Carta del doctor John Eliot al profesor Huree Jyoti Navalkar
Surgeon’s Court
11 de la noche
Querido Huree:
Estaba convencido de que, si no delirabas, estabas como mínimo ebrio. ¿Que Lilah es Circe, la que transforma a los humanos? Estuve a punto de ir a verte y atenderte hasta que se te pasara la borrachera. Sin embargo, una vez más tengo que pedirte perdón. Cuando iba a visitarte, me metí tu carta en un bolsillo del gabán y entonces noté que había allí otro papelito, que yo no recordaba haber puesto. Lo cogí y lo leí; comprenderás, en cuanto lo leas, que no podía ir a verte; iré esta noche; ahora tengo una visita mucho más urgente que hacer.
Lo que se desprende de esta carta es evidente; no solo concuerda con la teoría que habías esbozado en tu carta sino que cambia todas las directrices que debo seguir en mi investigación. Me doy cuenta ahora de lo ciego que estaba. Santo cielo, Huree, ruega a Dios que no sea demasiado tarde.
Volveré a escribirte en cuanto pueda; espero poder hacerlo esta noche. Antes que nada tengo que corroborar lo que George dice y, si puedo, rescatarlo.
La letra, por cierto, es indiscutiblemente suya.
Llama a Stoker,
JACK