Capítulo 27
Puede que él la haya salvado, pero eso no significa que deba seguir haciéndolo. Le dice que se esté callada, que no balancee el bote, y que viva la vida que le ha tocado en suerte. Pero ella no vive, en realidad no lo hace. Ella solo existe, agotando un día y luego otro. Pero al final esos días se acabarán, y entonces, ¿qué podrá demostrar a la gente?
A veces, ella se pregunta si podría sobrevivir sola. Sacarse de encima este oscuro y pesado manto de secretismo que lleva…, simplemente quitárselo y marcharse, convertirse en la persona que siempre debió haber sido.
¿Dejaría ella que se acercara alguien más? Él conoce la verdad, y puede que eso le baste a ella; no convivir a solas con eso. Ella nunca podría haberlo superado sin él, lo sabe muy bien. Su fiel compañero, cómplice para siempre de los hechos de la noche que lo cambió todo.
Ella ha vivido su vida en la sombra, huyendo y escondiéndose. Sí, ella puede poner buena cara cuando es necesario, pero por dentro aún sigue siendo esa chica. Está dividida entre el miedo que le retuerce las entrañas a que cualquiera pueda saber quién es realmente y el vehemente deseo de que la vean tal y como es. ¿Acaso no es eso lo que todos queremos?