de las grandesciudades que aparecen en sus narraciones como aventuras vividas al filo de unitinerario vital, historias recogidas en el curso de las diarias andanzas. De antemano el autor ha fijado susreglas del juego: «El cuento —afirma— debe ser el relato de un episodioincidental organizado de acuerdo con una estructura de corte clásico, con suenunciado, desarrollo y desenlace. Sin estos tres momentos el futuro cuentoentra en el terreno de la disquisición. El cuento es sólo la recreación de unaanécdota que contenga cierta situación paradójica». Rubín considera que en elespacio reducido que ocupa una historia no es factible profundizar en lapsiquis del ser humano, pero que, en cambio, es posible captar el interés dellector y comunicarle su emoción. No se acerca a sus temas conpretensiones antropológicas ni con los propósitos experimentales de losnarradores que buscan nuevas fórmulas expresivas. Rubín confiesa que ha puestomayor cuidado en el estudio del ambiente. Por ende, se interesa en averiguarlas decisivas características que imprimen los elementos telúricos sobre lavida del individuo. «RamónRubín —afirma Manuel Pedro González— es un diestro alfarero que sabe aprovecharcon gran sentido artístico las cualidades y defectos del barro humano con que trabaja.De sus manos sale esta rústica materia transformada en rica cerámica que ennada desmerece de la elaborada con elementos urbanos. Y esto sin idealizarla nitransgredir los límites del realismo de buena ley. Al autor le bastan suintuición artística y su talento de escritor genuino, su familiaridad con eltema y su actitud comprensiva».
Por esta espléndida narración, basada en sus diarios de viaje, desfilan algunos de los territorios que ha recorrido el autor: Praga, el Cáucaso, Moscú, la ciudad que entonces se llamaba Leningrado, pero también el sacro bosque literario ruso: Dostoievski, Tolstoi, Pushkin, Pasternak, Nabokov, Gógol, Chéjov... Este libro es uno de los ejemplos más radicales del desvanecimiento de una realidad en la literatura y también el más perfecto, elegante y divertido modelo de una magistral construcción narrativa.
Dice Pitol que en una casa de campo escribió sus primeros cuentos. Pasaba allí la convalecencia de una ruptura amorosa. Se proponía odiar al mundo, pero no lo conseguía. Por las mañanas escalaba una cordillera para rodearse de una aureola romántica, decadente, aun diabólica. Buscaba acantilados escabrosos y le venían a la mente los acantilados de Devon, un viaje a Inglaterra, y entre ese deseo de viajar y la contemplación de un maravilloso paisaje se adormecía en la hierba, para después llegar radiante de alegría a su casa y ponerse a leer a James, Kafka, Faulkner, Borges, Rulfo. Una noche escribió un primer cuento, «Victorio Ferri cuenta un cuento», y otros más, todos amargos y crueles, sobre personajes tocados por el diablo. Durante varios años escribió cuentos y luego novelas. Todo eso procede del fruto de aquellos cuentos escritos hace cincuenta años. Ahora, cuando Pitol es un escritor imprescindible, nos complace presentar esta antología personal de sus mejores cuentos, encabe-zada por un extenso texto de Enrique Vila-Matas.
Iniciada en 1934, la muy prolongada empresa de Ramón Rubín marca de manera definitiva la forma de entender y practicar el relato indigenista en nuestra literatura. Escritor de la tierra —como alguna vez lo definió con justicia Luis Leal—, en el medio rural ha fraguado una cantidad infinita de historias que tienen como vértices el campo y sus pobladores. Sin embargo, sus experiencias como marino también han dado pie a la escritura de libros como Burbujas en el mar, Navegantes sin ruta y la dramática novela de Ramiro Fortuna, La canoa perdida. En estas páginas se nos devuelve el fascinante, hoy casi extinto, paisaje telúrico y humano del “mar interior” del occidente mexicano, el que durante decenios tuvo como centro la laguna de Chapala. Relator de la lucha contra el mal, Rubín ha intentado en sus obras desentrañar la sustancia trágica de muchos destinos que transcurren en los confines de nuestro país. Bajo la crónica de la vida de los navegantes lacustres de Jalisco y Michoacán, compuesta con un sesgo naif y costumbrista, se esconde una sensible exploración moral en la que personajes aparentemente ordinarios o insignificantes, en ocasiones apabullados por su pequeñez y candor, son protagonistas de historias ejemplares en que poco a poco van descifrándose emociones atávicas y primigenias que sirven al escritor para dibujar la completa topografía humana del México profundo. Pocos libros en las letras mexicanas como La canoa perdida han logrado arrojar un ancla en el tiempo para darnos la posibilidad de ver, entre la bruma de un país que se trasmuta, aquellos rincones que parecían sólo pervivir en la tradición oral. Gracias al arte de Ramón Rubín, dotado refinadamente para la observación del dolor y la transmisión de la piedad, podemos contar con la poesía vital y vigorosa de nuestro mundo indígena y mestizo.
El diario de Raquel narra, a través de relatos de carácter eróticos altamente sensuales y excitantes, las vivencias y percepciones de un joven matrimonio, Raquel y Ricardo, en búsqueda de morbo y placer con parejas afines, lo que contribuye también a mantener viva la llama de la pasión en su propia relación. Dotada además de una interesante trama, resulta en conjunto una serie novelada que pretenden ir más allá de unos simples relatos eróticos, llegando incluso a una crítica demoledora de los convencionalismos sociales y demostrando la conveniencia de la desmitificación del sexo y su separación del amor. Con narrativa ágil, profundamente descriptiva y exenta de la vulgaridad y obscenidad de los relato al uso, la autora consigue enganchar desde la primeras líneas y que el lector viva como propias sus vivencias y percepciones. Puede considerarse fundamentadamente, como un libro de cabecera indispensable para los amantes de la literatura erótica. Por todo lo dicho, no es lectura aconsejable para lectores moralistas, mojigatos y por supuesto, menores de edad. La experiencia de su lectura es simplemente, maravillosa; que ustedes lo disfruten.
Novela pura de acción, El enamorado de la Osa Mayor ha despertado en sus lectores una pasión y un entusiasmo que aún hoy siguen vivos en todos los rincones del mundo. En parte autobiográfico, y escrito en la cárcel por un bandolero que no tenía la más mínima preparación literaria y a quien se había conmutado la pena de muerte por una de quince años de reclusión, el libro llegó a provocar en la Polonia de 1937 un deslumbramiento tal que incluso llegó a promoverse una suerte de plebiscito para obtener la liberación de su autor. Ha conocido numerosas traducciones —esta es la primera vez que se vierte al español directamente de la lengua polaca—, y en todas partes se recuerda con la coloración del mito. Vista hoy, vigorosa y directa, El enamorado de la Osa Mayor es un libro de lectura tan absorbente como la del mejor Conrad, y deja en el lector el recuerdo de la mejor literatura de aventuras.