Agradecimientos

Escribir este libro habría resultado una tarea superior a mis fuerzas de no haber sido por la colaboración de muchos amigos. Quiero dar las gracias a Jon Pickens y a David «Zeb» Cook por facilitarme el uso de sus grandes bibliotecas; a Jim Ward por sus maravillosas sugerencias y comentarios; a Jim Lowder por su perspicacia y diligencia; a Curtís Smith por sus consejos sobre temas orientales; a Lloyd Holden, de AFK Martial Arts en Janesville, Wisconsin, por su asesoramiento; y muy especialmente a Andria Hayday por sus críticas constructivas, su apoyo constante y su paciencia inagotable.