Introducción
. . . . . . . . . . . .
Año 1974. Hacía ya algún tiempo que había terminado mis estudios de Ciencias de la Información. De hecho, aunque sólo tenía 28 años, ya había ejercido mi profesión en distintas cabeceras repartidas por toda España. Por esas fechas escribía sobre temas muy distintos, aunque con una especial predilección por todo aquello que se suele encajar en la sección de sociedad; sucesos, avisos, visitas oficiales, noticias de ámbito local… Un amplio abanico de posibilidades. No me había especializado en ninguna materia en concreto, y, claro está, mis conocimientos sobre temas como los fenómenos inexplicables, los enigmas y el fenómeno ovni eran los mismos que los de cualquier lector del periódico para el que trabajaba. Aunque sentía una cierta curiosidad por estos asuntos, la misma que sentía por muchos otros, no me imaginaba que el sentido de mi vida iba a girar alrededor de la investigación de este tipo de fenómenos.
Así que fue el azar el que tuvo que tomar partido. Una mañana se recibió un teletipo en la redacción de la bilbaína La Gaceta del Norte, medio en el que trabajaba. Aclararé, para aquellos que ya han nacido con el correo electrónico y los mensajes de texto, que un teletipo podría ser la versión rudimentaria y muy analógica de estos inventos propios de la era digital. El texto en sí, breve y austero, hablaba de un posible aterrizaje de ovnis (objetos voladores no identificados) que se había producido en la provincia de Burgos. Mi jefe, quizá porque intuía en mí unas virtudes que yo aún desconocía, o quizá porque en aquel momento no había ningún otro disponible, decidió mandarme a mí a cubrir la noticia.
Sobre el terreno me limité a hacer mi trabajo. Visité el lugar, hablé con los testigos y tomé mis notas. Hice lo que sabía hacer, lo que me habían enseñado. Busqué las pruebas, intenté atar cabos, dar con las respuestas. Pero, a pesar de mi experiencia y de mis enconados esfuerzos, no supe muy bien cómo abordar aquel reportaje. Lo que los testigos describían, lo que yo vi con mis propios ojos en aquel hipotético campo de aterrizaje, no podía explicarse con los argumentos habituales. ¿Cómo explicar la luz en el cielo? ¿Y las marcas en el campo? ¿Cómo contradecir las coincidentes declaraciones de los testigos? No pude ni supe encontrar una respuesta lógica y sólida para todos aquellos interrogantes, por lo que volví a la redacción del periódico con una sensación desconocida para mí: una mezcla de curiosidad y duda que no me dejó dormir esa noche. Al contrario, me empujaba a seguir investigando. Mi incapacidad para comprender encendió algo nuevo dentro de mí.
A partir de aquel incidente, pedí que se me asignaran todas las noticias relacionadas con el fenómeno ovni. Por primera vez después de cubrir una noticia, volvía a casa con más preguntas que respuestas. Y mis siguientes reportajes no hicieron otra cosa que acentuar mi inquietud y mis ganas de cuestionar la realidad establecida. Con cada nuevo caso encontraba más argumentos para dudar de las explicaciones racionales y de la verdades oficiales, así que no tuve otra opción que seguir recorriendo kilómetros en busca de respuestas. A los ovnis se sumaron otros enigmas y misterios, muchos de ellos relacionados con descubrimientos arqueológicos a los que la ciencia no sabía dar respuesta. Descubrí que hay todo un mundo ahí fuera al que no sabemos dar explicación. En algunos casos, porque nos ocultan la verdad; en otros, porque nuestros conocimientos no resultan suficientes. Tras la publicación de mis primeros libros y de cosechar algún que otro éxito, por fin, en 1977, pude abandonar el periodismo diario y dedicarme exclusivamente a la investigación.
Desde entonces, mis trabajos han abrazado múltiples campos. Gracias a mis viajes he encontrado algunas respuestas a las preguntas que me planteé hace tiempo, aunque, en infinidad de ocasiones, aquello que parecía una respuesta se ha convertido en un nuevo enigma. Sé que existe vida extraterrestre, y que esos seres de ahí fuera mantienen una peculiar relación con la especie humana desde hace milenios. Pero ¿para qué? ¿En qué condiciones? ¿Desde cuándo? Una pregunta me lleva a hacerme otra, y así es desde hace décadas. La imaginación me mantiene vivo, y con la voluntad de contagiarte ese estímulo emprendo la redacción de este libro. Quién sabe si tú podrás dar respuesta a las preguntas que a día de hoy aún están abiertas.
Sobre este libro
Lo que vas a encontrarte a partir de aquí es el resultado de una vida dedicada a la investigación. Voy a compartir contigo buena parte de la información que he recogido a lo largo de los años en viajes y entrevistas, y darte las claves para que puedas sacar tus propias conclusiones. Te expondré los hechos tal como los he vivido y conocido, te confiaré mis reflexiones y dejaré que seas tú quien escoja las respuestas.
Los misterios de los que hablo son un reto a la ciencia y al pensamiento lógico, pero ese desafío no implica que sean sus enemigos. Ante las limitaciones de los conocimientos actuales, a menudo la investigación de los enigmas implica la elaboración de hipótesis y teorías que son difíciles de comprobar. La ciencia no es aquí la respuesta, sino una compañera de viaje. Es posible que el candelabro de Paracas fuera un faro para naves de una civilización desconocida, pero ¿cómo es posible probarlo, si se desconoce la fecha de su construcción y no hay documentos de ningún tipo que nos hablen de su función original? A veces es imposible probar la verdad, lo que abre la puerta a que tampoco sea posible probar la mentira.
Por eso la investigación de estos temas es terreno abonado para la proliferación de invenciones, habladurías, fraudes y engaños. Son muchos los charlatanes que sólo quieren confundir, sin aportar ninguna respuesta, con la única intención de obtener un beneficio personal o económico. Otros, que carecen de la formación y el espíritu crítico, dan por verdadero aquello que no lo es. Creen en un error, y acaban restando credibilidad al resto de investigadores. En este libro, por el contrario, todo lo que vas a encontrar o bien nace de mis propias investigaciones, de lo que yo he visto y he oído, o bien te ofrece mi aproximación a algunos de los misterios más célebres de la humanidad. Todo parte de una realidad que está ahí fuera, que podemos tocar con las manos, pero que aún no sabemos cómo explicar.
Enseguida te contaré cómo he decidido organizar este libro, pero ya te adelanto que nos espera un recorrido que nos va a llevar alrededor de la Tierra, pasando por Siberia, la isla de Pascua o el desierto de Mali, y que nos va a invitar a conocer más a fondo múltiples áreas del conocimiento humano. Para seguirme no va a hacer falta ser un experto en geografía o en historia bíblica, ni conocer al dedillo la línea temporal que marca la aparición de la especie humana. Este es un libro …para Dummies, y mi intención es no dejar cabos sueltos en mis explicaciones. Así, por el camino vas a encontrar apuntes de las más diversas materias, necesarios para entrar en los detalles de algunos misterios. Es difícil comprender, por ejemplo, el significado del Grial si carecemos de ciertas nociones de historia medieval. El deseo de saber nos lleva a hacernos las preguntas, pero sólo el conocimiento puede acercarnos las respuestas.
Pasarse de listo
Entre las distintas especialidades en las que se divide la investigación de enigmas, la ufología, es decir el estudio de los objetos voladores no identificados, ocupa sin duda un lugar muy especial, seguramente por su generosa presencia en el cine y la televisión. Podría decirse que la ufología es más mediática que la arqueología antigua. Sin embargo, su popularidad está sometida a ciclos; hay épocas en las que se habla mucho de platillos volantes y otros periodos en los que es difícil oír algo del tema.
En España, por ejemplo, la segunda mitad de la década de 1970 fue prolífica, al igual que el principio de la de 1990. En este último caso, buena parte de la culpa se debió a la emisión de una serie de televisión, Expediente X, en la que dos agentes del FBI estadounidense investigaban todo tipo de fenómenos ocultos y paranormales, con una especial predilección por los ovnis y el misterio del Área 51. Algunos de los seguidores más recalcitrantes de la serie lucían unas camisetas con el eslogan “I want to believe”, que podríamos traducir como “Quiero creer”, colocado sobre la foto de un ovni. Por cierto, hay serias dudas sobre la autenticidad de la foto, que por lo visto fue creada especialmente para la serie.
La credulidad de la que hacían gala algunos de los seguidores de Expediente X, capaces de dar fe sin tener ni una sola prueba a la que agarrarse, es sin duda uno de los mayores peligros que acechan al investigador de lo desconocido. A menudo se afirma que los lectores interesados en estas cuestiones son crédulos de nacimiento, y que están dispuestos a tragarse cualquier historia que se les venda con un mínimo de atractivo. La experiencia me ha demostrado que esta afirmación es generalmente falsa, pero siempre hay personas que, motivadas por intereses ocultos o problemas personales, son capaces de anteponer la superchería a la ciencia.
Lo mismo ocurre con algunos mal llamados investigadores, que aprovechan la inocencia de un sector del público interesado para vender cualquier historia. La credulidad nos hace dar por bueno aquello que no resiste un mínimo análisis, y suele ser la responsable de que caigamos en el más absoluto ridículo científico. Está claro que todos queremos encontrar las respuestas, que queremos atar los cabos sueltos, pero no podemos dejar que nuestra buena fe nos ciegue.
Este libro, por lo tanto, no va a dirigido a aquellos que quieren creer lo que sea y como sea; pero, cuidado, tampoco a los escépticos que echan por la borda cualquier opinión que roce los estrechos márgenes de la ciencia. Para vivir este libro es imprescindible disponer de la voluntad de ir un poco más allá, sin perder por eso un ápice de capacidad crítica. La falta de rigor que provoca la credulidad es un arma de doble filo, que hiere tanto la reputación del investigador como el buen juicio del lector. Mantengámonos a salvo de ella.
Cómo utilizar el libro
He decidido plasmar el resultado de mis años de investigación en un libro …para Dummies, un formato que ha cosechado un gran éxito desde su aparición en 1991. Encontrarás la información bien organizada, como si fueran platillos de un bufé gastronómico, a los que se echa sal y pimienta con notas aclaratorias y listas de ideas que lo hacen todo más fácil.
Puedes leer el libro de principio a fin, para hacerte una idea general, o ir directamente a un capítulo que te interese en especial y dedicarte sólo a él. Si quieres leer el capítulo sobre Nessie, el monstruo del lago Ness, no es necesario haber pasado antes por el que dedico a uno de mis temas favoritos, la Síndone de Turín, la Sábana Santa. Ya entrarás en él cuando te apetezca.
Si, por el contrario, prefieres seguir el orden que marcan las páginas, vas a encontrarte con un libro dividido en varias partes. Si quieres, puedes saltarte una y cambiar el orden, pero te recomiendo que no dejes muy aparcada la primera, pues nos va a servir para hacer un mapa mental y aclarar unas cuantas ideas. Con esa primera parte vamos a sacar mucho más partido al resto del libro. Nos va a servir para abrir el apetito.
Cómo se divide este libro
Enigmas y misterios para Dummies se divide en seis áreas temáticas, que agrupan buena parte de los misterios universales que aún hoy están sin resolver. Sin embargo, me resulta imposible reunirlos todos en un único libro. He decidido dejar para otra ocasión, por ejemplo, mis investigaciones acerca de personajes históricos, como Cristóbal Colón —el último descubridor de América— o el inigualable Julio Verne. Si lo deseas, puedes encontrar abundante información sobre ellos en mis libros anteriores. De lo que sí voy a hablarte es de todo lo que sigue.
Parte I: Planeta encantado
¿A qué me refiero cuando hablo de enigmas y misterios? ¿Qué instrumentos y técnicas se utilizan a la hora de investigar?¿Hay zonas del mundo especialmente enigmáticas? En esta primera parte daré respuesta a estas cuestiones introductorias; veremos de qué especialidades se compone la investigación de los enigmas e incluso me atreveré a bautizar la disciplina en sí con una nueva palabra, enigmología. Tras la lectura de este primera parte, tendrás a tu disposición los conocimientos suficientes para poder disfrutar a fondo del viaje que te voy a proponer.
Parte II: Huellas en el tiempo
Vamos a empezar nuestro recorrido remontándonos al principio de los tiempos, a las huellas que dejaron en él. Creemos que lo sabemos todo de las vidas de nuestros antepasados, pero a día de hoy aún quedan muchos enigmas por resolver. ¿Qué pretendían los pobladores de Nazca, en Perú, al dibujar en el desierto figuras que sólo son visibles desde el aire? ¿Quiénes son esos seres con guantes y cabezas enormes que aparecen en la pinturas rupestres de Tassili, en el Sahara? ¿Cómo es posible que tribus del África subsahariana tengan conocimientos astronómicos que sólo se difundieron en Europa a partir del siglo XX? El origen de la humanidad es más incierto de lo que se creía.
Parte III: Cuestión de fe
Europa, y en España en particular, no se entienden sin la influencia del cristianismo. De hecho, Jesús de Nazaret es quizás el personaje más popular y enigmático de todos los tiempos, al que he dedicado muchas horas de estudio y trabajo. En esta parte repasaré esa vida de Jesús que no nos cuentan los cuatro evangelios oficiales; una biografía que ha sido alterada lo largo de los siglos en beneficio de unos pocos. También analizaré a fondo algunas de las reliquias más célebres del cristianismo y el judaísmo, como el Santo Grial y el Arca de la Alianza, y me entretendré especialmente en el que es uno de mis enigmas favoritos de todos los tiempos: la Sábana Santa de Turín; el sudario mortuorio en el que, según la tradición, quedó grabada la imagen del cuerpo de Jesús de Nazaret cuando tuvo lugar la resurrección.
Parte IV: Enigmas de hoy en día
No hace falta remontarse al tercer milenio antes de Jesús para encontrar muchas preguntas sin respuesta. Misterios tan populares como el célebre Triángulo de las Bermudas o los avistamientos de ovnis, un fenómeno al que he dedicado incontables esfuerzos y horas de trabajo, son propios de tiempos recientes, aunque hundan sus raíces en un pasado mucho más lejano. También es propio de las últimas décadas el interés por monstruos legendarios, como Nessie, la criatura del lago Ness, y el Yeti, el abominable hombre de las nieves. No sé si sabías, por cierto, que ambas criaturas tienen un sinfín de primos lejanos repartidos por el mundo. ¿Y qué decir del llamado incidente de Tunguska? ¿Es posible que se produjera una explosión atómica de brutal potencia en mitad de la taiga siberiana y en el año 1908?
Parte V: Los decálogos
Como buen libro …para Dummies, cierro este volumen con una serie de listas que te van ayudar a recordar los contenidos que te he ido exponiendo. Algunas funcionan como un resumen de todo lo dicho; otras, como una invitación a que aprendas e investigues por tu propia cuenta. Repasaremos, por ejemplo, la lista de los diez misterios contemporáneos que aún están pendientes de solución.
Los iconos de este libro
Como ocurre con el resto de libros de la colección …para Dummies, te encontrarás con unos dibujos en los márgenes del texto. Estas pequeñas viñetas, llamadas iconos, te señalan un fragmento que debes tener en especial consideración. Algunos te advertirán de un falso mito, y otros te dejarán clara una idea. Tal como sucede con el resto del libro, puedes abrir por una página y leer la información asociada a un icono, como si fuera un aperitivo, o seguir un recorrido más convencional, de principio a fin. Los iconos que voy a utilizar para agilizarte la lectura y la búsqueda de la información son los siguientes.
Si te encuentras con este icono, te estoy
proponiendo un pequeño resumen de lo expuesto hasta entonces. Abre
bien los ojos y afina las neuronas, porque ahí delante tienes las
claves de cada uno de los fenómenos de los que te voy a dar
cuenta.
Este icono te marca mi visión
personal sobre un misterio. Muchos enigmas de los que te hablaré
están pendientes de solución; aún no se han investigado a fondo o,
simplemente, es imposible saber qué ocurrió en realidad, por lo que
sólo pueden establecerse teorías y conjeturas sobre su origen. Yo
te propongo una teoría, y tú escoges la solución.
Resulta difícil dar con la verdadera
explicación de un misterio, sobre todo cuando la información y los
testigos son escasos o, directamente, no existen. Es fácil cometer
errores y elaborar teorías equivocadas. Si ves este icono es que
tienes delante un teoría que, en su momento, se dio por buena, pero
que hoy ha sido superada por nuevas investigaciones.
A veces resulta
necesario profundizar en algunas disciplinas para poder entender
las claves de un enigma un poco peleón. Esto no significa que la
información que vas a encontrar junto a este icono sea demasiado
especializada o difícil de comprender. Al contrario, sólo indica
que estoy en entrando en materia.
Testimonios, relatos, declaraciones
recogidas en primera persona… Si te topas con este icono estás
frente a una anécdota real, documentada por mí y por otros
investigadores. La investigación de los enigmas no puede basarse
sólo en conjeturas y elucubraciones.
Vamos allá
Ahora que ya sabes cómo funciona y se estructura este Enigmas y misterios para Dummies, ha llegado la hora de meterse en faena. Quizá ya sepas que hay otra realidad ahí fuera, que la ciencia no es capaz de explicar, o puede ser que, por el contrario, seas una persona escéptica con este tipo de fenómenos. Sea como sea, estoy convencido de que, a medida que leas las páginas de este libro, los interrogantes y la curiosidad irán ganando terreno en tus pensamientos. Si sigues las claves y pistas que te doy, poco a poco vas a poder ir encajando las piezas que conforman este planeta encantado. Quién sabe si tus próximas vacaciones tendrán como destino uno de los territorios misteriosos que ya he visitado; quizá tú tengas la respuesta a un misterio que a otros se nos escapa sin remedio… Te invito a que me sigas y lo descubras por ti mismo.