Por la izquierda aparecen cinco guardianes orcos armados con espadas y lanzas. Desenvainas la Espada del Mago y retrocedes. Los horribles monstruos avanzan seguros de sí mismos. Matas a dos de ellos en el primer enfrentamiento.

Comprendes que estás demasiado fatigado para abatir a los otros tres y huyes pasillo abajo buscando un escondite. Los tres orcos te persiguen, ávidos de sangre. Sus gritos de furia son ensordecedores. Tendrás que ocultarte si no quieres morir y perder las esperanzas de supervivencia para Araba.

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