A quienes confiaron en mí y a quienes no, por ser ambos un motivo de motivación. A todas esas personas que hicieron sus sueños realidad, a quienes persisten en conseguirlos y a aquellos que aún lo desconocen. A quienes me enseñaron que la mente es libre pensadora. A la chica de ojos tristes por ser mi signo positivo («solo lo que suma»). A quienes me empujaron a publicar En algún lugar, a quienes lo leyeron y sobre todo a quienes lucharon, independientemente de quien ganase, contra esa enfermedad con nombre de signo zodiacal.

¿Y cómo olvidarme de ti que apareciste durante distintas etapas de mi vida pasando a formar una parte importante de ella?

A mi familia, a mis dos sobrinas (Beatriz y Berta) de las que nunca me olvido aunque esté en la distancia y muy especialmente a: (M).