Ian

Vaya día el que ha sido este, tengo un cansancio extraño que no recuerdo haber sentido, seguramente es agotamiento mental más que físico, en este lugar es muy difícil sentirse cansado debido a su lujo y comodidad pero eso no hace que deje de sentirme raro sin contar lo ofendido que me sentí gracias al abogaducho ese que lleva las riendas de la familia, no simpatizamos en lo más mínimo ni él ni yo, es obvio que ese rabo verde intenta quedar bien con Ivonne pero ahora debe retorcerse al saberme aquí con ella y bajo el mismo techo, si vamos a lo que él piensa debería darle la razón, soy joven, nada mal físicamente, ella y yo tenemos la misma profesión, podemos entendernos y lo más importante; que estoy bajo el mismo techo que ella y que ella al parecer prefiere mi compañía más que la suya. Sonrío con maldad al sentirme victorioso en ese aspecto y agradezco a Ivonne por la preferencia que me demuestra pero no por eso debería bajar la guardia con respecto al tipo ese, no deja de darme mucha desconfianza, creo que sería bueno averiguar más sobre él y más por ese “inexplicable temor” que los sirvientes parecen tenerle, no sé si será mi imaginación pero es algo que pude sentir cuando Ivonne reunió a todos los sirvientes sin obtener las respuestas que quería. Por ahora no dejaré que él arruine lo que fue el resto del día, la salida al museo fue algo provechosa, tal vez no tanto pero si algo o al menos así lo siento, el simple hecho de tener a Ivonne cerca me hace sentir muy bien, disfruto su compañía, disfruto escucharla hablar y cuando la tuve en mis brazos para evitar que se cayera cuando el chico la empujó… no puedo describir lo que sentí, me gusta ese acercamiento, me gusta sentirla así, dependiendo de cariño y compañía algo que yo le daría con mucho gusto y sin pensarlo, verla tan frágil con respecto al problema que enfrenta hace que desee sentirme un león y ser su guardián para protegerla de lo que sea, esa mujer que nos encontró en el café sin querer nos unió más, cuando vi correr a Ivonne no dudé en seguirla, sentí miedo de que fuera arrollada por un auto ya que ella corría sin reparar en ellos, su meta era alcanzar a la mujer sin importarle nada más pero cuando llegamos al cementerio… pensé en algo inmediatamente, algo tonto pero sin duda ha resultado ser cierto.

Luego lo del anciano… eso es otra cosa que me está quebrando la cabeza. ¿Qué sabe? ¿Qué es lo que él y esa mujer saben? ¿Por qué no hablan de una vez? ¿Qué es lo que ocultan? No soporté que ese hombre hiciera sentir mal a Ivonne, verla llorar y derrumbada e impotente afianza mi deseo de tenerla junto a mí para protegerla, no quiero irme y dejarla, cuando regresábamos a la camioneta y la traía abrazada me sentí bien y sé que ella también pero no me gusta verla así, su mente se pierde y piensa demasiado en tantas respuestas a sus preguntas que le es imposible tener. Pero el detonante de mi sentir fue cuando la escuché gritar en su habitación, sentí el más extraño y fiero miedo congelándome la sangre, no por mí sino por ella, temía ver una escena en la que la perdiera, la sensación de perderla para siempre me provoca un extraño vacío y enorme tristeza, pienso en ella y suspiro. ¿Qué es lo que siento? Me gusta y no sólo eso ¿Cómo podré separarme de ella y dejarla? ¿Tendré las fuerzas? ¿Podré volver a mi vida normal después de todo esto? ¿Seré el mismo hombre después de haberla conocido? Mis preguntas tienen la misma respuesta y no puedo engañarme, lo único que sé es que quiero aprovechar las últimas horas que tengo con ella, para tenerla cerca aunque no le sea de gran ayuda, siento que he fracasado en este caso, como periodista y como escritor siento que he perdido, no quiero rendirme aún pero esto es como un callejón sin salida y la única manera que veo en ganar tiempo es rogarle que venga conmigo a Londres y se divague, unos días en otro ambiente nos hará pensar con más claridad, yo tengo mis hipótesis, absurdas pero las tengo y no quiero menospreciar cualquier recurso que sirva de ayuda.

Debo decirle todo lo que pienso y lo que es peor, hacer las pruebas, creí tener más pistas en Williamsburg pero después de lo sucedido hoy creo que lo que hay que buscar está aquí mismo, ¿podremos conseguir algún permiso para entrar a ese cementerio? De no ser posible deberemos hacer lo mismo que hace el anciano, entrar por donde él lo hace así debamos arrastrarnos por debajo del muro, lo importante es averiguar qué tumbas hay allí, estoy seguro que podemos encontrar algo. Por ahora Ivonne duerme por efecto de una pastilla que bebió, es lo mejor, necesita dormir bien y descansar, yo intentaré hacer lo mismo aunque la cabeza me dé vueltas, sólo tengo dos días más, dos días para ayudarla sea resolviendo esto o llevándomela de aquí, espero en Dios poder hacer las dos cosas.