Cuando la batalla termine, refuerza tu casco
¡No puedes bajar la guardia! Cuando has superado un proceso de ansiedad estas temporalmente más débil de lo normal. Has subido un escalón y estás tomando aire. Tu instinto de supervivencia te hace sentir débil tras esa victoria para que recuperes fuerzas. Pero es justo entonces cuando no puedes bajar la guardia. No puedes recorrer mil kilómetros para rendirte en la última dificultad.
Cuando sales de un combate, tus defensas están bajas. Aunque hayas ganado. Has luchado y lo has dado todo, entonces crees no poder seguir a ese ritmo. Gran mentira. Puedes con eso y más. Si has superado un gran combate, puedes superar el siguiente y el siguiente y el siguiente. Puedes seguir aunque creas que “tienes que descansar”. ¡Si pudiste una vez, puedes más veces! Rememora cuando superaste algo que parecía imposible. Si fuiste brillante en aquella presentación, puedes volver a ser brillante infinitas veces.
Nada duele más que la oportunidad perdida. Así que sigue el código del Samurái: “Cuando la batalla termine, refuerza tu casco.”