Prometeo & Cía
Este libro, algunas veces considerado como una colección de «artículos literarios», se trata de un libro de cuentos. En verdad, no siempre es fácil delimitar los géneros en este autor: sus textos atraviesan una tierra de nadie entre el relato, la divagación filosófica y el ensayo informal, todo eso coronado por un soplo poético; por eso no es raro pensar en Borges cuando lo leemos. Sus cuentos adoptan los más diversos patrones, tonos y temas narrativos. Parece no haber núcleo en el excéntrico mundo de ficción de este escritor fragmentario y asistemático.Son textos cortos, de ocasión. La diversidad de géneros en que se desarrollan pone de manifiesto la amplitud de intereses de la mirada de Wilde. Cuentos, poesía, relatos de viaje, artículos de costumbres, cartas, todo esto se encuentra en este libro. El humor, y la ironía en muchos casos, es el tono con el que están escritos.La lluvia es un cuento ejemplar y figura justificadamente en numerosas antologías. Pero no puede llamársele «cuento» sin hacer una salvedad: como otros en su obra, se trata de un relato no argumental, esa forma de discurso poético-narrativo que hoy practican muchos escritores para someter a prueba los límites del género. El texto es una lírica meditación sobre un fenómeno natural que pone la imaginación en libertad y la despliega en varias escenas cuyos tiempos y espacios no son secuenciales. Escrito en 1880, La lluvia es un relato modernísimo y fundamental en la historia del género.La Nación, en su edición del 5 de febrero de 1899, consideraba que en los textos reunidos en este libro, no se pierde «la agudeza del concepto, la riqueza de la expresión, el vigor del colorido y, sobre todo, la galanura de la ironía amable y penetrante que flota sobre todos ellos».La reunión de algunos de sus escritos en este libro obedece quizás al intento de Wilde de salir del descrédito al que la política y la actuación pública lo habían arrojado. El lugar del escritor crece por sobre el lugar del funcionario, y parece innegable la aspiración de que sus libros diluyan las manchas de la ignominia. Quizás a ello se deba su estrategia de selección de escritos en otro tono de su escritura: el pasaje de la polémica directa a la ficción lúdica e irónica.En la presente edición se han mantenido las normas ortográficas de la edición de 1899, a partir de la cual se ha realizado esta.