Agradecimientos

A todos los que habéis hecho posible que este libro haya podido publicarse. Sois tantos que es imposible nombraros a todos, vosotros sabéis quiénes sois, yo también.

Y especialmente a dos personas:

—A mi sobrina, Berta, que sueña con ser «Rapunzel» sin saber que ya es una princesa, por querer participar en este libro con un precioso dibujo que encontraréis entre sus páginas. Te quiero brujilla.

—A mi padre, Andrés Carretero, porque sin él este libro seguiría siendo un archivo acumulando polvo en la pantalla de un ordenador. Te quiero viejo.