Capítulo 16
Él siempre ha sido… protector. Sabe lo que ella ha tenido que soportar. Sabe que su infancia y su adolescencia no fueron exactamente un camino de rosas. Solo quiere que el resto de su vida sea feliz, eso es todo. No quiere que nadie más le haga daño. Cuanto más cerca esté de ella, más segura estará.
Cuando estaba embarazada, ella piensa que él, en secreto, esperaba que renunciaría por completo a su trabajo, aunque eso, en realidad, nunca fue viable. Ella trata de ahuyentar la idea de que él está resentido por su éxito profesional, que preferiría que ella fuera un ama de casa que anduviera todo el día en zapatillas y que lo esperara con la cena servida en la mesa. A ella le preocupa la sensación de que él no sepa sobrellevar que tenga más éxito que él. Él no está atravesando un buen momento en el trabajo, y ella se muestra casi reticente a presumir de sus éxitos. De hecho, los minimiza.
El embarazo también tuvo otro impacto en su relación. El hecho de dar a luz y amamantar a un bebé no solo la castigó físicamente, sino que cambió la relación que ella tenía con su cuerpo. Nada era ya como antes. Las cosas que hasta entonces solían hacerla gritar de placer la dejaban totalmente indiferente.
Supuso que debería sentirse satisfecha de que él aún la deseara. Tenía amigas cuyos maridos no querían tocarlas después de lo que habían visto en la sala de partos: la sangre y los gritos, desgarrándolas hasta la agonía. Sentían repulsión por sus esposas de vientres con pliegues en la piel y pechos que rezumaban.
Ella tiene que calmarse a sí misma bastante a menudo. Lo que él quiere hacer es completamente normal. Entra dentro de los límites de la normalidad. Pero, en realidad, ¿qué es lo normal? De hecho, tal cosa no existe, siempre y cuando nadie salga lastimado. Aunque a veces duela, es parte del juego, ¿no es así?
Lo más importante que hay que recordar es que él está a su lado. La conoce…, es el único que la conoce. Ella nunca tendrá eso con nadie más. Y si ella alguna vez empieza a olvidarlo, bueno…, ahí está él para recordárselo.