Agradecimientos
UN ESTUDIANTE DE 6 LE AGRADECE A UN
ESTUDIANTE DE 10
En la preparatoria reprobé en dos ocasiones porque no podía escribir bien, y en décimo grado me reprobaron en inglés. En realidad no fue porque estuviera incapacitado o algo así, ya que sí podía escribir. Lo que no sabía era cómo deletrear ni cómo manejar los signos de puntuación. Además, siempre «usaba la gramática incorrectamente».
A pesar de todo esto, creo que la principal razón por la que me reprobaron en inglés fue porque el maestro no estaba de acuerdo con lo que yo expresaba. Y es que yo escribía lo que opinaba de él y quería saber por qué nos forzaba a leer libros que no nos interesaban. Además, tenía la impresión de que no estaba haciendo el trabajo para el que lo contrataron porque reprobó a 75 % de los estudiantes de nuestro grupo.
Después de reprobar décimo, estuve a punto de dejar la escuela porque me sentía devastado. A nadie le gusta que lo llamen «estúpido». Así empecé a odiar la escuela. Quería aprender, pero no sobre las materias que nos enseñaban a la fuerza. Gracias a Dios, mi padre pobre me convenció de que no me rindiera aunque, desafortunadamente, el daño ya estaba hecho. Al hijo de padre rico también lo reprobó ese mismo maestro.
Logré terminar la escuela gracias a que estaba sentado junto a la alumna más inteligente de mi grupo, una chica que siempre sacaba 10. En el sistema escolar, a pedir ayuda le llaman «hacer trampa», y en el mundo de los negocios, en cambio, se le llama «cooperar». Si yo no hubiera cooperado con esa estudiante de 10, jamás habría terminado la preparatoria.
Hoy en día me reconocen como «autor de bestsellers» y el autor del libro de finanzas personales #1 de todos los tiempos, estatus que alcancé a través de la cooperación.
En fin, esta es una manera un poco larga de decirle «gracias» a Mona Gambetta, empresaria del mundo de la edición. Mona es mi estudiante de 10 ahora, es mi editora, mi entrenadora y mi amiga. Además, es quien me alienta. Mona y yo hemos colaborado durante años y hemos publicado muchos libros juntos. FALSO, el libro que tienes en tus manos, jamás habría salido a la luz si Mona no formara parte de mi equipo… y si no fuera mi nueva compañera de 10.
FALSO debió publicarse hace más de un año. Fue escrito y reescrito porque el mundo empezó a cambiar con mucha velocidad y tuvimos que seguirle el paso a un tema muy complejo: el dinero falso. Mona no se quejó, no juzgó ni criticó, solo continuó alentándome a pesar de que empecé a escribir el libro una y otra, y otra vez. Nunca se rindió conmigo.
Quiero dedicarle este libro como una manera de decirle «Gracias». De no ser por Mona Gambetta, por su impulso, su paciencia y su disposición a proveerme retroalimentación incluso cuando fue más difícil, tal vez hoy no sería el escritor, el verdadero escritor, que soy hoy.