Las sinuosas calles de Montmartre, jalonadas de edificios cubiertos de hiedra, conservan un encanto de cuento de hadas. Coronado por la basílica del Sacré-Coeur, Montmartre es el barrio con más cuestas de la ciudad (mont significa monte; el mártir fue Saint Denis, decapitado aquí en torno al 250 d.C.). Las vistas, las vides y las plazuelas escondidas atraen a pintores desde el s. XIX.
Lo mejor en un día
Montmartre
invita a pasear, sobre todo temprano, con pocos turistas. La
basílica del Sacré-Coeur
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en la cima de la Butte de Montmartre, goza de vistas excepcionales,
sobre todo desde dentro de su cúpula. Luego se puede visitar el
Dalí Espace Montmartre
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Tras almorzar en
Le Relais Gascon
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es agradable pasear por el Cimetière de Montmartre (Clicar),
antes de visitar uno de los pequeños museos más adorables de París,
el Musée de la Vie
Romantique (Clicar),
dedicado a la escritora George Sand. Un museo romántico de un tipo
diferente es el Musée de
l’Érotisme (Clicar)
en Pigalle, el antiguo barrio chino al sur de Montmartre,
actualmente cada vez más célebre por su escena culinaria. Después,
un aperitivo en La Fourmi
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es una idea perfecta.
Se baja por
la rue des Martyrs
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para ir a cenar al bistró Le
Miroir (Clicar);
después, a un cabaré del Moulin
Rouge (Clicar)
o un concierto en La
Cigale (Clicar).
Para pasar un día de vida local en Montmartre, véase Clicar.