Carta del doctor John Eliot al profesor Huree Jyoti Navalkar

02.00 horas

Querido Huree:

Perdona mi letra ilegible, te escribo en un coche de caballos alquilado. Estoy sano y salvo, pero las demás noticias, me temo, no podían ser más espantosas. Llegué a Rotherhithe; encontré las calles que llevan al almacén sin dificultad. Estaban oscuras y desiertas; sin embargo, al internarme en ellas, oí un débil ruido de pies que saltaban; eran de una niña pequeña y estaban siempre delante de mí, cualquiera que fuese la bocacalle por la que yo girara. De vez en cuando veía reflejada en la pared una sombra, nada más. Llegué a la puerta del almacén. Intenté abrir pero la puerta estaba cerrada con llave; la aporreé, grité, mas no obtuve respuesta. Entonces vi un bulto abandonado en un arroyo.

Era el cuerpo de una mujer. Le di la vuelta. Lo reconocí en seguida: era Sarmistha, o George, mejor dicho; era George y estaba muerto. Habían dejado su cuerpo sin fluidos; tenía la lengua arrugada y desecada; era más bien una masa minúscula que tenía en la garganta; el pelo era fino y blanco y el cuerpo, un saco de huesos. Intenté levantar el cuerpo sin vida de mi amigo y sentí que se deshacía en mis manos; en mis manos los brazos se convertían el polvo. Me quedé mirando fijamente su rostro. Ya no era el de Sarmistha; durante un brevísimo espacio de tiempo volvía a ser George. Luego desapareció. Únicamente un montón de polvo y nada más. Un montón de ceniza y harapos en una acera de la calle.

Intenté juntar el polvo, pero fue inútil. Me puse en pie. Me di la vuelta y empecé a andar y luego a correr. Oí la voz de una niña que cantaba una melodía y que estaba delante de mí. Al igual que antes, tampoco veía a la cantante, no había rastro de Suzette. Estaba aterrado. Peor que en Kalikshutra. Por fin llegué a la calle principal. Alquilé un coche. No volveré allí en la vida.

¿Estás con Stoker en este momento? El coche me dejará al final de Grosvenor Street; el cochero tiene instrucciones de recogeros. Yo estaré en la puerta de entrada de Shepherd’s Arms, justo enfrente de casa de los Mowberley. Venid rápido. Nos acercamos a Grosvenor Street mientras escribo esto.

Espero que conserves el revólver,

JACK