El marais (marisma) de París se desecó en el s. XII, pero las reformas de Haussmann dejaron intacto su laberinto de calles medievales. Modernos bares y restaurantes, emergentes boutiques de diseño y las florecientes comunidades homosexual y judía de la ciudad conviven en este vibrante barrio y su animado vecino oriental, Bastille.
Lo mejor en un día
El
bisemanal Marché Bastille
(Clicar)
es uno de los mayores y más animados mercados callejeros de París.
Se puede visitar antes de ir al museo de historia Musée Carnavalet (Clicar)
y a la Maison de Victor
Hugo (Clicar),
antigua casa del escritor en la elegante place des Vosges (Clicar).
Se hace cola en
el local de comida para llevar L’As du Fallafel (Clicar).
Después de almorzar se recorre la arbolada pasarela Promenade Plantée (Clicar)
sobre un antiguo viaducto ferroviario o se pasa la tarde
curioseando en la colorida y peculiar profusión de tiendas del
Marais y se toma un té en Le
Loir dans la Théière (Clicar).
El
Centre Pompidou (Clicar)
abre hasta las 21.00, por lo que se va al final de la tarde para
ver su colección de arte contemporáneo y las vistas desde la
azotea. Tras cenar en Le 6 Paul
Bert (Clicar),
se empieza a ir de bares en Le
Cap Horn (Clicar).
Para pasar un día de vida local en el haut Marais, véase Clicar.