TRECE

TRECE

Karl-Franz sangraba ahora en abundancia, ya que la mano de Oswald no se mantenía firme y la hoja de la daga se le hundía profundamente. Fue sólo la suerte lo que evitó que le cortase la arteria o le clavara la hoja en la tráquea.

El espectáculo que se desarrollaba sobre el escenario no era lo que nadie había esperado, y el Emperador sintió que el cuerpo de Oswald temblaba mientras Detlef destrozaba al actor que representaba a Drachenfels. Los planes del traidor se habían torcido.

—¡Oswald von Konigswald! —gritó Detlef, con el ensangrentado martillo en alto.

El público guardó silencio. Se oía el crepitar del fuego, pero habían cesado los gritos y alaridos.

—¡Oswald, ven aquí!

Karl-Franz oyó que el elector gimoteaba, y sintió temblar el cuchillo dentro del corte que le había abierto en el cuello.

—¡Quédate donde estás o el Emperador morirá! —La voz de Oswald era ahora débil, demasiado aguda, demasiado borrosa.

Detlef pareció encogerse un poco, como si recuperara la sensatez, y miró el martillo y la cosa muerta que yacía sobre el escenario. Dejó el arma. Genevieve Dieudonne estaba de pie a su lado y lo rodeó con un brazo cuando ya estaba a punto de desplomarse.

—Mata a Karl-Franz y tú estarás muerto antes de que él caiga al suelo, von Konigswald —dijo el barón Johahn von Mecklenberg, con la espada en alto. El elector de Sudenland no estaba solo, ya que todo un bosque de espadas destellaba en el patio de butacas.

Oswald miraba desesperadamente a su alrededor para buscar una salida, una vía de escape. La entrada del palco estaba guardada, pues el hombre que sostenía la bandeja de dulces la había bloqueado adoptando una postura de luchador. Era uno de los guardaespaldas imperiales.

—Quiero que sepas esto, Karl-Franz —susurro Oswald al oído del Emperador—. Te odio a ti y todas tus obras. Durante años he tenido que tragarme el asco en tu presencia. Aunque sea lo ultimo que haga, esta noche acabare con la Casa del segundo Wilhelm.

Le corto el cuello, empujó a Karl-Franz y, tras agitar en el aire el cuchillo ensangrentado salto por un lado del palco.