cocinando los libros
Cuando la gente piensa en cocinar, inevitable e inmediatamente piensa en cocinar metanfetamina, y a continuación en comida. Sin embargo, se pasa por alto un componente clave de la vida diaria en el mundo empresarial: cocinar los libros. Y si Walter White es el as incuestionable del laboratorio, entonces Skyler White lo es de los contables.
Sí, de acuerdo, no es tan sexy una cosa como la otra (y no lo digo por criticar a Skyler), pero está claro que Skyler es tan hábil como su marido en estratagemas y manipulaciones cuando cocina los libros (de contabilidad), primero para Ted Beneke y luego para la propia familia White y el túnel de lavado.
Cuando a Skyler y Ted los pillan con las manos en la proverbial masa, ella se las apaña para encandilar a Hacienda con su jerigonza contable —o sin ella— y salir ganando. Así que esto es un homenaje a Skyler White, una de las perlas de Nuevo México.
PARA 1 RACIÓN
Una carretada de dinero negro
1 negocio en apuros
Clientes invisibles
1 contable que sepa de qué va
Falta de supervisión gubernamental
Sacar la pasta y cobrar a los clientes invisibles unos servicios igualmente invisibles prestados a través de tu negocio en apuros.
Meter el dinero en la caja registradora y hacer un recibo.
Decirle al contable que cocine los libros de manera que parezca que el dinero procede de clientes reales y legales.
Aprovechar la falta de supervisión gubernamental para transferir el dinero blanqueado a tu cuenta bancaria.