Inseguridad ciudadana
Le han vuelto a robar el bolso. La viejecita ya no recuerda cuantas veces le ha pasado. En una de las ocasiones, el chaval que dio el tirón la echó al suelo y tuvieron que ponerle varios puntos en la frente. Al principio sentía miedo de salir a la calle, pero pronto decidió que no era esa la manera de enfrentar los problemas, y por eso hoy, cuando aquel chico le ha pegado el tirón, ella no se ha resistido, pues tenía atado en un dedo el hilo que soltaría el pasador de la granada que llevaba en el bolso.