Cómo combatir el efecto de “adrenalina adelantada”
Muchas veces los muy estresados tienen una explosión de adrenalina antes de tiempo. Reaccionarán negativamente varias semanas antes de hablar en público, participar en una competición deportiva o asistir a un evento. Esto corre por su cerebro y por su cuerpo. Por eso tanta gente en puestos difíciles acaba divorciándose. Sus mujeres o maridos no pueden soportar sus ataques de nervios.
Pero la adrenalina adelantada se va si pensamos fríamente. Si por ejemplo tienes que hablar en público en diez días, no empieces esta misma semana a cargarte de adrenalina adelantada. No necesitas torturarte innecesariamente. Se práctico. Ahórrate una semana de estrés y vive relajado. Ya te "preocuparás" cuando llegue el día. A ser posible preocúpate sólo el momento antes. Y a ser posible ni te preocupes. Porque la preocupación no existe si tú no quieres.
La solución es hacer otra cosa que no te haga pensar en lo que viene. Aprovecha esos días para hacer más deporte, meditar o leer. Yo me he perdido demasiados buenos momentos por culpa de la adrenalina adelantada hasta que me di cuenta que se trata de pensar en otra cosas. No pierdas media vida preocupándote por cosas que no han ocurrido. Todo es más fácil de lo que parece si no le das importancia.
Otra solución es que aceptes el peor escenario posible. Cuando te imaginas lo peor que puede pasar verás que:
1. No es para tanto
2. Puedes solucionarlo perfectamente.
Observa a gente que trabaja en puestos peligrosos, bomberos o profesiones de riesgo. Nunca experimentan adrenalina adelantada. Su cuerpo se ha acostumbrado a tratarla con anticipación. Saben que va a llegar el momento y viven con ello. Y en el momento de entrar en acción siguen firmes porque llevan meses entrenándose para estar tranquilos y sin estrés.