Nota del autor
Este libro comenzó hace algún tiempo. Conocí a Larry Bond a través de un anuncio en los Proceedings del Instituto Naval de los Estados Unidos, cuando compré un juego de guerra «Harpoon». Resultó ser asombrosamente útil, y sirvió como fuente de consulta para La caza del submarino ruso. Me pareció tan fascinante que ese verano (1982) resolví viajar a una Convención de productores y aficionados a los juegos de guerra para conocer a Larry personalmente, y llegamos a hacernos muy buenos amigos.
En 1983, mientras se preparaba la edición del Submarino ruso, Larry y yo empezamos a hablar de uno de sus proyectos: «Convoy-84», un macrojuego de guerra o «campaña», en el cual, empleando el sistema del «Harpoon», se realizaría una nueva Batalla del Atlántico Norte. Me sentí cautivado y comenzamos a hablar sobre la posibilidad de escribir un libro basado en esa idea, ya que ambos estábamos de acuerdo. Fuera del Departamento de Defensa, nadie había examinado nunca, con el debido detalle, cómo sería semejante campaña con armas modernas. Cuanto más hablábamos, mejor nos parecía el proyecto. Pronto estábamos probando un posible desarrollo y tratando de encontrar la forma de limitar el guión a un campo manejable…, pero sin quitar de escena ninguno de los elementos esenciales. Esto se reveló como un problema sin solución, a pesar de las interminables discusiones…, ¡y no pocos violentos desacuerdos!
Aunque el nombre de Larry no aparece junto al título del libro, la obra es tanto mía como suya. Nunca llegamos a decidir una división del trabajo, pero lo que Larry y yo conseguimos fue completar un libro como coautores, aunque nuestro único contrato había sido un apretón de manos… ¡y divertirnos hasta el cansancio mientras lo hacíamos! Ahora es el lector quien debe decidir hasta qué punto hemos tenido éxito.