6. Me siento solo, pero nadie lo diría

Si quisiera niños, simplemente, me iría a Harrods y me compraría uno. Allí venden de todo. ¡Si compras dos, de regalo te dan una niñera!

Cuando tengo una relación, nunca es a medias tintas. No creo en las medias tintas ni en transigir. Sencillamente, no soporto tener que transigir en nada. Me entrego totalmente porque así es cómo soy.

Intento contenerme cuando me atrae alguien, pero no puedo controlar el amor. Se desmadra. Me enamoro con mucha facilidad y, al final, siempre acabo dolido. ¿Quizá es que atraigo a la gente equivocada? Estoy lleno de cicatrices. Pero no puedo evitarlo, porque básicamente soy un blando.

En términos amorosos, nunca tienes el control y odio esa sensación. He llorado a mares. Puede que proyecte una imagen de duro, pero por dentro soy un blando. Tengo esta coraza dura de macho que proyecto en el escenario, pero también tengo mi lado blando, que se derrite como la mantequilla. Soy un auténtico romántico, igual que Rodolfo Valentino, pero en algunos artículos aparezco como una persona absolutamente fría.

Tengo un lado tierno y un lado duro, sin nada entre medio. Si conecto con la persona adecuada puedo ser muy vulnerable, un auténtico niño, que es cuando, de manera invariable, me pueden pisotear, pero a veces soy duro, y entonces nadie puede conmigo. Una y otra vez saco a relucir las púas, ¡y están afiladas!

En mis relaciones soy una persona muy dominante. También soy una persona muy posesiva. Puedo llegar muy lejos intentando ser leal sólo para demostrar algo, pero en el momento que descubro que alguien me ha traicionado, me echo atrás. ¡Si me traicionan, soy un ogro!

Soy un hombre extremista y eso puede ser muy destructivo. Puedo ser muy emotivo y ése también es un rasgo de mi carácter que puede ser muy destructivo. Parece que consumo a las personas que se me acercan demasiado y las destruyo, no importa cuánto me esfuerce en intentar que las cosas funcionen. Debo tener algún elemento destructivo, porque me esfuerzo mucho en construir una relación, pero de alguna manera hago que la gente se aparte de mí. Siempre me acaban culpando del fin de la relación porque soy el que tiene éxito. Con quien quiera que esté, siempre intenta luchar por estar a mi altura, intentando compensarlo de alguna manera.

Mimo muchísimo a mis amantes. Me gusta hacerles felices y me encanta darles regalos maravillosos y caros, pero al final acaban pisoteándome. Cuando muestro mi lado más íntimo parece que ha llegado mi perdición.

A veces me despierto sudando, asustado porque estoy solo. Es por eso que salgo a buscar a alguien que me quiera, incluso aunque sólo sea por una noche. En esas noches me limito a jugar mi papel. Lo que realmente me gusta es recibir mucho amor. Me enamoro y luego acabo dolido y con cicatrices. Parece que no pueda ganar.

De alguna manera creo que cuantos más contratiempos tenga, mejores van a ser las canciones que vaya a escribir. Una vez he encontrado a alguien, cuando he encontrado una relación duradera, ¡se dispara mi creatividad en busca de canciones maravillosas! En cierto modo me alimento de los contratiempos del pasado. Bueno, aunque haya dicho todo esto, no lo sé… No sé qué me depara el futuro. Quiero un desafío. Siempre lo quiero así. Creo que está en mi naturaleza. En el momento en que se vuelve demasiado agradable, me aburro. Lo echo todo a perder.

Sí, soy gay. He hecho todas esas cosas. Soy tan gay como un narciso, queridos. Pero no podría enamorarme de un hombre del mismo modo en que lo haría de una chica. No voy por ahí buscando compañías gays, pero en este negocio es muy difícil encontrar amigos leales y conservarlos. Entre mis amistades hay muchos gays y muchas chicas, ¡y también muchos hombres mayores! Me muevo en un mundo teatral y la gente puede sacar sus propias conclusiones. Tuve una novia con la que viví durante cinco años, Mary. También he tenido novios. Arruinaría todo el misterio si siempre lo explicara todo de mí mismo. Sinceramente, sacarlo a relucir y entrar en muchos detalles sobre todo eso no es algo propio de mí. Seguramente tengo unos gustos sexuales más amplios que la mayoría de la gente, pero hasta ahí voy a llegar.

Soy un ser humano. Me gustaría que la gente aceptara el hecho de que soy un ser humano. Es como si fuera un minusválido, porque la gente inmediatamente busca mi personalidad escénica. Nadie quiere a mi auténtico yo. Por dentro, todos están enamorados de mi fama y del estrellato. Es por eso por lo que virtualmente tengo que luchar. La mayor parte del tiempo eso juega en mi contra. Quiero una relación, pero siento que debo luchar por eso todo el tiempo. Es como si hubiera creado un monstruo. He de encontrar a alguien que lo acepte, en términos de una relación, pero es muy difícil. Intentas separar ambos aspectos, pero no es fácil, son como dos caras de la misma moneda. He tenido relaciones en mi vida que no han ido bien, y es muy difícil encontrar a alguien auténtico. No puedes saber si te quieren a ti o al Freddie Mercury estrella del pop… ¡Y él es alguien bastante diferente!

Puedo ser un buen amante, pero creo que después de todos estos años ya no soy una buena pareja para nadie. He tenido muchos amantes, por supuesto. ¡He tenido más amantes que Liz Taylor! Tanto hombres como mujeres. He tenido relaciones de cada bando, pero no parece que me duren demasiado. Todas las relaciones salieron mal. Obviamente, yo no soy un buen catalizador. El amor para mí es como la ruleta rusa.

Resulta muy difícil encontrar a esa persona maravillosa y a veces lo intento de veras. Me dejaba dominar por mis emociones. Quiero decir que cuanto más disgustado me sentía con la relación, más carga de estrés y apuros y todas esas cosas. ¡Oh, Dios mío! Suena como si realmente fuera una tragedia, pero tampoco estoy diciendo eso. Siento que voy por ahí lleno de cicatrices y creo que no podría soportar ninguna más.

Me hacen daño, pero intento no hacer alarde de ello. No soy de los que guardan rencor. En el momento preciso de la traición es como si te clavaran un cuchillo en la espalda, y por supuesto mi reacción inicial es: «¡Voy a ir a por ese cabrón!». Pero se me pasa. Intento no caer en eso. Me olvido del tema. No vale la pena. Me han decepcionado muchas veces, pero me limito a apretar los dientes, me muerdo la lengua y digo: «¡Que se jodan!».

En muchos casos acabamos siendo amigos, después de un tiempo, lo cual me sorprende bastante. Hay mucha gente que me ha jodido, y pienso: «Nunca más». Y algunos de mis amigos íntimos dicen: «¿Cómo puedes pasar eso por alto?». ¿Sabes? Soy un blando…, soy un bombón.

¡Estoy poseído por el amor! ¿No lo está todo el mundo? La mayoría de mis canciones son baladas de amor y hablan de cosas que tienen que ver con la tristeza, el tormento y el dolor. Parece que escribo muchas canciones tristes porque soy una persona muy trágica. Pero al final siempre está presente un elemento de humor.

Una vez escribí una canción titulada «My Love Is Dangerous» [1985]. Siento que quizá es así como es mi amor: peligroso. De hecho, nunca me he analizado a mí mismo, pero después de todos estos años siento que no soy una buena pareja para nadie, y creo que así es mi amor. Mi amor es peligroso. ¿De todos modos, quién quiere que su amor sea seguro? ¿Puedes imaginarte escribir una canción titulada «My Love Is Safe» (Mi amor es seguro)? No vendería nada.

Genero muchas fricciones, por lo que no soy la persona más fácil con quien tener una relación. Soy la persona más agradable que podríais conocer, queridos míos, pero soy alguien muy difícil con quien convivir. No creo que nadie pudiera aguantarme, y a veces pienso que me esfuerzo demasiado. Por un lado soy alguien egoísta, quiero que las cosas se hagan a mi manera, pero ¿no es lo que quiere todo el mundo? Soy una persona muy cariñosa, ya sabes, y soy una persona muy generosa. Pido mucho, pero doy mucho a cambio.

También he descubierto que en cierto sentido, a lo largo de los años, me he vuelto más amargo. Simplemente no confío en nadie porque me han decepcionado muchas veces. Cuanto más te han fallado, más dolor aguantas. Cada vez me resulta más difícil abrirme a la gente, porque sencillamente no me fío de los indeseables. No puedes ganar siempre, y así son las cosas.

Cuando tienes éxito todo se hace muy difícil. Descubres a los auténticos miserables. Pero me tomo las cosas tal y como vienen. De hecho, ésa es la razón por la que me he construido una coraza tan fuerte. Quiero decir que la mayor parte del tiempo, cuando la gente habla conmigo, inmediatamente pienso: «¿Qué es lo que quiere? ¿Va tras esto o lo otro?». Así que a la gente le resulta muy difícil conocerme. Tengo que pasar por una especie de largo proceso de selección. Tengo que averiguar de qué van. No recibes a la gente con los brazos abiertos todo el tiempo, tienes que escudriñarlos.

El éxito me ha proporcionado millones de libras y adulación en todo el mundo, pero no eso que todos necesitamos: una relación amorosa. Pueden amarte muchos miles de personas y, aun así, ser la persona más solitaria. Y la frustración que supone lo empeora, porque a la gente le resulta difícil entender que puedes sentirte solo.

La mayoría de la gente se pregunta cómo alguien como Freddie Mercury puede sentirse solitario. Tiene dinero, coches y chófer, lo tiene todo. Puede dar la impresión de que lo tienes todo, y sin embargo no tener nada. Quizá un día me enfrente a mí mismo y entonces será mi perdición. De hecho, a veces ese tipo de soledad es la más difícil de soportar porque a pesar de toda la gente que te rodea, sigues estando solo. ¿Sabes? La soledad no significa sólo estar encerrado en una habitación, sino que también puede ser que estés en un lugar atestado de gente y, sin embargo, ser la persona más solitaria, y eso es lo más doloroso.

Esto suena un poco en plan, «Pobre Freddie, el solitario». ¡Me van a llover las ofertas!

Resulta difícil para la gente que está en mi lugar. Lo más mínimo puede tumbarte. A veces, puedes ser una persona muy fuerte y luchar por las cosas, a pesar de todas las dificultades, pero una pequeñez, y esa pequeña palabra de cuatro letras puede hacerte venir abajo. Pero puedes seguir luchando por ello. Lo he intentado, pero siempre ha salido mal. Me duele mucho y no quiero seguir pasándolo mal. Realmente no lo quiero. Creo que el amor es lo principal, pero el amor puede decepcionarte. Has de ser realmente duro. El amor puede arruinar todo lo que has construido, si se lo permites. Supongo que has de ser una zorra inflexible.

Muchas personas de las que los medios de comunicación dicen que son tan fuertes, en realidad no lo son tanto por dentro. A veces la gente más fuerte puede venirse abajo de repente. Es como hinchar un globo y con un simple pinchazo estalla, ¡booom! Has de ir con mucho cuidado.

Vivo la vida plenamente. Mi instinto sexual es enorme. Duermo con hombres, mujeres, gatos, lo que quieras. ¡Me voy a la cama con lo que sea! Mi cama es tan grande que en ella pueden dormir cómodamente seis personas. Prefiero practicar el sexo sin implicarme, y ha habido veces en que he sido extremadamente promiscuo. Solía ser tan sólo una vieja puta que se levantaba cada mañana, se rascaba la cabeza, y se preguntaba con quién quería follar ese día. Sólo vivía para el sexo. Soy una persona muy sexual, pero ahora soy mucho más exigente de lo que solía ser. También quiero mi trozo de tarta y comérmelo. Quiero tener mi seguridad, pero también quiero tener mi libertad.

Ahora mismo vivo totalmente solo, lo creas o no, y me encanta. Me he deshecho de tres personas que trabajaban para mí y eso es maravilloso. Me asustaba mucho tener que hacerlo, porque pensaba que iba a ofenderles, pero luego pensé: «No, simplemente hazlo». Así que ya lo he hecho. Se han ido. Antes, pensaba que no podría vivir solo, que tenía que haber gente alrededor, pero ahora he descubierto que sí puedo y me gusta.

En estos momentos no hay nadie viviendo conmigo. Tengo una mujer de la limpieza que viene, y que a veces me rompe algún que otro adorno… Si ella hubiera vivido en los tiempos de Luis XIV, hoy ya no quedarían antigüedades. Y Mary también viene y cuida de mí. Suena como si estuviera desconsolado, ¿verdad? Pero a mí me encanta. Me encanta el espacio. Finalmente he creado una especie de espacio para mí mismo. Es esta sensación de ser libre, aunque no quiero decir que antes me sintiera asfixiado.

Si escuchas mi canción «Living On My Own», habla mucho sobre mí. Trata del tema de vivir solo, pero resulta divertido. Hay una parte en el medio en la que canto en plan scat y simplemente digo que cuando piensas en alguien como yo, en mi estilo de vida, que tengo que viajar por todo el mundo y vivir en hoteles, eso puede ser una vida muy solitaria. Pero es lo que elegí. Esa canción no trata de gente que vive sola en su apartamento en un sótano, o situaciones similares, trata de viviendo por mi cuenta. Quiero decir que puedes tener a un montón de gente cuidando de ti, pero al final todo el mundo se va y tú estás en una habitación de hotel solo. Sin embargo, no me quejo. Es una manera diferente de vivir por mi cuenta. La gente que tiene mi éxito también puede sentirse sola y vivir por su cuenta. ¡Sólo digo que vivo por mi cuenta y que lo paso de miedo! ¿Tiene sentido, cariño?

De todos modos, no puedes regodearte en el éxito y luego levantarte una mañana y decir: «No, hoy no quiero ser una superestrella; quiero salir a la calle yo solo». Es imposible: cuando eres una celebridad resulta difícil acercarte a alguien y decirle: «Mira, por dentro soy normal».

En estos momentos estoy muy satisfecho, en términos de felicidad y en términos amorosos. Es algo que tenía que asimilar, lo cual es una completa novedad para mí. Siempre piensas que eso es el objetivo, y quiero luchar por ello. De repente, siento que aquí es donde estoy, y el objetivo es sacar lo mejor de la situación.

Tienes tus ideales en términos amorosos, y siempre pensé que sería de ésta o de otra manera. Lo he intentado muchas veces y no lo he logrado. No puedo ser categórico. He aprendido a enfrentarme a eso. Es una forma de felicidad que tengo que aceptar o dejar. Creo de verdad que ahora estoy bastante satisfecho. Y antes que estar descontento y seguir comiéndome la cabeza con eso, lo cual no va a funcionar, prefiero irme a casa, cerrar esa puerta y seguir adelante.

Me hubiese encantado encontrar una relación realmente bonita con alguien, una relación duradera de tú a tú, pero no creo que vaya a conseguirla en mi vida, y no creo que de hecho pueda estar pendiente de ella ahora. Nunca pareció funcionar. Así es cómo creo que va a ser mi vida, y tengo que conformarme con eso. Si te convences de eso, puedes desahogarte y decir: «¡Joder! Eso no va a ocurrir, así que mejor no complicarse la vida con eso».

Me encanta ser libre. Quiero ser libre como un pájaro. Creo que me he acostumbrado demasiado a eso. Sinceramente, siento que realmente me lo estoy pasando bien, y voy a seguir así. Pero… ¡nunca se sabe! Igual que Elton —creo que tenemos la misma edad, unos cuarenta y pico—, la gente cambia, y de repente quieres echar raíces y tener hijos, igual que hizo él. Creo que él llegó a esa situación más rápido de lo esperado.

Realmente no me veo casado. Nadie se casaría conmigo, queridos…, la dote sería muy grande. Y si quisiera hijos, simplemente, me iría a Harrods y me compraría uno. Allí venden de todo. ¡Sí, eso estaría bien! Iré a Harrods y me compraré uno. ¡Si compras dos, de regalo te dan una niñera!

Nadie quiere compartir su vida conmigo. Es como las viejas historias de Hollywood en las que esas maravillosas actrices no podían seguir adelante con una relación porque sus carreras eran lo primero. Lo mismo sucede conmigo. No puedo detener la rueda ni por un segundo y dedicarme a una relación amorosa, porque se acumularían todo tipo de problemas económicos. La rueda tiene que seguir girando y eso resulta muy duro para cualquiera que viva conmigo y quiera ser feliz. Son las exigencias del éxito, supongo.

No sacrificaría mi carrera si una pareja me pidiese que lo hiciera. Mi carrera es lo que me hace seguir adelante. ¿Qué otra cosa podría hacer? ¿Arrancar las malas hierbas del jardín, engordar y estar maravillosamente enamorado? No, me gustaría seguir teniendo tanto éxito como ahora, escribir canciones bonitas y estar enamorado, aunque eso no haya funcionado hasta ahora. Mi vida privada siempre será errática. Lo seguiré intentando.

No estoy casado con la música, estoy casado con el amor. Puede que no tenga tiempo para ello, pero no estoy casado con él. La música es mi trabajo, es a lo que me dedico. Quizá no sea un trabajo de nueve a cinco, pero es mi trabajo. Veo la música como algo con lo que me gano la vida. Soy un romántico total y estoy casado con el amor y la gente[15].

Quería una especie de tranquilidad auténtica después de la tormenta. Todo el mundo espera de mí que tenga relaciones tormentosas. Realmente me había creído esa película que habían creado los medios de comunicación, y pensaba que así tenía que vivirla. Siempre pensé que tenía que ser el portavoz, el capitán del barco. Me esforzaba mucho, actuaba para todo el mundo, incluso fuera del escenario y, luego, un día pensé: «No, no tienes por qué hacerlo. Que lo hagan los demás. Limítate a ser tú mismo e intenta ser una persona normal». Pensaba que tenía que interpretar, que tenía que tomar el mando de la situación y todo lo demás allá donde estuviera. Y luego pensé: «No, no tienes que hacerlo. Dejemos que te digan que eres aburrido». Y eso es maravilloso. Así que la gente puede que diga «¡oh, Dios mío, qué aburrido eres!, no dices nada interesante», pero eso ahora me encanta. Digo yo que, si soy aburrido, entonces diviértete tú haciendo otra cosa. ¿Sabes? La gente siempre esperaba que fuera yo el que les entretuviera. Hubo una época en que si alguien decía que yo era aburrido me volvía loco y me ponía de los nervios, pero ahora me encanta.

Sencillamente, pensé: «Mira, descartemos todo eso y empecemos de nuevo. Intenta pensar en ti como si de otra persona diferente se tratara». Y eso no puedes hacerlo a base de parches.

Estoy muy feliz con mi relación en este momento y, sinceramente, no podría pedir nada mejor. Es una especie de… estabilidad. Sí, ésa es una buena palabra. ¡No vamos a llamarlo menopausia! Ahora tengo esta especie de estabilidad. No tengo que luchar tanto. No tengo que demostrarme nada a mí mismo. Tengo una relación muy comprensiva. Suena muy aburrido, pero es maravilloso.

Por fin he encontrado ese rinconcito que he estado buscando toda mi vida, y ningún cabrón de este universo me lo va a estropear.