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Taparse los ojos
¿Conoces la historia del tigre que persigue al ratón? Justo cuando le va a cazar el ratón entierra su cabeza y el tigre le pregunta: "¿Qué haces?" A lo que el ratón responde: “Esconderme para que no me veas”.
No puedes tapar los síntomas. Así no matas el problema. Tienes que ir a la raíz. No seas como el que ignora las críticas creyendo que los demás están contra él por envidia. O el que no va a una competición porque cree que es demasiado bueno para eso y se encierra en un trabajo gris lamentándose de que nadie conozca su talento. O el que se toma unas copas y dice que unas copas no pueden hacerle nada. Todos se engañan tapándose los ojos en vez de ir a la raíz. Pero negar la realidad no sirve. ¿Vas a caer en su misma trampa?
La solución es analizar la raíz y no los síntomas. Si ignoras todas las críticas, evitas las competiciones o tomas unas copas analiza el por qué. Y después acepta que la responsabilidad siempre es tuya. Cuanto más analices y más te responsabilices, más poder tendrás.