Cruce de miradas
Esa mañana ella había llegado pronto a la oficina. Mientras tomaba un café, mirando por la ventana, le vio acercarse. No le esperaba allí, a esa hora, y por eso su expresión fue de sorpresa y de miedo. Sus ojos buscaron los de él, y por un momento sus miradas se cruzaron, y un doloroso relámpago de comprensión saltó entre ellos, como si el futuro que iban a compartir les abrazara. Así, ese instante fugaz se congeló y se hizo eterno. Entonces ambos cerraron los ojos a un tiempo, y el avión que él pilotaba se estrelló contra la torre.