Notas
[1] V. I. Lenin, «The Proletarian Revolution and the Renegade Kautsky» [1918], Collected Works XXVIII, Moscú, Progress Publishers, 1974, p. 269 [ed. cast.: «Contra el revisionismo. La revolución proletaria y el renegado Kautsky», en Obras completas, Madrid, Akal, 1976; Obras escogidas, 3 vols., Moscú, Editorial Progreso, 1985]. <<
[2] Orlando Figes, A People’s Tragedy, Londres, Jonathan Cape, 1996 [ed. cast.: La revolución rusa: la tragedia de un pueblo, Barcelona, Edhasa, 2000]. Por poner algunos ejemplos evidentes, El desarrollo del capitalismo en Rusia se publicó en 1899 y no en 1893 (p. 164); Lenin solamente abandonó la idea de que la Revolución rusa tenía que atravesar una etapa burguesa en abril de 1917 y no después de la Revolución de 1905 como afirma Figes (p. 211); y el Tratado de Brest-Litovsk no representó la adopción de Lenin de la doctrina del «socialismo en un solo país»: incluso la muy crítica biografía de Robert Service deja claro que Lenin permaneció hasta su muerte fiel al objetivo de la revolución socialista internacional. <<
[3] Robert Service, Lenin. A Biography, Londres, Macmillan, 2000, pp. 195-196 [ed. cast.: Lenin. Una biografía, Madrid, Siglo XXI, 2001]. <<
[4] Ibid., pp. 363-364. <<
[5] Naomi Klein, «The Vision Thing», The Nation, 10 de julio de 2000. Klein hace una defensa bastante equilibrada y juiciosa de las formas descentralizadas de organización. <<
[6] Slavoj Žižek, The Ticklish Subject, Londres, Verso, 1999, pp. 236, 377 [ed. cast.: El espinoso sujeto, Barcelona, Paidós, 2000]; «When the Party Commits Suicide», New Left Review I/238 (1999), pp. 26-47 [ed. cast.: «Cuando el Partido se suicida», NLR 2, (mayo-junio de 2000)]; «Georg Lukács as the Philosopher of Leninism», en G. Lukács, A Defence of History and Class Consciousness, Londres, Verso, 2000. Cualquiera de las obras de Žižek hace una valoración similar del leninismo. <<
[7] Max Weber, Political Writings, Lassman y Ronald Speirs (eds.), Cambridge, Cambridge University Press, 1994, pp. 359-360 [ed. cast.: Escritos políticos, Madrid, Alianza Editorial, 2007]. <<
[8] Perry Anderson, «Max Weber and Ernest Gellner. Science, Politics, Enchantment», A Zone of Engagement, Londres, Verso, 1992, pp. 182-187 [ed. cast.: Campos de batalla, Barcelona, Anagrama, 1998]. Anderson ofrece un excelente epílogo y una lectura crítica de «La política como vocación» y de su complemento «La ciencia como vocación». <<
[9] M. Weber, Political Writings, cit., pp. 365, 367. <<
[10] Wilhelm Hennis, Max Weber, Londres, Allen y Unwin, 1988, p. 246, n. 45. Henin recoge esta carta del 4 de agosto de 1908 (la traducción está modificada). <<
[11] M. Weber, Political Writings, cit., p. 360. <<
[12] Ibid., p. 367. <<
[13] Jürgen Habermas, The Theory of Communicative Action, Londres, Heinemann, 1984, vol. I [ed. cast.: Teoría de la acción comunicativa, Madrid, Taurus, 1981]; A. Callinicos, Social Theory, Cambridge, Polity Press, 1999, cap. 7. Ambas obras profundizan en la discusión del papel de la razón en el pensamiento de Weber. <<
[14] P. Anderson, «Max Weber and Ernest Gellner», cit., p. 189. <<
[15] R. Service, Lenin, cit., pp. 410-411. <<
[16] Tony Cliff, Lenin, Londres, Pluto Press, 1975-1979, 4 vols.; Marcel Liebman, Leninism under Lenin, Londres, Jonathan Cape, 1975 [ed. cast.: El leninismo bajo Lenin, México, Grijalbo, 1979]; Neil Harding, Lenin’s Political Thought, Londres, Macmillan, 1977, 1981, 2 vols. <<
[17] V. I. Lenin, «Our Revolution (Apropos of N. Sukhanov’s Notes)» [Nuestra Revolución (A propósito de las notas sobre Sukhanov)] [1923], Selected Works, Londres, Lawrence y Wishart, 1969, p. 698; Hans Delbrück, History of the Art of War, Westport (CT), Greenwood Press, 1985, 4, p. 409. Lo que realmente dijo Napoleón fue algo muy diferente: «On s’engage partout et après on voit» (énfasis añadido). <<
[18] V. I. Lenin, Between the Two Revolutions [1917], Moscú, Progress Publishers, 1971, p. 11 [ed. cast.: Entre dos revoluciones, Moscú, Editorial Progreso, 1974]. <<
[19] Ibid., pp. 13, 16. <<
[20] Louis Althusser, For Marx [1965], Londres, Allen Lane, 1969, cap. 2 [ed. cast.: La revolución teórica de Marx, México DF, Siglo XXI, 1968]. <<
[21] V. I. Lenin, What Is to be Done? [1902], Collected Works V, Moscú, Progress Publishers, 1961, p. 502 [ed. cast.: ¿Qué hacer?, Madrid, Akal, 1975]. <<
[22] V. I. Lenin, Between the Two Revolutions, cit., p. 18. <<
[23] Ibid., p. 506; Alexander Rabinowitch, The Bolsheviks Come to Power, Londres, New Left, 1976. <<
[24] Moshe Lewin, Lenin’s Last Struggle, Londres, Pluto Press, 1974. <<
[25] Véase la discusión sobre decisionismo que hago en mi reseña sobre la obra de S. Žižek, The Ticklish Subject, en Historical Materialism 8 (2001), pp. 373-403. <<
[26] Steven Lukes, Marxism and Morality, Oxford, Oxford University Press, 1986. Lukes proporciona un práctico estudio general. <<
[27] Leon Trotsky et al., Their Morals and Ours, Nueva York, Merit Publishers, 1973, p. 48 [ed. cast.: Su moral y la nuestra, Barcelona, Fontamara, 1978]. <<
[28] S. Lukes, Marxism and Morality, cit., p. 137. <<
[29] Maurice Merleau-Ponty, Humanism and Terror [1947], Boston, Beacon Press, 1969, p. 31. <<
[30] Ibid., p. 90. Especialmente los capítulos 1 y 2, «Bujarin y la ambigüedad de la historia» y «El racionalismo de Trotsky». Lo que hace de este argumento algo más que una simple apología estalinista es, en primer lugar, la diferencia entre la filosofía de la historia, hegeliana de izquierdas, de Merleau-Ponty y el marxismo leninismo ortodoxo. En segundo lugar, su rechazo de la intencionalidad de la supuesta traición de Bujarin y del resto de los acusados; y, en tercero, el reconocimiento de la discrepancia entre el sistema estalinista y la concepción marxista clásica de la revolución. <<
[31] J. Arch Getty y Oleg A. Naumov, The Road to Terror, New Haven (CT), Yale University Press, 1999. Es un estudio del terror basado en el acceso a fuentes que han facilitado Gorbachov y Yelstin. <<
[32] M. Merleau-Ponty, Humanism and Terror, cit., p. 41. <<
[33] Isaac Deutscher, The Prophet Outcast, Oxford, Oxford University Press, 1970, p. 363 [ed. cast.: El profeta desterrado, México DF, Ediciones Era, 1975]. Deutscher recoge las palabras de Trotsky contenidas en una carta a Angelica Balabanoff; L. Trotsky, Diary in Exile 1935, Londres, Faber & Faber, 1956. Quizá aquí esté el relato más elocuente del precio personal que Trotsky y su familia tuvieron que pagar por mantener esta posición (que se produce justo antes de los Procesos de Moscú) en el que recoge el verdadero cambio en el sueño de Lenin que Fredric Jameson discute en el capítulo IV de este libro. <<
[34] Merleau-Ponty, Humanism and Terror, cit., pp. 40-41. <<
[35] L. Trotsky, Their Morals and Ours, cit., pp. 48-49. <<
[36] Ibid., p. 49. <<
[37] Ibid., p. 73. <<
[38] Ibid., p. 51. <<
[39] Norman Geras, «The Controversy about Marx and Justice», reeditado en A. Callinicos, Marxist Theory, Oxford, Oxford University Press, 1989. La mejor discusión de este tema se encuentra en el texto de Geras. <<
[40] L. Trotsky, Their Morals and Ours, cit., pp. 49-50. <<
[41] Ibid., p. 71. <<
[42] Ibid., p. 50. <<
[43] Arno J. Mayer, The Furies. Violence and Terror in the French and Russian Revolutions, Princenton (NJ), Princenton University Press, 2000. <<
[44] Tony Cliff, State Capitalism in Russia, Londres, Bookmarks, 1988; A. Callinicos, The Revenge of History, Cambridge, Polity Press, 1991; John Rees, «In Defence of October», International Socialism, 2/53 (1991). <<
[45] M. Lewin, «Stalin in the Mirror of the Other», en I. Kershaw y M. Lewin (eds.), Stalinism and Nazism, Cambridge, Cambridge University Press, 1997. Uno de los temas principales de Lewin son los problemas ideológicos causados por la traición de Stalin al bolchevismo. <<
[46] A. Callinicos, «The Ideology of Humanitarian Intervention», en Tariq Ali (ed.), Masters of the Universe, Londres, Verso, 2000. El texto constituye un ejemplo concreto de este tema general. <<
[47] La preocupación de Trotsky por influir sobre las generaciones futuras queda clara, por ejemplo, en L. Trotsky, Diary in Exile, cit., pp. 46-47. La formulación de las ideas que dan lugar a esta nota se debe a los sugestivos comentarios que Matt Matravers y Susan Mendus realizaron sobre una versión anterior de este ensayo, en el Taller de Teoría Política en la Universidad de York. Cualquier resonancia de estas ideas con las expresadas por Alasdair MacIntyre en After Virtud (Londres, Duckworth, 1981) probablemente no sea accidental, ya que MacIntyre fue trotskista y las páginas finales de su libro todavía discuten explícitamente a Trotsky. <<
[48] M. Weber, Political Writings, cit., pp. 367-368; M. Merleau-Ponty, Adventures of the Dialectic, Londres, Heinemann, 1974, pp. 28-29. Merleau-Ponty hace una lectura extremadamente indulgente de «Politics as a Vocation», que ignora por completo los elementos nacionalistas y decisionistas realzados por Anderson; trata a Lenin y a Trotsky como ejemplos de esta clase de reconciliación de las dos éticas. <<
[49] P. Anderson, «Max Weber and Ernest Gellner», cit., pp. 190-191. <<
[50] Para una discusión de algunos de los temas planteados por este último requisito, véase A. Callinicos, Equality, Cambridge, Polity Press, 2000. Filosóficamente, las afirmaciones que se hacen en el texto, dependiendo del nivel al que se hagan, son triviales o tremendamente difíciles de engranar en una teoría satisfactoria. Para una exploración sugestiva del terreno al que remite la segunda alternativa, véase John McDowell, Mind and World, edición ampliada, Cambridge (MA), Harvard University Press, 1996. <<
[51] Chris Bambery, «Leninism in the 21st Century», Socialist Review (enero de 2001) (de donde robé el título del ensayo); A. Callinicos, «In Defence of Leninism», Socialist Review (enero de 1984); véase también la excelente contribución de Daniel Bensaïd en este volumen. <<
[52] V. I. Lenin, «The Trade Unions, the Present Situation and Trotsky’s Mistakes» [Los sindicatos, la situación actual y los errores de Trotsky], Collected Works XXXII, cit. <<
[53] L. Trotsky, Trotsky’s Notebooks, P. Pomper (ed.), Nueva York, Columbia University Press, 1986, pp. 94-96. Este punto documenta la reveladora comparación que realiza Trotsky entre Lenin y el dirigente menchevique Martov. <<
[54] A. Callinicos, Against the Third Way, Cambridge, Polity Press, 2001, especialmente los capítulos 3 y 4 [ed. cast.: Contra la tercera vía. Una crítica anticapitalista, Barcelona, Crítica, 2002]. <<
[55] Michael Hardt y Antonio Negri, Empire, Cambridge (MA), Harvard University Press, 2000, p. 59 [ed. cast.: Imperio, Barcelona, Paidós, 2002]. <<
[56] Tom Wells, The War Within, Nueva York, Henry Holt, 1996. <<
[57] T. Cliff, Lenin, cit., I. <<
[58] Jean-François Lyotard, The Postmodern Condition, Manchester, Manchester University Press, 1984, p. 61 [ed. cast.: La condición posmoderna, Madrid, Cátedra, 1989]. <<
[59] V. I. Lenin, «To the Population» [A la población] [1917], Collected Works XXVI, Moscú, Progress Publishers, 1972, p. 297. <<
[60] Leon Trotsky, The Permanent Revolution, Nueva York, Merit Publishers, 1969, p. 132 [ed. cast.: La revolución permanente, Madrid, Fundación de Estudios Socialistas Federico Engels, 2001]. <<
[61] Perry Anderson, «Modernity and Revolution», en A Zone of Engagement, Londres, Verso, 1992. <<
[62] Walter Benjamin, One-Way Street and Other Essays, Londres, New Left, 1979, p. 190 [ed. cast.: Dirección única, Madrid, Alfaguara, 2002]. <<
[63] Robert C. J. Young, Postcolonialism. A Historical Introduction, Blackwell, Oxford, 2001, p. 142. <<
[64] Ibid., p. 143. <<
[65] V. I. Lenin, «Fourth Conference of Trade Unions and Factory Committes of Moscow, June 27 - July 2, 1918: Report on the Current Situation» [Cuarta Conferencia de los sindicatos y comités de empresa de Moscú, 27 de junio - 2 de julio de 1918: Informe sobre la situación actual] [1918], Collected Works XXVII, cit., p. 464. <<
[66] V. I. Lenin, «Achievements and Difficulties of the Sóviet Government» [Logros y dificultades del gobierno soviético] [1919], Collected Works XXIX, cit., p. 70. <<
[67] Leon Trotsky, Diary in Exile 1935, Cambridge (MA), Harvard University Press, 1976, pp. 145-146. <<
[68] Alain Badiou, Peut-on-penser la politique?, París, Seuil, 1985, pp. 107-108. <<
[69] Ibid., p. 109. <<
[70] Slavoj Žižek, Revolution at the Gates, Londres, Verso, 2002. Žižek hace una estimulante selección de los textos de Lenin de 1917. <<
[71] Kevin Anderson, Lenin, Hegel and Western Marxism, Urbana, University of Illinois Press, 1995. Las anotaciones originales de Lenin a la Lógica se encuentran en Philosophical Notebooks [Cuadernos filosóficos] [1914-1915], en Collected Works XXXVIII, Moscú, Progress Publishers, 1972. <<
[72] S. Žižek, Revolution at the Gates, cit., pp. 56-61. Por supuesto, el equivalente sería «Las Tesis de abril» de Lenin; Alexander Rabinowitch, The Bolsheviks Come to Power, Nueva York, Norton, 1976, p. 178 ss. Rabinowitch recoge el asombro de sus compañeros conspiradores por su llamamiento a favor de la revolución inmediata en octubre. <<
[73] Ramachandra Guha, Elementary Aspects of Peasant Insurgency in Colonial India, Delhi, Oxford, 1983. <<
[74] Kirkpatrick Sale, Rebels Against the Future, Reading (MA), Addison-Wesley, 1995. <<
[75] Jacques Lacan, Le Séminaire, Livre XVII: L’Envers de la psychanalyse, París, Seuil, 1991, pp. 9-91. <<
[76] S. Žižek, Revolution at the Gates, cit., pp. 62-68, especialmente el capítulo «On Slogans». <<
[77] Elisabeth Roudinesco, Jacques Lacan, París, Fayard, 1993, pp. 411-413. <<
[78] S. Žižek, For They Know Not What They Do, Londres, Verso, 1991, pp. 81-84. <<
[79] Lo que esto significa es que precisamente en referencia a los innumerables horrores del estalinismo cualquier descripción directa de tipo moralizante yerra desgraciadamente el blanco: sólo por medio de lo que Kierkegaard llamaba «comunicación indirecta», recurriendo a una cierta forma de ironía, puede uno rendir apropiada cuenta de aquel horror. <<
[80] Isaac Deutscher, The Prophet Outcast, Londres, Verso, 2003, p. 88. <<
[81] Jean-Claude Milner, Le periple structural, París, Seuil, 2003, p. 213. <<
[82] Muchos comentaristas proeuropeos destacan la disposición para soportar sacrificios económicos por parte de los nuevos miembros de la Unión procedentes de Europa Oriental frente al comportamiento egoísta e intransigente del Reino Unido, Francia, Alemania y algunos otros antiguos miembros. No obstante, habría que tener también en cuenta la hipocresía de Eslovenia y otros nuevos miembros del Este: se comportan como los recientes miembros de un exclusivo club que pretendan ser los últimos en ser admitidos. A la vez que acusan a Francia de racismo, ellos mismos se oponen a la entrada de Turquía. <<
[83] Véase Ernesto Laclau, On Populist Reason, Londres, Verso, 2005. <<
[84] Esta distinción es homóloga a la que existe entre moralidad «fina» y «gruesa» (véase Michael Walter, Thick and Thin, Notre Dame, University of Notre Dame Press, 1994). Walter pone como ejemplo la gran manifestación en las calles de Praga en 1989 que derribó el régimen comunista. En la mayor parte de las pancartas se leía «Verdad», «Justicia» o «Libertad», eslóganes generales con los que el partido comunista en el poder no podía más que estar de acuerdo. El intríngulis estaba, por supuesto, en las reclamaciones de trazo «grueso» (específicas, determinadas, como eran la libertad de prensa, las elecciones pluripartidistas, etc.) que venían a indicar qué es lo que el pueblo quería decir con los simples eslóganes generales. En resumen, la lucha no era sin más por la libertad y la justicia, sino por el significado mismo de esas palabras. <<
[85] E. Laclau, On Populist Reason, cit., p. 88. <<
[86] Ibid., p. 90. <<
[87] Ibid., pp. 98-99. <<
[88] A muchas personas favorables al régimen venezolano de Hugo Chávez les gusta destacar, frente al llamativo y a veces bufonesco estilo caudillista de Chávez, el amplio movimiento popular de la organización espontánea de los pobres y desposeídos que sorprendentemente le devolvieron al poder después de haber sido depuesto por un golpe respaldado por Estados Unidos. El error de esta concepción está en pensar que lo segundo puede darse sin lo primero: el movimiento popular necesita identificarse en la figura de un líder carismático. La limitación de Chávez se encuentra en otra parte, en el mismo factor que lo capacita para desempeñar su papel: el dinero del petróleo. Es como si el petróleo fuera siempre una bendición dudosa, si no directamente una maldición. Gracias a este recurso puede continuar haciendo gestos populistas sin tener que pagar su verdadero precio, sin tener que inventar algo verdaderamente nuevo en lo económico. El dinero hace que sea posible llevar a cabo políticas inconsistentes (tomar medidas anticapitalistas de tipo populista y dejar básicamente incólume el edificio capitalista): no actuar sino posponer la acción, el cambio radical. (En contra de su retórica antiestadounidense, Chávez tiene gran cuidado en que los contratos entre Venezuela y Estados Unidos se lleven a cabo: es, realmente, «un Fidel con petróleo»). <<
[89] Sigmund Freud, Group Psychology and the Analysis of the Ego, en The Standard Edition of the Complete Psychological Works of Freud, Nueva York, W. W. Norton, 1975, pp. 18-100 [ed. cast.: Psicología de las masas, Madrid, Alianza, 2000]. <<
[90] Véase, en especial, Chantal Mouffe, The Democratic Paradox, Londres, Verso, 2000 [ed. cast.: La paradoja democrática, Barcelona, Gedisa, 2003]. <<
[91] E. Laclau, On Populist Reason, cit., p. 166. <<
[92] E. Laclau, según cita en Mary Zournazi (ed.), Hope, Londres, Lawrence and Wishart, 2002, p. 145. <<
[93] E. Laclau, «Las manos en la masa», Radar, 5 de junio de 2005, p. 20. <<
[94] La anécdota que mejor ejemplifica qué es lo que falla en el primer tipo de universalidad es la historia de aquel soldado inglés de clase trabajadora, de permiso en la Primera Guerra Mundial, que se indigna al encontrarse con un joven de clase alta que lleva tranquilo su vida exquisitamente «británica» (el rito del té y demás) sin verse en absoluto perturbado por la guerra. Cuando el soldado explota contra el joven y le pregunta: «¿Cómo puedes estar ahí sentado disfrutando, mientras nosotros entregamos nuestra sangre para defender nuestro modo de vida?», el joven contestó sin alterarse: «Pero, si ¡yo soy el modo de vida que vosotros defendéis allí en las trincheras!». <<
[95] E. Laclau, On Populist Reason, cit., p. 183. <<
[96] Ibid., p. 152. <<
[97] La mejor manera de ejemplificar las limitaciones de la pospolítica es no sólo a través del éxito del populismo de derechas, sino por las elecciones de 2005 en el Reino Unido. A pesar de la creciente impopularidad de Tony Blair (se le vota regularmente como la persona más impopular en el Reino Unido) no hubo manera de encontrar una expresión política efectiva para este descontento con él. Tal frustración sólo puede provocar peligrosas explosiones extraparlamentarias. <<
[98] En marzo de 2005, el Pentágono filtró el sumario de un documento de alto secreto que traza la agenda estadounidense para la dominación militar global. Éste propugna un acercamiento más «proactivo» a la acción militar bajo el dudoso concepto de acciones «preventivas» y defensivas. Se concentra en cuatro tareas principales: construir asociaciones con Estados en descomposición para derrotar las amenazas del terrorismo interno; defender la patria, incluso mediante golpes ofensivos contra grupos terroristas que estén planeando ataques; influir en las decisiones de países que se encuentran en encrucijadas estratégicas, como China o Rusia; e impedir la adquisición de armas de destrucción masiva por parte de Estados hostiles o grupos terroristas. ¿Aceptará esto Europa? ¿Se contentará con asumir el papel de la anémica Grecia bajo la dominación del poderoso Imperio romano? <<
[99] Véase Jean-Jacques Marie, Lénine 1870-1924, París, Editions Ballano, 2004, pp. 392-93. Doy las gracias a Sébastien Budgen por llamar mi atención sobre esta inesperada actividad de Lenin. <<
[100] Samuel Beckett, L’Innommable, París, Minuit, 1953, p. 262 [ed. cast.: El innombrable, Madrid, Alianza, 2001]. <<
[101] Friedrich Nietzsche, La volonte de puissance, París, Aubier-Montaigne, 1969, III, p. 111. <<
[102] V. I. Lenin, Philosophical Notebooks [Cuadernos filosóficos] [1914-1915], Collected Works XXXVIII, Moscú, Progress Publishers, 1972, p. 358. Las referencias a Philosophical Notebooks, en este capítulo se citan dentro del texto por número de página entre paréntesis. <<
[103] András Gedö, Crisis Consciousness in Contemporary Philosophy, Minneápolis, Marxist Educational Press, 1982. <<
[104] Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Logic, Part One of the Encyclopaedia of the Philosophical Sciences, Oxford, Clarendon Press, 1975, pp. 175-181. <<
[105] Friedrich Hölderlin, Remarques sur Edipe-Antigone, París, UGE 10/18, 1965, p. 65. <<
[106] Ibid., p. 83. <<
[107] Hans-Georg Gadamer, Hegel’s Dialectic, New Haven (CT), Yale University Press, 1976, p. 100. <<
[108] Nadezhda Krupskaya, Memories of Lenin, citado en E. V. Ilyenkov, Leninist Dialectics and the Metaphysics of Positivism, Londres, New Park, 1982, p. 10. <<
[109] Hans Heinz Hölz, Entretiens avec Georg Lukács, París, Maspero, 1969, pp. 20-21. Hölz es una de las pocas excepciones. El propio Lukács reconoce el hecho de que Leibniz no recibía el debido reconocimiento de los marxistas. <<
[110] Karl Marx y Friedrich Engels, The Holy Family en Collected Works IV, Moscú, Progress Publishers, 1975, p. 128 [ed. cast.: La sagrada familia, Madrid, Akal, 1981]. <<
[111] Véase V. I. Lenin, Philosophical Notebooks Collected Works XXXVIII, sobre J. Perrin, Treatise on Physical Chemistry, p. 325; P. Volkman, Epistemological Foundations of the Natural Sciences, p. 328; Max Verworn, The Hypothesis of Biogenesis, p. 329; Fr. Dannemann, How our Picture of the World Arises?, p. 331; Ludwig Darmstaedter, Handbook of the History of the Natural Sciences and Technique, p. 335; Theodor Lipps, Natural Science and World Outlook, p. 336. <<
[112] Karl Marx, Capital, I, Moscú, Progress Publishers, 1986, p. 28 [ed. cast.: El capital, Madrid, Akal, 2000]. <<
[113] Sal 137, 1. <<
[114] Raya Dunayevskaya, Marxism and Freedom. Fom 1776 until Today, Nueva York, Bookman, 1958. <<
[115] Samuel Farber, Before Stalinism. The Rise and Fall of Sóviet Democracy, Nueva York, Verso, 1990. <<
[116] Maurice Merleau-Ponty, Adventures of the Dialectic [1955], Illinois, Northwestern University Press, 1973 [ed. cast.: Las aventuras de la dialéctica, Buenos Aires, Siglo XX, 1974]. Merleau-Ponty hace una rigurosa crítica de Materialismo y empirocriticismo. <<
[117] Fromm hace estos comentarios en una reseña no publicada sobre Trotsky’s Diary in Exile (Cambridge, Harvard University Press, 1958). Los comentarios de Fromm no se refieren solamente a Lenin, sino también a Trotsky, Marx y Engels. El texto completo se encuentra en Kevin B. Anderson, «A Recently Discovered Article by Erich Fromm on Trotsky and the Russian Revolution», Science and Society LVI, 2 (verano de 2002), pp. 266-273. <<
[118] Véase Herbert Marcuse, Reason and Revolution, Nueva York, Oxford, 1941, innovador estudio marxista sobre Hegel y la teoría social. Aunque Marcuse hace una breve referencia a una de las discusiones de Lenin sobre dialéctica (pp. 314, 401), no menciona en absoluto los Cuadernos sobre Hegel [ed. cast.: Razón y revolución. Hegel y el surgimiento de la teoría social, Madrid, Alianza, 2003]. Más tarde, en Sóviet Marxism, no hace ninguna referencia ni a Lenin ni a Hegel en su capítulo sobre dialéctica, al mismo tiempo que presenta la transición de Lenin a Stalin como un ejemplo de la «ley dialéctica del cambio de la cantidad a la calidad». H. Marcuse, Sóviet Marxism, Columbia University Press, 1958, p. 74 [ed. cast.: El marxismo soviético, Madrid, Alianza, 1975]. <<
[119] Oskar Negt (ed.), Kontraversen über dialektischen und mechanistischen Materialismus, Fráncfort, Suhrkamp Verlag, 1969. <<
[120] Iring Fetscher, «The Relationship of Marxism to Hegel», Marx and Marxism [1960], Nueva York, Herder and Herder, 1971; K. B. Anderson, Lenin, Hegel and Western Marxism. A Critical Study, Urbana, University of Illinois Press, 1995. En este trabajo realizo un análisis más detallado de esta y otras cuestiones de las que se habla en este capítulo. <<
[121] Rudy Dutschke, Versuch, Lenin auf die Füsse zu Stellen, Berlín, Verlag Klaus Wagenbach, 1974; Bernd Rabehl, Marx und Lenin, Fráncfort, Verlag für das Studium der Arbeiterbewegung, 1973. <<
[122] Karl Korsch, Marxism and Philosophy, Londres, New Left Books, 1970 [ed. cast.: Marxismo y filosofía, Barcelona, Ariel, 1978]; V. I. Lenin, «On the Significance of Militant Materialism» [El significando del materialismo militante] [1922], Collected Works XXXIII, Moscú, Progress Publishers, 1961, p. 233. A partir de aquí las obras de Lenin se citan en el texto entre paréntesis como LCW, seguido por el número de volumen y página. <<
[123] M. Merleau-Ponty, Adventures of the Dialectic, cit., p. 64. <<
[124] Como decía Friedrich Nietzsche en «Schopenhauer como educador» (1874), anteriormente había habido una «cosecha extraordinaria en los campos de producto hegeliano. Pero ahora la cosecha se había arruinado por el granizo y todos los pajares permanecían vacíos». Citado en Donald N. Levine, Visions of the Sociological Tradition, Chicago, University of Chicago Press, 1955, p. 193. <<
[125] Aquí y en todas partes, aunque me refiero a la edición inglesa de los Cuadernos sobre Hegel, en Collected Works XXXVIII, en la mayoría de los casos, realmente utilizo la traducción más precisa de la marxista hegeliana Rava Dunayevskaya, publicada como apéndice de la primera edición de Marxism and Freedom. <<
[126] Ernst Bloch, Subjekt-Objekt. Erläuterungen zu Hegel, Fráncfort, Suhrkamp Verlag, 1962, pp. 382-383. <<
[127] Georg Lukács, History and Class Consciousness. Studies in Marxist Dialectics, Cambridge (MA), MIT Press, 1971, I [ed. cast.: Historia y conciencia de clase, Barcelona, Orbis, 1985]. <<
[128] A pesar de sus muchas contribuciones en otras áreas, los extensos estudios sobre Lenin publicados en inglés en las tres décadas pasadas, han tendido a ignorar o minimizar la importancia de los «Cuadernos filosóficos» sobre Hegel de 1914-1915. Los cuatro volúmenes sobre Lenin de Toni Cliff (Lenin, Londres, Pluto Press, 1974-1979) les dedican una frase. Los dos volúmenes de Neil Harding (Lenin Political Thought, Nueva York, St. Martin, 1978, 1981) no los mencionan en absoluto. Los tres volúmenes de Robert Service (Lenin. A Political Life, Bloomington, Indiana, Indiana University Press, 1985, 1991, 1996) los tratan en un par de páginas, pero hacen hincapié en que su importancia ha sido sobrevalorada. N. Harding, (Leninism, North Carolina, Duke University Press, 1996) dedica un capítulo a la filosofía de Lenin pero desecha incluso los Cuadernos como dogmáticos. R. Service (Lenin. A Biography, Cambridge, Harvard University Press, 2000) representa un paso atrás sobre la cuestión de Lenin y Hegel, ya que en el libro se presta más atención a las breves notas del mismo periodo de Lenin sobre Aristóteles que a los Cuadernos sobre Hegel. Semejante omisión prácticamente total del tema de Lenin y Hegel no se ha producido en Francia. Allí, desde las discusiones de Lefebvre en la década de 1930 (más tarde me refiero a ellas), ha sido imposible ignorar el tema de la deuda de Lenin con Hegel. Véase, por ejemplo, Marcel Liebman, Leninism under Lenin [1973], Londres, Jonathan Cape, 1975, así como las consideraciones más filosóficas de Michael Löwy, Dialectique et révolution, París, Éditions Anthropos, 1973. Más adelante me ocupo de los escritos de Althusser. <<
[129] Karl Marx, Capital I, Londres, New Left Books, 1976, p. 494. <<
[130] Como es bien sabido, Engels utilizaba en su obra sobre Feuerbach esta metáfora que tiene un cierto sentido militar; como sucede en inglés con el término «camp», en alemán «Lager» puede referirse a un campamento militar, véase Friedrich Engels, Ludwig Feuerbach and the end of Classical German Philosophy, en K. Marx y F. Engels, Collected Works XXVI, Moscú, Progress Publishers, 1990, p. 366 [ed. cast.: Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, Moscú, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1960]. <<
[131] K. Marx, «Critique of the Hegelian Dialectic» [1844], en E. Fromm, Marx’s Concept of Man, Nueva York, Frederick Ungar, 1961, p. 181. Los Manuscritos de 1844 que habían sido ignorados por la Segunda Internacional (y por Engels) no se publicaron hasta la muerte de Lenin como parte del trabajo alrededor de la primera Marx-Engels Gesamtausgabe (MEGA). La primera MEGA (la segunda prosigue en la actualidad), comenzó a principios de los años veinte con fuerte apoyo de Lenin. Se interrumpió con Stalin, quien ejecutó a su principal editor, David Riazanov. <<
[132] Leszek Kolakowski, The Golden Age, vol. 2, Main Currentes of Marxism, Nueva York, Oxford University Press, 1978, p. 464 [ed. cast.: Las principales corrientes del marxismo, 3 vols., Madrid, Alianza, 1980]. Louis Dupré, Marx’ Social Critique of Culture, New Haven (CT), Yale University Press, 1983. Kolakowsky no es el único filósofo no leninista que ha apreciado los Cuadernos sobre Hegel, el perspicaz estudio de Dupré es otro ejemplo de ello. <<
[133] R. Dunayevskaya, «Hegelian Leninism», en Towards a New Marxism, Bart Grahl y Paul Piccone (eds.), St. Louis, Telos Press, 1973, pp. 159-175; K. B. Anderson, «Lenin, Bujarin, and the Marxian Concepts of Dialectic and Imperialism: A Study in Contrasts», Journal of Political and Military Sociology XV, 1 (1987), pp. 197-212. En ambas obras se encuentran visiones alternativas. <<
[134] Esta era otra consecuencia del marxismo de la Segunda Internacional. A finales de la década de 1890, Kautsky y Viktor Adler se habían distanciado del enérgico apoyo que Marx y Engels habían prestado a los movimientos en favor de la independencia de Polonia e Irlanda. Rosa Luxemburg llevaba rechazando durante mucho tiempo como burguesas todas las formas de nacionalismo, pero tenía la honestidad intelectual de hacer explícito su desacuerdo con Marx y Engels. <<
[135] Dejo de lado otra corriente dentro de este debate, la teoría de Otto Bauer sobre la autonomía nacional y cultural. <<
[136] Karl Radek, «Their Song is Played Out», en John Riddell (ed.), Lenin’s Struggle for a Revolutionary International, Nueva York, Monad Press, 1984, p. 375. <<
[137] Leon Trotsky, «Lessons of the Events in Dublin», Lenin’s Struggle for a Revolutionary International, cit., pp. 372-373. <<
[138] Los siguientes trabajos no mencionan los escritos de Lenin sobre el levantamiento en Irlanda: R. Service, Lenin. A Biography (2000), un estudio de 500 páginas por otra parte notable por su discusión de la identidad étnica; T. Cliff, Lenin (1974-1979), una obra que recoge con mucho detalle temas y debates políticos; N. Harding, Lenin’s Political Thought (1978, 1981) y Leninism (1996), incluso aunque éste último tenga un capítulo titulado «Nacionalismo e internacionalismo». R. Service, Lenin. A Political Life (1985, 1991, 1996), dedica unas cuantas líneas a Irlanda en 1916. Sobre este tema, la obra de M. Liebman Leninism under Lenin (1973) tampoco es muy útil, ya que apenas menciona el tema del imperialismo y de la liberación nacional. <<
[139] John Riddell (ed.), To See the Dawn. Baku, 1920-First Congress of the Peoples of the East, Nueva York, Pathfinder Press, 1993, p. 78. <<
[140] J. Riddell (ed.), Worker’s of the World and Oppressed People Unite! Proceedings and Documents of the Second Congress, 1920, 2 vols., Pathfinder Press, 1991, p. 219. Las posteriores referencias se dan directamente en el texto. <<
[141] Sultanzadeh pereció bajo las purgas de Stalin, y el adulador partido prosoviético Tudeh (comunista) eliminó su nombre de su historia oficial. <<
[142] Para un estudio de este olvidado y sorprendente levantamiento, véase Janet Afary, The Iranian Constitutional Revolution, 1906-1911. Grassroots Democracy, Social Democracy, and the Origins of Feminism, Nueva York, Columbia University Press, 1996. <<
[143] Cuarto Congreso de la Internacional Comunista. Abridged report of Meetings Held at Petrograd and Moscow, Nov. 7 - Dec. 3, 1924, Communist Party of Great Britain, Londres, s. f., pp. 260-261. <<
[144] Claude McKay, The Negroes in America, Alan L. McLeod (ed.), Nueva York, Kennikat Press, Port Washington, 1979. El Partido Comunista de Estados Unidos mostró tal falta de interés por el libro, que la edición inglesa parece que acabó perdiéndose. Esta edición de 1979 procede de una versión en ruso encontrada por casualidad en la sección eslava de la Biblioteca Pública de Nueva York. Para uno de los pocos análisis sobre la importancia de la intervención de McKay en el Congreso de 1924, véase R. Dunayevskaya, American Civilization on Trial, News and Letters, Detroit, 1963. <<
[145] L. Trotsky, Leon Trotsky on Black Nationalism and Self-Determination, Nueva York, Merit Publishers, 1967, pp. 42, 48. <<
[146] L. Trotsky, On the Jewish Question, Nueva York, Pathfinder Press, 1970, p. 20. Enzo Traverso, The Marxists and the Jewish Question. The History of a Debate, 1843-1943, Bernard Gibbons (trad.), Atlantic Highlands (NJ), Humanities Press International, 1994. <<
[147] C. L. R. James, Nkrumah and the Ghana Revolution, Londres, Allison and Busby, 1977; R. Dunayevskaya, Nationalism, Communism, Marxist Humanism, and the Afro-Asian Revolutions [1959], Chicago, News and Letters, 1984. <<
[148] Peter Hudis, «Kosova: Achilles Heel of the Left», en Danny Postel (ed.), The Kosova Reader, Cybereditions (en preparación). Aquí se incluye una colaboración de Slavoj Žižek. Véase también la contribución de P. Hudis y de quien esto escribe, Bosnia-Herzegovina. Achilles Heel of «Western» Civilization, Chicago, News and Letters, 1996, y Kosova. Writings from News and Letters, 1998-1999, Chicago, News and Letters, 2000; Joanne Landy, «Self-Determination and Diplomacy», New Politics 27 (verano de 1999), pp. 27-33. <<
[149] Fred Bud Burkhard, French Marxism between the Wars. Henri Lefebvre and the «Philosophies», Nueva York, Prometheus Books, Amherst, 1999. Burkhard proporciona antecedentes sobre Lefebvre en este periodo. <<
[150] Henri Lefebvre, La somme et la reste, París, La Nef, 1959, p. 85. <<
[151] Gregory Elliot, Althusser. The Detour of Theory, Londres, Verso, 1987. Elliot muestra la afinidad filosófica de Althusser con el maoísmo. <<
[152] Louis Althusser, Lenin and Philosophy, and other Essays, Nueva York, Monthly Review, 1971, p. 112 [ed. cast.: La soledad de Maquiavelo, Madrid, Akal, 2008]. Este punto lo analizo con detalle en mi libro Lenin, Hegel and Western Marxism, cit. <<
[153] L. Althusser, For Marx [1962], Nueva York, Vintage, 1970, p. 116. <<
[154] C. L. R. James, Notes on Dialectics. Hegel-Marx-Lenin, Westport (CT), Lawrence Hill, 1980. <<
[155] R. Dunayevskaya, Philosophy and Revolution. From Hegel to Sartre and from Marx to Mao, Nueva York, Delacorte, 1973, p. 103. <<
[156] R. Dunayevskaya, Rosa Luxemburg. Women’s Liberation, and Marx’s Philosophy of Revolution [1982], Urbana, University of Illinois Press, 1991, p. 116. <<
[157] R. Dunayevskaya, The Power of Negativity. Selected Writings on the Dialectic in Hegel and Marx, Peter Hudis y K. B. Anderson (eds.), Lanham (MD), Lexington Books, 2002. <<
[158] Hanna Arendt, Was ist Politik?, Múnich, M. Piper Verlag, 1993, pp. 28, 31. <<
[159] François Furet, The Passing of an Illusion, Chicago, University of Chicago Press, 1999, p. 502. <<
[160] H. Arendt, Was ist Politik?, cit., p. 146. <<
[161] Karl Marx y Friedrich Engels, «Preface to the Fourth German Edition of the Manifesto of the Communist Party» [Prefacio a la cuarta edición en alemán del Manifiesto del Partido Comunista], Collected Works XXVII, Londres, Lawrence y Wishart, 1975, p. 59 [ed. cast.: Manifiesto comunista, Madrid, Akal, 2004, p. 16]. <<
[162] Antonio Labriola, Essais sur la conception matérialiste de l’historie, París, Gordon y Breach, 1970, p. 46. <<
[163] V. I. Lenin, What Is to Be Done? [¿Qué hacer?] [1902], Collected Works V, Moscú, Progress Publishers, 1960, pp. 430, 452. Todas las referencias posteriores a las Obras Completas se refieren a esta edición. <<
[164] Ibid., cit, pp. 382, 384. <<
[165] V. I. Lenin, «Once Again on the Trade unions» [De nuevo sobre los sindicatos] [25 de enero de 1921], Collected Works XXXII, cit., pp. 83-84. <<
[166] V. I. Lenin, «Summing-Up Speech on the Reportof the CC of the RCP(B) March 9, 1921» [Discurso resumen sobre el informe del CC del PCR(B), 9 de marzo de 1921], Collected Works XXXII, cit., pp. 195, 198. <<
[167] V. I. Lenin, What Is to Be Done?, cit., pp. 383, 422. <<
[168] Así, en el debate de 1915 sobre ultraimperialismo, Lenin se da cuenta del peligro de un nuevo economicismo en virtud del cual la madurez a escala mundial de las relaciones capitalistas de producción sería un preludio del colapso final del sistema. De nuevo encontramos esta preocupación por evitar cualquier reducción de lo político a lo económico o a lo social en los debates de principios de los años veinte sobre la caracterización del Estado soviético. A aquellos que hablan de un Estado obrero, Lenin les replica que «la cuestión es que no es totalmente un Estado obrero». Su formulación es más descriptiva y compleja que una simple caracterización sociológica: es un Estado de obreros y campesinos, «con una perspectiva administrativa hacia ese Estado», y «ahí se encuentra la realidad de la transición». V. I. Lenin, «The Trade Unions, the Present Situation and Trotsky’s Mistakes» [Los sindicatos, la situación actual y los errores de Trotsky], Collected Works XXXII, cit., p. 24. Finalmente, en el debate sobre los sindicatos, Lenin volvió a defender una posición original: al no ser órganos de poder político, los sindicatos no deben ser transformados en «organizaciones coercitivas del Estado». <<
[169] V. I. Lenin, «What Are We Working For» [Para lo que estamos trabajando], Collected Works VII, cit., p. 450. <<
[170] V. I. Lenin, «The Crisis has Matured» [La crisis ha madurado], Collected Works XXVI, cit., p. 84. <<
[171] V. I. Lenin, «Left-wing’ Communism – An Infantile Disorder» [El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo], Collected Works XXXI, cit., p. 99. <<
[172] Leon Trotsky, The History of the Russian Revolution, Londres, Pluto, 1997, p. 1024. <<
[173] V. I. Lenin, «The collapse of the Second Internaional» [El colapso de la Segunda Internacional], Collected Works XXI, cit., p. 214. <<
[174] Georg Lukács, History and Class Consciousness, Londres, Merlin Press, 1971, pp. 73, 313. <<
[175] Sobre este tema, véase Henri Lefebvre, Éléments de rythmanalyse, París, Syllepse, 1996. <<
[176] V. I. Lenin, «The Political Situation» [La situación política] [10 de julio de 1917], Collected Works XXV, cit., p. 177. <<
[177] V. I. Lenin, «The Crisis has Matured», cit, p. 82. <<
[178] V. I. Lenin, «Letter to the Central Committe, the Moscow and Petrograd Committes and the Bolshevik Members of the Petrograd and Moscow Soviets» [Carta al Comité Central, a los comités de Moscú y Petrogrado y a los miembros bolcheviques de los sóviets de Moscú y Petrogrado], Collected Works XXVI, cit., pp. 140-141. <<
[179] V. I. Lenin, «Advice of an Onlooker» [Consejos de un espectador], Collected Works XXVI, cit., pp. 179-181. <<
[180] V. I. Lenin, «Letter to the Members of the Central Committe» [Carta a los miembros del Comité Central], Collected Works XXVI, cit., p. 234. <<
[181] V. I. Lenin, «Conspectus of Hegel’s Book The science of Logic» [Visión general de La ciencia de la lógica de Hegel], Collected Works XXXVIII, cit., p. 123. <<
[182] Alain Badiou, D’un désastre obscur, La Tour d’Aigues, Éditions de l’Aube, 1991 [ed. cast.: De un desastre oscuro, Madrid, Amorrortu, 2006]. <<
[183] Una dimensión fundamental del conflicto que no hay que olvidar, en relación a Lenin y a la Revolución de Octubre, está en la realidad «imperial» de las fuerzas implicadas y en la movilización de los pueblos colonizados en el conflicto. El carácter de la Revolución de Octubre como la primera revolución de emancipación colonial procede directamente de esa realidad. <<
[184] Rosa Luxemburg, «The Crisis of Social-Democracy», edición abreviada en P. Hudis y K. B. Anderson (eds.), The Rosa Luxemburg Reader, Nueva York, Monthly Review Press, 2004, pp. 312-341. <<
[185] Esto fue el objeto especial de muchas argumentaciones por parte de Engels, especialmente en los capítulos del Anti-Dhüring que fueron reescritos y publicados como The Role of Force in History. También aparece en otros textos, una selección de los cuales están traducidos al francés en K. Marx y F. Engels, Écrits militaires, París, Cahiers de l’Herne, 1970. <<
[186] R. Luxemburg, «The Crisis of Social-Democracy», cit., pp. 314-316. <<
[187] V. I. Lenin, «Tasks of the Revolutionary Social-Democracy in the European War» [La tarea de la socialdemocracia en la guerra europea] [1914], y «The War and the Russian Social-democracy» [La guerra y la socialdemocracia rusa] [1914], Collected Works XXI, Moscú, Progress Publishers, 1960, pp. 18 y 23 respectivamente. <<
[188] Sin embargo, cuando la ofensiva revolucionaria en Europa alcanzó su momento álgido cuatro años más tarde, Lenin señalaba que «el movimiento en favor de los sóviets se está extendiendo más y más, no solamente en el los países del este de Europa, sino también en los del oeste». V. I. Lenin, «First Congress of the Communist International» [Primer Congreso de la Internacional Comunista] [1920], Collected Works XXVIII, cit., p. 476. También sostenía la «firme convicción de que en los países del oeste europeo, la revolución está avanzando muy rápidamente y obtendrá grandes victorias», ibid., p. 472. <<
[189] Esta característica oposición entre Lenin y Martov la recogía Trotsky durante la época de Iskra: «Lenin era la guía política de Iskra, pero como propagandista, Martov era su representante. Escribía con facilidad y sin descanso, de la misma manera que hablaba. Lenin pasaba mucho tiempo en la biblioteca del British Museum, donde se ocupaba de estudios teóricos». Leon Trotsky, Lenin, Londres, Harrap, 1925, pp. 47-48. <<
[190] N. Harding, citado en Kevin Anderson, Lenin, Hegel and Western Marxism, Chicago, University of Illinois Press, 1995, pp. 150-151. <<
[191] V. I. Lenin, «The European War and International Socialism» [La guerra europea y el socialismo internacional] [1914], Collected Works XXI, cit., p. 20. El énfasis es del propio Lenin. <<
[192] Vease las estimaciones cuantitativas del cuadro que resume el periodo de 1914-1917 en K. Anderson, Lenin, Hegel and Western Marxism, cit., p. 109. <<
[193] Michael Löwy, «De la Grande Logique de Hegel à la gare finlandaise de Petrograd», Dialectique et révolution, París, Anthropos, 1973, p. 137. <<
[194] Ibid. <<
[195] Georgi Plejanov, Essays in the History of Materialism, Londres, John Lane, 1934. Las tres secciones que formaban este ensayo se dedicaban a D’Holbach, Helvétius y Marx. <<
[196] Los análisis de Lenin sobre 1905 como un «ensayo general» suponían tanto una ilusión de futuro como una retrospectiva, algunas veces las dos. <<
[197] Cfr. en esta nota de 1916, en el margen de Lectures on the History of Philosophy de Hegel: «Plejanov escribió sobre filosofía (dialéctica) más de mil páginas, sobre Beltov, contra Bogdanov, contra los kantianos, sobre cuestiones fundamentales, etc. Sobre la Lógica, relacionada con ella, sobre su formulación, lo apropiado de la dialéctica como ciencia filosófica ¡cero!», V. I. Lenin, «Hegel Notebooks» [Cuadernos sobre Hegel], Collected Works XXXVIII, cit., p. 274. Énfasis en el original. <<
[198] G. Plejanov, Philosophical Works I, Moscú, Foreign Languages Publishing House, 1977, pp. 407-432. <<
[199] Ibid., p. 421; G. Plejanov, «The Fundamental Questions of Marxism», Philosophical Works I, cit., pp. 142-145. <<
[200] G. Plejanov, Philosophical Works I, cit., p. 427. <<
[201] Énfasis en el original. «La dialéctica es la teoría del conocimiento de (Hegel y del) marxismo. Esta es la “apariencia” de la cuestión (no es una “apariencia”, sino la esencia de la cuestión), a la que Plejanov, por no hablar de otros marxistas, no prestan ninguna atención», V. I. Lenin, Philosophical Notebooks [Cuadernos filosóficos], Collected Works XXXVIII, cit., p. 360. <<
[202] Estos argumentos fueron formulados sobre todo por Althusser y sus seguidores, pero no sólo por ellos. Véase, por ejemplo, Ludovico Geymonat o Guy Planty-Bonjour, Hegel et la pensée philosophique en Russie 1830-1917, La Haya, Martinus Nijhoff, 1974. Sin olvidarnos, por supuesto, a un nivel completamente diferente, de la Vulgata del diamat. <<
[203] Utilizo aquí las vigorosas formulaciones de Costanzo Preve, Il convitato di pietra. Saggio su marxismo e nichilismo, Milán, Vangelista, 1991. <<
[204] Las divergencias en este punto echan a perder la lectura, por otra parte rica y sistemática, de los Cuadernos de Lenin que realiza Kevin Anderson en Lenin, Hegel and Western Marxism (1995). Anderson, un discípulo de Raya Dunayevskaya, realiza una aproximación válida (como el rechazo de un argumento de la autoridad), pero reproduce, sin embargo, una interpretación equivocada del carácter de la lectura que realiza Lenin (que no era un discurso filosófico sobre Hegel) e incesantemente le reprocha ser demasiado «materialista» y «selectivo» en su lectura de la Lógica, así como estar demasiado orientado hacia la «acción» y ser poco «humanista», en otras palabras le reprocha ser Lenin y no Dunayevskaya. <<
[205] V. I. Lenin, «Karl Marx (A Brief Biographical Sketch with an Exposition of Marxism)» [Karl Marx. Un breve apunte biográfico con una exposición del marxismo] [1915], Collected Works XXI, cit., pp. 43-91. <<
[206] Véase, respectivamente, G. Plejanov, «The Fundamental Questions of Marxism», cit., p. 136, (Feuerbach no fue un materialista de la historia), y Essays in the History of Materialism, cit. <<
[207] Plejanov se extendió suficiente sobre la existencia de «saltos adelante» en el transcurso de la «evolución» (véase «The Fundamental Questions of Marxism», cit., pp. 140, 153), que ilustraba con ejemplos tomados indiferentemente de la naturaleza o de la realidad social, principalmente de la primera (p. 140). El «salto adelante» quedaba inscrito dentro de la «evolución» que acelera la «revolución social», que es solamente una variedad dentro de la categoría universal de «saltos adelante» (p. 153). La noción de «catástrofe» está ciertamente ausente de esta línea de razonamiento. Resulta lógico que resurgiera con la aproximación al punto culminante del proceso revolucionario de 1917, especialmente en el trabajo de Lenin «The Impending Catastrophe and How to Combat It» [La eminente catástrofe y como combatirla] [1917], Collected Works XXV, cit., pp. 323-369. <<
[208] V. I. Lenin, «Theses on Feuerbach» [Tesis sobre Feuerbach], Collected Works XXI, cit., p. 53. <<
[209] No resulta exagerado decir que el materialismo profesado por Plejanov, apoyado en un montón de ilustraciones y ejemplos sacados de todo tipo de trabajos científicos, desde la geología, la física y la química hasta la historia de las civilizaciones más antiguas o «salvajes» (un despliegue de erudición tan pedante como amateur, que ilustra perfectamente la clase de cultura con pretensiones científicas tan habitual entre los eruditos de finales del siglo XIX), se basaba en una única idea, la determinación de la acción humana y de todos los procesos naturales por el medio natural y sociohistórico. Para especificar de alguna manera los mecanismos de la «evolución social», Plejanov construía un esquema de determinaciones sucesivas (desde el medio geofísico a los estados de desarrollo de las fuerzas productivas, llegando hasta la enigmática psique humana), de acuerdo con la idea que él tenía del «momismo». Enfrentado a la cuestión clásica del estatus de las ideas, Plejanov no dudaba en anexionar a su esquema la noción a priori escasamente «materialista», y todavía menos compatible con el «monismo», de la «psicología del hombre social» y el «psiquismo humano», simplemente asegurándose de que el orden de las determinaciones permaneciera inalterado. Aquí entraba su famosa «teoría de los factores». A los ojos del lector contemporáneo resulta difícil de creer que esta extraña visión, una mezcla diletante de ciencia e idealismo, flirteando con todo tipo de elementos místicos y espirituales (el darwinismo social, la «lucha por la existencia», que se considera un principio válido para la sociedad humana; el «animismo de la materia» y la fascinación por el electromagnetismo; la visión de Taine de la historia que se equiparaba a la de Marx; y una ingenua y folklórica visión lindante con el racismo sobre las «sociedades salvajes», las «civilizaciones antiguas» y similares), hubiera representado durante décadas para el movimiento obrero a una autoridad en «filosofía marxista». Esta clase de «materialismo», con su total incapacidad para penetrar en el significado real de la práctica social y del trabajo de la ciencia, demostraba ser lo contrario de lo que pretendía, simplemente una improvisación metafísica en la que la «materia» y el «medio» tomaban el lugar de «Dios» o el «espíritu». <<
[210] Véase Alexandre Koyré, «Alexandre Ivanovitch Herzen», Études sur l’histoire de la pensée philosophique en Russie, París, Vrin, 1959, pp. 189 ss; Franco Venturi, Roots of Revolution. A History of the Populist and Socialist Movements in 19th Century Russia, Londres, Phoenix Press, 1972, (especialmente los capítulos 1 «Herzen» y 4 «Chernychevsky»); Claudio S. Ingerflom, Le citoyen impossible. Les racines russes du léninisme, París, Payot, 1988. <<
[211] La expresión aparecía en la correspondencia de Marx con Vera Zasulich. Ernst Bloch le dio un considerable significado en Heritage of Our Times, Oxford, Polity Press, 1991. <<
[212] Citado en C. S. Igerflom, Le citoyen impossible, cit., p. 21. Véase Niccolo Machiavelli: «He decidido tomar un sendero hasta ahora inexplorado [aunque] me traiga problemas y dificultades», Discourses on Livy V, Chicago University Press, 1966. <<
[213] A. Koyré, «Hegel en Russie», Études sur l’historie l’histoire de la pensée philosophique en Russie, cit.; Guy Planty-Bonjour, Hegel et la pensée philosophique en Russie, 1830-1917, La Haya, M. Nijhoff, 1974. Como resume Franco Venturi, «el socialismo ruso en la década de 1840, había tenido una sólida base en la filosofía de Hegel, y esto le dio un carácter muy especial», F. Venturi, Roots of Revolution, cit., p. 16. <<
[214] Se puede comparar a modo de ejemplo, el uso de Plejanov de «álgebra de la revolución» y «álgebra de la evolución», en «The Fundamental Questions of Marxism», cit., pp. 141, 153. <<
[215] «Durante el imperio zarista, el espíritu de 1848 había sobrevivido, mientras que en los países de Europa había desaparecido o había sido transformado», F. Venturi, Roots of Revolution, cit., I. <<
[216] Herzen compartía esta posición con otros intelectuales de 1848, especialmente con Moses Hess, y en cierto sentido con Engels. <<
[217] V. I. Lenin, «Notes on G. V. Plejanov, N. G. Chernychevsky, Petersburg: Shipovnik, 1910» [Notas sobre los comentarios de G. V. Plejanov sobre el libro de N. G. Chernychevsky], Collected Works XXXVIII, cit., pp. 501-537. <<
[218] V. I. Lenin, «In Memory of Herzen» [En memoria de Herzen] [1912], Collected Works XVIII, cit., pp. 25-31. <<
[219] Plejanov escribió: «Como su maestro [Feuerbach], Chernychevsky dirige su atención casi exclusivamente a la actividad “teórica” del hombre, y como resultado, el desarrollo mental se convierte para él en la causa fundamental del movimiento histórico», citado y anotado por Lenin alrededor de 1910; Collected Works XXXVIII, cit., p. 538. Los «gérmenes» de la ruptura con Plejanov preceden por ello a los Cuadernos, incluso aunque entonces no se concibieran como tales. <<
[220] Dos textos de Marx publicados póstumamente que se encuentran entre los más famosos de su cuerpo teórico, las Tesis sobre Feuerbach, y los Manuscritos de París de 1844; lo mismo sucede con Pensées de Blaise Pascal y más recientemente con Passagenwerk de Walter Benjamin. <<
[221] Henri Lefebvre y Norbert Guterman, Lénine. Cahiers sur la dialectique de Hegel [1935], París, Gallimard, 1967. <<
[222] Además de una literatura secundaria dedicada a Hegel, esta otra literatura comprendía los capítulos sobre los griegos de Lectures on the History of Philosophy de Hegel; la Metaphysics de Aristóteles, la obra de Lasalle sobre Heraclitus, de Feuerbach sobre Leibniz y algunas obras sobre historia y filosofía de la ciencia. <<
[223] Friedrich Engels, «Ludwig Feuerbach and the End of Classical German Philosophy», K. Marx y F. Engels, Collected Works III, Moscú, Progress Publishers, 1976, p. 342. <<
[224] Véase en particular la primera tesis: «El defecto fundamental de todo el materialismo anterior (incluyendo el de Feuerbach) es que la cosa [der Gegenstand], la realidad [die Wirklichkeit], la sensoriedad [die Sinnlichkeit], sólo se concibe en la forma de objeto [der Objekt] o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana [als sinnlich menschlich Tätigkeit], no como práctica [Praxis], no de modo subjetivo [nicht subjektiv]. Por ello, en oposición al materialismo, el lado activo [die tätige Seite] fue desarrollado de modo abstracto por el idealismo, que por supuesto no reconoce la actividad real y sensorial como tal [die wirklichem sinnliche, Tätigkeit als solche»], K. Marx y F. Engels, The German Ideology, Moscú, Progress Publishers, 1964, p. 645. <<
[225] Slavoj Žižek, Revolution at the Gates, Londres, Verso, 2002, pp. 179-180. <<
[226] Véase la imprescindible demostración de Fredric Jameson en Late Marxism. Adorno and the Persistance of Dialectics, Londres, Verso, 1990. <<
[227] V. I. Lenin, Hegel Notebooks, Collected Works XXXVIII, cit., p. 104. <<
[228] Ibid., p. 233. Énfasis en el original. <<
[229] Es precisamente esta transformación de Lenin en su lectura de La ciencia de la lógica la que se niega en la interpretación que hace Dominique Lecourt. Embarcado en un arriesgado ejercicio de defensa e ilustración de las tesis de Althusser dirigidas a descalificar las referencias de Lenin sobre Hegel (situando Materialismo y empirocriticismo como el modelo marxista definitivo de intervención filosófica), Lecourt recurre a una extraordinaria contorsión histórica: si Lenin aplicaba el Absoluto hegeliano contra Kant (algo que, bajo su punto de vista, forma «casi exclusivamente» el contenido de los Cuadernos de 1914), esto era «conservando la polémica función del Absoluto» mientras «eliminaba el contenido específicamente hegeliano del concepto», Dominique Lecourt, Une crise et son enjeu. Essai sur la position de Lénine en philosophie, París, Maspero, 1973, p. 66. Este milagro conceptual se realiza interponiendo «la acción final de Lenin frente a Hegel: Lenin elimina el sujeto absoluto, se niega a mantener lo Absoluto como sujeto», ibid. Esto de ninguna manera impide que Hegel, según la propia ortodoxia de Althusser, sea reconocido por su elaboración del concepto del «proceso sin sujeto». ¿Alguien puede entender esto? <<
[230] V. I. Lenin, Hegel Notebooks, cit., p. 110. <<
[231] «Las ideas básicas […] sobre la conexión vital, universal, multilateral, de todo con todo y el reflejo de esta conexión —materialistisch auf den Kopf gestellter Hegel— en los conceptos humanos, que deben asimismo ser labrados, tratados, flexibles, móviles, relativos, mutuamente conectados, unidos en sus contrarios, para poder abarcar el mundo», ibid., p. 146. <<
[232] Ibid., el énfasis es mío. <<
[233] F. Engels, «Ludwig Feuerbach», cit., p. 362. <<
[234] «¡Saltos!», «Rupturas en la gradualidad», «¡Saltos!». V. I. Lenin, Hegel Notebooks, cit., p. 123. Véase el texto de Daniel Bensaïd en este volumen. <<
[235] V. I. Lenin, Hegel Notebooks, cit., p. 92. <<
[236] Ibid., p. 130. Énfasis en el original. <<
[237] «Die Reflexion es la muestra de la Esencia en sí misma» (p. 27). «¿Traducción? ¿Reflectividad? ¿Determinación reflexiva? Reflektsia no es adecuada» (p. 134). Resulta claro que Lenin no confunde «Reflejo» y reflexión, contrariamente a lo que sostiene Garaudy. Roger Garaudy, Lénine, París, PUF, 1968. <<
[238] V. I. Lenin, «Cuadernos sobre Hegel», cit., p. 135. <<
[239] Ibid., p. 48. <<
[240] «El “tratamiento” y el “retorcimiento” de palabras al que se dedica Hegel aquí, es una lucha para evitar hacer absoluto el concepto de ley, en contra de su simplificación, en contra de convertirlo en un fetiche», ibid., p. 151. <<
[241] Ibid. <<
[242] Mediante sucesivas aproximaciones, Engels en «Ludwig Feuerbach», hacía de esta concepción del reflejo la piedra angular de la «teoría materialista del conocimiento», seguido en este aspecto por Plejanov y por Lenin en Materialismo y empirocriticismo. <<
[243] V. I. Lenin, Materialism and Empirio-Criticism [Materialismo y empirocriticismo] [1908], Collected Works XIV, cit., p. 188. El énfasis es mío. <<
[244] «Lo más importante es que las leyes de estos cambios han sido descubiertas, que la lógica objetiva de estos cambios y de su desarrollo histórico ha sido revelada en sus rasgos principales y básicos, objetiva […] en el sentido de que el ser social es independiente de la conciencia social de la gente […]. La tarea más elevada de la humanidad es comprender esta lógica objetiva de la evolución económica (la evolución de la vida social) en sus rasgos generales y fundamentales, de manera que sea posible adaptar a ella la conciencia social propia y la conciencia de las clases avanzadas de todos los países capitalistas, de la manera más definitiva, clara y crítica que sea posible», ibid., p. 325. «Esta es la razón por la que es imposible, como pretende Lecourt (Une crise et son enjeu, cit., pp. 44-47), sacar de las variaciones de Materialismo y empirocriticismo sobre la cuestión del carácter aproximativo y gradual del “reflejo” una teoría de la “actividad del reflejo” o del reflejo como “proceso”, categorías que no se encuentran en absoluto en este trabajo. Lefbvre es mucho más honesto. Intentando igualmente “salvar” algunos elementos de Materialismo y empirocriticismo, también habla del “reflejo activo”, pero deja claro que “esto es sólo una interpretación del pensamiento de Lenin”», Henri Lefbvre, Pour connâitre le pensée de Lénine, París, Bordas, 1957, p. 156. <<
[245] V. I. Lenin, Hegel Notebooks, cit., pp. 153, 155. Énfasis en el original. <<
[246] «El pensamiento procediendo de lo concreto a lo abstracto, con tal de que sea correcto (NB) (y Kant, como todos los filósofos, habla del pensamiento correcto) no se aleja de la verdad, sino que se acerca más a ella. La abstracción de la materia, de una ley de la naturaleza, la abstracción del valor, etc., en resumen […] todas las abstracciones científicas reflejan la naturaleza de manera más profunda, verdadera y completa», ibid., p. 171. S. Žižek, Revolution at the Gates, cit., p. 315. Žižek considera que en este pasaje Lenin rompe temporalmente con su teoría idealista del «reflejo», antes de volver a caer inmediatamente en ella y regresar a la metáfora de la aproximación asintótica. Bajo mi punto de vista, por el contrario, la verdadera persistencia de resistencias y regresiones atestiguan la prosecución del trabajo de dialectización, proporcionando la transformación de la categoría de «reflejo» un indicador de ello. Incluso si se vuelve a introducir, la metáfora del conocimiento por aproximación deja de denotar adaptación a un «objetivo» dado. Esta cuestión quedó establecida poco después de que Lenin escribiera estas anotaciones sobre la Lógica en su manuscrito «Sobre la cuestión de la dialéctica», donde identifica la trayectoria descrita por el conocimiento humano no como una línea recta asintótica a un «mundo material», sino como una «espiral», una curva que se mueve «sin fin» en una «serie de círculos», V. I. Lenin, «On the Question of Dialectics» [Sobre la cuestión de la dialéctica], Collected Works XXXVIII, cit., p. 361. <<
[247] «La formación de conceptos (abstractos) y las operaciones con ellos ya incluyen la idea, la convicción, la conciencia de la conexión del mundo gobernada por la ley […]. Consecuentemente, Hegel es mucho más profundo que Kant y que otros, trazando la reflexión del movimiento del mundo objetivo en el movimiento de los conceptos. Sencillamente la simple forma del valor, el acto individual de intercambio de un producto dado por otro, ya incluye de una forma sin desarrollar todas las principales contradicciones del capitalismo, de manera que la generalización más simple, la primera y más simple formación de conceptos (juicios, silogismos, etc.) ya denota la cada vez mayor profundidad de la cognición del hombre de la conexión objetiva del mundo», V. I. Lenin, Collected Works XXXVIII, cit., pp. 178-179. <<
[248] Ibid., p. 179. <<
[249] Por ello Althusser tiene razón al enfatizar la repetición de la crítica de Hegel a Kant como un punto decisivo de la lectura que hace Lenin de La ciencia de la lógica. Pero se las arregla para «olvidar» tanto la novedad de esta posición como las razones que invocaba Lenin para apoyarla. Así, reduce esta aprobación de Hegel a la afirmación de que «Lenin critica a Kant desde el punto de vista de la ciencia» (el énfasis es de Althusser), mientras que Hegel había criticado a Kant «desde el punto de vista de la Idea Absoluta, esto es, provisionalmente, de “Dios”». Louis Althusser, Lenin and Philosophy, Londres, New Left Books, 1971, p. 115. <<
[250] Materialismo y empirocriticismo cita constantemente a Feuerbach como una autoridad, describiendo sus «puntos de vista» como «consistentemente materialistas» (V. I. Lenin, Collected Works XIV, cit., p. 115), y lo cita extensamente de las fuentes originales, para contrarrestar las posiciones de adversarios «kantianos» y «agnósticos». Lenin incluso habla de «la escuela completa de Feuerbach, Marx y Engels» (p. 204) y sistemáticamente los cita en este orden, estableciendo la más estricta continuidad de su materialismo. La tesis fundamental que dejaba meridianamente claro este trabajo es que se trata precisamente del «mismo materialismo» (p. 336) que Marx y Engels simplemente «aplicaban a las ciencias sociales» (ibid.) o a «la historia» (p. 242), mientras que las cuestiones de «gnoseología» ya habían sido establecidas por los materialistas que les precedieron (los franceses del siglo XVIII, pero Feuerbach por encima de todos). Marx y Engels, por consiguiente, «coronaron» la «filosofía materialista» (p. 329), «completaron el edificio de la filosofía materialista hasta su cima» (p. 242), construido por los materialistas precursores, siempre «partiendo» de Feuerbach (p. 329). No hay nada original en todo esto: dado que se trata de una repetición literal de los temas desarrollados ad abundantiam por Plejanov, especialmente en «Las cuestiones fundamentales de marxismo», según las cuales, «Feuerbach […] desarrolló los cimientos de lo que se puede llamar la perspectiva del mundo de Marx y Engels» (p. 120). En el mismo orden de ideas, la «gnoseología» de Marx es la misma «gnoseología que la de Feuerbach, aunque profundizada gracias al genio correctivo que Marx aportó», mientras que sus Tesis sobre Feuerbach «de ninguna manera eliminaban las proposiciones básicas de la filosofía de Feuerbach, sino que solamente las corregían, y lo que era más importante, pedían una aplicación más consistente» (p. 135). En cuanto a Hegel y a la relación de Marx con él (rápidamente tratadas), y la crítica de su Filosofía del derecho, el autor de El capital era capaz de abordarla «solamente porque Feuerbach había completado su crítica a la filosofía especulativa de Hegel» (p. 128). A su vez, la dialéctica hegeliana «podía “ser puesta al derecho” solamente por alguien que estaba convencido de la solidez del principio básico de la filosofía de Feuerbach, es decir, no es el pensamiento el que determina al ser, sino el ser el que determina el pensamiento» (p. 139). ¿Pero no es eso dar un honor demasiado grande a un «idealismo filosófico» que la «etnología actual» nos enseña «que desciende, en el sentido histórico, del animismo de los pueblos primitivos»? (p. 132). Como vemos, Leon Brunschwig no era el único que creía que los silogismos de la lógica de Hegel correspondían a la edad mental de un alumno de enseñanza primaria. Además, Plejanov insistía con energía en la continuidad que unía el materialismo de Marx, Engels y Feuerbach con el de la Ilustración francesa representada por La Mettrie, Diderot, D’Holbach e incluso Helvétius, y más allá de estos con Hobbes y Spinoza «liberados de sus harapos teológicos». Véase también G. Plejanov, Ensayos sobre la historia del materialismo (1896), formado por tres partes dedicadas respectivamente a D’Holbach, Helvétius y Marx. <<
[251] V. I. Lenin, «On the Question of Dialectics» [En torno a la cuestión de la dialéctica], Collected Works XXXVIII, cit., p. 359. <<
[252] V. I. Lenin, Hegel Notebooks, cit., p. 180. Lenin hace hincapié en que «es imposible por completo entender El capital […] sin haber estudiado y entendido a fondo la Lógica de Hegel» (ibid.). Esta simple anotación es suficiente para refutar la tesis de Althusser según la cual para Lenin el recurso a Hegel solamente era necesario para la primera sección de El capital, en la que Marx «imitaba» a Hegel (Lenin utiliza este término en los Cuadernos en referencia al célebre «coqueteo» que menciona Marx en el prefacio de la edición de 1873), una sección que tiene que leerse «desde un punto de vista materialista». Por ello no encontramos aquí nada nuevo en relación a las posiciones de Lenin de 1909. Para Althusser, «Lenin no necesitaba leer a Hegel para entenderle, porque ya lo había hecho después de haber leído y entendido a Marx», (Lenin and Philosophy, cit., p. 109). Si se continúa este razonamiento, los meses empleados en leer y anotar a Hegel en medio de la Primera Guerra Mundial, no serían más que un pasatiempo, tan gratuito como perverso. Además, de una manera alejada de Althusser, Lenin parece haber estado equipado con la virtud esencialmente mística de «leer y comprender a Marx» de una sola tacada, sin la menor discontinuidad (menos aún ruptura) que afectara a esa revelación definitiva. <<
[253] Esta es especialmente una de las tesis mayores de Kevin Anderson en Lenin, Hegel and Western Marxism (1995), quien hace de este regreso a Hegel, o a la dialéctica, el signo distintivo de lo que insiste en llamar (en la estela de su homónimo Perry Anderson) el «marxismo occidental», locución por la que quiere denominar a todos los marxismos europeos heterodoxos. Si hubiera que sacar una única conclusión del resurgimiento de la dialéctica en el marxismo que atestiguan los Cuadernos, es que semejantes distinciones entre un «marxismo occidental», supuestamente filosófico y de alguna manera orientado hacia Hegel, y un «marxismo no occidental» (¿«oriental» quizá?), tienen pocas aplicaciones reales. Para Lenin, Gramsci o Lukács, poner de nuevo la dialéctica en el corazón del marxismo no era ninguna muestra de «heterodoxia» o «hegelianismo», sino de combatir las posiciones revisionistas y rehabilitar el marxismo como teoría revolucionaria. <<
[254] V. I. Lenin, «Play of the Dialectic (Logic) of Hegel» [Papel de la (Lógica) Dialéctica de Hegel], Collected Works XXXVIII, cit., p. 182. <<
[255] Ibid., p. 182. Lenin se da cuenta o empieza a darse cuenta de algo que efectivamente «no es el reflejo en un espejo» (H. Lefebvre, Pour connaître la pensée de Lénine, cit., p. 174). Dominique Lecourt, en formulaciones que en algún momento alcanzaron cierta popularidad, hablaba de «reflejo sin un espejo», como un «proceso histórico de adquisición del conocimiento», (Une crise et son enjeu, cit., p. 47). Resulta por lo menos extraño, como hemos visto, ver a Lecourt situar obstinadamente esta definición en términos de un proceso respaldado por Materialismo y empirocriticismo, sin dar ninguna indicación de dónde está el apoyo de semejante afirmación. Lógico, ¡le resultará difícil encontrar la más ligera referencia a la categoría del proceso en el trabajo en cuestión! <<
[256] Hegel citado en V. I. Lenin, Hegel Notebooks, cit., p. 182. <<
[257] Ibid., cit., pp. 189-190. El énfasis que hace Lenin (todo el párrafo subrayado tres veces) se ha omitido. <<
[258] Ibid., p. 191. La segunda de las tesis de Marx sobre Feuerbach dice: «El problema de si se puede atribuir al pensamiento humano una verdad objetiva [gegenständliche Wahrheit] no es un problema teórico, sino un problema práctico [praktisch]. El hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad [Wirklichkeit] y el poder [Macht], la terrenalidad de su pensamiento, en la práctica [in der Praxis]», Marx y Engels, The German Ideology, cit., p. 645. <<
[259] V. I. Lenin, Hegel Notebooks, cit., p. 216. <<
[260] Ibid, p. 211. <<
[261] Ibid, pp. 211-212. <<
[262] K. Marx y F. Engels, The German Ideology, cit., p. 645. <<
[263] V. I. Lenin, Hegel Notebooks, cit., p. 213. Énfasis en el original. En contraste con Lenin, Hegel hablaba de «trascender la determinación del mundo externo» por completo. <<
[264] Ibid., pp. 217-218. <<
[265] Los comentarios de T. C. Clark me sirvieron aquí de inspiración: «La pintura es […] un medio de investigación; una manera de descubrir hasta dónde llegan los valores y el entusiasmo del mundo, encontrando en la práctica lo que les lleva a realizar una pintura sobre ellos […] ¿“Extiende e intensifica la realización” […] los significados y las apariencias, o los dispersa y matiza? ¿Llega a mostrarlos convirtiéndose (en la práctica, en miniatura, mientras son allanadas, detalladas y yuxtapuestas) en otra cosa? ¿Hay algo ahí fuera (o aquí dentro) que pueda pasar la prueba del examen? Si lo dibujo, ¿sobrevivirá?», T. J. Clark, The Painting of Modern Life. Paris in the Art of Manet and His Followers, Londres, Thames y Hudson, 1990, p. XXI. <<
[266] V. I. Lenin, Hegel Notebooks, cit., p. 219. Énfasis en el original. <<
[267] Ibid. Énfasis en el original. <<
[268] «La diferencia no me queda clara ¿no es el absoluto equivalente a lo más concreto?», ibid., p. 229. <<
[269] F. Engels, «Ludwig Feuerbach», cit., p. 340. <<
[270] S. Žižek, Le plus sublime des hystériques, París, Point hors ligne, 1988, p. 17. El énfasis es mío. <<
[271] V. I. Lenin, Hegel Notebooks, cit., p. 233. Énfasis en el original. <<
[272] Sobre la cuestión de la guerra y la revolución, hay que consultar a Georges Haupt, «Guerre et révolution chez Lénine», (reimpresión en G. Haupt, L’historien et le mouvement social, París, Maspero, 1980, pp. 237-266), y el capítulo de Etienne Balibar del presente volumen. Sobre la cuestión de la transformación de la revolución democrática en revolución proletaria, véanse los estudios de Michael Lowy y Daniel Bensaïd ya citados, así como el epílogo de Slavoj Žižek en Revolution at the Gates, cit. Para una visión general consultar la segunda parte de «Lenin on the Dialectics of Revolution 1914-1923», en K. Anderson, Lenin, Hegel and Western Marxism, cit., pp. 123-170. <<
[273] Slavoj Žižek, Revolution at the Gates, cit., pp. 7-10. <<
[274] Fredric Jameson, «Max Weber as Storyteller», The Syntax of History, vol. II, de The Ideologies of Theory. Essays 1971-1986, Mineápolis, University of Minnesota Press, 1988, pp. 3-34. <<
[275] Véase en particular Moshe Lewin, «Lénine et bolshevisme à l’épreveui de l’historie et du pouvoir», en René Gallissot (ed.), Les aventures du marxisme, París, Syros, 1984. George Haupt, «Guerre et révolution chez Lénine», L’historien et le mouvement social, París, Maspero, 1980, pp. 237-266. Haupt, de quien tomo prestados algunos elementos esenciales, señala al comienzo que «se puede observar una división en el pensamiento de Lenin antes y después de 1914». <<
[276] V. I. Lenin, «The Collapse of the Second International» [El colapso de la Segunda Internacional] [1915]; «April Theses» [Tesis de abril] [1917], Collected Works XXI, XXIV, Moscú, Progress Publishers, 1960. <<
[277] V. I. Lenin, What the «Friends of the People» Are [¿Quiénes son los «amigos del pueblo»?], Collected Works I, cit. <<
[278] V. I. Lenin, Materialism and Empiriocriticism [Materialismo y empirocriticismo], Collected Works XIV, cit. <<
[279] No considero como tales los artículos que Lenin escribió después de la Revolución para exhortar al estudio de la dialéctica y el materialismo, tomando parte en los debates alrededor de Proletkultur, los piruetas finales del conflicto entre bolcheviques y mencheviques, o los primeros episodios en la discusión sobre ciencia y tecnología, todos los cuales jugaron un papel en la formación de la filosofía soviética. René Zapata (ed.), Luttes philosophiques en URRS, París, PUF, 1983. <<
[280] En el prefacio al volumen de las Obras Completas que contienen los «Cuadernos filosóficos», del Instituto de Marxismo-Leninismo del Comité Central del PCUS, se dice: «Se puede suponer que el material preparatorio reunido en los Cuadernos filosóficos prueba la intención de Lenin de escribir un trabajo especial sobre la dialéctica materialista, una tarea que no tuvo oportunidad de completar […]. El estudio del gran contenido ideológico de los Cuadernos filosóficos es de vital importancia para una completa comprensión de la filosofía marxista-leninista, el fundamento teórico del comunismo científico», V. I. Lenin, Philosophical Notebooks [Cuadernos filosóficos], Collected Works XXXVIII, cit., p. 18. <<
[281] Véase Henri Lefebvre y Norbert Guterman, introducción de 1935 a los Cahiers sur la dialectique de Hegel, París, Gallimard, 1967; las cuestiones que se planteaban aquí las retomaba Lefebvre en Pour connaître la pensée de Lénine, París, Bordas, 1957. Parece que Lefebvre ignoraba las notas de Lenin sobre Clausewitz. <<
[282] V. I. Lenin, «Imperialism, the Highest Stage of Capitalism» [El imperialismo, fase superior del capitalismo] [1916], Collected Works XXII, cit. <<
[283] V. I. Lenin, «A Caricature of Marxism and “Imperialist Economism”» [Una caricatura del marxismo y el economicismo imperialista] [1916], «The Military Programme of the Proletarian revolution» [El programa militar de la Revolución proletaria] [1916], Collected Works XXIII, cit. <<
[284] V. I. Lenin, «On the Disarmament slogan» [Sobre la consigna del desarme] [1916]; «Bourgeois Pacifism and Socialist Pacifism» [Pacifismo burgués y pacifismo socialista] [1917]; «A turn in World Politics» [Un cambio en la política mundial] [1917], Collected Works XXIII, cit. <<
[285] Rosa Luxemburg, «Junius Pamphlet», The Crisis of Social-Democracy, edición resumida en P. Hudis y K. Anderson (eds.), The Rosa Luxemburg Reader, Nueva York, Monthly Review Press, 2004. Se puede comparar con «La situación y las tareas de la Internacional Socialista», Collected Works XXI. La crítica de Lenin al «Junius Pamphlet» se puede encontrar en Collected Works XXI, cit. <<
[286] V. I. Lenin, The developmet of Capitalism in Russia [El desarrollo del capitalismo en Rusia] [1899], Collected Works III, cit.; «Theses on the National Question» [Tesis sobre la cuestión nacional] [1913], Collected Works XIX, cit.; «The Collapse of the Second International» [El colapso de la Segunda Internacional] [1915], Collected Works XXI, cit. <<
[287] Étienne Balibar, On the dictatorship of the Proletariat, Londres, NLB, 1977. Robert Linhart, Lénine, les paysans, Taylor, París, Seuil, 1976. <<
[288] V. I. Lenin, Philosophical Notebooks [Cuadernos filosóficos], Collected Works XXXVIII, cit., p. 365. <<
[289] Las notas de Lenin sobre Clausewitz fueron publicadas en 1930 en Leninskij sbornik, XII. La edición alemana está editada por Otto Braun (un antiguo delegado de la Comintern en China durante la Larga Marcha). V. I. Lenin, Clausewitz’ Werk Vom Kriege, Berlín, Verlag des Ministeriums für nationale Verteidegung, 1957. Raymond Aron, Penser la guerre, Clausewitz II, París, Gallimard, 1976, p. 61. Aron cita una traducción francesa que no he podido consultar: Berthold C. Friedl, Les fondements théoriques de la guerre et de la paix en URRS, París, Médicis, 1945. <<
[290] Charles Andler, Le pangermanisme philosophique, París, Conard, 1913. <<
[291] En su comentario (Penser la guerre, Clausewitz, cit., pp. 61 ss., 213 ss., 330 ss.), Raymond Aron señalaba el lazo estrecho entre las notas de Lenin sobre Clausewitz y su reflexión sobre la dialéctica, pero limitaba su significado, considerando que la «fusión» de elementos de Marx y de Clausewitz que Lenin había llevado a cabo significaba hacer de la guerra el instrumento de la revolución, que requería una «flexibilidad» de utilización táctica. La lectura que propongo aquí es diferente. Aron, sin embargo, estaba en lo cierto al plantear la cuestión de los límites del análisis del nacionalismo que hacía Lenin. Y refuta con claridad cualquier asimilación de la interpretación que Lenin hace de Clausewitz como uno de los precursores del nacionalsocialismo como Ludendorff, una idea ridícula que todavía se mantiene bajo mantos más o menos académicos. Charles Roig, La grammaire politique de Lénine, Lausanne, L’Age d’Homme, 1980. <<
[292] «Por lo que respecta a las guerras, la tesis fundamental de la dialéctica […] es que “la guerra es simplemente la continuación de la política por otros medios (violentos)”». V. I. Lenin, «The Collapse of the Second International», Collected Works XXI, cit., p. 219. Lenin hace otras referencia explícitas a Clausewitz en «Socialism and War» [El socialismo y la guerra] [1915], Collected Works XXI, cit., p. 219; «The War and Revolution» [La guerra y la revolución] [mayo de 1917], Collected Works XXIV, cit., pp. 339, 402. <<
[293] Véase Bertolt Brecht, Mé Ti, Livre des retournement, París, L’Arche, 1979, p. 53: «“Basándonos en el gran método que los grandes maestros Hü Yeh y Ka Meh enseñaron, hablamos demasiado del carácter perecedero de todas las cosas” dijo Mé Ti con un suspiro. “Mucha gente considera este lenguaje demasiado subversivo. Este carácter perecedero de las cosas lo ven como una amenaza para los dirigentes. Pero es una equivocación llamarlo el gran método. Lo que se necesita es hablar de la manera en que algunas cosas pueden hacerse perecer”». <<
[294] V. I. Lenin, «The Collapse of the Second International», cit.; «Opportunism and the collpase of the Second International» [El oportunismo y el colapso de la Segunda Internacional] [1915], Collected Works XXII, cit., pp. 438-453. <<
[295] Esta es la interpretación de otros como M. Ferro: «Lenin, incapaz de oponerse a la corriente patriótica, propuso la transformación de la guerra europea en una guerra civil». Marc Ferro, «Première Guerre Mondiale», Encyclopaedia Universalis, París. <<
[296] Resumo aquí el tipo de análisis contenido en el volumen XXIII de las Collected Works de Lenin, especialmente en las páginas 22 ss., 77 ss., 152 ss., 175 ss., 229 ss. y 297 ss. Lo que resulta llamativo aquí es lo próximo a Clausewitz que se encontraba Lenin en el uso «dialéctico» que hacía de Vom Kriege en relación a estrategas como Foch o Schliefen, que reivindicaban esta ascendencia. R. Aron, Penser la guerre, Clausewitz, cit., 28 ss. <<
[297] É. Balibar, On the Dictadorship of the Proletariat, cit.; y «Dictadure du prolétariat», en G. Labica y G. Bensussan (eds.), Dictionnaire critique du marxisme, París, PUF, 1985. <<
[298] V. I. Lenin, «The Discussion on Natioal Self-Determination Summed Up» [Resumen del debate sobre la autodeterminación nacional] [1916], Collected Works XXII, cit., p. 320. <<
[299] V. I. Lenin, «On the Slogan for a United States of Europe» [Sobre la consigna de los Estados Unidos de Europa] [1915], Collected Works XXI, cit., p. 344; «Bourgeois Pacifism and Socialist Pacifism», Collected Works XXIII, cit., pp. 175-194. <<
[300] Esta doble crítica se encuentra en el corazón de «April Theses» [Tesis de abril], «The Tasks of the Proletariat in Our Revolution» [Tareas del proletariado en nuestra Revolución] [1917] y en «Draft Resolution on the War» [Proyecto de resolución sobre la guerra] [1917], Collected Works XXIV, cit. <<
[301] V. I. Lenin, The State and Revolution [El Estado y la revolución] [1917], Collected Works XXV, cit. <<
[302] Las citas corresponden a Lenin, Collected Works XXII, Moscú, Progress Publishers, 1960, pp. 185-304. Todas las citas de sus Obras Completas recogen el número del volumen y la página, incluyendo el título y el año de la publicación original cuando no se menciona específicamente en el texto. <<
[303] V. I. Lenin, «The Socialist Revolution and the Right of Nations to Self-Determination» [La Revolución socialista y el derecho de las naciones a la autodeterminación] [1916], Collected Works XXII, cit., p. 144. «Sería un error radical pensar que la lucha por la democracia fuese capaz de desviar al proletariado de la revolución socialista, de ocultarla o relegarla. Por el contrario, de la misma manera que no puede haber un socialismo victorioso que no practique la plena democracia, el proletariado no puede prepararse para su victoria sobre la burguesía sin una completa, consistente y revolucionaria lucha por la democracia». <<
[304] «En realidad hay dos partidos por todo el mundo. De hecho hay dos Internacionales», V. I. Lenin, «Split or Decay?» [¿Escisión o descomposición?] [1916], Collected Works XXII, cit., p. 181. <<
[305] V. I. Lenin, «Preface to N. Bujarin’s Pamphlet Imperialism and the World Economy» [Prefacio al panfleto de N. Bujarin El imperialismo y la economía mundial], Collected Works, XXII, cit., p. 103. <<
[306] Georg Lukács, Lenin. A Study in the Unity of His Thought, Londres, NLB, 1970, p. 41. <<
[307] V. I. Lenin, «Imperialism and Socialism in Italy» [Imperialismo y socialismo en Italia], Collected Works XXI, cit., p. 357-366. Aquí examina los trabajos de R. Michels y T. Barboni. <<
[308] V. I. Lenin, Collected Works XXXIX, cit., pp. 100, 218, 757-758. <<
[309] Ibid., pp. 735-742. <<
[310] Ibid, pp. 754-755; «Imperialism and the Split in Socialism» [Imperialismo y el giro al socialismo] [1916], Collected Works XXIII, cit., pp. 105-120. <<
[311] Estos «defectos» se mencionan en las notas beta, donde se recogen los temas «On the question of Imperialism» [Sobre la cuestión del Imperialismo] [1916], Collected Works XXXIX, cit., pp. 201-202. El análisis de la obra de Hilferding como tal se encuentra al comienzo del Cuaderno theta (pp. 333 ss.). Véase también «Hilferding (Kautskyte Views)», pp. 613-615. <<
[312] Sobre estas dos últimas cuestiones, de evidente interés, Lenin estableció una relación con sus propias reflexiones en «Marxism and the state» [El marxismo y el Estado] (Cuaderno azul), Collected Works XXXIX, cit., p. 583 <<
[313] V. I. Lenin, «The Proletarian revolution and the Renegade Kautsky» [La revolución proletaria y el renegado Kautsky] [1918], Collected Works XXVIII, cit. De manera regular, Kautsky se encuentra en todos los escritos del periodo anterior. <<
[314] V. I. Lenin, Le Cahier bleu (Le marxisme quant à l’État), Labica (ed.), B. Lafite (trad. del ruso), Bruselas, Complexe, 1977, p. 5. <<
[315] V. I. Lenin, Notebook Beta, Collected Works XXXIX, cit., p. 206. <<
[316] También «moderna», Collected Works XXXIX, cit., p. 420; el prefacio del panfleto sobre Bujarin está en Collected Works XXII, cit., p. 107. <<
[317] V. I. Lenin, «Notebooks on imperialism» [Cuadernos sobre imperialismo], Collected Works XXXIX, cit., p. 428. Se han omitido las cursivas de Lenin; V. I. Lenin, Imperialism, Collected Works XXII, cit., p. 269 ss. <<
[318] V. I. Lenin, «Notebooks», Collected Works XXXIX, cit., p. 607. <<
[319] V. I. Lenin, «The VIIIth Congress of the C(B)PR» [El Octavo Congreso del PCR (B)], Collected Works XXIX, cit., p. 168. <<
[320] Henri Lefebvre, Pour connâitre la pensée de Lénine, París, Bordas, 1957, p. 236. <<
[321] Apenas un año después Lenin criticaba a Bujarin en «The Nascent Trend of Imperialist Economism» [La naciente tendencia del economicismo imperialista] [agosto-septiembre de 1916], Collected Works XXIII, cit., pp. 13-21. Véase también para más detalles «VIII Congreso del PCR (B)», Collected Works XXIX, cit., p. 165; «Notebook “Gamma”» [Cuaderno “Gamma”], Collected Works XXIX, cit., p. 247; «Notebook Imperialism» [Cuadernos sobre el Imperialismo], Collected Works XXXIX, cit., p. 756; y la correspondencia de este periodo con Zinoviev, Collected Works XLIII, cit., pp. 544-574. <<
[322] George Labica, «Dialogue marxiste: Lénine et Luxemburg», La revue Commune 18, mayo de 2000. <<
[323] V. I. Lenin, «Notebook Imperialism», cit., p. 270. Se refieren al artículo de Panekoek, «State Expenditure and Imperialism», que había aparecido en Neue Zeit en 1913-1914. Al mismo tiempo, parece que a Lenin le fue útil el Essai sur l’impérialisme, de Paul Louis, que fue publicado en París en 1904 («Cuadernos», 250). Sobre las concepciones del imperialismo recuerdo dos publicaciones que ciertamente no se encuentran en la actualidad, pero que son suficientes para mostrar la continuidad del imperialismo de nuestros días: L’impérialisme. Colloque d’Alger 21-24 Mars 1969, Argelia, NED, 1970, y Journée d’étude sur l’impérialisme, Cahiers du CERM 1 y 2, París, 1970. <<
[324] K. Marx y F. Engels, «Manifesto of the Communist Party», en K. Marx, The Revolutions of 1848, Harmondsworth, Penguin, 1973, p. 71. G. Labica, «Les leçons du Manifeste», en Le Manifeste communiste aujourd’hui, París, Éditions de l’Atelier, 1998, y en Realitat 53-54, Barcelona, 1999. <<
[325] K. Marx, Capital III, Penguin, Harmondsworth, 1981, pp. 359, 449. El mercado mundial es la base del capitalismo y está siempre presente en la cabeza del capitalista (p. 451); la producción para el mercado mundial es la precondición para la producción capitalista (p. 205). <<
[326] Ibid., p. 516. <<
[327] Suzanne de Brunhoff, Mondialisation, París, Espaces Marx, 1999, p. 141. <<
[328] V. I. Lenin, «New Data on the Laws Governing the Development of Capitalism in Agriculture: Part One, Capitalism and Agriculture in the USA», Collected Works XXII, cit., p. 17. <<
[329] Lenin cita una frase del libro de G. F. Steffen, World War and Imperialism, publicado en 1915: «El mundo se encuentra ahora casi completamente “dividido”. Pero la historia mundial nos enseña que los imperios tienden a dividirse cada uno después de haberse repartido entre ellos las áreas “sin dueño” de todas las partes del mundo». En el margen, Lenin anota: «¡Bien dicho!», V. I. Lenin, Collected Works XXXIX, cit., p. 259. <<
[330] G. de Bernis, por ejemplo, observa: «No es una exageración decir que el capital británico ha abandonado Gran Bretaña y está totalmente dominado por Estados Unidos». <<
[331] Una de las consecuencias de denominar a Estados Unidos de América con el nombre de América y a sus ciudadanos como americanos, es que condena a las demás naciones de los dos continentes a la no existencia. Esto es una consecuencia completamente asumida de la hegemonía estadounidense. <<
[332] Esta es por supuesto la posición del PCF en su último congreso. Véase Pierre Lévy, Bastille, République, Nation. La mutation du PCF, cette étrange défaite, París, Michalon, 2000. <<
[333] Zbigniew Brzezinski, The Grand Chessboard, Nueva York, Harper Collins, 1997 [ed. cast.: El gran tablero mundial, Barcelona, Paidós, 2007]. <<
[334] Bernard Gerbier, Mondialisation et citoyenneté, cit., p. 47. <<
[335] J. P. Michiels y D. Uzunidis, Mondialisation et citoyenneté, (eds.), Mondialisation et citoyenneté, París, L’Harmattan, 1999. Erna Betten, «Where Do We Go from Kosovo?», Australian Marxist Review 41 (noviembre de 1999). Betten señala que el actual incremento de las desigualdades «ya venía descrito por Lenin en su libro de 1917 sobre el imperialismo». <<
[336] Jean Magniadas, en Mondialisation et citoyenneté, 117; Pierre Bourdieu y Louis Wacquant, «La nouvelle vulgate planétaire», Le Monde Diplomatique, mayo de 2000. <<
[337] S. Brunhoff, Mondialisation, cit., pp. 142, 216. <<
[338] Denis Collin, «Néoliberalisme ou keynésianisme rénové», L’Homme et la Société, París, 2001, p. 51. <<
[339] A. Catone, «Rediscutere di imperialismo», L’Ernesto I, 3, Novara, 2000. <<
[340] D. Collin, «Néoliberalisme ou keynésianisme rénové», cit. <<
[341] G. de Bernis, «Aspects économiques de la mondialisation», Nord-Sud XXI XIII, 1, Ginebra, 1999, pp. 60 ss. <<
[342] Marcel Sembat, Faites un roi, sinon faites la paix, publicado en 1913. V. I. Lenin, «Notebooks on Imperialism», Collected Works XXXIX, cit., p. 438, se omite el énfasis de Lenin, en el margen Lenin escribió «NB.». <<
[343] Véase el artículo de Wladimir Andreff en J.-P. Michiels y D. Uzunidis (eds.), Mondialisation et citoyenneté, cit., p. 206. <<
[344] Hay que señalar que Lenin consideraba que la sustitución del «viejo capitalismo» por los monopolios reduciría la importancia de los mercados de valores (p. 218). <<
[345] Solamente se puede mencionar este asunto de pasada. Lenin se mostraba hostil frente a semejante perspectiva que hubiera conducido al establecimiento, señalado por Hobson, de una aristocracia que explotara al resto del mundo. V. I. Lenin, «Notebooks», Collected Works XXXIX, cit., p. 429; también escribió contra Kautsky (p. 380) y Bauer (p. 626). Lo hizo de una manera casi profética manteniendo como una de las tareas atribuidas a semejantes Estados Unidos de Europa por G. Hildebrand, la lucha contra «el gran movimiento islámico». V. I. Lenin, «Notebooks on Imperialism» cit., p. 112; repetido en Imperialism cit., p. 282 ss. V. I. Lenin, «On the Slogan for a United States of Europe» [Sobre la consigna de los Estados Unidos de Europa] [1915], Collected Works XXI, cit., pp. 339-343. <<
[346] G. de Bernis en J.-P. Michiels y D. Uzunidis (eds.), Mondialisation et citoyenneté, cit., p. 31. <<
[347] La expresión se encuentra, entre otros sitios, en Jacques Chonchol, ¿Hacia dónde nos lleva la globalización? Reflexiones sobre Chile, Santiago, Universidad Arcis, 1999, p. 22. El autor señala que en América Latina la política del «ajuste estructural» aumentó el número de personas viviendo en la pobreza durante la década de 1980, de 136 a 196 millones. Jean Louis Levet, por su parte, escribe: «Esta criminalización de la economía se ha convertido en parte de la columna vertebral del sistema económico y del sistema monetario internacional, […] una herramienta para regular el sistema económico mundial», J.-P. Michiels y D. Uzunidis (eds.), Mondialisation et citoyenneté, cit., p. 356. <<
[348] Para más detalles e información más reciente se puede consutar el dosier de Le Monde Diplomatique de mayo de 2000: «The Planetary Archipielago of Financial Crime», especialmente la investigación de Christian de Brie en la que simplemente el título, «States, Mafias and Transnationals as Thick as Thieves», es un perfecto resumen del proceso que se desarrolla. <<
[349] Sobre las contradicciones que socavan el neoliberalismo desde su interior hasta el punto de impedir que alcance sus propios objetivos, podemos hablar de la insustituible demostración que hace Susan George en su libro: The Lugano Report. On Preserving Capitalism in the 21st Century, Londres, Pluto Press, 1999 [ed. cast.: Informe Lugano, Barcelona, Icaria, 2001]. <<
[350] Z. Brzezinski, The Grand Chessboard, cit., pp. 196-197. <<
[351] Este sentimiento se encuentra presente en El imperialismo, fase superior del capitalismo. Posiblemente representa un eco del entusiasmo del Manifiesto comunista por la revolución permanente de las relaciones de producción bajo el capitalismo, y por ello todavía una visión teleológica del progreso. <<
[352] V. I. Lenin, «On the Slogan for a United States of Europe», cit., pp. 339-343. <<
[353] «Aunque [el capitalismo] se esfuerza por ser universal, precisamente por esta tendencia debe destruirse, porque inmanentemente es incapaz de convertirse en una forma de producción universal. Durante su historia ha demostrado ser una contradicción en sí mismo, y su movimiento de acumulación proporciona una solución al conflicto al mismo tiempo que lo agrava. En una determinada etapa de desarrollo no habrá otra salida que la aplicación de principios socialistas. El objetivo del socialismo no es la acumulación sino la satisfacción de los afanosos deseos de la humanidad mediante el desarrollo de las fuerzas productivas del conjunto del planeta. Por ello encontramos que el socialismo es por su propia naturaleza un sistema económico harmonioso y universal». Rosa Luxemburg, The Accumulatrion of Capital, Londres, Routledge, 1963, p. 467. <<
[354] Alexis de Tocqueville, De la démocratie en Amérique, en Oeuvres complètes, J. P. Mayer (ed.), Gallimard, París, 1951, I, pp. 358-359 [ed. cast.: La democracia en América, Madrid, Akal, 2007]. <<
[355] Discurso en la Asamblea Constituyente, septiembre de 1848, recogido en las Oeuvres complètes, por su viuda y G. Beaumont, París, Michel Lévy Frères, 1864-1867, IX, pp. 544-545. <<
[356] Ibid., p. 288. <<
[357] A. de Tocqueville, De la démocratie en Amérique, cit., p. 131. <<
[358] Norberto Bobbio, Stuart Mill, liberale e socialista, en «La lettera del venerdi», suplemento de L’Unità, 31 de mayo de 1991, pp. 26-27. <<
[359] John Stuart Mill, «On Liberty», 1858, en Utilitarism, Liberty, Representative Goverment, H. B. Acton (ed.), Dent, Londres, 1972, p. 73. <<
[360] Ibid. <<
[361] J. S. Mill, Considerations on Representative Goverment, 1861, en ibid., p. 197. <<
[362] V. I. Lenin, «Stato e Revoluzione» [1917], en Opere Complete XXV, Editori Riuniti, Roma, 1955, p. 433. Las siguientes referencias a las Opere Complete citan el título específico incluido en el trabajo, el año de su publicación inicial, el número del volumen, y el número de página. <<
[363] V. I. Lenin, «L’imperialismo fase suprema del capitalismo» [1917], Opere Complete XXII, cit., p. 282. <<
[364] Ibid., pp. 181-182. <<
[365] V. I. Lenin, «Sostanze infiammabili nella politica mondiale» [1908], Opere Complete XV, cit., pp. 178-179. <<
[366] V. I. Lenin, «La fine della guerra dell’Italia contro la Turchia» [1912], Opere Complete XVIII, cit., pp. 322-323. <<
[367] J. S. Mill, Considerations on Representative Goverment, cit., p. 380. <<
[368] V. I. Lenin, «La guerra e la rivoluzione» [1917], Opere Complete XXIV, cit., p. 417. <<
[369] Eduard Bernstein, «Die deutsche Sozialdemokratie und die türkischen Wirren», en Die Neue Zeit I (1897), p. 110. <<
[370] E. Bernstein, «Sozialdemokratie und Imperialismus», Socialistische Monatshefte I [1900]; reimpresión de Bad Feilnbach, Schmidt Periodicals, 1986, pp. 238-251. <<
[371] Alfred Rosenberg, Der Mythus des 20. Jahrhunderts [1930], Munich, Hoheneichen, 1937, p. 637. <<
[372] Karl Marx, «Die künftigen Ergebnisse der britischen Herrschaft in Indien» [1853], en K. Marx y F. Engels, Werke IX, Berlín, Dietz Verlag, 1955, p. 225. <<
[373] Friedrich Engels, «Reden über Polen», en Werke IV, cit., p. 417; F. Engels, «Auswärtige deutsche Politik» en ibid. V, p. 155. <<
[374] Davis N. Lott (ed.), The Presidents Speak. The Inaugural Addresses of the American Presidents, from Washington to Clinton, Nueva York, Henry Holt y Cia, 1994, pp. 366-369. <<
[375] M. Navarro, «US Aid and “Genocide”: Guatemala Inquiry: CIA’s Help to Military», International Herald Tribune, 27-28 de febrero de 1999, p. 3. <<
[376] John A. Hobson, Imperialism. A Study [1902], Ann Arbor, University of Michigan Press, 1965, p. 77. <<
[377] V. I. Lenin, «Dichiarazione dei diritti del popolo lavoratore e sfruttato» [enero de 1918], Opere Complete XXVI, cit., p. 403. <<
[378] Richard Cohen, «No Mr. Lieberman, America Isn’t Really God’s Country», International Herald Tribune, 8 de septiembre de 2007, p. 7. <<
[379] Henry Kissinger, Diplomacy, Nueva Yok, Simon y Schuster, 1994, p. 834. <<
[380] Basil Williams, Cecil Rhodes, Londres, Constable & Cia. Ltd., 1921, pp. 51-52. <<
[381] Thomas L. Friedman, «On Key Foreign Policy Issues, the Differences Are Narrowing», International Herald Tribune, 11-12 de marzo de 2000. <<
[382] Eric J. Hobsbawm, Nation and Nationalism since 1780, Cambridge, Cambridge University Press, 1990, p. 179 [ed. cast.: Nación y nacionalismo desde 1780, Barcelona, Crítica, 2004]. <<
[383] Enzo Santarelli, Storia sociale del mondo contemporaneo. Dalla Comune di Parigi ai nostro giorni, Milán, Feltrinelli, 1982, pp. 511-512. <<
[384] Michael A. Lutzker, «The Precarious Peace: China, the United States, and the Quemoy-Matsu Crisis, 1954-1955, 1958», en J. R. Challinor y R. L. Beisner (eds.), Arms at Rest. Peacemaking in American History, Nueva York, Greenwood Press, 1987, p. 178. <<
[385] M. Molinari, «1948, guerra civile a Roma», La Stampa, 14 de septiembre de 1999, p. 23. <<
[386] V. I. Lenin, «Della fierezza nazionale dei grandi russi» [1914], Opere Complete XXI, cit., p. 90. <<
[387] Louis Althusser, Pour Marx, París, Maspero, 1965. L. Althusser, Lire Le Capital, París, Maspero, 1965 [ed. cast.: Para leer El capital, México DF, Siglo XXI, 1968]. <<
[388] Sylvain Lazarus, «Lénine et le temps», Conference du Perroquet 18 (marzo de 1989); y L’anthropologie du nom, París, Seuil, 1998. <<
[389] S. Lazarus, Althusser, la politique et l’histoire, París, PUF, 1993 y «Althusser et Lenine» texto presentado en el coloquio de Viena de 1996. <<
[390] V. I. Lenin, «On Slogans», Collected Works XXV, Londres, Lawrence y Wishart, 1964, pp. 183-190. <<
[391] Soy consciente de que en la versión inglesa esta palabra aparece como «correcta» («juste» en la versión francesa). <<
[392] Gilles Deleuze y Felix Guattari, Mille plateaux, París, Minuit, 1980, pp. 105-106 [ed. cast.: Mil mesetas, Valencia, Pre-textos, 2008]. <<
[393] G. Deleuze, «Trois problèmes de groupe», F. Guattari, Psychanalyse et transversalité, París, Maspero, 1972, pp. I-XI. <<
[394] «Vive le léninisme», Cahiers marxistes-léninistes 9/10, París, SER, 1966. <<
[395] Grigori Zinoviev, Istorica Rossikoi Kommunisticheskoi Partii (Bol’shevikov), cuarta edición, Leningrado, Gosizdat, 1924, p. 74. <<
[396] V. I. Lenin, What Is to Be Done? [¿Qué hacer?], en Polneo sobranie sochineniia [Collected Works], quinta edición, Moscú, Gospolizdat, 1958-1965, vol. VI, p. 48 (a partir de ahora PSS). <<
[397] V. I. Lenin, What Is to Be Done?, cit., pp. 106-108. <<
[398] Ibid. <<
[399] Ibid. <<
[400] V. I. Lenin, PSS, IV cit., p. 189. <<
[401] Ibid., pp. 244-247. <<
[402] V. I. Lenin, PSS, I, cit., pp. 332-333. <<
[403] V. I. Lenin, What Is to Be Done?, PSS VI, cit., pp. 40-41. <<
[404] V. I. Lenin, PSS, I, cit., pp. 332-333. <<
[405] Citado en S. Prokopovich, Rabochee dvizhenie na Zapade. Opyt kriticheskogop iddledovaniia. Germaniia. Bel’giia, Izdanie L. F. Panteleeva, San Petersburgo, p. 166. <<
[406] V. I. Lenin, PSS, I, cit., p. 16. <<
[407] Ibid., pp. 360-362. <<
[408] Robert Hunter, Socialist at Work, Nueva York, Macmillan, 1908, pp. v, vi. <<
[409] V. I. Lenin, PSS, XXX, cit., p. 56. <<
[410] V. I. Lenin, artículo en Pravda, 27 de enero de 1924. <<
[411] Lars T. Lih, Lenin Rediscovered. What Is to Be Done? In Context, Leiden, Brill Academic Press, 2006, pp. 613-667. Los lectores que quieran saber más sobre los «pasajes escandalosos» de ¿Qué hacer?, pueden consultar esta obra. <<
[412] Karl Marx, «Fixed Capital and Continuity of the Living Process: Machinery and Living Labor», Grundisse, Harmondsworth, Penguin, 1973, pp. 702-744. Véanse especialmente las páginas 704-712 [ed. cast.: Líneas fundamentales de la crítica de la economía política (Grundrisse), Barcelona, Crítica, 1978, 2 vols.; Obras de Marx y Engels, Manuel Sacristán (dir.), OME 21 y 22]. <<
[413] Alan Shandro, «Consciousness from Without: Marxism, Lenin and the Proletariat», Science and Society LIX, 3 (otoño de 1995), pp. 268-297. <<
[414] V. I. Lenin, What Is to Be Done? [¿Qué hacer?] [1902], Collected Works V, Moscú, Progress Publishers, 1961, p. 386. <<
[415] V. I. Lenin, «A Talk with Defenders of Economism» [Charla con los defensores del economicismo] [1901], Collected Works V, cit., p. 316. <<
[416] Marcel Liebman, «Lenin in 1905. A Revolution That Shook a Doctrine», Monthly Review (abril de 1970), p. 73. <<
[417] M. Liebman, Leninism under Lenin, Londres, Jonathan Cape, 1975, p. 29. <<
[418] Ibid., pp. 29-31. <<
[419] M. Liebman, «Lenin in 1905», cit., pp. 57-75. <<
[420] V. I. Lenin, «Two Tactics of Social-Democracy in the Democratic Revolution» [Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática] [1905], Collected Works IX, cit., p. 18. <<
[421] Maureen Perrie, The Agrarian Policy of the Russian Socialist-Revolutionary Party, Cambridge, Cambridge University Press, 1976, pp. 110-111. <<
[422] Sidney Harcave, First Blood. The Russian Revolution of 1905, Londres, Bodley Head, 1965, pp. 181-186; Oskar Anweiler, The Soviets. The Russian Workers, Peasants, and Soldiers Councils, 1905-1921, Nueva York, Pantheon Books, 1974, pp. 24-27, 32-37. <<
[423] O. Anweiler, The Soviets, cit., pp. 45-46. <<
[424] Solomon Schwarz, The Russian Revolution of 1905, Chicago, University of Chicago Press, 1967, pp. 168-178. <<
[425] O. Anweiler, The Soviets, cit., pp. 55-58. <<
[426] S. Harcave, First Blood, cit., pp. 233-242; Leon Trotsky, 1905, Harmondsworth, Penguin Publishers, 1973, pp. 249-264. <<
[427] V. I. Lenin «A Most Lucid Exposition of a Most Confused Plan» [Una lúcida exposición de un plan confuso] [1905], Collected Works IX, cit., p. 224; S. Schwarz, The Russian Revolution of 1905, cit., pp. 168-171. <<
[428] Pavel B. Axelrod, «The People’s Duma and the Workers’ Congress» [1905], en Abraham Ascher (ed.), The Mensheviks in the Russian Revolution, Nueva York, Cornell Universitary Press, 1976, pp. 65-67. <<
[429] S. Schwarz, The Russian Revolution of 1905, cit., pp. 186-187; V. I. Lenin, «A New Revolutionary Worker’s Association» [Una nueva asociación obrera revolucionaria] [1905], Collected Works VIII, pp. 507-508. <<
[430] V. I. Lenin, «Our Tasks and the Sóviet of Worker’s Deputies: A Letter to the Editor» [Nuestra tarea y el sóviet de los diputados obreros: carta al editor] [1905], Collected Works X, cit., pp. 21-23. Énfasis en el original. <<
[431] V. I. Lenin, «The Reorganisation of the Party» [La reorganización del partido] [1905], Collected Works X, cit., pp. 34, 32. <<
[432] V. I. Lenin, «Learn from the Enemy» [Aprender del enemigo] [1905], Collected Works X, cit., p. 61. <<
[433] V. I. Lenin, «Socialism and Anarchism» [Socialismo y anarquismo] [1905]), Collected Works X, cit., p. 72. <<
[434] V. I. Lenin, «The Reorganisation of the Party», Collected Works X, cit., pp. 29, 32. <<
[435] V. I. Lenin, «Learn from the Enemy», Collected Works X, cit., p. 60. Énfasis en el original. <<
[436] V. I. Lenin, «The Socialist Party and Non-Party Revolutionism» [El partido socialista y la revolución sin partido] [1905], Collected Works X, cit., pp. 76-77. <<
[437] V. I. Lenin, «The first Victory of the Revolution» [La primera victoria de la revolución] [1905], Collected Works IX, cit., p. 433. <<
[438] V. I. Lenin, «A Tactical Platform for the Unity Congress of the RSDLP: Draft Resolutions» [Plataforma táctica para el Congreso de Unidad del POSDR: proyectos de resoluciones] [1906], Collected Works X, cit., p. 156. <<
[439] V. I. Lenin, «The Victory of the Cadets and the Tasks of the Worker’s Party» [La victoria de los cadetes y las tareas del partido obrero] [1906], Collected Works X, cit., p. 243. Énfasis en el original. <<
[440] Ibid., pp. 244-245, 247. Énfasis en el original. <<
[441] V. I. Lenin, «Fundamental Problems of the Election Campaign» [Problemas fundamentales de la campaña electoral] [1911-1912], Collected Works XVII, cit., pp. 422-423. Énfasis en el original. <<
[442] Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, Hegemony and Socialist Strategy. Towards a Radical Democratic Politics, Londres, Verso, 1985 [ed. cast.: Hegemonía y estrategia socialista. Hacia la radicalización de la democracia, Madrid, Siglo XXI, 1987]. <<
[443] Karl Marx, «Critique of the Gotha Programme» [1875], en The First International and After, Harmondsworth, Penguin Publishers, 1974, p. 341 [ed. cast.: K. Marx y F. Engels, Obras escogidas, 2 vols., Madrid, Akal, 1975]. <<
[444] Antonio Gramsci, Selections from the Prision Notebooks, Q. Hoare y G. Nowell Smith (eds.), Nueva York, International Publishers, 1971, p. 144. <<