A nuestras hijas, Regina y Verónica.

Cuando este libro entraba en imprenta llegó la noticia de que el papa Juan Pablo II había alcanzado su recompensa eterna tras veintisiete años de pontificado.

Este libro también está dedicado a él, por sus heroicos esfuerzos contra el nazismo y el comunismo, y su lucha por la paz y la vida humana inocente.