Mujeres peligrosas
Las mujeres más peligrosas son aquellas que resultan irresistibles. ¿Qué hace peligrosa a una mujer? Su gran belleza, su encanto, su inteligencia, la manera en que se aparta el cabello de los ojos, o el modo de reírse. Puede tener conciencia absoluta de su poder, o desconocerlo por completo. Utilizarlo como arma o protegerse detrás de él. La intención y el propósito no aumentan ni disminuyen el poder, y ese es el mayor peligro de todos los que son seducidos y sometidos por él. Así reflexiona Otto Penzler en la introducción a esta antología única, que reúne diecisiete autores estadounidenses notables, algunos de los mejores escritores del género de misterio y suspenso, que encuentran aquí su mejor expresión.
Aunque diferentes, cada relato tiene como protagonista a una mujer que resulta letal, no importa si es femme fatale, seductora o de apariencia inocente.Los escenarios y los tiempos varían: marcha nocturna desenfrenada por bares y clubes de París, Vietnam, la costa oeste estadounidense después de la Primera Guerra Mundial, bares de la década del cincuenta... Mentira, manipulación, seducción, horror, asesinato, suicidio, nada queda fuera de estas maravillosas historias.
Mujeres peligrosas es una notable selección que, de manera creativa, diabólica y deliciosa, siempre sorprendente, propone al lector una galería de personajes femeninos inolvidables.
'Las mujeres peligrosas han existido siempre. ¿Recuerdan a Dalila? Los escritores siempre han entendido la feroz atracción que ejercen las mujeres peligrosas y la han usado incesantemente como recurso literario. Casi todas las grandes mujeres de la historia, así como las figuras femeninas literarias más significativas, han sido peligrosas. Tal vez no para todo el mundo, pero con frecuencia sí para quienes se han enamorado de ellas. Por las mujeres peligrosas, los hombres han matado, traicionado a su patria, a sus seres queridos y a sí mismos, han abdicado de sus tronos y cometido suicidio. A veces, las mujeres peligrosas han sido dignas de esos gestos... dignas de que alguien arriesgara todo y abandonara las cosas más preciadas. [...] Estos gigantes del género han creado un grupo de mujeres peligrosas de todas clases que es casi un verdadero harén. ¿El sexo débil? No me hagan reír. Y manténgase en guardia para que estas mujeres no ganen su corazón, porque les gustaría mucho que se lo entregaran en bandeja. Posiblemente con algunos guisantes y un buen Chianti'. Otto Penzler