La vía soñada

«Era necesario hacer un estudio concienzudo. Después de descender, Rabadá se quedó unos días en la vega de Urriellu para seguir preparando la escalada. Antes de marchar le propuse que si yo les podría acompañar a la apertura de la vía, pero me contestó que él y Navarro formaban una cordada muy compenetrada. Yo lo comprendí y no insistí».

(Extracto de un escrito de Rodolfo García Amorrortu)