Sientes un cosquilleo de curiosidad. Tienes que averiguar qué extraen los monstruos, pues la mina parece ser la razón de que haya tantos cautivos. Te escondes detrás de una roca y esperas. Por la entrada aparecen unos trasgos.

—Espera, Krey. Déjame recobrar el aliento. Esta subida empeora día a día —dice uno de ellos.

—Si no engulleras tantos elfos no estarías tan gordo y fuera de forma, Porg —responde Krey.

Pasan junto a la roca donde estás escondido. Cuando desaparecen en la penumbra del pasillo, empiezas a actuar. Con dos golpes bien asestados logras matar a ambos. Te inclinas sobre sus cadáveres y recoges el saco de cuero.

Retornas a la entrada iluminada y vacías el contenido del saco. Ante tus ojos aparece un puñado de diamantes, fríos y brillantes como estrellas. Ahora conoces el secreto de Shanafria. ¿Debes regresar a la caverna e incitar a los presos a la rebelión? No tienes muchas posibilidades de éxito. Podrías descender por la escalera y tratar de encontrar una salida.

Si prefieres volver a la saliente y bajar la escalera, pasa a esta sección.

Si optas por incitar a los presos a la rebelión, pasa a esta sección.