Idilli vakációra számíthat Tod Claymore, detektívregény-író és kotnyeles kislánya, meghívta őket vidéki kúriájába régi ismerősük, Poppy, egy jópofa vénkisasszony, aki együtt lakik szép, fiatal, özvegy unokahúgával, a lánykorában ismert színésznővel. A környék kedélyes és gondatlan hölgyei és urai is felvonulnak a vendégek tiszteletére mindjárt az első nap. Ám a felhőtlen derűt berányékolja, hogy ugyanekkor egy gyilkosság és egy gyilkossági kísérlet is történik. A tettes ismeretlen, az indítékok is. Az egyetlen elképzelhető személy, akinek nincs alibije, és lehetett oka a bűncselekmények elkövetésére, a helyi lelkész lánya. A hatóságok őt akarják vád alá helyezni, Claymore azonban kételkedik. Kockázatos és kalandos körülmények között, „saját szakállára” nyomozni kezd…

Caroline ha empezado una nueva vida. Acaba de llegar a San Francisco con su gato Clive para trabajar como diseñadora de interiores. Con lo que no contaba es que esta excitante experiencia incluiría a su vecino, Simon, de quien le separa únicamente unas paredes tan finas como papel de fumar. Noche tras noche, Simon y sus «amigas» la despiertan con ruidos escandalosos... No solo oye la cama golpeando rítmicamente la pared sino también los gritos de éxtasis. Lo peor de todo es que esta situación no hace más que recordarle que está en dique seco... Simon «el seductor» la obsesiona hasta tal punto que, después de haber sido testigo de una sesión particularmente apasionada, decide tomar cartas en el asunto. Pero no esperaba sentirse atraída por ese delicioso y exasperante semental... Pronto serán sus fantasías lo que la mantendrán en vilo.

Aquel cuento de hadas funcionaba para todos menos para el hada... Al principio le había parecido una buena idea: entregar sus alas de hada a cambio de un cuerpo de mujer con el objetivo de ayudar al atractivo viudo Paul Roland con su hija. Y en cuanto tuvo a la pequeña en brazos, supo lo que era la verdadera felicidad. Lo que no había previsto eran las emociones que despertaría en ella el hombre que la necesitaba no sólo como niñera, sino también como mujer que curara su corazón herido. De pronto corría el riesgo de romper una importante regla de las hadas... porque estaba terminantemente prohibido enamorarse de un mortal... /div>

Encuentro nocturno. Conner Thunder solo deseaba estar solo, pero reaccionó inmediatamente cuando oyó un llanto de mujer en mitad del bosque. Aquella desconocida de piel clara y ojos llenos de secretos necesitaba un hombro en el que llorar, pero desapareció después de un tierno beso que desató una pasión irrefrenable. Mattie Russell había oído hablar de Conner, pero jamás lo había visto antes de aquella noche junto al lago, la noche en la que ella se vio sobrepasada por el dolor por la muerte de su hermana. Mattie quería mantenerse alejada de las relaciones, pero la atracción que sentía por Conner era más fuerte que su deseo de permanecer soltera. ¿Sería Mattie la mujer que conseguiría llevar la paz al corazón de Conner... y él el hombre que haría que ella volviera a creer en el amor?

Laurel asintió conteniendo todavía el aire. Cuando él salió lo soltó de golpe y se dejó caer en uno de los peldaños de la escalera en la que se había subido repasando todo lo que Nick le había dicho. Negó con la cabeza. Tenía que haberse puesto un escote. Tranquilidad, confianza,…No quería casarse con él. Quería un buen revolcón y punto. No había sido consciente de su necesidad hasta que lo había visto apoyado en la puerta de su cocina cuando Jane había entrado.

¿Qué mal podría hacer que se acostara con su marido? Habían prometido amarse y respetarse mutuamente, pero entre ellos había otra promesa que ninguno de los dos había pronunciado. Jenna Butler le había salvado la vida a Gage Dalton, por lo que él estaba obligado a devolverle el favor. Y sólo el matrimonio le daría a Jenna la custodia del bebé de su hermana. Así pues, Jenna se mudó al rancho de Gage… pero no a su cama. Había llegado virgen al matrimonio y, aunque se decía una y otra vez a sí misma que no esperaba nada, lo cierto era que sí tenía ciertas esperanzas. Su esposo la respetaba, pero parecía necesitar la ternura que sólo una esposa podía darle...

Un romance en el trabajo. Las pacientes del doctor Grey Thunder estaban de caza... ¡y él era la presa! Pero el guapísimo nativo americano estaba harto y decidió solucionarlo haciéndole una inusual proposición a su enfermera, Lori Young, embarazada de su ex marido, del que tendría que proteger a su futuro hijo. El matrimonio de conveniencia entre médico y enfermera no tardó en convertirse en un apasionado romance. Pero, ¿sería su relación lo bastante fuerte para curar las heridas del pasado y hacer que ambos volvieran a creer en el amor?

Desde las simples formas representativas que se usaban en el antiguo Egipto para registrar los trueques hasta los sofisticados recursos tipográficos disponibles en un ordenador del siglo XXI, podemos afirmar que los distintos periodos de la historia de la escritura conforman la historia de la civilización misma. En La historia de la escritura, Ewan Clayton analiza las distintas etapas de su evolución y explora el impacto social y cultural de cada una: la invención del alfabeto; la sustitución del rollo de papiro por el códice en la época tardorromana; el perfeccionamiento en el siglo XV de la imprenta que se vale de tipos móviles y la consiguiente extensión de la alfabetización; la industrialización de la imprenta durante la Revolución francesa; el impacto que tuvo en la palabra escrita el modernismo a principios del siglo XX, y los significativos cambios que la era digital ha supuesto en nuestros hábitos de escritura en el comienzo de este siglo.

Sur Nulpart, une misérable planète perdue en bordure du Cloaque, une région de l'espace qui perturbe les systèmes électroniques et la santé mentale, un vaisseau contenant le cocon de la dernière reine des Haestavaada s'est échoué. Mandée par Chasseurs & Associés, Aleytys devra traverser des marécages mortels, affronter des indigènes hostiles, et parmi eux, Roha, une jeune indigène, qui veut à tout prix débarasser Mère la Terre de ces Démons-du-Ciel...