Cualquier confrontación se puede evitar si no te la tomas personal
Los psicólogos han hablado mucho, demasiado diría yo, del estrés. Pero solucionarlo es más sencillo que sus millones de estudios sobre ella. El problema está en uno mismo. Y la solución sencillamente es, no tomarse nada personal. Si no es personal, no hay ansiedad. Si no hay ansiedad, no se segregan las hormonas del estrés. Punto.
La gente padece estrés porque se lo toma como algo personal, por su trabajo o posición guardan la rabia y lo pagan más tarde. Lo pagan con su familia con mal humor. Lo pagan con amigos siendo intratable. Lo pagan con el que tengan delante aprovechando cualquier incidente para una bronca. Es cuando dicen: “Parecía tan tranquilo y de repente se puso hecho una furia”.
Los que padecen estrés ven enemigos personales en todas partes. Por eso gritan sin venir a cuento y atacan sin más. Aunque luego se arrepientan y se avergüencen lo volverán a repetir porque no saben enajenarse. Creen que todo va contra ellos. Volverán a discutir con su pareja por una tontería, gritarán por una contrariedad, golpearán una puerta a la mínima. Sienten que no controlan y eso les provoca más furia, más gritos y más golpeos. Acaban comiendo solos, hablando solos y por supuesto durmiendo solos. Y entonces se llenan de pastillas, van a caros psicólogos o acaban en el manicomio. No entienden el por qué de su reacción. Pero el por qué siempre es el mismo: tomárselo personalmente.
Háblalo con amigos y te dirán lo mismo: creerán también que tienen estrés cuando se enfadan y pierden el control. Pero no: ¡lo único que hacen es tomárselo personalmente! Creen que es un ataque personal a ellos.