A los monstruos no les gustan los limones
Lisa está tumbada en su cama estremecida de miedo. Por todas partes se oyen chasquidos y crujidos, y las sombras de los monstruos se deslizan rápidamente de un lado a otro. Por esta razón, se levanta cada noche para reunirse con sus padres en el salón. ¡Solo que ellos no entienden el temor que siente Lisa hacia los monstruos! Una noche, mientras Lisa está una vez más en su cama aterrorizada por los monstruos, se le sienta de pronto un curioso personajillo sobre la manta. Es Monti, el cazador de monstruos. Este le explica a Lisa que no hay nada que los monstruos y otros entes fantásticos odien más que el olor a limón, ya que su aroma les sienta fatal y les produce un espantoso dolor de cabeza. Monti le regala a Lisa un frasquito con espray de limón para monstruos y un jabón de limón. Le cuenta a Lisa cómo debe lavarse cada noche con el jabón para monstruos, para que ella también desprenda un delicioso aroma a limón, y le enseña cómo emplear el espray para que no le vuelva a entrar ningún otro monstruo en la habitación...