El Ladrón De Novias
Había sido raptada por error… ¿O se trataba del hombre que el destino le había reservado?
A los veintiséis años, Samantha Briggeham sabía que sus perspectivas de casarse iban desvaneciéndose poco a poco, y se sentía complacida por ello. No tenía la intención de comprometerse con un hombre al que no amaba. Tenía un plan… el cual no incluía verse secuestrada por un jinete enmascarado.
La noticia del heroico rescate de Sammie de una boda no deseada la convirtió en el tema de conversación de todo el mundillo social y a partir de entonces no dejaron de asediarla toda clase de pretendientes.
Sin embargo, ella no podía olvidar al atractivo bandolero que la había raptado por error. Había en él algo que le intrigaba profundamente.
¿Quién era el famoso ladrón, autor de hazañas legendarias? Eric Landsdowne, el seductor conde de Wesley, tenía sus propios motivos para ayudar a las mujeres a escapar del triste destino de un matrimonio arreglado, y para mantener su identidad en secreto. Pero desde el momento en que rescató a Sammie supo que no podía perderla por segunda vez…
Eric, el respestado conde de Wesley, se transforma algunas noches en el conocido Ladrón de Novias, admirado y temido al mismo tiempo. Es, en realidad, un hombre acosado por un tremendo sentimiento de culpa por no haber sido capaz de evitar el sufrimiento de su única hermana cuando fue obligada a contraer matrimonio con un hombre que transformó su apacible y tranquila vida en un infierno. Y, aunque liberando a otras novias de un mismo destino no puede hacer que el tiempo retroceda, sí lo ayuda a apaciguar un poco la culpa.
El personaje masculino realmente es encantador. En este libro no nos encontramos con el típico seductor que parece camelar a toda la sociedad; sino, más bien, un hombre que tiene unos principios muy marcados y equilibrados… que se tambalean cuando por error secuestra a Samantha, una muchacha "despreciada" por la sociedad por no seguir los mismos intereses que las muchachas de su edad.
Sammie es una mujer que no posee el talento de saber manejarse entre la gente bien, pero que, sin embargo, tiene cualidades que superan con creces las superficialidades de aquella época.
Y es Eric quien es capaz de reconocer dentro de un envoltorio común, a la mujer que cambiará el resto de su vida, toda su existencia.
La historia de amor que se desarrolla es cautivadora, te mantiene constántemente en vilo esperando el momento en el que Sammie descubre la verdadera identidad del hombre del que se está enamorando.
Me ha gustado mucho la perseverancia de ella por conseguir ser su amante. Su anhelo por conocer la única pasión que cree que jamás volverá a sentir. Su valentía al querer enfrentarse al rechazo de la sociedad para liberar a Eric del matrimonio que les han impuesto… a pesar de desearlo con toda su alma. Su amor es tan grande… que se siente capaz incluso de dejar a su hermano (con quien mantiene una relación muy estrecha) para que él no se vea obligado a contraer matrimonio.
Me hubiera gustado que la historia de Adam Straton (el magistrado) y Margaret (la hermana de Eric) hubiera tenido un poquito más de importancia. El amor y sacrificio de este hombre me ha llegado hondo.
Hace ya varios años que leí este libro, y el recuerdo que tenía de él era tan bueno, que este fin de semana lo he vuelto a leer. Temía que, tras tanto tiempo, la historia no me gustara tanto… Pero no ha sido así.